Metrópolis
8.2
39,935
Ciencia ficción. Drama
Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
27 de mayo de 2015
27 de mayo de 2015
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
71/07(17/04/15) Uno de los films más influyentes de la Historia del Cine, gran superproducción, la más costosa hasta entonces (7 millones de marcos), clásico de Fritz Lang, un fascinante drama de ciencia-ficción enmarcado en una distopía, con profunda carga de crítica social, bañado de romance y aventura, relato de pesimismo con respecto al progreso de la sociedad. Guión escrito por Lang y su entonces esposa Thea von Harbou, ella autora del libro homónimo de 1926 en que se basa, arranca asimilándose al relato del príncipe Sidharta, su alter ego sería Freder, pudiente que haya sentido a su vida cuando tropieza con la pobreza.
Film poliédrico, con varias capas de lectura, enfoque decadente de nuestro futuro, el progreso conllevará una grieta enorme entre clases sociales, reinará la opresión, la explotación obrera, el desencanto, y la falta de sentimientos, habla de una sociedad en ebullición, donde se hierve a fuego lento una Revolución Obrera, esto en la clase vejada, la alta vive en la opulencia, el hedonismo, la perversión, sin importarle lo que sufran los que están abajo, punzante división de clases en lo geofísico.
Fábula política de marcado cariz contextual, Alemania en plena convulsa República de Weimar, convivían dos ideologías opuestas, el comunismo y el nazismo, esta cinta fagocita la filosofía política nazi de la guionista Thea Von Harbou, habla de que la sociedad está compuesta por el cerebro (representado en Fredersen), o sea los que manejan todo, la clase alta, y las manos, la clase obrera (representada en el jefe de máquinas Grot), la que hace que los de arriba puedan vivir en la opulencia (hasta aquí puede ser una historia comunista), y entre las dos gran desigualdad social, los nazis en su pensamiento contrario a las ansias revolucionarias socialistas, a la lucha obrera, pensaban que ellos (los nazis) eran los destinados a ser el corazón-el mediador del que se habla en el film, encargado este de apaciguar las ansias combativas de los obreros, y hacerles ver su lugar en el mundo, que el opresor de un poco de aire a los oprimidos para todo siga igual (¿?), dejando por el camino un mensaje bastante simplista de que aquel que se anuncie su “Mesías” pregonando la violencia les querrá engañar y destruir, en este sentido queda un tufillo bastante pernicioso a panfleto propagandístico, con su moraleja de acepta te sigan explotando con una sonrisa, acepta seguir viviendo en la oscuridad, acepta no poder progresar, acepta la injusticia social, se un manso, ello con un goteo de referencias bíblicas para reforzar el mensaje, la religión como supuesto apoyo neutral del poder, chirriante.
La cinta deja trasfondo de miscelánea entre lo religioso y lo político, vertientes que se pueden confundir, pueden entenderse como de carácter mesiánico, las dos anuncian que un gran líder vendrá a “salvarnos” de nuestros males, hablan de los falsos-malos profetas-políticos que nos pueden destruir. Muestra tremenda ambigüedad ideológica, se llega a hacer una alegoría clara de que la urbe Metrópolis es una moderna Babilonia (en el primer discurso de María), los enormes rascacielos son la Torre de Babel (reflejo de los peligros del progreso) y los humanos que las construyeron viven en una tensa incomunicación, se habla de una profeta, María que anuncia en altares con cruces el advenimiento de alguien que traerá el entendimiento entre las diferentes clases sociales, “El Mediador”, en la tradición cristiana su puede entender será el Mesías, hay un robot clon de la antagonista María que predica la autodestrucción, el Apocalipsis, claramente refleja al Anticristo, un falso profeta. Se nos representa una sociedad partida, en el cielo-superficie está la prosperidad y la vida agradable, y en el infierno-subsuelo malviven los desheredados. Hay claras referencias a la inquisición en que se quemaban brujas, con una escena en la que hace una pira con alguien, frente a una gran catedral, con bello pórtico con figuras que reflejan los siete pecados capitales. Los obreros asisten en secreto a los sermones de María en especies de catacumbas, como los cristianos en su primera época. También hay imaginería pagana por el film, como la figura del Moloch con que Freder delira (homenaje al que aparece en “Cabiria” de Pastrone de 1914), ser que requiere de tragar personas como sacrificios, la casa de Rotwang (Rot significa rojo [comunismo] en germano) tiene en su puerta una estrella pentalfa invertida, símbolo de la magia negra. Todo esto se mezcla difusamente con su mensaje político perverso, Lang tras ver la fascinación con que acogieron los nazis el film, la repudió, afirmó que todo guiño político al nazismo había sido obra de su ex-esposa (de la que se divorció en 1933), Thea Von Harbou gran seguidora nazi.
Puesta en escena Colosal, fantástico diseño de escenarios gracias al escenógrafo Otto Hunte ( “Los Nibelungos”), resalta los 2 mundos, el exterior con urbe futurista, superpoblada, carreteras ultraconcurridas, ferrocarriles, cuasi-tela de araña a diferentes alturas, aviones, zeppelines, jardines edenísticos, grandes rascacielos, influenciado por la obra del arquitecto italiano futurista Antonio Sant'Elia, y por el movimiento Art Deco, contraste añejo de la casa antigua de Rotwang o la Catedral, en contraposición el subsuelo industrial y cuasi-avernal, están las máquinas, con soberbio manejo de masas (25.000 extras), esto se consigue en conjunción con los fenomenales f/x creados por Eugen Schüfftan (“Los Nibelungos”), jugando con miniaturas, una cámara en un columpio, y con el llamado “proceso de Schüfftan” (espejos para crear ilusión de que los actores ocupan conjuntos en miniaturas, técnica que se utiliza ampliamente en la primera mitad del siglo 20 hasta que fue suplantada por el mate itinerante y la pantalla azul), reseñable es la creación del laboratorio de Rotwang, del que bebió James Whale para su “Frankenstein”, también se ruedan escenas en stop-motion... (continua en spoiler)
Film poliédrico, con varias capas de lectura, enfoque decadente de nuestro futuro, el progreso conllevará una grieta enorme entre clases sociales, reinará la opresión, la explotación obrera, el desencanto, y la falta de sentimientos, habla de una sociedad en ebullición, donde se hierve a fuego lento una Revolución Obrera, esto en la clase vejada, la alta vive en la opulencia, el hedonismo, la perversión, sin importarle lo que sufran los que están abajo, punzante división de clases en lo geofísico.
Fábula política de marcado cariz contextual, Alemania en plena convulsa República de Weimar, convivían dos ideologías opuestas, el comunismo y el nazismo, esta cinta fagocita la filosofía política nazi de la guionista Thea Von Harbou, habla de que la sociedad está compuesta por el cerebro (representado en Fredersen), o sea los que manejan todo, la clase alta, y las manos, la clase obrera (representada en el jefe de máquinas Grot), la que hace que los de arriba puedan vivir en la opulencia (hasta aquí puede ser una historia comunista), y entre las dos gran desigualdad social, los nazis en su pensamiento contrario a las ansias revolucionarias socialistas, a la lucha obrera, pensaban que ellos (los nazis) eran los destinados a ser el corazón-el mediador del que se habla en el film, encargado este de apaciguar las ansias combativas de los obreros, y hacerles ver su lugar en el mundo, que el opresor de un poco de aire a los oprimidos para todo siga igual (¿?), dejando por el camino un mensaje bastante simplista de que aquel que se anuncie su “Mesías” pregonando la violencia les querrá engañar y destruir, en este sentido queda un tufillo bastante pernicioso a panfleto propagandístico, con su moraleja de acepta te sigan explotando con una sonrisa, acepta seguir viviendo en la oscuridad, acepta no poder progresar, acepta la injusticia social, se un manso, ello con un goteo de referencias bíblicas para reforzar el mensaje, la religión como supuesto apoyo neutral del poder, chirriante.
La cinta deja trasfondo de miscelánea entre lo religioso y lo político, vertientes que se pueden confundir, pueden entenderse como de carácter mesiánico, las dos anuncian que un gran líder vendrá a “salvarnos” de nuestros males, hablan de los falsos-malos profetas-políticos que nos pueden destruir. Muestra tremenda ambigüedad ideológica, se llega a hacer una alegoría clara de que la urbe Metrópolis es una moderna Babilonia (en el primer discurso de María), los enormes rascacielos son la Torre de Babel (reflejo de los peligros del progreso) y los humanos que las construyeron viven en una tensa incomunicación, se habla de una profeta, María que anuncia en altares con cruces el advenimiento de alguien que traerá el entendimiento entre las diferentes clases sociales, “El Mediador”, en la tradición cristiana su puede entender será el Mesías, hay un robot clon de la antagonista María que predica la autodestrucción, el Apocalipsis, claramente refleja al Anticristo, un falso profeta. Se nos representa una sociedad partida, en el cielo-superficie está la prosperidad y la vida agradable, y en el infierno-subsuelo malviven los desheredados. Hay claras referencias a la inquisición en que se quemaban brujas, con una escena en la que hace una pira con alguien, frente a una gran catedral, con bello pórtico con figuras que reflejan los siete pecados capitales. Los obreros asisten en secreto a los sermones de María en especies de catacumbas, como los cristianos en su primera época. También hay imaginería pagana por el film, como la figura del Moloch con que Freder delira (homenaje al que aparece en “Cabiria” de Pastrone de 1914), ser que requiere de tragar personas como sacrificios, la casa de Rotwang (Rot significa rojo [comunismo] en germano) tiene en su puerta una estrella pentalfa invertida, símbolo de la magia negra. Todo esto se mezcla difusamente con su mensaje político perverso, Lang tras ver la fascinación con que acogieron los nazis el film, la repudió, afirmó que todo guiño político al nazismo había sido obra de su ex-esposa (de la que se divorció en 1933), Thea Von Harbou gran seguidora nazi.
Puesta en escena Colosal, fantástico diseño de escenarios gracias al escenógrafo Otto Hunte ( “Los Nibelungos”), resalta los 2 mundos, el exterior con urbe futurista, superpoblada, carreteras ultraconcurridas, ferrocarriles, cuasi-tela de araña a diferentes alturas, aviones, zeppelines, jardines edenísticos, grandes rascacielos, influenciado por la obra del arquitecto italiano futurista Antonio Sant'Elia, y por el movimiento Art Deco, contraste añejo de la casa antigua de Rotwang o la Catedral, en contraposición el subsuelo industrial y cuasi-avernal, están las máquinas, con soberbio manejo de masas (25.000 extras), esto se consigue en conjunción con los fenomenales f/x creados por Eugen Schüfftan (“Los Nibelungos”), jugando con miniaturas, una cámara en un columpio, y con el llamado “proceso de Schüfftan” (espejos para crear ilusión de que los actores ocupan conjuntos en miniaturas, técnica que se utiliza ampliamente en la primera mitad del siglo 20 hasta que fue suplantada por el mate itinerante y la pantalla azul), reseñable es la creación del laboratorio de Rotwang, del que bebió James Whale para su “Frankenstein”, también se ruedan escenas en stop-motion... (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... El robot humaniforme, obra del escultor Walter Schulze-Mittendorff, el molde de yeso del cuerpo se tomó de la actriz Brigitte Helm. El film es una de las cumbres del expresionismo alemán, gracias a la gótica fotografía Karl Freund ("El último") y Günter Rittau ("El Ángel Azul"), y Walter Ruttmann ("Berlín, sinfonía de una ciudad") componen una turbadora estética, con momentos cuasi-hipnóticos, excelsas imágenes paseándose la cámara entre los rascacielos, con angulaciones zozobrantes, juega con sombras, con planos de rostros torturados y muy expresivos, inspirándose para algunas tomas religiosas en el cuadro de la Torre de Babel de Pieter Brueghel. Esto adornado por la hermosa música compuesta y orquestada por Gottfried Huppertz, se inspira en Richard Wagner y Richard Strauss, combina voz orquestal clásica con toques modernistas, de aires sombríos, suenan cortes de Claude Joseph Rouget de Lisle 's "La Marsellesa" (tema revolucionario asociado a la maldad autodestructiva de los obreros) y el tradicional" Dies Irae ", infundiendo gran épica a la historia.
Hay elementos que restan, a cada visionado la lastran, me hacen bajarla del altar donde la tenía. Restan sus actuaciones exageradamente teatrales, histriónicas, es cine mudo, pero aún así chirrían. Recursos de guión forzados y confusos, inconsistentes, al principio los obreros van al trabajo alineadamente cual autómatas, no aparentan sentimientos, esto no se sabe a que es debido, no vemos que nadie les aleccione, drogue o coaccione, no tienen ningún tipo de vigilancia, se comportan de este modo porque sí, inverosímil. Pero tras este tramo de apariencia cual lobotomizados vemos tienen sentimientos, sufren, piensan, entonces lo visto al inicio resulta tramposo. Malviven en el subsuelo en condiciones laborales penosas, pero nadie les impide salir a la superficie, no se entiende no lo hagan, el guión es vago en este sentido, licencias que hay que darle son excesivas, esto aumenta cuando hemos visto a María salir con niños a la superficie sin problemas y al final cuando los obreros necesitan emerger a la luz es casi imposible, estridente. Con lo hermoso que son las imágenes de la urbe, no han puesto imaginación en crear aviones o vehículos que parezcan adelantados a su tiempo, la historia sucede en 2026, pero los medios de automoción son los mismos de 1926 (¿?). El plan de Joh es propio de su enemigo, María aplaca con sus sermones a los obreros de rebelarse, porque no le gusta esto a Joh? Decide secuestrarla para suplantarla por un robot, qué sentido tiene? Visualmente maravillosa la escena del baile sensual de María robot, para mostrarnos la lascivia de la clase alta, pero qué sentido tiene que el robot haga un paréntesis en su diabólico plan para bailar? Otro sin sentido. En el clímax, visualmente enorme, pero orgánicamente pobre, los obreros incitados por María robot deciden autodestruirse, aunque con ello maten a sus hijos, inaudito. Luego de modo simplista nos cuelan que Rotwang es especie de Lenin, con proclamas revolucionarias a través de la boca de su María robot quiere acabar con todo, sutil, al final aparece el Mediador en la figura de Freder (Hitler?) para todo siga como está, moralina difícil de tragar, los obreros deben reconstruir lo derruido y volver a su status quo y sonriendo.
Existen varias versiones del film, los productores no quedaron contentos con el montaje original y lo modificaron, por lástima nunca se ha podido recuperar completo el material desechado, la restauración más cercana llegó en 2008, para entender un poco la intrahistoria de las diferentes versiones ir al enlace señalado al final de la crítica.
Sumado lo bueno y malo me da un muy recomendable film que hay que enmarcar en su tiempo, una distopía bastante reflexiva, con un hilo argumental inteligente pero orgánicamente con muchos agujeros. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, para ver íntegra ira a: http://tomregan.blogspot.com/2015/05/metropolis.html
Hay elementos que restan, a cada visionado la lastran, me hacen bajarla del altar donde la tenía. Restan sus actuaciones exageradamente teatrales, histriónicas, es cine mudo, pero aún así chirrían. Recursos de guión forzados y confusos, inconsistentes, al principio los obreros van al trabajo alineadamente cual autómatas, no aparentan sentimientos, esto no se sabe a que es debido, no vemos que nadie les aleccione, drogue o coaccione, no tienen ningún tipo de vigilancia, se comportan de este modo porque sí, inverosímil. Pero tras este tramo de apariencia cual lobotomizados vemos tienen sentimientos, sufren, piensan, entonces lo visto al inicio resulta tramposo. Malviven en el subsuelo en condiciones laborales penosas, pero nadie les impide salir a la superficie, no se entiende no lo hagan, el guión es vago en este sentido, licencias que hay que darle son excesivas, esto aumenta cuando hemos visto a María salir con niños a la superficie sin problemas y al final cuando los obreros necesitan emerger a la luz es casi imposible, estridente. Con lo hermoso que son las imágenes de la urbe, no han puesto imaginación en crear aviones o vehículos que parezcan adelantados a su tiempo, la historia sucede en 2026, pero los medios de automoción son los mismos de 1926 (¿?). El plan de Joh es propio de su enemigo, María aplaca con sus sermones a los obreros de rebelarse, porque no le gusta esto a Joh? Decide secuestrarla para suplantarla por un robot, qué sentido tiene? Visualmente maravillosa la escena del baile sensual de María robot, para mostrarnos la lascivia de la clase alta, pero qué sentido tiene que el robot haga un paréntesis en su diabólico plan para bailar? Otro sin sentido. En el clímax, visualmente enorme, pero orgánicamente pobre, los obreros incitados por María robot deciden autodestruirse, aunque con ello maten a sus hijos, inaudito. Luego de modo simplista nos cuelan que Rotwang es especie de Lenin, con proclamas revolucionarias a través de la boca de su María robot quiere acabar con todo, sutil, al final aparece el Mediador en la figura de Freder (Hitler?) para todo siga como está, moralina difícil de tragar, los obreros deben reconstruir lo derruido y volver a su status quo y sonriendo.
Existen varias versiones del film, los productores no quedaron contentos con el montaje original y lo modificaron, por lástima nunca se ha podido recuperar completo el material desechado, la restauración más cercana llegó en 2008, para entender un poco la intrahistoria de las diferentes versiones ir al enlace señalado al final de la crítica.
Sumado lo bueno y malo me da un muy recomendable film que hay que enmarcar en su tiempo, una distopía bastante reflexiva, con un hilo argumental inteligente pero orgánicamente con muchos agujeros. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, para ver íntegra ira a: http://tomregan.blogspot.com/2015/05/metropolis.html
28 de diciembre de 2017
28 de diciembre de 2017
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película capital del expresionismo alemán. La obra es una visión apocalíptica de la sociedad del futuro. En ella, la división de clases es extrema, marcada por una abismal diferencia entre una clase y otra, ilustrando, de esta manera, uno de los temas esenciales de la filmografía de Lang: la dualidad del ser humano.
Una figura mesiánica llamada María y el hijo del dirigente de la ciudad, tratarán de eliminar esta desigualdad mediante el amor, y unir estos dos mundos antagónicos en una cinta con tintes políticos donde se manifiesta la corriente marxista y se critica el ideal de la revolución socialista.
El filme es una distopía futurista en la que subyacen numerosos componentes religiosos de la mitología clásica y de la Biblia. Del cristianismo se toma la parábola de la Torre de Babel, insinuando que los arquitectos y los trabajadores no se entienden a pesar de hablar el mismo idioma.
En esta Nueva York imaginaria, Lang, que estudió arquitectura, muestra predominantes habilidades. Grandes decorados y maquetas se mezclan conformando una estética visionaria y revolucionaria en esta película llena de ilusiones ópticas, filmaciones de "stop motion" y rostros humanos desfigurados por el dolor. Eterna.
Una figura mesiánica llamada María y el hijo del dirigente de la ciudad, tratarán de eliminar esta desigualdad mediante el amor, y unir estos dos mundos antagónicos en una cinta con tintes políticos donde se manifiesta la corriente marxista y se critica el ideal de la revolución socialista.
El filme es una distopía futurista en la que subyacen numerosos componentes religiosos de la mitología clásica y de la Biblia. Del cristianismo se toma la parábola de la Torre de Babel, insinuando que los arquitectos y los trabajadores no se entienden a pesar de hablar el mismo idioma.
En esta Nueva York imaginaria, Lang, que estudió arquitectura, muestra predominantes habilidades. Grandes decorados y maquetas se mezclan conformando una estética visionaria y revolucionaria en esta película llena de ilusiones ópticas, filmaciones de "stop motion" y rostros humanos desfigurados por el dolor. Eterna.
23 de julio de 2005
23 de julio de 2005
32 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente una de las mejores películas de la historia sin ninguna duda. Todos y cada uno de los planos y escenas son simplemente maravillosos, con unos escenarios asombrosos conjugados con una fotografía memorable, juegos de luces y sombras magistrales... por poner un ejemplo, la escena de las catacumbas, cuando el inventor (Dr. Mabuse) persigue a María por la oscuridad de la cueva guiado con una linterna, es una escena que describe perfectamente la situación de una manera sencilla pero a la vez dotada con una perfección asombrosa. La actuación de Brigitte Helm es memorable, transmitiendo al espectador todos sus miedos, sus tensiones al ser perseguida en penumbras, los juegos con las luces son excelentes, los escenarios... y pensar que estas imagenes se rodaron hace casi un siglo! pero es que existen imagenes que se quedan grabadas en la retina formando un poso sólido en la cabeza que hace que aparezcan todas estas visiones cada vez que recuerdo esta gran película: La explosión en la sala de máquinas, La historia de la torre de Babel, La presentación de Hel... una maravilla! Y si todo esto fuese poco, a estas imagenes sublimes se le añade un guión inteligente, original e imprevisible, en el que la imaginación del espectador entra de lleno a formar parte del mismo e interacciona o, al menos, intenta adivinar que es lo que sucederá más adelante. La historia parece estar sacada de un cunto, con su moraleja incluída, aplicable perfectamente al mundo de nuestros días. Nos habla de la diferencia entre clases, por un lado los obreros que trabajan con máquinas en las profundidades para hacer que la metrópolis, situada en el mundo exterior, continue suministrando una vida alegre y lucrativa a sus habitantes, que son la clase social alta. Estas diferencias en la calidad de vida producen distensiones que desembocarán en una revolución obrera con graves consecuencias.
Mención a parte merece El señor Fritz Lang, en la que para mi es su mejor película, a un nivel altisimo de creacción e imaginación, haciendo una dirección perfecta en todos los aspectos, hasta el último actor de reparto parece bueno.
La pena es que un cuarto de la película se ha extraviado y nos vamos a quedar sin ver muchas escenas que segura serían calificadas como memorables, siguiendo la linea marcada por la parte existente.
Recomendadísima.
Mención a parte merece El señor Fritz Lang, en la que para mi es su mejor película, a un nivel altisimo de creacción e imaginación, haciendo una dirección perfecta en todos los aspectos, hasta el último actor de reparto parece bueno.
La pena es que un cuarto de la película se ha extraviado y nos vamos a quedar sin ver muchas escenas que segura serían calificadas como memorables, siguiendo la linea marcada por la parte existente.
Recomendadísima.
19 de diciembre de 2011
19 de diciembre de 2011
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que la película está bien, pero que está muy sobrevalorada y no es, ni de lejos, el mejor trabajo de Fritz Lang. Es evidente que Metrópolis es un icono del siglo XX, y que ha influenciado en la cultura y en el cine posterior. Metrópolis ha sido usada por Girogio Moroder en su adaptación de los 70, por Queen en su videoclip de Radio Gaga, ha influido claramente en comics y películas como Batman, Blade Runner, etc... En definitiva ha marcado un camino en lo estético y en el planteamiento que muchos luego han transitado, pero...
Lo que pasa es que los iconos muchas veces se explotan como tales y ocultan el valor real de la obra. En este caso me encuentro con:
- Un guión débil lleno de inconsistencias.
- Unos personajes estereotipados y poco profundos. A esto hay que sumarle un equipo de actores bastante flojos (especialmente Freder). Los mejores, los extras (y parece que Lang los explotó en el rodaje en condiciones inhumanas, aprovechando la gran crisis económica que padecía Alemania...).
- Un final lleno de moralina luterana: los obreros-mano y los jefes-cerebro se unen gracias al corazón mediador ¡qué bonito!: cada uno vuelve al sitio que le corresponde, pero todos contentos (moralina cristiana reforzada por la escena final en la catedral, digna del Jorobado de Notre-Dame...).
- Unos contrastes también estereotipados entre los obreros cabizbajos y que se dejan llevar por cualquier chica guapa (y que actúan como un verdadero rebaño tanto para lo bueno como para lo malo) y los ricos que hacen deporte en un decorado pre-nazi digno de Speer y jugando en un jardín rococó siglo XVIII...
Como puntos positivos me quedo con:
- Una belleza plástica y simbólica apabullante. La puesta en escena es brutal. El tratamiento de la cámara y la iluminación, son sencillamente un manual de como hacer cine.
- Unos efectos especiales que ya los quisieran imitar los directores actuales fanáticos de lo digital: la recreación de la ciudad, la sala de máquinas-Morloch, la inundación final,...
- Una estética expresionista que salva el argumento: la historia se reduce a sus componentes esenciales. No hacen falta subtítulos ni voces, solo la fuerza de la imagen... La música que he oído en mi dvd no tengo muy claro si es la original, pero también está muy bien: al estilo de Shostakovich, expresionista a tope).
En definitiva: un icono del siglo XX, que mantiene su fuerza simbólica y plástica, pero que para mí, tiene bastantes debilidades para lo bien valorada que está.
Lo que pasa es que los iconos muchas veces se explotan como tales y ocultan el valor real de la obra. En este caso me encuentro con:
- Un guión débil lleno de inconsistencias.
- Unos personajes estereotipados y poco profundos. A esto hay que sumarle un equipo de actores bastante flojos (especialmente Freder). Los mejores, los extras (y parece que Lang los explotó en el rodaje en condiciones inhumanas, aprovechando la gran crisis económica que padecía Alemania...).
- Un final lleno de moralina luterana: los obreros-mano y los jefes-cerebro se unen gracias al corazón mediador ¡qué bonito!: cada uno vuelve al sitio que le corresponde, pero todos contentos (moralina cristiana reforzada por la escena final en la catedral, digna del Jorobado de Notre-Dame...).
- Unos contrastes también estereotipados entre los obreros cabizbajos y que se dejan llevar por cualquier chica guapa (y que actúan como un verdadero rebaño tanto para lo bueno como para lo malo) y los ricos que hacen deporte en un decorado pre-nazi digno de Speer y jugando en un jardín rococó siglo XVIII...
Como puntos positivos me quedo con:
- Una belleza plástica y simbólica apabullante. La puesta en escena es brutal. El tratamiento de la cámara y la iluminación, son sencillamente un manual de como hacer cine.
- Unos efectos especiales que ya los quisieran imitar los directores actuales fanáticos de lo digital: la recreación de la ciudad, la sala de máquinas-Morloch, la inundación final,...
- Una estética expresionista que salva el argumento: la historia se reduce a sus componentes esenciales. No hacen falta subtítulos ni voces, solo la fuerza de la imagen... La música que he oído en mi dvd no tengo muy claro si es la original, pero también está muy bien: al estilo de Shostakovich, expresionista a tope).
En definitiva: un icono del siglo XX, que mantiene su fuerza simbólica y plástica, pero que para mí, tiene bastantes debilidades para lo bien valorada que está.
14 de junio de 2019
14 de junio de 2019
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tildada de fascista por unos, y censurada por comunista por otros, en realidad estamos ante una obra magna de la ciencia ficción cuyo crítico mensaje sobre las diferencias sociales todavía prevalece hoy en día, y seguramente nunca caduque.
Y no solo impacta en contenido, también lo hace visualmente con una espectacular escenografía llena de majestuosos decorados con miles de extras correteando entre futuristas e hipnóticos diseños, y unas exageradas interpretaciones características del cine mudo, que asombran por su versatilidad.
Lo más increíble es que se rodara una superproducción de este calibre en mil novecientos veintisiete, haciendo uso de recursos fílmicos y argumentales que cambiaron la historia del cine, y que han servido de fuente de inspiración para infinidad de películas posteriores, algunas de ellas convertidas a su vez en obras maestras.
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Y no solo impacta en contenido, también lo hace visualmente con una espectacular escenografía llena de majestuosos decorados con miles de extras correteando entre futuristas e hipnóticos diseños, y unas exageradas interpretaciones características del cine mudo, que asombran por su versatilidad.
Lo más increíble es que se rodara una superproducción de este calibre en mil novecientos veintisiete, haciendo uso de recursos fílmicos y argumentales que cambiaron la historia del cine, y que han servido de fuente de inspiración para infinidad de películas posteriores, algunas de ellas convertidas a su vez en obras maestras.
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