La última pelea
7.3
29,107
Drama. Acción
Un veterano de Vietnam (Nolte) abandona el mundo de las artes marciales mixtas para trabajar en una fundición de acero. Sus graves problemas con el alcohol han destrozado a su familia, pero llega un momento en que, arrepentido, deja la bebida y decide entrenar a su hijo más joven (Tom Hardy) para que participe en un torneo de artes marciales, en el que también participará su hermano mayor (Joel Edgerton). (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2012
27 de septiembre de 2012
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me había llamado la atención esta película sencillamente por la nominación al oscar de Nick Nolte y por su valoración tan buena además de tener a Tom Hardy en portada. Desconozco los hechos de porque ha tardado 1 año en venir a España y no haberla lanzado al cine directamente, las productoras son capaces de distribuir cosas como Jack y su gemela, El canguro, La hora más oscura y otras memeces pero no son capaces de solventar los 25 millones de $ de presupuesto en una gran película, gran no, espectacular y bellísima cinta de acción y boxeo. Como drama cumple en todos los aspectos, emociona, es más, casi me hace llorar con ese abrazo entre hermanos. Los actores cumplen y se sobrepasan porque todos están perfectos, desde Tom Hardy hasta Joel Edgerton sin dejarnos a la estrella del reparto nominada al oscar Nick Nolte y de los buenos secundarios Jennifer Morrison (Érase una vez (Serie de TV 2011)) y Kevin Dunn (Transformers). Como cinta de acción/boxeo/deporte/lucha libre cumple en todo a la perfección con unas buenas coreografías de lucha y sin ensuciar la cámara como otras películas con orgías de sangre. En esta cinta se han percatado para no considerarla R (mayores de 17) en EEUU sin una sola gota de sangre. Los tiquismiquis se estarán quejando de no ser realista en ese aspecto pero a quien le gusta el cine de verdad no pide esos prescindibles detalles. Quizás se pueda tachar de típica, facilona, tópica y previsible pero para nada aburrida y es más es sensible, preciosa, espectacular y entretenidísima que no aburre ni a una mosca. 127 minutos que se pasan volando y además de entretener, emociona que eso no lo hacen estas películas normalmente. En definitiva, si te gustó Million Dollar Baby, Toro salvaje, Brothers, Rocky, Ali y otras pelis de boxeo y drama familiar no te la pierdas porque es una obra maestra. La mejor película del género que he visto hasta ahora. ¡Ya estás tardando en verla!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo bueno: Una profunda reflexión sobre la familia y el perdón.
Lo malo: Es un tanto predecible.
Lo malo: Es un tanto predecible.
6 de enero de 2013
6 de enero de 2013
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala. No por las malas actuaciones, de entre las que cabe salvar la de Nolte, ni por las escenas de acción mal rodadas, sino sobre todo y por encima de todo por el guión que supongo que existe o existió en su momento, aunque no se note.
Y la cara de palo de Hardy en todo momento oye, pues tampoco ayuda. Y la Morrison, para lo que actúa, un desperdicio.
El drama de esta película es el que se sufre esperando que acabe de una vez.
Y la cara de palo de Hardy en todo momento oye, pues tampoco ayuda. Y la Morrison, para lo que actúa, un desperdicio.
El drama de esta película es el que se sufre esperando que acabe de una vez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un supuesto drama familiar del que no se sabe nada y poco explican, una forma de entrar en la competición absurda (un hermano porque casualmente se lesiona un tipo, el otro porque es grabado zurrando a uno de los supuestamente mejores del business), una esposa que todo lo que hace es estar en casa y reprochar primero y mágicamente apoyar después, un hijo enfadado con su padre por el alcohol y que se reconcilia con él justo cuando el padre, en un alarde de ingenio del guionista, se emborracha. Una pelea final en la que el fuertote que ha derribado a todos sus contrincantes con uno o dos golpetazos sufre hasta la extenuación con el hermano débil. Una pelea final "fratricida" que se ve venir desde las primeras escenas. Y así.
10 de marzo de 2012
10 de marzo de 2012
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero decir que soy un apasionado del deporte sobre el que gira toda la película (Mixed Martial Arts, MMA). Y como tal, me ha dejado muy contento. Creía que se tardaría mucho más en lograr una película digna sobre este deporte y que sólo saldrían bazofias como Rompiendo Las Reglas y otras que ni siquiera me digné a ver (Como las de Hector Echevarria), pero esta logra poner una buena historia que se combine con las luchas, en lugar de poner luchas y más luchas con una historia que de la excusita de turno para ellas. También aparecen caras conocidas del deporte: Luchadores como Rashad Evans o Nate Marquardt y periodistas como Jon Anik. También aparece el medallista de oro olímpico de lucha libre Kurt Angle.
La historia planteada es la de una familia. Un hombre (Nick Nolte) con dos hijos. Y fue un padre horrible. Tras 14 años sin verle, aparece el menor de sus hijos y le pide que le entrene para poder meterse en un torneo de MMA, al mismo tiempo que le desprecia por, aparentemente, arruinarle la infancia. Por el otro lado, el mayor de los hijos se casó y tiene dos hijas, y parece que en el pasado triunfó (O al menos tuvo cierto éxito) en dicho deporte, pero lo dejó y se hizo profesor de física en un instituto. Tiene deudas debido a problemas de salud de una de sus hijas y está cerca de perder su casa y ve en MMA la solución a sus problemas económicos, así que le pide a su antiguo entrenador y gran amigo que le entrene. Y esto hará que los caminos de los tres se entrecrucen, con Nick Nolte intentando recuperar el cariño de sus hijos mientras los tres han de enfrentarse a los fantasmas del pasado.
Tal vez la historia no parezca para tanto, pero al menos no se pelean por la guarrilla de turno. Logra hacerse muy llevadera, sin estancarse en ningún momento, manteniéndote pegado a la pantalla. Y esto es algo que también me sorprendió, y más al ver que duraba, más o menos, dos horas y veinte, ya que di por hecho que en algún momento los diálogos se volverían estúpidos, repetitivos y/o innecesarios. No obstante, el tiempo incluso se hace algo corto, ya que queda algún detalle en el aire no muy bien explicado. Detalles menores eso sí, pero detalles al fin y al cabo.
Pasando a las luchas, por un lado están bien, se ven ciertos aspectos de una lucha más allá de dar golpes sin ton ni son, como agarres y sumisiones, que es algo menos conocido para el gran público al ser menos visual, y eso es algo que un aficionado como yo agradece. Por otro lado, las luchas tienen cosas horribles, como por ejemplo una "powerbomb" al estilo WWE (NUNCA vista en un combate real de MMA) o árbitros pasándose por el forro algunas reglas, como que si te meten 40 puños seguidos en el suelo y lo único que haces es mantener posición fetal, la lucha ha acabado, aunque no esté inconsciente (KO Técnico) y un detalle aún peor que mencionaré en la parte con spoiler.
Una obra IMPERDIBLE para un fan de este deporte, y sin duda, una película muy interesante para cualquiera.
La historia planteada es la de una familia. Un hombre (Nick Nolte) con dos hijos. Y fue un padre horrible. Tras 14 años sin verle, aparece el menor de sus hijos y le pide que le entrene para poder meterse en un torneo de MMA, al mismo tiempo que le desprecia por, aparentemente, arruinarle la infancia. Por el otro lado, el mayor de los hijos se casó y tiene dos hijas, y parece que en el pasado triunfó (O al menos tuvo cierto éxito) en dicho deporte, pero lo dejó y se hizo profesor de física en un instituto. Tiene deudas debido a problemas de salud de una de sus hijas y está cerca de perder su casa y ve en MMA la solución a sus problemas económicos, así que le pide a su antiguo entrenador y gran amigo que le entrene. Y esto hará que los caminos de los tres se entrecrucen, con Nick Nolte intentando recuperar el cariño de sus hijos mientras los tres han de enfrentarse a los fantasmas del pasado.
Tal vez la historia no parezca para tanto, pero al menos no se pelean por la guarrilla de turno. Logra hacerse muy llevadera, sin estancarse en ningún momento, manteniéndote pegado a la pantalla. Y esto es algo que también me sorprendió, y más al ver que duraba, más o menos, dos horas y veinte, ya que di por hecho que en algún momento los diálogos se volverían estúpidos, repetitivos y/o innecesarios. No obstante, el tiempo incluso se hace algo corto, ya que queda algún detalle en el aire no muy bien explicado. Detalles menores eso sí, pero detalles al fin y al cabo.
Pasando a las luchas, por un lado están bien, se ven ciertos aspectos de una lucha más allá de dar golpes sin ton ni son, como agarres y sumisiones, que es algo menos conocido para el gran público al ser menos visual, y eso es algo que un aficionado como yo agradece. Por otro lado, las luchas tienen cosas horribles, como por ejemplo una "powerbomb" al estilo WWE (NUNCA vista en un combate real de MMA) o árbitros pasándose por el forro algunas reglas, como que si te meten 40 puños seguidos en el suelo y lo único que haces es mantener posición fetal, la lucha ha acabado, aunque no esté inconsciente (KO Técnico) y un detalle aún peor que mencionaré en la parte con spoiler.
Una obra IMPERDIBLE para un fan de este deporte, y sin duda, una película muy interesante para cualquiera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El detalle que omití en la parte general de la crítica es que en la última pelea, la final del torneo entre los dos hermanos, Brendan tiene a Tommy en una técnica de jiujitsu llamada "omoplata". En este deporte es una técnica muy poco efectiva (En competiciones de jiujitsu, con gi (kimono), sí que goza de cierto éxito ya que es más dificil escapar de ella), y por lo general se usa para lograr salir de malas posiciones en el suelo o mejorar la actual posición. Los combates ganados de una forma directa con esta técnica son muy pero que muy escasos, y en el más alto nivel se pueden contar con los dedos de una mano, o ni eso. Sin embargo, Brendan le rompe el brazo a Tommy con ella, en el tercer round, que encima se supone que estando sudados de la acción previa sería aún más sencillo escaparse de eso. Pero hay más: Se sabe que Tommy tiene el brazo roto. Y en las reglas, en un caso así, da igual que el luchador no se rindiera, si tiene el brazo roto el árbitro interviene parando la lucha, obviamente declarando vencedor al que le rompió el brazo (Hecho que se podría haber evitado si el que lo sufre se rinde a tiempo, claro). Todo esto se lo pasan por el forro y Tommy lucha así hasta el quinto round, donde acaba la pelea. Y a mí esto como aficionado me molesta, muestra una imagen del deporte errónea y que lo daña.
28 de septiembre de 2013
28 de septiembre de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que prácticamente han dejado de existir los ancestrales códigos de honor para dejar paso a una civilización cada vez más descreída y despreciativa de los valores antiguos, tampoco ya hay lugar para aquellos guerreros que vivían para causas más grandes que ellos mismos.
Hoy día las artes marciales son algo así como un hobbie de freaks que atesoran la colección de películas de Bruce Lee, o una excusa para ver esas películas orientales tan exóticas en las que aparecen tíos de quimono pegando patadas voladoras, segando cabezas con katanas, dando esos desagradables gritos característicos y volando literalmente como si la fuerza de la gravedad no tuviese nada que ver con ellos.
¿Se pueden tratar las artes marciales desde una perspectiva distinta? Desde luego que sí, como lo demuestra Gavin O'Connor. Con una familia corriente deshecha, un viejo alcohólico casi derrotado, dos hijos que no se hablan, uno es un ex-marine huraño, el otro un profesor de instituto agobiado de deudas, su esposa enamorada y sus dos niñas preciosas. Los tres hombres comparten un pasado de muchas penas, amarguras, rencores. Y las artes marciales mixtas, que pronto volverán a reunirlos por la necesidad de conseguir el cuantioso premio ofrecido en un torneo de escala internacional.
Un drama de conflictos de familia, de furia y desesperación descargadas en cada llave, en cada puñetazo o patada, buscando una salida a las frustraciones, a los problemas, a los traumas, a los errores, y quizás también una liberación a través de la adrenalina, del castigo físico.
Oscuro, tan duro como esos combates, de emociones profundas, este drama deportivo de O'Connor ofrece una visión de los guerreros de hoy día, de los que pelean para poder pagar la hipoteca, para salir de las garras de su impotencia vital, y porque, aunque parezca mentira, el cariño es una de las cosas más difíciles de expresar cuando ya eres un adulto bien jodido.
Hoy día las artes marciales son algo así como un hobbie de freaks que atesoran la colección de películas de Bruce Lee, o una excusa para ver esas películas orientales tan exóticas en las que aparecen tíos de quimono pegando patadas voladoras, segando cabezas con katanas, dando esos desagradables gritos característicos y volando literalmente como si la fuerza de la gravedad no tuviese nada que ver con ellos.
¿Se pueden tratar las artes marciales desde una perspectiva distinta? Desde luego que sí, como lo demuestra Gavin O'Connor. Con una familia corriente deshecha, un viejo alcohólico casi derrotado, dos hijos que no se hablan, uno es un ex-marine huraño, el otro un profesor de instituto agobiado de deudas, su esposa enamorada y sus dos niñas preciosas. Los tres hombres comparten un pasado de muchas penas, amarguras, rencores. Y las artes marciales mixtas, que pronto volverán a reunirlos por la necesidad de conseguir el cuantioso premio ofrecido en un torneo de escala internacional.
Un drama de conflictos de familia, de furia y desesperación descargadas en cada llave, en cada puñetazo o patada, buscando una salida a las frustraciones, a los problemas, a los traumas, a los errores, y quizás también una liberación a través de la adrenalina, del castigo físico.
Oscuro, tan duro como esos combates, de emociones profundas, este drama deportivo de O'Connor ofrece una visión de los guerreros de hoy día, de los que pelean para poder pagar la hipoteca, para salir de las garras de su impotencia vital, y porque, aunque parezca mentira, el cariño es una de las cosas más difíciles de expresar cuando ya eres un adulto bien jodido.
2 de diciembre de 2011
2 de diciembre de 2011
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran melodrama familiar deportivo el que nos regala Gavin O'Connor, quizá algo previsible, pero tremendo. La cinta cuenta la historia de dos hermanos que se separaron por culpa del alcoholismo de su padre (Nolte), que destrozó a su familia. Años después, uno es un ex militar autodestructivo (Hardy), y el otro un padre de familia con apuros financieros que trabaja de profesor (Edgerton). Por su parte el padre llega 2.000 días sobrio, y sigue manteniendo la esperanza de que sus hijos le perdonen algún día. Ese día puede llegar en un torneo de lucha libre que se celebra en Atlantic City, y que los reunirá a los tres de nuevo.
La cinta tiene un argumento bastante tópico, pero el director sabe imprimirle un ritmo, y una alma que pocas pelis actuales tienen, a pesar de durar 140 minutos, los cuales pasan volando. Los actores están fantásticos, Hardy como esa máquina del ring, Edgerton como el tipo que nunca se rinde, y Nolte como el padre que busca el persón. Hasta Jennifer Morrison (House, How I met your mother, Once upon a time) sale airosa de su papel de mujer sufridora de Edgerton. La cinta contiene momentos inolvidables como la pelea final, o algunas escenas Hardy - Nolte.
En definitiva, una cinta obligada para todo fan de los dramas deportivos, y que curiosamente llega el mismo año en que se estrenó 'Lights Out', una gran serie que más o menos hablaba de lo mismo, y que se marcó una temporada magistral antes de ser cancelada.
Lo mejor: Las actuaciones, y el alma que desprende.
Lo peor: Es muy previsible.
Sígueme en Twitter: @Chackson5
La cinta tiene un argumento bastante tópico, pero el director sabe imprimirle un ritmo, y una alma que pocas pelis actuales tienen, a pesar de durar 140 minutos, los cuales pasan volando. Los actores están fantásticos, Hardy como esa máquina del ring, Edgerton como el tipo que nunca se rinde, y Nolte como el padre que busca el persón. Hasta Jennifer Morrison (House, How I met your mother, Once upon a time) sale airosa de su papel de mujer sufridora de Edgerton. La cinta contiene momentos inolvidables como la pelea final, o algunas escenas Hardy - Nolte.
En definitiva, una cinta obligada para todo fan de los dramas deportivos, y que curiosamente llega el mismo año en que se estrenó 'Lights Out', una gran serie que más o menos hablaba de lo mismo, y que se marcó una temporada magistral antes de ser cancelada.
Lo mejor: Las actuaciones, y el alma que desprende.
Lo peor: Es muy previsible.
Sígueme en Twitter: @Chackson5
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here