Haz click aquí para copiar la URL

El sueño de Walt

Drama Durante catorce años, Walt Disney (Tom Hanks) intentó sin descanso que la escritora australiana P.L. Travers (Emma Thompson) le cediera los derechos cinematográficos de su primera y más popular novela, 'Mary Poppins', que finalmente fue llevada a la gran pantalla en 1964. (FILMAFFINITY)
Críticas 92
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
7
25 de agosto de 2014 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En efecto, tal y como se nos cuenta en esta película, parece que al papá del ratón Mickey le costó en su día Dios y ayuda hacerse con los derechos de la popular novela infantil “Mary Poppins”. La autora del libro, la escritora australiana Pamela Travers, no le puso las cosas nada fáciles y estuvo dándole largas durante varios años hasta que finalmente dio su brazo a torcer. El film de Lee Hancock reconstruye la última fase de lo que fueron estas arduas negociaciones (al parecer fueron en total catorce años de tira y afloja y no veinte como le oímos decir a Tom Hanks en un momento dado, al menos en la versión doblada).

Y qué importa que las cosas no ocurrieran exactamente como se nos cuentan en la película; “Al encuentro de Mr. Banks” posee el suficiente encanto para que no tengamos en cuenta estas minucias. Puede que algunos personajes y algunas situaciones que vemos en pantalla se hayan idealizado en exceso, pero ello no nos impide descubrir cómo debieron ser en realidad esos personajes, y cómo debieron sucederse los hechos que se relatan, de una forma bastante amena por cierto. Y así, de un lado tenemos a un insistente Walt Disney desplegando sus dotes de seducción y su artillería pesada – su dinero- dispuesto a conseguir su caramelo y llevarse al huerto a su “escritora favorita” (según llega a confesar en una ocasión) y que no deja de ser un tipo encantado de conocerse a si mismo y un narcisista de mil pares. En el otro extremo, la estirada Pamela Travers, una maniática y remilgada tiquismiquis, aunque en el fondo un ser tremendamente frágil temeroso de vender su vida y su obra al mejor postor.

Por si fuera poco se da la circunstancia de que en “Al encuentro de Mr Banks” tenemos dos películas por el precio de una. En la primera, asistimos al mencionado choque de egos entre Mr Disney y Mrs Travers, abiertamente una comedia que da pie además a una reflexión soterrada sobre el eterno conflicto entre arte y negocio. La parte dramática se saltea en forma de flasbacks que recrean la infancia de la protagonista y que se van intercalando en la trama principal a lo largo del metraje. La Travers adulta habla con la Travers niña que acude desde el otro lado del espacio y del tiempo para recordarle quién era realmente Mr. Bannks y quién es ella misma. Esa infancia, tan propensa siempre a ser idealizada - aquí se hará a través de una bella fotografía en tonos amarillos y dorados- puede resultar también ese otro territorio oscuro en el que vamos dejando atrás nuestros complejos y nuestros recuerdos más amargos. Los artistas son de esos seres privilegiados que pueden elegir entre sacar un día a la luz y a la superficie ese sustrato para compartirlo con los demás o no hacerlo,. Y por supuesto también son muy libres de permitir o no que alguien pueda llegar a adueñarse algún día de ese mismo sustrato y esos mismos recuerdos y dar su propia versión.

Por lo visto, a muchos esta mezcla de drama y comedia se les ha terminado indigestando. Demasiado dulzona dicen. A mí me ha parecido una propuesta coherente que además tiene plena autoconsciencia sobre el mensaje que quiere ofrecer (ni el propio Walt Disney me parece que quede totalmente redimido al final). Si la historia es desigual, si los flasbacks no encajan bien con la trama principal, es porque ésta es un peldaño más atractiva que aquella...

Y no nos engañemos, allí está también Emma Thompson. Todo en la película gira alrededor de esta actriz felizmente recuperada para el cine después de algunos años desaparecida. Su ausencia entre las nominadas al Oscar del año es una de las injusticias más incomprensibles de la reciente historia de los premios. Con Thompson, reímos, lloramos, nos emocionamos; la británica está inmensa, tanto que hace palidecer el trabajo de algunos de sus compañeros de reparto. Tom Hanks cuenta con el handicap de que su personaje tal vez no está todo lo bien trazado que debiera, y todos sabemos los problemas que tiene siempre Colin Farrell para sacar adelante sus papeles, especialmente los más dramáticos. Quienes sí están definitivamente estupendos son Jason Schwartzman que mantiene el tono en las escenas al piano con la Thompson (o en el emotivo “Bye it” junto a Hanks) y el ya indispensable Paul Giamatti en un personaje que derrocha humanidad y ternura.

En resumen, “Al encuentro con Mr Banks” me parece una buena película… más que buena, bonita, tierna, encantadora,… no sé, en una palabra,yo la encuentro supercalifragilisticaexpialidosa.
5
31 de diciembre de 2013
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos horas que te sumergen de lleno en el mundo de la factoría Disney desde dentro tal y como sería hace 50 años mientras se gestaba la archiconocida película de Mary Poppins. La película guarda un tono tan amable durante toda la película que resulta casi imposible sentirse alegre y con una media sonrisa mientras la estás viendo.
Esas dos horas se hacen muy llevaderas y creo que te hace transportarte al pasado gracias a un diseño de producción muy bien cuidado en todos los escenarios, y los personajes que aparecen, tanto protagonistas como secundarios creo que están muy bien construidos: aun cuando no sabemos cómo era Walt Disney, el personaje encarnado por Tom Hanks resulta totalmente creíble y con muchos matices que le hacen parecer como si fuera el gran padre de la película, una interpretación diferente por parte de este gran actor; y lo mismo pasa con Travers, que aunque no la hubiéramos conocido, es un personaje tremendamente bien construido por parte de Emma Thompson, bajo mi punto de vista una interpretación muy muy buena que ofrece una gran cantidad de sentimientos, gestos y muchos matices que la hacen pasar por momentos serios, amables, antipáticos y emotivos siendo cada vez tan creíbles como el anterior. Por su parte, los secundarios que menos aparecen, cada vez que entran en acción le dan ese toque afable y humano a la película, que finalmente acaba por convertirse en un relato que habla sobre los sueños, la infancia y el querer es poder de una forma general tan bien equilibrada que resultará muy atractiva tanto para mayores como para pequeños.
Bajo mi punto de vista, es una película con gran corazón que te deja muy satisfecho después de verla, y te involucra casi sin darte cuenta mientras estás inmerso en ella, y eso es muy difícil de conseguir. Disfrutadla.
10
21 de mayo de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
...en definitiva, una gran película. Admito que aunque esta película fui a verla principalmente por mi admiración hacia Emma Thompson, pues "Mary Poppins" nunca me gustó mucho y Walt Disney no es el personaje de la historia del cine que más me atraiga, el resultado es grandioso. Lo mejor es que te cuenta con excelente ritmo narrativo una historia poco conocida sobre la producción de "Mary Poppins", algo que se ve reforzado por las magníficas interpretaciones de Tom Hanks y Emma Thompson como Walt Disney y P.L. Travers respectivamente.
La música de Thomas Newman, junto con los actores secundarios (Ruth Wilson,Colin Farrell...), crean un delicioso entorno, sobre todo en lo que respecta a como se intercalan las escenas de la producción de "Mary Poppins" con las de los recuerdos de Travers.
Volví a ver "Mary Poppins" por primera vez en mucho tiempo después de ver esta gran película y me gustó mucho más que cuando la vi por primera vez, y es que el saber de donde provienen las ideas de una historia ayuda mucho a apreciarla.
9
4 de febrero de 2014
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces que cuando una pélicula es buena, no se le debe pedir más.
"Al encuentro de Mr. Banks" es eso: una película buena: Una historia interesante, bien contada, con buenas interpretaciones, buena dirección, buen guión, buena música, buena fotografía, buena dirección artística, buen sonido...un cóctel bien agitado, con los ingredientes justos para hacerte pasar un rato agradable sin emborracharte. Ahí radica su mayor virtud: cumplir de lleno su objetivo, ya que nació para ser buena y no magnífica.

En esta época maldita del año que nos bombardean con "obras maestras y lecciones de cine" prefabricadas para alzarse con una buena colección de estatuillas doradas, llenar las arcas de ciertos productores duchos ya en estas estrategias, e hinchar los egos de psudo-directores autoelevados al olimpo de los falsos dioses, se agradecen productos sólidos y coherentes como éste, que no pretenden ser más de lo que son.

Dicho de otro modo: que nadie espere el "biopic" definitivo sobre la figura del señor Disney, ni un drama demoledor, ni un melodrama de esos de encoger el alma, ni una comedia de sonrisa perenne ni mucho menos de carcajada fácil. Que nadie espere nada de eso y sí un drama ligero, pero solvente, con toques de comedia, un poco de cine dentro del cine, otro poco de biografía no oficial de dos personajes opuestos y un bastante de nostalgia. Todo eso y una película dentro de otra película que se va contando a golpe de flashback hasta confluir inevitablemente al final del metraje.

Es en este punto donde pueden surgir las mayores y quizás las únicas pegas. Si bien la historia del padre de la Señorita Travers, situada a principios del siglo XX, resulta interesante, conmovedora y esclarecedora, también es cierto que en ocasiones también se hace reiterativa, excesiva y un poco innecesaria. Quizás son demasiados saltos al pasado y no todos oportunos ni necesarios. Quizás, sólo quizás, a pesar de lo atractiva que resulta esta inesperada historia, te deja con hambre de un poco más de la lucha entre Disney y Travers por los derechos de Mary Poppins. Aún a sabiendas de que la están suavizando y edulcorando. Aún a sabiendas que la película deriva en una redención de la figura de la autora de Mary Poppins, que en la realidad debió ser un personaje digno de las malvadas de la tradición más Disney. Aún a sabiendas que en realidad esa lucha más que el centro de la película, es el pretexto para ella, casi un "MacGuffin". Sí, aún a sabiendas de todo eso, quizás no le hubiera venido mal un poco más de intensidad en ese aspecto.



Aparte de esa, ahora mi única gran queja de verdad: ¿¡A quién se le ocurrido la absurda idea del título en español?! Vamos a ver, señores traductores de títulos:

1-"Salvando a Mr. Banks", a pesar de ser un título poco atractivo, tiene sentido; tiene todo el sentido del mundo, porque en realidad de eso va la película: de por qué la bruja Travers se empeña en que el personaje de Mr. Banks (el padre de los niños a quienes cuida Mary Poppins) no aparezca como un padre insensible y distante.
2-"Al encuentro de Mr. Banks", no sólo es un título de esos que te hacen no entrar en una sala de cine, es que además no tiene ningún sentido. 3-Mi consejo para el siguiente título que quieran traducir: déjenlo como está, aunque sea en inglés, o al menos no le encarguen que se lo traduzca a ningún señor traductor de la competencia.

Una vez puestas todas mis quejas, sólo me quedan elogios.

Primero a Enma Thompson que lentamente y sin prisas, va devorando la pantalla según avanza la película, con esa elegancia y esa contención impostada a que nos tiene acostumbrados. Haciendo una recreación magnífica de su personaje, dotándole de humanidad y hasta de una cierta simpatía que dudo que tuviera originariamente.

Después a Tom Hanks, que después de muchos años ha conseguido convencerme en un papel, haciéndome olvidar que a quien veo es a él y no a Walt Disney.

Por supuesto a Paul Giamatti que construye un "secundario" sólido como una roca.

A Collin Farrell, por ser creíble....y así, uno a uno, todos los integrantes del reparto por saber dar vida a sus papeles y convertirlos en personajes de carne y hueso.
Después a su director, John Lee Hancock, por su mano firme, su profesionalidad y su falta de pretensiones y de pretenciosidad; por saber encajar las piezas y por su elegancia.

Luego a los guionistas, Sue Smith, Kelly Marcel, sobre todo por saber limitarse a unos pocos personajes y por escribirlos tan bien.

Y por supuesto a Thomas Newman por su efectiva banda sonora.

A destacar la secuencia en que intercalan pasado y presente usando el ensayo de la canción del banquero como nexo, creando uno de los puntos álgidos de la historia.
Y sobre todo el sereno duelo interpretativo de los dos protagonistas en la secuencia que da sentido a toda la película, cuando Disney consigue finalmente los derechos de Mary Poppins para su adaptación al cine. Sólo por éstos minutos, siempre sin grandes alardes, merecen la pena los 120 restantes. Es más, aunque sólo fuera por despertar la curiosidad hacia esa sí magnífica película que es Mary Poppins, ya merecen la pena los 125 minutos.

Insisto: una película buena; no magnífica, ni gloriosa, ni que escribirá una página dorada en la historia del cine...pero de esas, la verdad, ya empieza uno a estar un poco harto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
cuando Disney consigue finalmente los derechos de Mary Poppins para su adaptación al cine
6
28 de diciembre de 2013
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se quiere disfrutar de Al encuentro de Mr Banks hay que ir a la sala de cine con buenas intenciones y dejarse engañar un poco. Si acudimos con el ceño fruncido y con pocas ganas de emocionarnos, es mejor pasar. Esta película es puro Disney: todos los personajes tienen un gran corazón, aunque sean cascarrabias, alcohólicos o antisemitas.

Dicen que Walt Disney se repetía el siguiente discurso al levantarse de la cama: "Soy un líder, un pionero, soy uno de los grandes hombres de mi tiempo. Muchas más personas en el mundo conocen mi nombre que el de Jesucristo. He creado un universo. Mi fama sobrevivirá al tiempo". Alrededor del creador del imperio Disney siempre han circulado muchos rumores, unos más infundados que otros. No obstante, no parece que fuese un ejemplo en muchas de sus facetas. Pero quien esté libre de pecado, etc.

(...)

En nuestro caso, ni siquiera hemos visto Mary Poppins ni leído sus libros. Tampoco nos hemos sentido nunca demasiado cercanos al mundo Disney. Ni cuando éramos niños. Por lo tanto, llegamos a esta película sin ninguna predisposición emocional. Y una vez vista, podemos afirmar que nos hemos dejado engañar un poco…

Al encuentro de Mr. Banks tiene un aroma a clásico bienintencionado que se disfruta con facilidad. A ello ayuda un guión que no esconde en ningún momento sus objetivos: quiere emocionarnos, hacernos soñar y repescar ese niño que, dicen, todos llevamos dentro. (Por cierto, una de las guionistas de esta película se encarga de Cincuenta Sombras de Grey). Es una película honesta que desde el inicio muestra sus cartas. Si quieres entrar en ella, sabes que tienes que dejar a un lado los ceños fruncidos y olvidarte que la vida siempre tiene dos caras. Aquí, solo veremos una. La amable. La del Disney creador de un imperio que hizo soñar a millones de niños y adultos. O algo.

La película gira en torno a un recurso trilladísimo en el cine familiar: el corazón herido de una persona cascarrabias que esconde un pasado triste deberá ser ablandado por toda una corte de personajes bienintencionados. Aquí el cascarrabias es P.L. Travers, una escritora célebre por ser la creadora de Mary Poppins cuyas finanzas flaquean a principios de los 60 y da una oportunidad a Walt Disney para trasladar su personaje al cine.

El chófer, el abogado, los guionistas, los músicos, las secretarias, y el presidente del imperio Disney dedicarán todo el metraje a ablandar y redimir el corazón de Miss Travers. El recurso narrativo es tan insistente que asfixia la película. Este es el aspecto más negativo de Esperando a Mr. Banks.

No obstante, la cinta consigue algunos de sus objetivos. Y aunque no somos nada aficionados al uso de flashbacks en el cine, la infancia de la protagonista, gestionada narrativamente de forma certera, es la mejor parte de la historia a nuestro juicio. Esperando a Mr. Banks gana empaque a través de esta historia paralela y se nos hace más llevadero el cansino proceso de ablandamiento y camelo al que nos hemos referido más arriba.

Nos gusta el cine dentro cine, sí. Y esta película tiene mucho eso. Muchos críticos señalan esta parte como la más positiva de la película pero a nosotros nos resulta demasiado artificiosa, aunque esté basada en una historia verídica.

El trío de actores principales cumple con sus respectivos papeles. Emma Thompson está notable como P.L. Travers, Tom Hanks tira de oficio y ofrece algunos golpes de humor y un borracho soñador es un personaje que le viene como anillo al dedo a Colin Farrel.

Esperando a Mr. Banks requiere un importante esfuerzo del espectador, el esfuerzo de no esforzarse. Simplemente dejarse llevar. Y luego, probablemente, olvidar.

Lo Mejor: Aroma a buen clásico familiar. La historia de P.L. Travers niña en Australia.

Lo Peor: Exceso sentimental. El recurso narrativo de cascarrabias en proceso de ablandamiento emocional llega a irritar.

[crítica extraída de alucine.es]
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para