Fuerza mayor
2014 

6.4
10,322
Drama
Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes. El sol brilla y las pistas están magníficas, pero mientras comen en un restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado. Tomas buscará ... [+]
12 de junio de 2016
12 de junio de 2016
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creí que iba a ver una película sobre catástrofes en la nieve... Pero no. Supongo que esto es un ejercicio de reflexión y autoconocimiento, de autoreflexión... Jajaja.. eso supongo que dirán los entendidos (no me considero uno de ellos). Yo solo sé que me tragué una película laaaaaarga, absurda, soporífera y absurda como (casi) ninguna que haya visto, y además con algunos toques (creo qe se les llama kitsh) verdaderamente desconcertante. ¿que pinta los momentos de música clásica entre escenas? Así, de golpe. ¿y la escena de los energúmenos borrachos en pelotas cantando y vociferando en un local cerrado? La película tiene algún que otro detalle curioso en los diálogos (por eso no le he puesto un 1), pero ya. Para el cubo de la basura de cabeza.
17 de marzo de 2018
17 de marzo de 2018
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única forma que hubiese resultado medianamente interesante habría sido con la aparición de Jackson Nicholson hacha en mano...
Sin ritmo, sin historia, sin fundamento... y encima innecesariamente desagradable centrándose en ensordecedores sonidos como el de un cepillo de dientes. Los niños de lo más desagradable.
Si os sugieren ver la peli: patada en la boca o quemadles la casa, se lo merecen
Sin ritmo, sin historia, sin fundamento... y encima innecesariamente desagradable centrándose en ensordecedores sonidos como el de un cepillo de dientes. Los niños de lo más desagradable.
Si os sugieren ver la peli: patada en la boca o quemadles la casa, se lo merecen
22 de agosto de 2015
22 de agosto de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aburrida, larga. Planos que no se entienden. Personajes a los que les falta más de un hervor.
Reacciones y escenas incomprensibles. Y además no parece un hotel de superlujo como dice la protagonista, claro que tampoco lo es el film
Reacciones y escenas incomprensibles. Y además no parece un hotel de superlujo como dice la protagonista, claro que tampoco lo es el film
15 de enero de 2018
15 de enero de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso lo que el ojo del espectador puede distinguir... o ver.
Me ha parecido fría como presupongo el carácter de los suecos. Su trama no me ha llegado, ni su conflicto. Demasiada retórica para contar muy poquito.
Un hombre abandona a su familia durante una avalancha, y cuando pasa el peligro, regresa a los pocos segundos... No sé... Me encuentro muy lejos de entender el drama que se ha creado para dar cobertura a algo que me ha parecido más angustioso al escribirlo que viendo la propia película.
No puedo calificarla con más nota que un 4.
Me ha parecido fría como presupongo el carácter de los suecos. Su trama no me ha llegado, ni su conflicto. Demasiada retórica para contar muy poquito.
Un hombre abandona a su familia durante una avalancha, y cuando pasa el peligro, regresa a los pocos segundos... No sé... Me encuentro muy lejos de entender el drama que se ha creado para dar cobertura a algo que me ha parecido más angustioso al escribirlo que viendo la propia película.
No puedo calificarla con más nota que un 4.
12 de marzo de 2015
12 de marzo de 2015
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un matrimonio sueco con dos hijos pasa unos días de vacaciones en los Alpes. Mientras comen en un restaurante se produce una avalancha que asusta a los clientes del establecimiento. Todo pasa muy rápido pero cuando la madre, Ebba (Lisa Loven Kongsli), llama a Thomas (Johannes Kuhnke), su marido, para que la ayude a salvar a sus hijos, él ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene sin ocasionar daños pero el universo familiar ya se ha resquebrajado. A partir de entonces, Thomas tendrá que luchar para recuperar su sitio en el entorno familiar.
El director sueco Ruben Östlund plantea un debate en el que todos los personajes de la película opinan a su manera. El marido intenta primero negar lo ocurrido, luego esconderlo o dejarlo pasar, y por último justificarse. La mujer lucha entre el reproche a lo que hizo el marido y la necesidad de mantener la unión familiar. Los amigos que primero no quieren mojarse para evitar malos rollos y terminan trasladando el debate a su propio caso. Y los niños, que dan la sensación de ser los más sensatos de todos, que silenciosamente reprueban el comportamiento de sus padres.
Östlund, con un estilo narrativo que recuerda irremediablemente a Haneke (especialmente en esos súbitos cambios de secuencia, en el gusto por la cámara fija y en la utilización de la música), va mostrando las escenas de un modo lento pero seguro, y va creando en el espectador una sensación creciente de que se avecina una tragedia.
Por otra parte, el suceso de la avalancha parece ser un acontecimiento que va más allá de la reacción del marido. Es un hecho que permite remover los cimientos de una relación presuntamente idílica de esa acomodada familia sueca. Un matrimonio que parece perfecto pero que se encuentra en esa fase de las parejas que ya no tienen casi nada de que hablar que no sean los hijos o el trabajo. Lo de la avalancha les permite mirar cara a cara a la relación y replantearse las cosas.
La historia está narrada con un estilo muy peculiar, salpicando continuamente la trama con imágenes preciosas de las montañas nevadas, con planos cerrados rodados con cámara fija en la que el espectador parece un voyeur, un humor negro siempre latente, y los sonidos muy marcados entre varios ratos de silencios, el cepillo de dientes eléctrico sonando en varias ocasiones, y la música de Vivaldi entrando de tanto en tanto de un modo inquietante.
No me convencieron los actores. Ninguno de los dos me logró transmitir lo que se supone que deberían haberme transmitido. Especialmente él, que tenía más fácil para lograr ponerme en su lugar que ella, obviamente. Creo que el personaje requería algo más de estilo, menos asepsia, aunque se trate de un personaje pusilánime y gris, como era el caso, debería haber logrado que empatizáramos más con él.
También creo que los diálogos podrían haber sido mejores. Están muy bien los planteamientos, las conversaciones que propone, pero los diálogos no terminan de ser demasiado brillantes. Considero que se le podría haber sacado mucho más jugo, que no se ha sido tan mordaz como se debería.
Por tanto, me parece una película irregular, con cosas muy buenas y otras flojas. El final tampoco me parece muy logrado, me da la impresión de que no sabían muy bien como acabarla. Pero por otra parte, creo que hay algunas escenas muy brillantes y la película es estimulante y gana con el recuerdo.
El director no demoniza a nadie, no establece buenos y malos. Pone unos hechos, unas conversaciones, unos comportamientos encima de la mesa, y deja que el espectador decida. Todas las posturas pueden ser defendibles y entendibles. Es más un dilema moral que racional. Y supongo que más debatible en la cultura nórdica que en la latina, tan quijotescos y machotes como somos.
“Fuerza mayor” resulta muy interesante de ver, pero le falta más filo para llegar al espectador. Se disfruta, pero a mi juicio desde demasiada distancia, no termina de llegar adentro, pese a lo sugestivo del planteamiento, no llega a remover dentro del espectador, sus virtudes se quedan en la pantalla y no llegan a traspasarla.
En todo caso, es una película muy recomendable. Sales del cine sin estar seguro de si has visto una comedia o un drama, pero convencido de que te lo has pasado bien y con unas irrefrenables ganas de hablar de lo que tu hubieras hecho de haber estado en el caso de los protagonistas.
https://keizzine.wordpress.com/
El director sueco Ruben Östlund plantea un debate en el que todos los personajes de la película opinan a su manera. El marido intenta primero negar lo ocurrido, luego esconderlo o dejarlo pasar, y por último justificarse. La mujer lucha entre el reproche a lo que hizo el marido y la necesidad de mantener la unión familiar. Los amigos que primero no quieren mojarse para evitar malos rollos y terminan trasladando el debate a su propio caso. Y los niños, que dan la sensación de ser los más sensatos de todos, que silenciosamente reprueban el comportamiento de sus padres.
Östlund, con un estilo narrativo que recuerda irremediablemente a Haneke (especialmente en esos súbitos cambios de secuencia, en el gusto por la cámara fija y en la utilización de la música), va mostrando las escenas de un modo lento pero seguro, y va creando en el espectador una sensación creciente de que se avecina una tragedia.
Por otra parte, el suceso de la avalancha parece ser un acontecimiento que va más allá de la reacción del marido. Es un hecho que permite remover los cimientos de una relación presuntamente idílica de esa acomodada familia sueca. Un matrimonio que parece perfecto pero que se encuentra en esa fase de las parejas que ya no tienen casi nada de que hablar que no sean los hijos o el trabajo. Lo de la avalancha les permite mirar cara a cara a la relación y replantearse las cosas.
La historia está narrada con un estilo muy peculiar, salpicando continuamente la trama con imágenes preciosas de las montañas nevadas, con planos cerrados rodados con cámara fija en la que el espectador parece un voyeur, un humor negro siempre latente, y los sonidos muy marcados entre varios ratos de silencios, el cepillo de dientes eléctrico sonando en varias ocasiones, y la música de Vivaldi entrando de tanto en tanto de un modo inquietante.
No me convencieron los actores. Ninguno de los dos me logró transmitir lo que se supone que deberían haberme transmitido. Especialmente él, que tenía más fácil para lograr ponerme en su lugar que ella, obviamente. Creo que el personaje requería algo más de estilo, menos asepsia, aunque se trate de un personaje pusilánime y gris, como era el caso, debería haber logrado que empatizáramos más con él.
También creo que los diálogos podrían haber sido mejores. Están muy bien los planteamientos, las conversaciones que propone, pero los diálogos no terminan de ser demasiado brillantes. Considero que se le podría haber sacado mucho más jugo, que no se ha sido tan mordaz como se debería.
Por tanto, me parece una película irregular, con cosas muy buenas y otras flojas. El final tampoco me parece muy logrado, me da la impresión de que no sabían muy bien como acabarla. Pero por otra parte, creo que hay algunas escenas muy brillantes y la película es estimulante y gana con el recuerdo.
El director no demoniza a nadie, no establece buenos y malos. Pone unos hechos, unas conversaciones, unos comportamientos encima de la mesa, y deja que el espectador decida. Todas las posturas pueden ser defendibles y entendibles. Es más un dilema moral que racional. Y supongo que más debatible en la cultura nórdica que en la latina, tan quijotescos y machotes como somos.
“Fuerza mayor” resulta muy interesante de ver, pero le falta más filo para llegar al espectador. Se disfruta, pero a mi juicio desde demasiada distancia, no termina de llegar adentro, pese a lo sugestivo del planteamiento, no llega a remover dentro del espectador, sus virtudes se quedan en la pantalla y no llegan a traspasarla.
En todo caso, es una película muy recomendable. Sales del cine sin estar seguro de si has visto una comedia o un drama, pero convencido de que te lo has pasado bien y con unas irrefrenables ganas de hablar de lo que tu hubieras hecho de haber estado en el caso de los protagonistas.
https://keizzine.wordpress.com/
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here