El mundo es suyo

Divertidísima primera entrega de "Los compadres", que nada tiene que ver con "El mundo es nuestro", distintos personajes, diferente trama, apuesta arriesgada. Droga, trajes de comunión y gamberrismo en estado puro. Imprescindible.

Intenté aguantar minuto tras minuto por ver si había algo de interés, pero era solo una sucesión de chistes (malos y viejos muchos) y típicos tópicos. Algunos hablan de pullas a la sociedad actual y ahí me pierdo, no entiendo hacer semejante tontuna de película para eso.

Mi opinión es que han creído que con 8 apellidos y la serie tenían todo para un pelotazo y han creado un bodrio. A los 50' abandoné el cine y no fui el primero (seguramente tampoco el último). Los sevillanos tienen gracia, pero eso no es suficiente.

Ver una película a las 9 de la mañana no ayuda a tener una opinión favorable desde el principio, pero la escogí precisamente por ello: pensé que una comedia temprana me despertaría para el resto del día en el Festival de Málaga. Primer error. Siempre intento ir con pocas expectativas para que un film no me decepcione por idealizarlo, pero habiendo disfrutado tanto de su antecesora, "El mundo es nuestro", fue difícil. Segundo error.

Tras representar el extremo más "chusma" con el "Cabesa" y el "Culebra", en "El mundo es suyo" tenemos el lado más pijo, el de las personas a las que les gusta el dinero, vivir la vida siguiendo el lema "carpe diem" y quedar bien. Es decir, un estereotipo presente en nuestra sociedad y muy bien ambientado en Sevilla con los "Compadres". Porque, aunque no tengas un duro, vas a pedir cigalas en el bar. La crítica a este tipo de personas que no es capaz de aceptar su mala situación económica está bien construida, puesto que se entiende en todo momento, ya sea por la importancia de quedar bien con tu suegro o con el camello de turno para conseguir lo que quieres. Conveniencia pura gracias a la que sobrevivir; Rafi y Fali son dos caraduras de primera.

Pero no olvidemos que es una sátira y aquí falla la comedia. Alguna sonrisa tímida se asomará por tu rostro, pero poco más. Este humor está trillado, pocos chistes que no se hayan oído ya: es el típico estereotipo andaluz que toda España conoce. Esta película es un intento de sátira sin gracia, aunque Mari Paz Sagayo es la que consigue más risas. Sin duda, la sala en la que estuve (yo incluida) se rió más con su personaje que con el resto del largometraje.

En definitiva, la falta de un buen humor es el mayor error de los guionistas, aspecto que apenas llega a la suela del zapato a "El mundo es nuestro".

Ya lo decía Michi Panero que lo peor que se puede ser en la vida es ser un coñazo, y no le faltaba razón. Mientras que en la peli que nos ocupa estamos ante un producto disfrutable 100%, en su reciente secuela han querido hacer una especie de homenaje a Berlanga, con un guion petadísimo de referencias políticas, totalmente equidistantes y de extremo centro, que se supone deben movernos a la reflexión. Como comedia española, esta peli, la de 2018, la segunda de la trilogía enterista, es muy notable, y funcionó bien en taquilla (alrededor de cuarto de millón de espectadores). Muy decente.

Pues ello, humor andaluz 100%, quizá demasiado estereotipado, pero qué coño, ahí reside su encanto. Además, soy madrileño y supongo que lo apreciaré más, quizá un andalú se mosquee más.
La cuestión es que me he partido la caja con sus diálogos ingeniosos, su arte por doquier, su faena torera y su saber hacer. Muy surrealista y muy divertida, y con mucha calidad, así que en mi opinión y al ser una comedia, cumplió su cometido con creces: me estuve descojonando toda la película, cierto que unos vinos y ponerte un poco a gustito, acompaña la trama, pero el loable y fiable resultado es un descojone perpetuo. Pá olvidar las penas y el estrés un ratito, qué tanto se agradece.
Y a los suspenden esta peli yo les digo que ni son compadres ni son ná, ¡hala! Váyanse a lo políticamente correcto, insulsos desaboríos...