Al ver la votación de esta película, en lo único que pensé, fue ¿Pero cómo la gente puede votar algo bueno a esta película; si es una porquería?

Tras haber visto la primera parte (tan mala que daba hasta pena) y la segunda (que no os quiero decir lo que parecía, llega a la gran pantalla, esta mierda de película, que no me extraña que se llame fin de curso, porque todo el mundo estaba deseando que acabara esta horrible aventura de cante pésimo y estúpido baile de alumnos de un instituto, que sólo saben: hacer el tonto con la pelota de baloncesto, y hacer pésimas actuaciones de baile.

No me gustaría estar entre ellos. Pero que suerte que se haya acabado esta saga de películas pésimas de Kenny Ortega.

Después de Marketing, éxitos, camisetas, videojuegos, libros, discos ... evidentemente, la tercera iría de cabeza al cine.
Dentro de su desfachatez, es mejor que la 2, se sitúa al mismo nivel que la 1, solo que aún es mejor, el motivo es porque termina, será un boom de 2 días en el cine y se termina, pasará historia y nadie la recordará ... lo malo es que esto solo es el comienzo de la cantidad de mierda que ridiculizaría a Disney en los próximos años.

La primera, de aceptable a buena. La segunda regular tirando a mala. La tercera, terriblemente mala. Y, era de esperarse, esto se consigue cuando se trata de exprimir un éxito al máximo...
Lo que más me llama la atención, es el camino inverso seguido en esta trilogía. Lo usual es que la primer parte salga al cine, y ya las secuelas directo a dvd/video (según la época), o incluso directo a TV, pero no, no fue el caso.
Desconozco la recaudación que habrá tenido, pero comparada con las anteriores (que tampoco eran la gran cosa) es muy, muy pobre.
Lo mejor: Ashley Tisdale.
Lo peor: el resto.

Tras el tremendo éxito televisivo que tuvo la primera película en el canal Disney (la cual me pareció interesante), no se dudó en hacer una segunda parte (la cual me pareció floja). Pero esos dos éxitos hizo que Disney decidiera dar el salto de la pequeña pantalla a los cines, y así atraer a sus incondicionales fans adolescentes a las salas de todo el mundo y conseguir un nuevo éxito.
Yo he tardado cierto tiempo en continuar con la saga ya que me daba un poco de pereza encontrarme con esta versión cutre de "Grease" pero con adolescentes millennials. Ahora que la he visto tengo que reconocer que mi instinto no se equivocaba, y he comprobado que es un film bastante malo.
Se trata de un musical que resulta tan poco interesante que uno siente la necesidad imperiosa de ir consultando las redes sociales en el móvil para poder distraerse.
Las canciones son poco interesantes. Solo hay dos que llaman la atención y captan la atención. Sin lugar a dudas la canción de amor de los dos jóvenes protagonistas, y una que canta solo Zac Efron donde muestra sus dudas en referencia al futuro que debe tomar al finalizar el instituto.
Son los dos únicos momentos que pueden convencer, junto con algunas coreografías bien desarrolladas que hacen que uno muestre interés por lo que está viendo.
Respecto a lo demás no hay nada que convenza. La historia es de gran simpleza que tal vez haya jóvenes de doce años y fans del canal Disney que les llame la atención. Pero el resto de personas que hayan pasado la pubertad no encontraran nada que les interese.
Toda esa sorpresa que se mostraba en la primera película que hacía que uno se interesara un poco en lo que estaba viendo, ha ido perdiendo gas con las posteriores continuaciones hasta llegar a un punto que resulta bochornoso e insufrible; haciendo que sus casi dos horas de duración se hagan un poco eternas.
En fin, "High School Musical 3: Fin de curso" es el cierre final de una trilogía que catapultó a la fama a Zac Efron. Parece que se va a rodar una cuarta parte; pero no hay confirmación de que sean los mismos actores. Tal vez sea solo un proyecto, pero la idea está en el aire.

Vaya sorpresa nos llevamos todos con High school Musical 3. Quién iba a decir que, justo al final de la saga original, y entrada de cine mediante, la pandilla del East High y Kenny Ortega fueran a entregar la mejor película de la triogía. No suele ser habitual que una tercera parte sea la mejor, la verdad. Más bien al contrario.
Pero sí, amigos. High School Musical 3 es la mejor de las tres películas dedicadas a Gabriella, Troy y demás habitantes del famoso instituto bailongo que marcó a toda una generación (los nacidos entre 1992 y 1996, más o menos, y posteriores). Y lo es porque se nota que la producción en general ha mejorado mucho para su puesta de largo en salas de cine, la realización de Kenny Ortega también ha dado un salto de calidad (dentro de que no es Hitchcock, claro) y la historia es la más cuidada de las tres. Las canciones siguen sin ser una maravilla, para quien esto firma, pero no hay duda de que, a estas alturas, la saga y sus personajes son capaces de sacar una sonrisa al respetable y llegar de sobra al corazón de sus fans más fieles. Ese final con el homónimo tema "High School Musical" lo demuestra con creces.
Aceptable y agradable final para una trilogía sobrevalorada, pero a la que hay que reconocer que ha marcado a toda una generación, y ha sido un negocio más que rentable, desde luego.

Lo mejor: Es la mejor de las tres, en todos los niveles, y el final es bastante bueno.
Lo peor: Sigue sin ser ninguna maravilla ni tiene nada demasiado relevante.