El retrato de Dorian Gray
5.0
17,141
Drama. Thriller
Dorian Gray (Ben Barnes) es un joven aristócrata muy atractivo que, después de haber pasado una solitaria adolescencia en el campo, regresa a Londres, donde ha heredado una mansión. Atraído por la vida nocturna, se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), que lo conduce a los antros más recónditos y sórdidos de la ciudad. Al joven le fascina el estilo de vida decadente y amoral de Wotton. Por otra parte, su ... [+]
3 de junio de 2010
3 de junio de 2010
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ufff, ¡qué peliculón!
Casi dos horas, que se te hacen eternas, sin saber como colocarte, intentando disfrutar de la adaptación de un clásico.
¡Y qué adaptación! Adaptación libre, pero libre, libre.
Me pregunto como es posible hacer una película tan mala basada una novela, que hasta cuando te obligaban a leerla en inglés en el instituto, te gustaba.
De verdad que creo que es más difícil que te salga una película mala que una buena.
Pero no, les ha tenido que salir penosa. Parece de estas típicas de estrenos TV.
A mi modo de ver ni las actuaciones se salvan, ni Colin Firth, que siempre engancha. Claro, que si se hubiesen limitado a seguir el libro en vez del guión, quizás les hubiese salido medio bien.
Si no te has leído el libro quizás resulte interesante, pero si lo has hecho (cosa que dudo que hayan hecho Parker y el guionista), mejor no arriesgues a llevarte una desilusión.
Casi dos horas, que se te hacen eternas, sin saber como colocarte, intentando disfrutar de la adaptación de un clásico.
¡Y qué adaptación! Adaptación libre, pero libre, libre.
Me pregunto como es posible hacer una película tan mala basada una novela, que hasta cuando te obligaban a leerla en inglés en el instituto, te gustaba.
De verdad que creo que es más difícil que te salga una película mala que una buena.
Pero no, les ha tenido que salir penosa. Parece de estas típicas de estrenos TV.
A mi modo de ver ni las actuaciones se salvan, ni Colin Firth, que siempre engancha. Claro, que si se hubiesen limitado a seguir el libro en vez del guión, quizás les hubiese salido medio bien.
Si no te has leído el libro quizás resulte interesante, pero si lo has hecho (cosa que dudo que hayan hecho Parker y el guionista), mejor no arriesgues a llevarte una desilusión.
5 de agosto de 2010
5 de agosto de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo decir que imaginaba a Dorian bastante más guapo (aunque he de admitir que el actor es muy guapo), por no hablar de que era rubio, éste chico es moreno y (más allá del cartel) tiene los ojos negros, no azules. Eso le resta muchísimo encanto al personaje principal, alagado siempre por su belleza perpetua, como la de Narciso.
Leyendo el libro, sentí muchísima aversión por los personajes, y eso es algo de agradecer, me gustó sentir aversión por ellos. No me ha pasado en casi ningún libro y éste lo consigue de una forma muy intensa. Algo que el film no ha logrado.
Los colores, los escenarios, la ropa y los planos en los que ha sido rodada me han encantado (y por ello tiene un 3). Más allá de eso, y aunque la película funciona bien por sí sola, me parece lo mismo de siempre, drama, amor, sexo y un final trágico y heroico.
Dorian Gray no era un Héroe, Wilde debe de estar muy furioso de lo que han hecho con su magnífica obra. Horrible y sacrificado final para Dorian, justamente lo que ese personaje nunca mereció.
Leyendo el libro, sentí muchísima aversión por los personajes, y eso es algo de agradecer, me gustó sentir aversión por ellos. No me ha pasado en casi ningún libro y éste lo consigue de una forma muy intensa. Algo que el film no ha logrado.
Los colores, los escenarios, la ropa y los planos en los que ha sido rodada me han encantado (y por ello tiene un 3). Más allá de eso, y aunque la película funciona bien por sí sola, me parece lo mismo de siempre, drama, amor, sexo y un final trágico y heroico.
Dorian Gray no era un Héroe, Wilde debe de estar muy furioso de lo que han hecho con su magnífica obra. Horrible y sacrificado final para Dorian, justamente lo que ese personaje nunca mereció.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay algunas páginas muy simbólicas de las que han decidido prescindir, la forma en que Dorian y Henry se conocen, por ejemplo, yo la considero sumamente importante para el retrato. James.... no Jim...
Todo lo relacionado con Sibyl es pura invención del director... ¡Espléndida la actriz elegida, me encanta esta muchacha! Sin embargo no se le hace justicia, su final es mucho más sublime y trágico, y Dorian es muchísimo más cruel que en la película. Para mí fueron las mejores páginas del libro, justo el despertar de la bestia.
Yo no me atrevería a pedir una coincidencia al 100% con el libro, pero sí cierta “dignidad” para algunos personajes. Podían haber hecho algo mucho mejor, pero no, han elegido el mismo hilo argumental de siempre, desengaños, amores imposibles, malos muy malos y al final, un héroe que se sacrifica a sí mismo por todo el mal que ha hecho.
Todo eso es justo lo que el libro no representa.
Bajo mi modo de ver el libro, ese personaje no es Dorian Gray y las escenas con la hija de Henry lo confirman mejor que ninguna otra. ¿Dorian Gray, regalando un corazón del que carecía? (¡Dorian, llorando por James Vane y pidiéndole disculpas! ¡Cómo sería eso posible si casi salta de alegría al verlo muerto (en el libro)!)
Ese no es Dorian Gray, al menos no el Dorian Gray de Oscar Wilde.
Todo lo relacionado con Sibyl es pura invención del director... ¡Espléndida la actriz elegida, me encanta esta muchacha! Sin embargo no se le hace justicia, su final es mucho más sublime y trágico, y Dorian es muchísimo más cruel que en la película. Para mí fueron las mejores páginas del libro, justo el despertar de la bestia.
Yo no me atrevería a pedir una coincidencia al 100% con el libro, pero sí cierta “dignidad” para algunos personajes. Podían haber hecho algo mucho mejor, pero no, han elegido el mismo hilo argumental de siempre, desengaños, amores imposibles, malos muy malos y al final, un héroe que se sacrifica a sí mismo por todo el mal que ha hecho.
Todo eso es justo lo que el libro no representa.
Bajo mi modo de ver el libro, ese personaje no es Dorian Gray y las escenas con la hija de Henry lo confirman mejor que ninguna otra. ¿Dorian Gray, regalando un corazón del que carecía? (¡Dorian, llorando por James Vane y pidiéndole disculpas! ¡Cómo sería eso posible si casi salta de alegría al verlo muerto (en el libro)!)
Ese no es Dorian Gray, al menos no el Dorian Gray de Oscar Wilde.
15 de junio de 2011
15 de junio de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es complicado cagarla cuando haces una película basada en una obra maestra, pero casi lo consiguen. No a nivel técnico y ambiental, donde la película nos sumerge plenamente en el Londres victoriano y ni siquiera a nivel de ritmo y dirección, con una lobreguez de corte teatral y un equilibrio entre el revisionismo actualizador (por referirme de una forma elegante a esa manía de muchos directores/productores de dar un “aire de hoy” a los “clásicos de siempre”) y el respeto al original de con la que seguro que se sentirán cómodos los más puristas expertos de Wilde.
Sin embargo, en cualquier adaptación literaria o teatral (desde Homero a Shakespeare; desde Lope hasta Goethe) la parte técnica que “El retrato de Dorian Grey” supera con nota queda siempre en segundo plano porque lo que marca la película son las interpretaciones. Y aquí es donde la cosa cojea. Collin Firth es uno de los mejores actores de hoy en día, con una solvencia fuera de toda duda y hace suyo un personaje cargado de matices y evolución. También Rebecca Hall tiene un papel breve pero difícil e intenso. Sin embargo la elección de un extraño e ineficaz Ben Chaplin y sobre todo de un vulgar Ben Barnes lastran una película que podría haber estado llamada a cotas más altas y se queda tan solo en “bueno, la puedo ver si no hay nada mejor en la tele”.
No me quiero ensañar con Ben Barnes (por una vez lo digo en serio). El muchacho es voluntarioso y parece buena gente, de los que ayudan a cruzar la calle a los viejecillos, pero creo que (ojalá me equivoque) el príncipe Caspián representa una cota interpretativa en su carrera. El mal es atractivo, es seductor, es fuego, es una idea en sí mismo… y Ben Barnes tan solo es atractivo; a duras penas podría seducir a señoras mayores no demasiado exigentes y desde luego no imprime carácter ni personalidad. Poner sonrisas de niño bueno al principio, cara de palo en medio y gritar desfigurando tu cara al final no es suficiente (y lo peor es que él lo sabe) para convencer de la evolución de un personaje que se come vivo al pobre Barnes.
Insisto en que no quiero hacer leña del Barnes caído, pero se han empeñado en hacer de él la imagen, el abanderado, el santo y seña de esta película… y al final ha sido el lastre que la hunde en la vulgaridad.
Sin embargo, en cualquier adaptación literaria o teatral (desde Homero a Shakespeare; desde Lope hasta Goethe) la parte técnica que “El retrato de Dorian Grey” supera con nota queda siempre en segundo plano porque lo que marca la película son las interpretaciones. Y aquí es donde la cosa cojea. Collin Firth es uno de los mejores actores de hoy en día, con una solvencia fuera de toda duda y hace suyo un personaje cargado de matices y evolución. También Rebecca Hall tiene un papel breve pero difícil e intenso. Sin embargo la elección de un extraño e ineficaz Ben Chaplin y sobre todo de un vulgar Ben Barnes lastran una película que podría haber estado llamada a cotas más altas y se queda tan solo en “bueno, la puedo ver si no hay nada mejor en la tele”.
No me quiero ensañar con Ben Barnes (por una vez lo digo en serio). El muchacho es voluntarioso y parece buena gente, de los que ayudan a cruzar la calle a los viejecillos, pero creo que (ojalá me equivoque) el príncipe Caspián representa una cota interpretativa en su carrera. El mal es atractivo, es seductor, es fuego, es una idea en sí mismo… y Ben Barnes tan solo es atractivo; a duras penas podría seducir a señoras mayores no demasiado exigentes y desde luego no imprime carácter ni personalidad. Poner sonrisas de niño bueno al principio, cara de palo en medio y gritar desfigurando tu cara al final no es suficiente (y lo peor es que él lo sabe) para convencer de la evolución de un personaje que se come vivo al pobre Barnes.
Insisto en que no quiero hacer leña del Barnes caído, pero se han empeñado en hacer de él la imagen, el abanderado, el santo y seña de esta película… y al final ha sido el lastre que la hunde en la vulgaridad.
10 de junio de 2010
10 de junio de 2010
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El retrato de Dorian Gray (Dorian Gray, 2009), tiene la ventaja y el inconveniente de ser la enésima adaptación de un clásico que todo el mundo en mayor o menor medida conoce. Ventaja porque juega sobre seguro, atrayendo a un público ávido de conocer qué elementos nuevos aporta al conocido relato y a la conocida imaginería. Pero tiene el inconveniente de que carece del factor sorpresa, por lo que tiene que intentar aportar alguna novedad, y sobre todo destacar por encima de sus predecesoras.
En el caso que nos ocupa el director Oliver Parker no es ajeno a las adaptaciones de novelas clásicas, pues ya hizo lo propio con Otelo (1995) o La importancia de llamarse Ernesto (2002), teniendo resultados desiguales. En el caso de Dorian Gray, el director supera los inconvenientes antes nombrados, ofreciéndonos en los dos primeros tercios del film una narración hipnótica y sugerente. Apoyando todo el peso de la película en los actores como si de una obra de teatro se tratara, pero sacando además el mayor jugo posible a las cualidades cinematográficas, con una banda sonora cautivadora, y una puesta en escena elegante.
El relato fluye como burbujas de una lámpara de lava ante la mirada atenta del espectador, el cual es seducido, como las damas son seducidas por los encantos del eternamente joven Dorian, por los encantos del trío de personajes principales y del interés que genera la transformación verdaderamente creíble (gracias a una interpretación más que correcta de un andrógino Ben Barnes) de un joven inocente a un ser deprobable. Por tanto los personajes son otro de sus fuertes, desde el cínico Lord Henry Wotton (deliciosamente interpretado por Colin Firth), hasta el propio Dorian Gray, pasando por el pintor Basil Hallward (un emotivo Ben Chaplin).
Por tanto la narrativa hipnótica y los personajes bien tratados e interesantes son sus mejores bazas. Pero por desgracia no es oro todo lo que reluce en esta película, y en su último tercio desaparecen casi por arte de magia todas estas virtudes, y se comete el error de acelerarse, cuando precisamente el ritmo calmado la hacía especial. Ya no es hipnótica, todo va más deprisa, pareciendo más bien una película de un cualquier slasher. Aparece un personaje vital para la trama, pero sólo se le conceden unos minutos, no los suficientes como para desarrollarlo. Una verdadera pena. La relación entre los dos protagonistas, toma un giro de 360º pero sin la fuerza argumental ni el tiempo fílmico necesario como para entenderlo ni para empatizar con ellos. Y a la redención conocida y predecible, tampoco se le da tiempo, por lo que parece forzada y falsa, cayéndose las magnificas interpretaciones por un argumento que ya no es cómplice con el espectador. Y por ello el resultado final no es el que pudo haber sido, dejando un sabor agridulce.
(SIGUE EN SPOILER PERO SIN SPOILER)
En el caso que nos ocupa el director Oliver Parker no es ajeno a las adaptaciones de novelas clásicas, pues ya hizo lo propio con Otelo (1995) o La importancia de llamarse Ernesto (2002), teniendo resultados desiguales. En el caso de Dorian Gray, el director supera los inconvenientes antes nombrados, ofreciéndonos en los dos primeros tercios del film una narración hipnótica y sugerente. Apoyando todo el peso de la película en los actores como si de una obra de teatro se tratara, pero sacando además el mayor jugo posible a las cualidades cinematográficas, con una banda sonora cautivadora, y una puesta en escena elegante.
El relato fluye como burbujas de una lámpara de lava ante la mirada atenta del espectador, el cual es seducido, como las damas son seducidas por los encantos del eternamente joven Dorian, por los encantos del trío de personajes principales y del interés que genera la transformación verdaderamente creíble (gracias a una interpretación más que correcta de un andrógino Ben Barnes) de un joven inocente a un ser deprobable. Por tanto los personajes son otro de sus fuertes, desde el cínico Lord Henry Wotton (deliciosamente interpretado por Colin Firth), hasta el propio Dorian Gray, pasando por el pintor Basil Hallward (un emotivo Ben Chaplin).
Por tanto la narrativa hipnótica y los personajes bien tratados e interesantes son sus mejores bazas. Pero por desgracia no es oro todo lo que reluce en esta película, y en su último tercio desaparecen casi por arte de magia todas estas virtudes, y se comete el error de acelerarse, cuando precisamente el ritmo calmado la hacía especial. Ya no es hipnótica, todo va más deprisa, pareciendo más bien una película de un cualquier slasher. Aparece un personaje vital para la trama, pero sólo se le conceden unos minutos, no los suficientes como para desarrollarlo. Una verdadera pena. La relación entre los dos protagonistas, toma un giro de 360º pero sin la fuerza argumental ni el tiempo fílmico necesario como para entenderlo ni para empatizar con ellos. Y a la redención conocida y predecible, tampoco se le da tiempo, por lo que parece forzada y falsa, cayéndose las magnificas interpretaciones por un argumento que ya no es cómplice con el espectador. Y por ello el resultado final no es el que pudo haber sido, dejando un sabor agridulce.
(SIGUE EN SPOILER PERO SIN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aun así, es una nueva adaptación digna, que se deja ver sobre todo por el disfrute de las actuaciones de sus protagonistas, pero que a parte de ser bastante descafeinada, cuando apuntaba inicialmente otras maneras, el tramo final deja mucho que desear, preguntándose uno el porqué destruye el director a unos personajes, después de haberle dedicado tanto tiempo. Es una verdadera lástima, pero recomendable.
16 de junio de 2010
16 de junio de 2010
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que tanto el director como el guionista no se han leido la estupenda historia contada por Oscar Wilde. La de ahora es "algo basado en" sin talento ni fidelidad, la sutileza del autor no es facilmente captable, era un genio. Lo mejor, los actores sobre todo Colin Firth, actor siempre. No se pierden nada si no la ven.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los gruñidos y gemidos del retrato sufriente me parecen de lo más facilongo y fuera de tono.
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