Las aventuras de Peabody y ShermanAnimación
5.9
3,680
Animación. Comedia. Aventuras. Ciencia ficción
El Sr. Peabody, el perro más exitoso del mundo, y su travieso hijo Sherman, van a utilizar su máquina del tiempo –el Vueltatrás– para embarcarse en la aventura más escandalosa que se haya visto jamás. Sin embargo, en un desafortunado accidente, Sherman le muestra la máquina a su amiga Penny para impresionarla y acaban creando un agujero en el universo, provocando el caos en los acontecimientos más importantes de la historia. Antes de ... [+]
30 de noviembre de 2023
30 de noviembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los nuevos reyes de la animación, DreamWorks. Punto de inflexión en la historia de la animación, de ahora en adelante, DreamWorks superará a Disney-Pixar en la mayoría de películas (salvo por "Bebé Jefazo (2017)" y "Trolls (2016)") .
Una película muy original y divertida (de viajes en el tiempo), que hace referencia a la familia, basada en una serie de TV de los 60.
Buena, para pasárselo en grande.
Una película muy original y divertida (de viajes en el tiempo), que hace referencia a la familia, basada en una serie de TV de los 60.
Buena, para pasárselo en grande.
Película animada divertida y entretenida sobre un adorable perro y su juguetón hijo humano adoptado.
14 de noviembre de 2024
14 de noviembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De los creadores de ¨Cómo entrenar a tu dragón¨ y el director de ¨El Rey León¨ nos traen una nueva aventura protagonizada por Mr. Peabody y Sherman. Mr. Peabody (voz original de Ty Burrell) es un perro parlante que es el ser vivo más inteligente del mundo. Mr. Peabody es un inventor, científico, ganador del Premio Nobel, gourmet, dos veces medallista olímpico y un genio. También resulta ser un perro... un perro que ha adoptado a un niño humano, Sherman (voz original de Max Charles). Mr. Peabody, canino de intelecto superior se da cuenta de que necesita adoptar a un niño. En su búsqueda se encuentra con Sherman. Después Peabody usa su invento más ingenioso, una máquina de viajes en el tiempo para enseñar historia práctica a su hijo. Eso es por lo cual Mr. Peabody y Sherman son capaces de experimentar de primera mano los eventos y personajes que han cambiado el mundo a lo largo de su historia. Por un tortuoso camino, pronto tienen que arreglar la línea de tiempo y regresar al presente. Pero cuando Sherman rompe las reglas de los viajes en el tiempo, los dos héroes tendrán que reparar la historia y salvar el futuro. ¡Está dejando su huella en la historia!. ¡La historia los está alcanzando!. ¡El padre perro de todas las comedias!. ¡Las desventuras en viajes en el tiempo de un perro genio y su hijo adoptivo!.
Rob Minkoff regresa al cine de animación -después de El Rey León y la saga Stuart Little- con esta comedia de aventuras y viajes en el tiempo que reimagina la clásica serie animada de los años 50 y que tuvo una secuela ¨Mr. Peabody & Sherman Show¨ (2015-2017). En ¨Mr. Peabody & Sherman¨(2014) el actor Ty Burrell pone voz a Mr. Peabody en la versión original. Fantasía, magia y aventuras para toda la familia se unen en esta película de animación estadounidense sobre una pareja muy especial de protagonistas: un niño travieso y su padre perro y el poder de cambiar el destino. Hay un entretenimiento continuo y sin parar con acción frenética, buena puesta en escena y aventuras de todo tipo en las que nuestros protagonistas se enfrentarán a mil y un peligros con el fin de escapar de un lío temporal en el que una máquina del tiempo les ha enviado a través de varios periodos de la historia y eventualmente en virtud de una brecha temporal varios personajes históricos aparecen en el presnte . Hay algunas referencias históricas, acontecimientos importantes y personajes históricos que divertirán a los más pequeños, además de instruirlos o educarlos, entre ellos se encuentran los siguientes: Revolución Francesa, Antiguo Egipto, saqueo de Troya como el Caballo de Troya, Florencia renacentista incluyendo varios personajes históricos como la Reina Antonieta, Robespierre, Tutankamón, Agamenón, Leonardo Da Vinci con su Mona Lisa, Beethoven, Gandhi, William Shakespeare, Isaac Newton, Eisenstein, George Washington, Abraham Lincoln, Bill Clinton, entre otros.
La obsesión de María Antonieta con el "pastel" en la película se debe al rumor de que cuando los campesinos se quejaban de su falta de pan (y de comida, por cierto), ella decía "que coman *brioche*". Esta palabra significa pan caro, pero luego se tradujo erróneamente como "pastel". Sin embargo, no hay evidencia real de que María pronunciara tales palabras, que también se han atribuido a otra reina francesa unos cien años antes. La razón por la que los campesinos se rebelaron no se debió a una cita como la que se muestra en la película, sino que ella y el rey Luis XVI fueron sacados del palacio de Versalles a París por una revuelta de campesinas enojadas después de que descubrieron que la realeza había estado acaparando granos del resto del pueblo. Esto también es discutible, ya que los detalles de este asunto no se conocen realmente, independientemente de que su arresto domiciliario se debió a la revuelta campesina durante la Revolución francesa temprana. Peabody y Sherman visitaron previamente a estas figuras históricas en un episodio de la clásica serie de TV titulado Luis XVI (1961).
La cinta es técnicamente aceptable con un enfoque pop colorido acentuado por contrastes de tiempo y espacio. La historia, con mensajes positivos básicos, acción suficiente y diversión continua, pero sí destaca por su inventiva en el humor, la originalidad o las claves que maneja. Así lo afirma el director de ¨Mr. Peabody & Sherman(2014)¨ nos lleva a una aventura donde la fantasía prevalece sobre todo lo demás, aunque todo lo demás es igualmente emocionante. Hay una buena y animada banda sonora del compositor Danny Elfman. La película fue bien dirigida por Rob Minkoff. Rob Minkoff, es un exitoso cineasta con varios éxitos, como: La mansión encantada, El reino prohibido, Stuart Little I y II, El rey león, Las aventuras de Peabody y Sherman, Flypaper y Paws of Fury: La leyenda de Hank(2022). Rob fue contactado para dirigir La bella y la bestia (1991), pero el estudio lo rechazó porque quería un control creativo completo. Ha dirigido una película que ha sido seleccionada para el Registro Nacional de Cine por la Biblioteca del Congreso como significativa "cultural, histórica o estéticamente": El rey león (1994). Mr. Peabody & Sherman(2014) Calificación: 7/10. Mejor que el promedio ordinario, vale la pena verla.
Rob Minkoff regresa al cine de animación -después de El Rey León y la saga Stuart Little- con esta comedia de aventuras y viajes en el tiempo que reimagina la clásica serie animada de los años 50 y que tuvo una secuela ¨Mr. Peabody & Sherman Show¨ (2015-2017). En ¨Mr. Peabody & Sherman¨(2014) el actor Ty Burrell pone voz a Mr. Peabody en la versión original. Fantasía, magia y aventuras para toda la familia se unen en esta película de animación estadounidense sobre una pareja muy especial de protagonistas: un niño travieso y su padre perro y el poder de cambiar el destino. Hay un entretenimiento continuo y sin parar con acción frenética, buena puesta en escena y aventuras de todo tipo en las que nuestros protagonistas se enfrentarán a mil y un peligros con el fin de escapar de un lío temporal en el que una máquina del tiempo les ha enviado a través de varios periodos de la historia y eventualmente en virtud de una brecha temporal varios personajes históricos aparecen en el presnte . Hay algunas referencias históricas, acontecimientos importantes y personajes históricos que divertirán a los más pequeños, además de instruirlos o educarlos, entre ellos se encuentran los siguientes: Revolución Francesa, Antiguo Egipto, saqueo de Troya como el Caballo de Troya, Florencia renacentista incluyendo varios personajes históricos como la Reina Antonieta, Robespierre, Tutankamón, Agamenón, Leonardo Da Vinci con su Mona Lisa, Beethoven, Gandhi, William Shakespeare, Isaac Newton, Eisenstein, George Washington, Abraham Lincoln, Bill Clinton, entre otros.
La obsesión de María Antonieta con el "pastel" en la película se debe al rumor de que cuando los campesinos se quejaban de su falta de pan (y de comida, por cierto), ella decía "que coman *brioche*". Esta palabra significa pan caro, pero luego se tradujo erróneamente como "pastel". Sin embargo, no hay evidencia real de que María pronunciara tales palabras, que también se han atribuido a otra reina francesa unos cien años antes. La razón por la que los campesinos se rebelaron no se debió a una cita como la que se muestra en la película, sino que ella y el rey Luis XVI fueron sacados del palacio de Versalles a París por una revuelta de campesinas enojadas después de que descubrieron que la realeza había estado acaparando granos del resto del pueblo. Esto también es discutible, ya que los detalles de este asunto no se conocen realmente, independientemente de que su arresto domiciliario se debió a la revuelta campesina durante la Revolución francesa temprana. Peabody y Sherman visitaron previamente a estas figuras históricas en un episodio de la clásica serie de TV titulado Luis XVI (1961).
La cinta es técnicamente aceptable con un enfoque pop colorido acentuado por contrastes de tiempo y espacio. La historia, con mensajes positivos básicos, acción suficiente y diversión continua, pero sí destaca por su inventiva en el humor, la originalidad o las claves que maneja. Así lo afirma el director de ¨Mr. Peabody & Sherman(2014)¨ nos lleva a una aventura donde la fantasía prevalece sobre todo lo demás, aunque todo lo demás es igualmente emocionante. Hay una buena y animada banda sonora del compositor Danny Elfman. La película fue bien dirigida por Rob Minkoff. Rob Minkoff, es un exitoso cineasta con varios éxitos, como: La mansión encantada, El reino prohibido, Stuart Little I y II, El rey león, Las aventuras de Peabody y Sherman, Flypaper y Paws of Fury: La leyenda de Hank(2022). Rob fue contactado para dirigir La bella y la bestia (1991), pero el estudio lo rechazó porque quería un control creativo completo. Ha dirigido una película que ha sido seleccionada para el Registro Nacional de Cine por la Biblioteca del Congreso como significativa "cultural, histórica o estéticamente": El rey león (1994). Mr. Peabody & Sherman(2014) Calificación: 7/10. Mejor que el promedio ordinario, vale la pena verla.
7 de marzo de 2014
7 de marzo de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de los noventa, una generación entera de monstruitos se sentaba delante del televisor y esperaba, mientras se sorbía (o lamía) los mocos de la nariz, a que empezara su ración diaria de anime. Los ''dibus'' japoneses eran (y siguen siendo) lo más. Poco importaba si estaban dirigidos al público adulto o al más peque, porque cada una de sus propuestas conseguía engancharnos de algún modo u otro. Por su estética, por su ritmo desbocado, por su humor histriónico, por sus estallidos de violencia y, por qué no decirlo, por sus retos a una sexualidad que justo empezaba a despertar. No había crío que no esperara con todas las ansias del mundo a que empezara un nuevo episodio concebido por geniales pervertidos de la talla de Akira Toriyama, Rumiko Takahashi o Hideaki Anno... Mientras los maestros no llegaban, nos desesperábamos viendo cómo el tiempo no avanzaba con ''todo lo que iba antes'', es decir, los refritos de series americanas de la década dorada de los sesenta que, en aquel momento histórico, directamente hacían daño a la vista.
En esta plantilla de ''torturadores-animados'', ocupaba un sitio distinguido el Show de Rocky, Bullwinkle y, por si estos dos no fueran suficientes, todos sus amigos. Entre éstos últimos, tuvimos la mala suerte de toparnos con un perrito repelente y un niñato igualmente insoportable que ocupaban su tiempo, mayormente, dando por saco a celebridades como Napoleón, Cleopatra o Genghis Khan. Desgraciadamente, el conquistador mongol no hizo con ellos lo que toda la chavalada que aguantaba aquel suplicio estaba pidiendo a gritos, de modo que tocó seguir tragando. La culpa de tanto desencanto (por no emplear términos más malsonantes), seguramente, no era de su creador, Jay Ward, sino del calendario. Irónicamente, aquellos dos crono-aventureros no habían sabido viajar correctamente a través del tiempo, al menos no en dirección hacia el futuro. Resultado: cuando el siglo XXI empezaba a llamar a la puerta, el producto había envejecido fatal, no sólo en lo referente a una estética demasiado pasada de moda, sino sobre todo en la gestión de un ritmo y un didactismo que se antojaban igualmente cargantes.
Y claro, por mucho menos se han hecho otros muchos remakes, reboots, precuelas... o como quieran llamarse. La excusa está en la enfermiza curiosidad (o aún más malsana necesidad) por ver cómo le va a una obra (a sus, personajes, a su historia y a su manera de abordarla, amén de otros muchos más factores) en una fecha diferente a la que fue concebida. ¿Experimentar? A veces, sí. Podría decirse que, más allá de una más que probable falta de inspiración inicial, existe también una voluntad, más o menos firme, de intentar que el paso del tiempo no se cebe excesivamente con esa serie / película / saga por la que alguien llegó a tenerse algún tipo de afecto. Dicho de otra manera, que las nuevas generaciones no se queden horripiladas con las ''babysitters'' (¿se acepta?) de las más mayores.
Hablamos, por supuesto, de la cara amable de los remakes, reboots, precuelas... o como quieran llamarse. Aquella capaz de tapar (que no borrar) las ansias recaudatorias por-la-vía-fácil de los grandes estudios. 'Las aventuras de Peabody y Sherman', presentada bajo el auspicio de un auténtico gigante (Dreamworks Animation), afortunadamente pertenece a este grupo de películas que, una vez terminada su producción, y a la espera de lo bien que les va a ir en taquilla, pueden andar con la cabeza bien alta sabiendo que, al menos, han cumplido con los propósitos artísticos (los hay, en serio) que algún insensato había tenido la osadía de plantearse antes de que se pusiera en marcha toda la maquinaria. Yendo al grano, lo que han hecho Rob Minkoff y su equipo ha sido coger a su(s) referente(s) y hacerlo(s) pasar por su propia máquina de rejuvenecimiento. No sólo ha mediado el maquillaje, también una sesión intensiva de cirugía. Lo mejor es que después de tanta -necesaria- intervención de colorete y bisturí, el espíritu de Jay Ward sigue intacto.
En lo que a tratamiento dermo-estético se refiere, la transición de las dos a las tres dimensiones (que coge como punto de referencia el de la animación televisiva sesentera) es modélica. Bajo el envoltorio, siguen las buenas noticias: sí, Sherman y el Sr. Peabody siguen siendo dos pelmas con, quizás, demasiadas ganas de aleccionarnos, no obstante, el proceso de humanización por el que han pasado (todo el que puede exigírsele a unos cartoons) ha hecho que despierten más simpatías, y que sea mucho más fácil (incluso un placer) seguirles tanto en las escabechinas que causan como en las que se meten accidentalmente. Al final de cada capítulo de esta ''loca historieta del mundo'' (en la que, por supuesto, Mel Brooks aporta una de las voces), va a haber un momento (mínimo) de pausa para que el profesor le pregunte al alumno ''¿Qué has aprendido hoy?''. Y es que por muchas virguerías, apócrifos y licencias que se hayan tomado con la Historia (casi todas ellas en nombre del público de más corta edad... nada que objetar), lo cierto es que prevalece un didactismo que para nada choca con las aspiraciones lúdicas de la audiencia a la que va dirigido el filme. Lo mismo sucede con un referencialismo que, lejos de servir como mero lucimiento, se emplea para agilizar todavía más el desarrollo de los eventos. Puro dinamismo.
En esta plantilla de ''torturadores-animados'', ocupaba un sitio distinguido el Show de Rocky, Bullwinkle y, por si estos dos no fueran suficientes, todos sus amigos. Entre éstos últimos, tuvimos la mala suerte de toparnos con un perrito repelente y un niñato igualmente insoportable que ocupaban su tiempo, mayormente, dando por saco a celebridades como Napoleón, Cleopatra o Genghis Khan. Desgraciadamente, el conquistador mongol no hizo con ellos lo que toda la chavalada que aguantaba aquel suplicio estaba pidiendo a gritos, de modo que tocó seguir tragando. La culpa de tanto desencanto (por no emplear términos más malsonantes), seguramente, no era de su creador, Jay Ward, sino del calendario. Irónicamente, aquellos dos crono-aventureros no habían sabido viajar correctamente a través del tiempo, al menos no en dirección hacia el futuro. Resultado: cuando el siglo XXI empezaba a llamar a la puerta, el producto había envejecido fatal, no sólo en lo referente a una estética demasiado pasada de moda, sino sobre todo en la gestión de un ritmo y un didactismo que se antojaban igualmente cargantes.
Y claro, por mucho menos se han hecho otros muchos remakes, reboots, precuelas... o como quieran llamarse. La excusa está en la enfermiza curiosidad (o aún más malsana necesidad) por ver cómo le va a una obra (a sus, personajes, a su historia y a su manera de abordarla, amén de otros muchos más factores) en una fecha diferente a la que fue concebida. ¿Experimentar? A veces, sí. Podría decirse que, más allá de una más que probable falta de inspiración inicial, existe también una voluntad, más o menos firme, de intentar que el paso del tiempo no se cebe excesivamente con esa serie / película / saga por la que alguien llegó a tenerse algún tipo de afecto. Dicho de otra manera, que las nuevas generaciones no se queden horripiladas con las ''babysitters'' (¿se acepta?) de las más mayores.
Hablamos, por supuesto, de la cara amable de los remakes, reboots, precuelas... o como quieran llamarse. Aquella capaz de tapar (que no borrar) las ansias recaudatorias por-la-vía-fácil de los grandes estudios. 'Las aventuras de Peabody y Sherman', presentada bajo el auspicio de un auténtico gigante (Dreamworks Animation), afortunadamente pertenece a este grupo de películas que, una vez terminada su producción, y a la espera de lo bien que les va a ir en taquilla, pueden andar con la cabeza bien alta sabiendo que, al menos, han cumplido con los propósitos artísticos (los hay, en serio) que algún insensato había tenido la osadía de plantearse antes de que se pusiera en marcha toda la maquinaria. Yendo al grano, lo que han hecho Rob Minkoff y su equipo ha sido coger a su(s) referente(s) y hacerlo(s) pasar por su propia máquina de rejuvenecimiento. No sólo ha mediado el maquillaje, también una sesión intensiva de cirugía. Lo mejor es que después de tanta -necesaria- intervención de colorete y bisturí, el espíritu de Jay Ward sigue intacto.
En lo que a tratamiento dermo-estético se refiere, la transición de las dos a las tres dimensiones (que coge como punto de referencia el de la animación televisiva sesentera) es modélica. Bajo el envoltorio, siguen las buenas noticias: sí, Sherman y el Sr. Peabody siguen siendo dos pelmas con, quizás, demasiadas ganas de aleccionarnos, no obstante, el proceso de humanización por el que han pasado (todo el que puede exigírsele a unos cartoons) ha hecho que despierten más simpatías, y que sea mucho más fácil (incluso un placer) seguirles tanto en las escabechinas que causan como en las que se meten accidentalmente. Al final de cada capítulo de esta ''loca historieta del mundo'' (en la que, por supuesto, Mel Brooks aporta una de las voces), va a haber un momento (mínimo) de pausa para que el profesor le pregunte al alumno ''¿Qué has aprendido hoy?''. Y es que por muchas virguerías, apócrifos y licencias que se hayan tomado con la Historia (casi todas ellas en nombre del público de más corta edad... nada que objetar), lo cierto es que prevalece un didactismo que para nada choca con las aspiraciones lúdicas de la audiencia a la que va dirigido el filme. Lo mismo sucede con un referencialismo que, lejos de servir como mero lucimiento, se emplea para agilizar todavía más el desarrollo de los eventos. Puro dinamismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Entre la visita a la tienda de juguetes y la jornada de puertas abiertas al museo; entre la blasfemia y la clase ineludible, Rob Minkoff se acerca (por fin) a su mejor nivel (ya sabemos todos dónde situarlo), apoyándose en una animación de apariencia sencilla pero de gran precisión técnica (qué menos), y en determinados momentos hasta espectacular, para que surja de ella una narración híper-activa pero también altamente precisa a la hora de cazar los objetivos que persigue. Sin apenas tiempo para respirar. Las presentaciones no se alargan ni una milésima de segundo más de lo necesario, y a partir de ahí, a correr. Por las plazas del París de la Revolución Francesa, por las calles de una Troya a punto de capitular, por las afueras de la luminosa Florencia del Renacimiento... A encadenar un peligro con el otro, es decir, a navegar incesantemente por aquello que define la diversión. Los renacuajos, por supuesto, se lo pasan teta (ahora sí; así sí); los adultos, entre tanta locura, van a encontrar suficientes balones de oxígeno como para no sentirse abandonados. Y así, una vez terminado el viaje, todos sus participantes van sobrados de motivos para sentirse satisfechos (cosas de los divertimentos más desacomplejados). Momento ideal para repasar la lección aprendida y, al final, para coger un poco de aire, que buena falta hace.
9 de marzo de 2014
9 de marzo de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los personajes del Señor Peabody y Sherman, nacieron en los años 60 a la sombra de "The Rocky & Bullwinkle Show". Dentro de ese serial, que en aquella época se emitía en horario de máxima audiencia, ambos personajes deambulaban por las arenas del tiempo, ofreciendo diversión y cultura a las huestes infantiles ávidas de entretenimiento en la pequeña pantalla. Dreamworks rescata del olvido a perro e hijo, con la intención de reventar las carteleras del mundo de la mano de Rob Minkoff, director de una de las películas de animación más grandes de todos los tiempos: "El Rey León".
No sé si "Las aventuras de Peabody y Sherman" lograrán su objetivo, pero si ello dependiera de la calidad de la película, Minkoff tendría complicado lograr su meta. Pues estamos ante una cinta, claramente dirigida a los más pequeños de la casa, que se olvida en el camino muchos matices para agradar a todos los públicos. El relato se vertebra incómodamente en una introducción extraña que dificulta la empatía con sus personajes, dejando al espectador alejado del interés por la trama. Cuando se disfruta una película de este tipo desde una posición alejada, sin estar dentro de su acción y sin sentir auténtica pasión por los héroes de la historia, la batalla esta casi perdida para el realizador. Y es que "Las aventuras de Peabody y Sherman", comienza a trompicones y con prisas. Buscando desplegar un humor absurdo se pierde en chistes descafeinados y unos pocos gags inspirados, dejando por el camino demasiados momentos insustanciales. No hay una galería de personajes memorables, ni remarcables, dependiendo demasiado de la complicidad del público hacia la obra. Las aventuras, tienen alguna escena de acción entretenida, pero por lo general, la tensión dramática no alcanza un elevado grado de interés.
Todo este pequeño cóctel de despropósitos terminan por desmerecer a una cinta, que sin embargo, encierra algunas pequeñas pretensiones que la salvan de la quema total. Su intento por generar interés hacia la historia y la cultura en los más pequeños, resulta entrañable (y con los tiempos que corren, también parece una decisión cándida, pues los más pequeños saben más que el diablo). La animación no es desacertada, sin apabullar, y la película tampoco se hace pesada. Sin embargo, en un mercado tan explotado como el de la animación infantil, llega un momento en el que los estudios, deben esforzarse un poco más por llamar a las puertas de la excelencia con películas que vayan más allá del entretenimiento ligero e intrascendente.
No sé si "Las aventuras de Peabody y Sherman" lograrán su objetivo, pero si ello dependiera de la calidad de la película, Minkoff tendría complicado lograr su meta. Pues estamos ante una cinta, claramente dirigida a los más pequeños de la casa, que se olvida en el camino muchos matices para agradar a todos los públicos. El relato se vertebra incómodamente en una introducción extraña que dificulta la empatía con sus personajes, dejando al espectador alejado del interés por la trama. Cuando se disfruta una película de este tipo desde una posición alejada, sin estar dentro de su acción y sin sentir auténtica pasión por los héroes de la historia, la batalla esta casi perdida para el realizador. Y es que "Las aventuras de Peabody y Sherman", comienza a trompicones y con prisas. Buscando desplegar un humor absurdo se pierde en chistes descafeinados y unos pocos gags inspirados, dejando por el camino demasiados momentos insustanciales. No hay una galería de personajes memorables, ni remarcables, dependiendo demasiado de la complicidad del público hacia la obra. Las aventuras, tienen alguna escena de acción entretenida, pero por lo general, la tensión dramática no alcanza un elevado grado de interés.
Todo este pequeño cóctel de despropósitos terminan por desmerecer a una cinta, que sin embargo, encierra algunas pequeñas pretensiones que la salvan de la quema total. Su intento por generar interés hacia la historia y la cultura en los más pequeños, resulta entrañable (y con los tiempos que corren, también parece una decisión cándida, pues los más pequeños saben más que el diablo). La animación no es desacertada, sin apabullar, y la película tampoco se hace pesada. Sin embargo, en un mercado tan explotado como el de la animación infantil, llega un momento en el que los estudios, deben esforzarse un poco más por llamar a las puertas de la excelencia con películas que vayan más allá del entretenimiento ligero e intrascendente.
17 de septiembre de 2014
17 de septiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces veo yo en una película de animación que se trate de forma tan educativa la historia además de la manera tan divertida y amena que siempre nos lo muestra Dreamworks. Tenía ciertos prejuicios cuando salió el tráiler ya que no me terminó de convencer pero la gente seguía diciendo que la cinta era guay y muy disfrutable, desgraciadamente he salido un tanto decepcionado. Sencillamente porque llevo ya 28 películas de Dreamworks que si no me equivoco son todas las que forman el estudio de animación hasta la fecha y la consideraría del tramo final en un top con todas. No termina de arriesgar, de divertir en cuanto a risas y no termina de emocionar. Los personajes principales no conectan del todo con el espectador o al menos conmigo. Lo inteligente y a la vez fantasioso que resulta Peabody resultando el recurso del 'todo vale' con su personaje es agradable y divertido pero Sherman saca de quicio constantemente, sus frases y su humor me da mucha vergüenza ajena y no hay algo peor en una cinta que haya un personaje así.
Como bien dijo alguna crítica, es como un episodio alargado de Jimmy Neutron, serie que yo disfrutaba cuando era pequeño pero que tampoco resulta tan disfrutable para los adultos. Entiendo perfectamente que es cine infantil y de animación pero sabiendo que recientemente el mismo estudio ha dado la maravillosa Como entrenar a tu dragón 2 o sorprendió a muchos el año pasado con la emotiva Los Croods, no entiendo como puede haberme decepcionado aun así por encima de la media del resto de compañías a excepción de Disney y Pixar. Carece de humor, es previsible y no hay sorpresas en la historia. Se agradece un par de puntos y que vaya de menos a más resultando trepidante y desternillante con los personajes históricos que aparecen en el último acto que son los que dan el juego a la historia. Cumple pero no progresa ni deslumbra. Hay que exigir un poco más a un producto de 150 millones de dólares y más con un estudio que tiene películas muy grandes.
Como bien dijo alguna crítica, es como un episodio alargado de Jimmy Neutron, serie que yo disfrutaba cuando era pequeño pero que tampoco resulta tan disfrutable para los adultos. Entiendo perfectamente que es cine infantil y de animación pero sabiendo que recientemente el mismo estudio ha dado la maravillosa Como entrenar a tu dragón 2 o sorprendió a muchos el año pasado con la emotiva Los Croods, no entiendo como puede haberme decepcionado aun así por encima de la media del resto de compañías a excepción de Disney y Pixar. Carece de humor, es previsible y no hay sorpresas en la historia. Se agradece un par de puntos y que vaya de menos a más resultando trepidante y desternillante con los personajes históricos que aparecen en el último acto que son los que dan el juego a la historia. Cumple pero no progresa ni deslumbra. Hay que exigir un poco más a un producto de 150 millones de dólares y más con un estudio que tiene películas muy grandes.
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