Balck Snake Moan acaba decepcionando, te pasas medio metraje esperando encontrarte ante un film brillante e impactante, y el otro medio preguntándote ante qué te encuentras realmente. Ricci y Jackson son referencias excelentes para entrar a una sala de cine; dos actores coherentes y camaleónicos que son capaces de llevar el peso de cualquier historia. El tema, alto voltaje sexual y un evidente conflicto racial, nos hace tener más reservas; es dudoso que en el desquiciante ambiente moral norteamericano del 2006 se puedan tratar temas como los que propone la película con libertad, una libertad que se acaba de cercenar el hecho de que estamos ante un producto que pretende tener una carrera comercial y una cotas de rentabilidad suficientes y que un mensaje "políticamente incorrecto" podría dilapidar. En estos prejuicios la película no decepciona: excelentes interpretaciones y una ambigüedad moral que deviene en evidente confusión.

Rock, cerveza y erotismo. ¿Se puede pedir más? Si, pero desde luego no es redención.

Film sorprendente por lo especial de su relato. Podría tratar de como los negros y los blancos no se acaramelan, precisamente, en ciertos lugares de los EE UU. Podría tratar de como la vida en el campo es dura, y no todo el mundo puede soportarla: es posible que pierdas todo lo que tienes, menos el propio campo.
Pero no, de lo que trata no es más que de gente con problemas mentales, que parecen no alcanzar ningún final y que, sorprendente, se corrigen (moderadamente) con mano dura y cura de humildad. Tanto es así que incluso el que la inflige, puede en realidad necesitarla.

Una Christina Ricci muy sensual y un Samuel L. Jackson algo engañoso son lo mejor de este film que está mucho mejor de lo que a primera vista parece. Y aún ganaría más de no aparecer Justin Timberlake (que no es por no ir, pero como actor no va).

Casualmente entre el montón de películas que tenía pendiente de ver, y están empezando a llenarse de polvo, me encuentro con esta interesante propuesta (producida por John Singleton) que a pesar de un suave y hasta moralista desenlace, propone una interesante visión sobre las consecuencias de no asumir los errores del pasado, los temores reconvertidos en traumas y lo difícil que se torna seguir viviendo sin no poder superarlos, y peor aún con toda la gente alrededor tuyo, en tu contra.

Claro que la premisa daba para muchísimo más, con un soberbio y sórdido inicio eso es lo que uno esperaba, sin embargo, el guión opta por suavizar (y moralizar) el tono de la historia, para que su tierna protagonista obtenga su redención, y aunque esto podría significar una enorme decepción en el espectador, no lo es tanto gracias al trabajo de un estupendo y comprometido reparto seleccionado y dirigido con pulcritud por Craig Brewer.

Empecemos con una impagable Christina Ricci, en un papel que le saca el mayor provecho (y morbo posible) a esta genial actriz siempre algo infravalorada y que nos demuestra su valía y compromiso como tal, acompañada de Samuel l. Jackson, cuya sola presencia siempre se agradece, y más aún si sale con una guitarra cantando un blues puro y duro.

Por ahí también se deja ver Justin Timberlake, pero su presencia es chocante y odiosa, como siempre, aunque hay que reconocer que los papeles de mamarracho le quedan como anillo al dedo.

Interesante título que vale la pena ver por el solo hecho de que Cristina Ricci sale con escasas dos prendas de vestir y encadenada en la mayor parte de metraje, pero pocas veces en mi vida esta señorita ha estado tan poderosa, espléndida y femenina en toda su carrera. Lo digo con el mayor de los respetos. Pero también es una lastima que el guión y la historia no haya estado a la altura.

Da Black Snake Moan la oportunidad de ver paralelo lo tradicional y lo más rompedor. Podemos por un lado ver una compleja provocación que da rienda suelta a nuestros instintos fetichistas, a la par que disfrutar de la clásica historia de redención. Podemos tratar con esa hiperexplotada vena misógina que acusa a la mujer de viciosa y ninfómana a la vez que sufrir esa nueva enfermedad llamada Ansiedad.
Pero dejando a un lado lecturas subtextuales, Black Snake Moan tiene el acierto de ser original dentro de unos patrones convencionales, a la par que resultar atractiva en la densidad general que presenta y llamativa sin ser morbosa, romántica sin ser cursi, certera sin ser juiciosa.
Los tres vértices de un triángulo de lo más afilado van a encontrarse para dar un nuevo sentido a sus vidas derrumbadas, apaleadas, destrozadas y demás adjetivos destructivos.
Un creyente y virtuoso del blues cuya virtud ahora es sólo una válvula de escape y cuyas creencias son más fanatismos, debido a un pasado hecho añicos y un presente aislado. Una joven presa de sus vicios, sola y abandonada por el/lo único que la amarraba a algo de cordura, sucia, tirada y triste. Y un soldado que poco tiene de valeroso pues posee la enfermedad del miedo y la certeza de que las cosas no irán bien.
Por medio del personaje de Jackson se entablará entre los tres esa cadena que poco tiene de fetichista y mucho de símbolo, sobre todo en su relación con Ricci, uno de los muchos aciertos de un director que sabe sacar partido a ese sudoroso y peculiar sur estadounidense, que crea un ambiente que envuelve a sus criaturas, encarnadas de manera maestra por una Ricci que por fin ha conseguido un equilibrio físico y emocional en una interpretación. Su Rae es excepcional de principio a fin. El peso del film recae en sus hombros y ella lo lleva tan bien como tan bien le queda la famosa cadena. Jackson da nueva muestra de su carisma en su sentida interpretación lo que de nuevo nos lleva a plantearnos porqué pierde tanto el tiempo en su carrera. Y Timberlake de nuevo enseña lo que es capaz de hacer por un papel difícil que él resuelve con maestría. Son tres pilares básicos de una película pequeña que habla de las miserias del ser humano desde una perspectiva mucho más arriesgada, densa, áspera y sórdida de lo que estamos acostumbrados.

Black Snake Moan es una cinta entretenida y diferente, una historia peculiar de una joven que nos muestra como se puede estar totalmente desquiciada por su increíble apetito sexual, debido a sus problemas desde la niñez en un ambiente lleno de hostilidades, sus constantes problemas con el sexo, la droga y el alcohol hacen de ella una mujer totalmente indigna en el pueblo que vive, pero las cosas cambian cuando el amigo Samuel L.Jackson la encuentra casi muerta en plena carretera y la ayuda de una forma algo ridícula.

Una película con dosis de drama y comedia de la mano de Craig Brewer con buenas interpretaciones sobre todo en el papel de Christina Ricci que caracteriza de forma magistral, un papel duro y de lo más llamativo, Samuel L.Jackson en su media, buena interpretación pero sin llegarme a fascinar.

Conclusión; película con muy buenas aptitudes y con un tema arriesgado y difícil de encajar para muchos espectadores, personalmente, la trama me resultó fascinante, pero va decayendo en su recta final, debido a empeñarse en darle un toque en su última recta al más puro estilo americano.

Muy recomendada para pasar una buena tarde de cine, sin pasar a ser recordada como algo glarioso.
Mi nota es de un 6/10.