Cuando supe que se estrenaría una película sobre Mr. Bean tenía por evidente que iba a ser una mera colección de gags basados en la serie con poco sentido argumental. Sin embargo me equivoqué, pues en esta película se inserta de forma acertada este entrañable personaje con continuos disparates que ponen de los nervios a la pareja protagonista. Ello favorece un adecuado contrapeso que evita sobrecargar al desarrollo del film con las peripecias de Bean.

No es una gran obra cómica pero sí un producto recomendable de ver para todo aquél que le guste el humor de Rowan Atkinson. No decepcionará en absoluto a los seguidores de la serie. Además, nos deja escenas realmente memorables como "La madre de Whistler", que años más tarde ha resultado ser casi premonitoria.

Más allá de ser una hilarante secuencia de los gags de este señor, que tanta ternura inspira, pero que tanto nos hace reír; la situación en la que la historia coloca al personaje es tan inverosímil, extrema, terrible... catastrófica, que eleva al máximo el valor cómico de los conocidos sketches.
Ah! y Peter MacNicol es el perfecto contrapunto y sufridor.

Desternillante.

El humor es algo complejo. Algo que tiene mil caras y cada persona puede tener el suyo propio.

No es lo mismo que una película te haga gracia a que una película te haga reír, la diferencia está en la fuerza con que te sorprende en determinados momentos.

Me considero una persona un tanto seria en lo que a humor se refiere. De hecho, en el tema de cine, rara vez veo una película de este género porque sé de antemano el resultado: apenas un par de sonrisas y ya, y con eso ya consideraría la película "buena" teniendo en cuenta lo difícil que es que el cine me saque una sonrisa de diversión.

Pero con este hombre, con el señor Bean, todo cambia. Será la absurdez, las caras, las voces... pero es un reír y no parar.
Y por eso repito, para gustos los colores, creo que hay más detractores que seguidores de cara a estas películas, pero yo, siendo detractor de la comedia, me incluyo en los seguidores del señor Bean.

Para mi, una garantía de cine divertido siempre.

Esta película me ha dejado huella. La vi por primera vez en un avión, tendría ocho o nueve años, y creo que fue una de las veces en las que más me había reído hasta entonces (cuánto más pequeño eres más parece que te ríes, -qué cosas,-) de toda mi vida. ¿Las responsables? Las escenas del laxante y la de la 'creación' de Mr. Bean del cuadro histórico. Cuándo lo había jodido y lo quiso arreglar, cuando se muestra exactamente el momento que desvela cómo lo había recompuesto sencillamente no tiene precio. Y eso que el cuadro estaba perfectamente hasta que el lo tocara.

La sinopsis de la serie nos presenta al personaje como hombre adulto con mente de niño pequeño, pero el esbozo que tenemos de él al menos en esta película (no me acuerdo muy bien de la serie original, ni tampoco de sus otras películas) infiere en más cosas y es que tiene un terrible problema a la hora de expresarse y relacionarse con los demás, cosas que los niños pequeños suelen solventar sin complicaciones. También se le ve extremadamente estirado a la hora de expresar sus emociones hasta el punto de hacer pensar que es un tanto paranoide, y no hay que más que ver su actitud para determinar que posee más de un trastorno mental y que incluso presenta fobias que no son normales. Resumiendo, es un tarado de manual, como ninguno.

Pero todo lo anterior siempre es abordado con humor, ligereza y simpatía, las situaciones 'incómodas' por decirlo de algún modo, o las más anómalas, son siempre las que más risas causan y la clave del humor reside en muchas ocasiones en introducir a Mr. Bean en círculos de personas que sí están más que cuerdas, y que le tienen por igual, con la peculiaridad de que además tardan demasiado tiempo en comprobar que es 'especial', cuando al espectador le salta a la vista.

Y con todo ello funciona. Le he bajado un punto, pero la película es una comedia realmente estupenda que como ya ocurría en la serie procura colocar al protagonista en situaciones embarazosas (para las cuáles parece presentar cierta propensión), y lo más sorprendente aún, que le bendice en todo momento con un extraño don que no solo le permite salir victorioso y airoso de todas sus peripecias, sino que acabar llevándose de calle a buena parte de los que le rodean y al público, que termina por ver en su 'extravagancia' como una divertido y emocionante ejemplo de vivir la vida.

Rowan Atkinson alias Mr Bean un tipo gracioso, único e irrepetible. En esta película hace lo que mejor le sale: romperlo todo y sin saber como al final se sale con la suya.

Si te gusta el cine catastrófico, los desastres, alguien que lo rompe todo. Si te reías con el Chavo del 8, el príncipe de Bel Air o Steve Urkel: esta película te flipará.

Pocas veces a un actor le viene tan bien un papel como a Rowan hacer de Mr Bean hasta el punto que más que hacer un papel parece que es él.