"Las aventuras de Peabody y Sherman" es la perfecta lección de historia, mejor y más entretenida que cualquier libro de los que se estudian hoy en día. Tan pronto estas en el antiguo Egipto, como aterrizas en el renacimiento con Da Vinci, previo paso por la guerra de Troya, o conoces a María Antonieta; todo ello en noventa minutos y sin moverte del sillón. En ese sentido la película es una joya, al igual que lo era la serie de animación en que se basa.
Pero no todo es perfecto, ya que el punto fuerte del film es también su punto débil. "Las aventuras de Peabody y Sherman" cuida tanto la parte educativa, por decirlo de algún modo, que termina descuidando otra de las claves del cine de animación, la vis cómica. La cinta en general carece de la comicidad necesaria en este tipo de films, le falta desarrollar más y mejor los gags cómicos, que no eran pocos precisamente. Un film que tiene como bandera los viajes al pasado debería causar más risa y menos ternura, que es lo que causa la película.
En líneas generales me lo he pasado muy bien con "Las aventuras de Peabody y Sherman". Posee una trama interesante y atrapante, aunque cierto es que se podría haber aprovechado mucho más. Todo se resume a la perfección en el clímax final del film, apoteósico pero excesivamente breve y dando la sensación de poco aprovechado.

Buen producto de animación que cuenta además con un argumento, buenos gags y momentos de humor. Obviamente lo disfrutarán más los pequeños de la casa pero consigue enganchar a los adultos con un buen y divertido film de animación.

Una película muy entretenida que vi de rebote y sin siquiera haber visto un capítulo de la serie. Esto demuestra que Peabody y Sherman es una película mucho más decente de lo que a priori pueda aparecer, y que rellena perfectamente ese hueco de película de animación familiar superficial, entretenida y nada profunda.

Como amante de la historia, todas estas idas y venidas de viajes en el tiempo en películas de animación son suculentas y tienen además ese pequeño punto didáctico que se le presupone a las películas de animación de este tipo. Pocas películas son más recomendables para su nicho.

Me gustó y ni siquiera era su target.

“Las aventuras de Peabody y Sherman” trae hasta nuestros días una serie de dibujos animados de mediados del siglo pasado poniendo al dia su formato técnico pero manteniendo, acertadamente, las premisas de una propuesta revolucionaria para la época y que, incluso vista con ojos de hoy en día, conserva un agradable punto de humor inteligente y surrealista: un perro erudito adopta un niño humano y, gracias a su máquina del tiempo, viven estrafalarias aventuras con personajes históricos.

Como es normal, Dreamworks trata de jugar a un doble humor que entretenga a niños a adultos, de modo que en un momento dado los protagonistas hacen ingeniosos comentarios sobre Cleopatra y al segundo siguiente protagonizan un número de Pepe Viyuela que no escatima coscorrones y trompazos. Bueno, no es la gran innovación pero en general funciona y, sin duda, entretiene. A cambio, también es cierto que probablemente la película no va a encandilar a nadie ni va a espantar a nadie: se deja ver, sin más. Eso sí, su calidad técnica marca de la casa, la va a situar siempre medio punto (como mínimo) por encima de la competencia. En general, una opción saludable para pasar el rato con los sobrinos.

Cine familiar y animación recomendada para menores de 14 años es "Las aventuras de Peabody y Sherman" (2014), lo último de Dreamworks que comienza de modo algo extraño para que luego nos acostumbre y se ponga más a tono de dibujos animados pseudo educativos. No obstante es una ilusión y es sólo una de tantas cintas que comienza y termina como una simple historia con moraleja.

Lo rarífico de las aventuras no quita que notemos la sonoridad clásica de Danny Elfman, que destaca entre los puntos altos de esta hora y media de película que la verdad no ofrece mucho para los mayores pero puede entretener a los más pequeños.

La falta de lógica, infantilismos, a veces exceso de bla bla y definitivamente tener a un sabelotodo en el protagónico -a nadie le gustan los sabelotodos- terminarán por agotar a muchos de los padres que lleven a sus hijos a las salas y no será de extrañar que poco antes del final ya el cine esté convertido en una sala de juegos donde lo que sucede en la pantalla es lo de menos. De los chistes del final ni hablar.

La animación en cuestión cae siempre de pie, sin consecuencias que no sean risibles y su poco riesgo para profundizar aburre. Ciertamente tiene sus momentos pero es poco más lo que se puede agregar de ella para recordar.

Recomendación:
Regular como mucho. Entretendrá a los más chicos, pero desde hace rato eso no basta en el cine de hoy.