Malas noticiasTV
6.6
2,405
Drama
Adaptación del best-seller de Andrew Ross Sorkin que cuenta cómo estalló la crisis económica del 2008 y cómo actuaron los poderosos ante tan inesperada situación. La historia se centra en Henry Paulson (William Hurt), Secretario del Tesoro, y en los conflictos entre Wall Street y el gobierno de Washington. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2011
9 de noviembre de 2011
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es encomiable que la industria cinematográfica y televisiva (en este caso la HBO, sinónimo indiscutible de calidad) hayan reaccionado con rapidez y nos ofrezcan sendos filmes sobre la crisis económica (recordemos Inside Job).
Too big to fail demuestra solvencia y rigor, pero su problema es que puede resultar críptica para los profanos. Yo, que tengo unas mínimas nociones y conocimientos sobre estas circunstancias económicas, lo tuve bastante difícil para seguir la compleja trama de personajes, bancos y términos económicos que se manejan en la película. Too big to fail no hace mucho por ayudar al espectador, sino que lo sumerge desde el minuto uno en un aluvión de datos en el que tendrá que buscarse la vida.
Lo que sí transmite muy bien Too big to fail es la sensación de abismo, de caída libre, de fin del mundo. De crisis profunda, en resumen. El guión sabe crear constantemente la sensación de desmoronamiento, de que nuestro mundo se va por la alcantarilla y no podemos hacer nada para remediarlo.
En el plano técnico, Too big to fail es muy buena. Y su reparto actoral es simplemente excelente: William Hurt, James Woods, Paul Giamatti, Billy Crudup, Cynthia Nixon, Bill Pullman, etc. Todo parece encaminado a un film de altura, y seguramente lo es, pero parece hecho sólo para unos pocos. Los que no entiendan de economía desistirán antes de la media hora. Una pena que un material de primera sea tan inaccesible.
Too big to fail demuestra solvencia y rigor, pero su problema es que puede resultar críptica para los profanos. Yo, que tengo unas mínimas nociones y conocimientos sobre estas circunstancias económicas, lo tuve bastante difícil para seguir la compleja trama de personajes, bancos y términos económicos que se manejan en la película. Too big to fail no hace mucho por ayudar al espectador, sino que lo sumerge desde el minuto uno en un aluvión de datos en el que tendrá que buscarse la vida.
Lo que sí transmite muy bien Too big to fail es la sensación de abismo, de caída libre, de fin del mundo. De crisis profunda, en resumen. El guión sabe crear constantemente la sensación de desmoronamiento, de que nuestro mundo se va por la alcantarilla y no podemos hacer nada para remediarlo.
En el plano técnico, Too big to fail es muy buena. Y su reparto actoral es simplemente excelente: William Hurt, James Woods, Paul Giamatti, Billy Crudup, Cynthia Nixon, Bill Pullman, etc. Todo parece encaminado a un film de altura, y seguramente lo es, pero parece hecho sólo para unos pocos. Los que no entiendan de economía desistirán antes de la media hora. Una pena que un material de primera sea tan inaccesible.
2 de abril de 2012
2 de abril de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frente a las buenas películas y documentales que últimamente vienen referenciando el tema de la crisis económica de 2008, sin duda ésta de Curtis Hanson se rezaga: apenas si un buen grupo de actores que median entre las emisiones de los telenoticieros norteamericanos. Parece que hubiera algo más, que Hank Paulson cargara con una depresión profunda, pero todo se queda en un ligero retablo que, sin duda, pudo haberse realizado en unos cuantos minutos.
7 de octubre de 2012
7 de octubre de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resultan graciosas este tipo de películas que se han puesto de moda tras el gran batacazo de las bolsas mundiales. Nos hacen "accesible" el mundo de las grandes finanzas, pero sobre todo, nos muestran que si hay interés y dinero de por medio 2+2 puede dar el resultado que a uno le apetezca.
HBO hace un repaso a las horas previas y días posteriores a la caída de Lehman Bros. el 4 banco de inversión mas grande de Estados Unidos, desde el punto de vista de los responsables "políticos" involucrados directamente.
Parte de una gran mentira para escenificar una verdad a medias... y no se que es peor... si tener que sentir pena por el presidente de Lehman o por el secretario de estado.
Como película es un buen TV movie, con un gran reparto con buenos papeles a los que hincar el diente. William Hurt humaniza a uno de los grandes responsables de toda esta crisis y hasta nos hace sentir su sufrimiento (claro que los millones que ha ingresado el tipo son obviados con total impunidad)
Si no la habéis visto es un buen entretenimiento y os servirá para aclarar algunas dudas de todo este follón económico... pero creo que hay mejores películas y docus sobre el tema.
HBO hace un repaso a las horas previas y días posteriores a la caída de Lehman Bros. el 4 banco de inversión mas grande de Estados Unidos, desde el punto de vista de los responsables "políticos" involucrados directamente.
Parte de una gran mentira para escenificar una verdad a medias... y no se que es peor... si tener que sentir pena por el presidente de Lehman o por el secretario de estado.
Como película es un buen TV movie, con un gran reparto con buenos papeles a los que hincar el diente. William Hurt humaniza a uno de los grandes responsables de toda esta crisis y hasta nos hace sentir su sufrimiento (claro que los millones que ha ingresado el tipo son obviados con total impunidad)
Si no la habéis visto es un buen entretenimiento y os servirá para aclarar algunas dudas de todo este follón económico... pero creo que hay mejores películas y docus sobre el tema.
9 de noviembre de 2015
9 de noviembre de 2015
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Me ha impresionado esta película por la fuerza que tiene para ficcionar unos hechos que cambiaron el rumbo de la economía mundial.
Se constata que la base de la economía parece un castillo de naipes capaz de venirse abajo en cualquier momento, como así ha sucedido.
Como es posible que no haya una regulación para que no puedan suceder hechos tan escandalosos como que mientras hunden un banco (y detrás cae un montón de puestos de trabajo generando pobreza y desesperación), sus dirigentes sigan cobrando primas supermillonarias.
Tiene tal fuerza en la narración e interpretación que es de esos films que te encogen el estómago.
Se constata que la base de la economía parece un castillo de naipes capaz de venirse abajo en cualquier momento, como así ha sucedido.
Como es posible que no haya una regulación para que no puedan suceder hechos tan escandalosos como que mientras hunden un banco (y detrás cae un montón de puestos de trabajo generando pobreza y desesperación), sus dirigentes sigan cobrando primas supermillonarias.
Tiene tal fuerza en la narración e interpretación que es de esos films que te encogen el estómago.
15 de diciembre de 2018
15 de diciembre de 2018
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157/18(23/11/18) Más que interesante telefilm dirigido por Curtis Hanson para la HBO, con guión de Peter Gould (“Breaking Bad” o “Better Call Saul”), adapta el best-seller de no ficción homónimo del periodista y columnista financiero del New York Times Andrew Ross Sorkin (hace un cameo de reportero que cubre la crisis), toma el relato in media res a finales del verano de 2008, tras el fracaso de ese mismo año de Bear Sterns (era el quinto banco de inversión más grande). El mercado inmobiliario se había derrumbado, contrariamente al cuento de hadas en el que los inversores y los banqueros habían descansado sus fortunas por igual. La última esperanza era que el daño podría limitarse a Bear Sterns (fue vendido a JP Morgan Chase con un "edulcorante" de $ 29 mil millones del gobierno federal), con lo que las piezas de dominó comenzaron a caer, la siguiente pieza era Lehman Brothers. En el corazón de la narración está el Secretario del Tesoro Henry Paulson (William Hurt), observó el mundo de las acciones y los bancos se desplomaban, poniendo al borde del caos a Estados Unidos, sus cimientos se tambaleaban vertiginosamente y las soluciones eran complicadas. Durante el film asistimos a un sinfín de negociaciones, pasos adelante y atrás, donde políticos y financieros se encontraban en el ojo del huracán, sin saber cuál era el camino menos malo, el “razonable” éxito ha impedido que viviéramos en la anarquía más absoluta, ha sido una crisis económica, pero de haber errado nuestro destino hubiera estado cerca de la era cavernaria. Hanson recrea con ritmo trepidante unas horas en que el mundo estuvo al borde del precipicio, con diálogos inteligentes, con situaciones cargadas de intensidad, y con un protagonista como William Hurt con el que se empatiza (a pesar de estar muy edulcorada su personalidad real), añadiéndose un nutridísimo elenco de actores conocidos en pequeños papeles. Es una película que sabe sortear con bien el problema del lenguaje farragoso de las complejidades economistas, aunque se haga algo liosa con tanto nombre asociados a cargos importantes, quizá hubiera sido mejor haber hecho una miniserie para dar cabida al torrente de información jugosa que nos cuentan, que a pesar de transitar por caminos sabidos da una visión humana de los acontecimientos, dónde intereses de unos y otros colisionaban, induciendo al espectador (o sea, yo) a reflexionar sobre la fragilidad en que está instalada nuestra sociedad, además de darte un enfoque didáctico sobre unos momentos cruciales en nuestro mundo, donde el castillo de naipes de nuestra “comodidad” cayó, aunque no por completo.
Curtis Hanson da muestras de saber dar una lección didáctica para los profanos en término farragosos de macroeconomía, en lo que puede ser visto como un thriller de carrera contrarreloj para impedir el colapso de la economía USA (lo cual haría derrumbarse la Mundial), una partida trepidante de “ajedrez” (con tiras y alojas) donde los participantes son la Reserva Federal, el Tesoro, los bancos y las compañías de seguros trabajan juntos, donde en unos pocos minutos nos presentan un tropel de personajes (todos con su nombre y cargo sobreimpresionado), sabiendo dar personalidad a casi todos los exponentes (algunos no son tanto, meros rostros conocidos encarnando a pilares económicos fundamentales que enumero más abajo*), no viéndose como meros bustos parlantes (propios de los documentales), sino que son vistos en sus rutinas diarias, caminando, comiendo perritos calientes por la calle, hacen deporte, están con sus nietos en un fast-food, se bajan de helicópteros, tienen insomnio.
Jamie Dimon (Bill Pullman), presidente y CEO de JPMorgan Chase; John Thain (Matthew Modine), presidente y director ejecutivo de Merrill Lynch; John Mack (Tony Shalhoub), presidente y CEO de Morgan Stanley; Victor Slezak es Greg Curl, director de planificación en Bank of America; Ajay Mehta es Vikram Pandit, CEO de Citigroup; Lloyd Blankfein (Evan Handler), presidente y director ejecutivo de Goldman Sachs; y Joe Gregory (John Heard), presidente y director de operaciones de Lehman Bros; y Vikram Pandit (Ajay Mehta) de Citigroup; no pasan sus actuaciones de meras perchas narrativas.
El primer tramo del film se dedica a intentar salvar (lo insalvable) de la quiebra a Lehman Brothers, lo que se consideraba el dique de contención de la frágil economía USA, siendo el artífice de las maniobras el Secretario del Tesoro Hank Paulson (William Hurt), teniendo además de sus “intocables” fieles de ayuda, a su sucesor, Tim Geithner (Billy Crudup), entonces el jefe de la Reserva Federal de Nueva York, y el jefe de Geithner, Ben Bernanke (Paul Giamatti). Lidiando con el arrogante CEO de Lehman Brothers, no sabiendo ver la hecatombe siempre va un paso por detrás.
La segunda mitad nos sumerge tras la caída de Lehman Brothers, cayendo la confianza de los inversionistas mundiales todos los fondos de inversión tiene pies de barro, y Paulson intentará que no se desmoronen y con ellos de modo sistémico arrastre a la sociedad al caos, teniendo el Secretario de Estado, lidiar con sus convicciones políticas de no intervencionismo que suponga la nacionalización de empresas, teniendo esta partida a varias bandas a las grandes compañías, a Paulson (y su equipo) y por último al Congreso que tiene que aprobar las medidas, todo un encaje de bolillos propio del artista de circo que intenta mantener bailando varios platos sobre unas varillas.
Taras: La cinta proyecta una visión buenista de Paulson, el hombre de estado, "el tipo detrás del elefante con la pala", especie de Eliot Ness que lleva sobre sí el peso de intentar salvar al mundo de sus torpezas (la desregularización), un republicano contra el Monstruo del Caos Mundial, los demócratas son vistos como obstruccionistas, y al candidato republicano McCain se le da un toque de oportunista “paracaidista”, no siquiera el presidente George Bush tiene peso alguno en la trama,… (sigue en spoiler)
Curtis Hanson da muestras de saber dar una lección didáctica para los profanos en término farragosos de macroeconomía, en lo que puede ser visto como un thriller de carrera contrarreloj para impedir el colapso de la economía USA (lo cual haría derrumbarse la Mundial), una partida trepidante de “ajedrez” (con tiras y alojas) donde los participantes son la Reserva Federal, el Tesoro, los bancos y las compañías de seguros trabajan juntos, donde en unos pocos minutos nos presentan un tropel de personajes (todos con su nombre y cargo sobreimpresionado), sabiendo dar personalidad a casi todos los exponentes (algunos no son tanto, meros rostros conocidos encarnando a pilares económicos fundamentales que enumero más abajo*), no viéndose como meros bustos parlantes (propios de los documentales), sino que son vistos en sus rutinas diarias, caminando, comiendo perritos calientes por la calle, hacen deporte, están con sus nietos en un fast-food, se bajan de helicópteros, tienen insomnio.
Jamie Dimon (Bill Pullman), presidente y CEO de JPMorgan Chase; John Thain (Matthew Modine), presidente y director ejecutivo de Merrill Lynch; John Mack (Tony Shalhoub), presidente y CEO de Morgan Stanley; Victor Slezak es Greg Curl, director de planificación en Bank of America; Ajay Mehta es Vikram Pandit, CEO de Citigroup; Lloyd Blankfein (Evan Handler), presidente y director ejecutivo de Goldman Sachs; y Joe Gregory (John Heard), presidente y director de operaciones de Lehman Bros; y Vikram Pandit (Ajay Mehta) de Citigroup; no pasan sus actuaciones de meras perchas narrativas.
El primer tramo del film se dedica a intentar salvar (lo insalvable) de la quiebra a Lehman Brothers, lo que se consideraba el dique de contención de la frágil economía USA, siendo el artífice de las maniobras el Secretario del Tesoro Hank Paulson (William Hurt), teniendo además de sus “intocables” fieles de ayuda, a su sucesor, Tim Geithner (Billy Crudup), entonces el jefe de la Reserva Federal de Nueva York, y el jefe de Geithner, Ben Bernanke (Paul Giamatti). Lidiando con el arrogante CEO de Lehman Brothers, no sabiendo ver la hecatombe siempre va un paso por detrás.
La segunda mitad nos sumerge tras la caída de Lehman Brothers, cayendo la confianza de los inversionistas mundiales todos los fondos de inversión tiene pies de barro, y Paulson intentará que no se desmoronen y con ellos de modo sistémico arrastre a la sociedad al caos, teniendo el Secretario de Estado, lidiar con sus convicciones políticas de no intervencionismo que suponga la nacionalización de empresas, teniendo esta partida a varias bandas a las grandes compañías, a Paulson (y su equipo) y por último al Congreso que tiene que aprobar las medidas, todo un encaje de bolillos propio del artista de circo que intenta mantener bailando varios platos sobre unas varillas.
Taras: La cinta proyecta una visión buenista de Paulson, el hombre de estado, "el tipo detrás del elefante con la pala", especie de Eliot Ness que lleva sobre sí el peso de intentar salvar al mundo de sus torpezas (la desregularización), un republicano contra el Monstruo del Caos Mundial, los demócratas son vistos como obstruccionistas, y al candidato republicano McCain se le da un toque de oportunista “paracaidista”, no siquiera el presidente George Bush tiene peso alguno en la trama,… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
… Paulson no le consulta nunca, parece que por encima de este solo este Dios., lo cual resta verosimilitud en pos de una hagiografía de Paulson. No es una visión política, es un enfoque de cuasi santificar a Henry Paulson; Los personajes que aparecen parecen todos en medio de la espiral que puede imbuir a la economía mundial, pero nadie parece responsable, todos parecen presos de las circunstancias montadas por no se sabe quién, y hubiera venido bien que se diera algún tinte acusatorio hacia los culpables, y que no se sienta tan aséptico el metraje.
William Hurt encarna a Henry Paulson, secretario del Tesoro de los EE. UU. y ex director general de Goldman Sachs, le da vida con enorme carisma, con fuerte personalidad, con dotes de liderazgo, te lo crees manejando este circo de varias pistas, dice "Este es un juego de confianza", lo ves sufriendo, demostrando lo brillante actor que es, derrochando toda una gama de emociones, con una mirada y gestualidad que modula de modo excelente, sabiéndose en medio de la tormenta intenta campearla aunque para ello sus convicciones liberales colapsen. En realidad el personaje es más que contradictorio, y no tan idealista como se nos hace ver, vendió todas sus acciones de Goldman Sachs antes de convertirse en Secretario del Tesoro, se le exigía por ley, pero se le permitió hacerlo libre de impuestos, haciendo $ 200 millones; Su círculo cercano de asesores son interpretados con vigor por Topher Grace como Jim Wilkinson, jefe de personal de Paulson, y Cynthia Nixon (la eterna Miranda Hobbs de “Sex and the city”) como Michele Davis, secretaria adjunta del Tesoro para Asuntos Públicos y directora de planificación de políticas, los tres mantienen una charla didáctica claramente enfocada al espectador para explicar las causas de la crisis financiera, toda una soberbia lección de síntesis; James Woods da vida a Dick Fuld, presidente y CEO de Lehman Bros, lo hace de forma magnífica, demostrando mutarse con el complejo y arrogante personaje, que se cree al principio que la crisis es pasajera. Dice en momento dado: “[sobre la crisis de la vivienda] Ya sabes, las personas actúan como si fuéramos comerciantes de crack. Nadie puso una pistola en la cabeza de nadie y dijo, "Oye, Nimrod, compra una casa que no puedas permitirte, y sabes qué? Mientras estás en eso, ponle una línea de crédito a ese bebé y cómprate un barco" o "La tormenta siempre pasa", si, y a veces arrasa; Paul Giamatti con esa barba canosa se cloniza físicamente con Ben Bernanke (Presidente de la Reserva Federal USA), proyecta sabiduría en cada gesto y palabra, teniendo su momento de gloria excelsamente aprovechado con su discurso exprés sobre la Gran Depresión; El veterano Edward Asner (el eterno Lou Grant) a sus espléndidos 82 años) es Warren Buffett, presidente y CEO de Berkshire Hathaway, como adalid del buen inversor esto en miscelánea con un tipo afable, potenciado por esa imagen de yayo cuando recibe una llamada de móvil crucial para la economía mundial cuando está en una heladería con sus nietos; Resto de estupendo elenco aparecen cual bustos parlantes sin alma más allá de saber aportar su expresividad, como Billy Crudup es Timothy Geithner, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York; o los grandes agentes financieros USA mencionados arriba.
La película termina con una pregunta cargada de cinismo, un funcionario se pregunta si los bancos usarán el dinero invertido para liberar el flujo de crédito. Bernanke dice “…que otra cosa pueden hacer? Pueden inmovilizar el dinero como activos pasivos, lo cual hicieron para desgracia de los que lo necesitaban.
Una muy didáctica película sobre un hecho crucial en nuestras vidas como fue la Crisis económica, que comenzó hace diez años y las consecuencias aún duran. Aun con sus defectos, sabe dar un prisma estimulante al desarrollo. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/12/malas-noticias.html
William Hurt encarna a Henry Paulson, secretario del Tesoro de los EE. UU. y ex director general de Goldman Sachs, le da vida con enorme carisma, con fuerte personalidad, con dotes de liderazgo, te lo crees manejando este circo de varias pistas, dice "Este es un juego de confianza", lo ves sufriendo, demostrando lo brillante actor que es, derrochando toda una gama de emociones, con una mirada y gestualidad que modula de modo excelente, sabiéndose en medio de la tormenta intenta campearla aunque para ello sus convicciones liberales colapsen. En realidad el personaje es más que contradictorio, y no tan idealista como se nos hace ver, vendió todas sus acciones de Goldman Sachs antes de convertirse en Secretario del Tesoro, se le exigía por ley, pero se le permitió hacerlo libre de impuestos, haciendo $ 200 millones; Su círculo cercano de asesores son interpretados con vigor por Topher Grace como Jim Wilkinson, jefe de personal de Paulson, y Cynthia Nixon (la eterna Miranda Hobbs de “Sex and the city”) como Michele Davis, secretaria adjunta del Tesoro para Asuntos Públicos y directora de planificación de políticas, los tres mantienen una charla didáctica claramente enfocada al espectador para explicar las causas de la crisis financiera, toda una soberbia lección de síntesis; James Woods da vida a Dick Fuld, presidente y CEO de Lehman Bros, lo hace de forma magnífica, demostrando mutarse con el complejo y arrogante personaje, que se cree al principio que la crisis es pasajera. Dice en momento dado: “[sobre la crisis de la vivienda] Ya sabes, las personas actúan como si fuéramos comerciantes de crack. Nadie puso una pistola en la cabeza de nadie y dijo, "Oye, Nimrod, compra una casa que no puedas permitirte, y sabes qué? Mientras estás en eso, ponle una línea de crédito a ese bebé y cómprate un barco" o "La tormenta siempre pasa", si, y a veces arrasa; Paul Giamatti con esa barba canosa se cloniza físicamente con Ben Bernanke (Presidente de la Reserva Federal USA), proyecta sabiduría en cada gesto y palabra, teniendo su momento de gloria excelsamente aprovechado con su discurso exprés sobre la Gran Depresión; El veterano Edward Asner (el eterno Lou Grant) a sus espléndidos 82 años) es Warren Buffett, presidente y CEO de Berkshire Hathaway, como adalid del buen inversor esto en miscelánea con un tipo afable, potenciado por esa imagen de yayo cuando recibe una llamada de móvil crucial para la economía mundial cuando está en una heladería con sus nietos; Resto de estupendo elenco aparecen cual bustos parlantes sin alma más allá de saber aportar su expresividad, como Billy Crudup es Timothy Geithner, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York; o los grandes agentes financieros USA mencionados arriba.
La película termina con una pregunta cargada de cinismo, un funcionario se pregunta si los bancos usarán el dinero invertido para liberar el flujo de crédito. Bernanke dice “…que otra cosa pueden hacer? Pueden inmovilizar el dinero como activos pasivos, lo cual hicieron para desgracia de los que lo necesitaban.
Una muy didáctica película sobre un hecho crucial en nuestras vidas como fue la Crisis económica, que comenzó hace diez años y las consecuencias aún duran. Aun con sus defectos, sabe dar un prisma estimulante al desarrollo. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/12/malas-noticias.html
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