Tenía muchas ganas de ver esta película ya que el actor Omar Sy es un actor que me gusta mucho. Es cierto que es el actor francés de moda; y uno de los que más proyección internacional está teniendo. Y es que su papel en la excepcional "Intocable" le ha dado una fama mundial.
Como decía tenía unas ganas enormes de ver esta película ya que me llamaba la atención mucho esta historia basada en hechos reales. Una historia de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, donde un joven cubano llega a Francia, y empieza a trabajar en el circo. Un circo donde encuentra su lugar como payaso, y se hace increíblemente famoso debido al color de su piel. Y es que en esa época ver una persona negra era algo que llamaba la atención, y todo el mundo tenía el concepto de que era una persona salvaje.
La historia es llamativa y atrae mucho la atención, pero para nada está bien expuesta y desarrollada. El motivo es que todo resulta demasiado lineal y hay pocas cosas que sorprenden.
La trama no engancha debido a que el planteamiento se desdibuja constantemente. Uno espera que todo ese mundo circense sea realmente hipnótico. Que uno se divierta con esos números cómicos de estos dos payasos que revolucionaron a una sociedad. Pero no es así.
Hay un momento a mitad del film que la trama toma una dirección distinta enfocándola hacia un aspecto sobre el racismo de la sociedad; y los problemas legales. Este giro llama la atención y hace que uno recupere el interés en lo que está viendo. Pero dicha atención se desvanece rápidamente y todo vuelve a enfocarse en un aspecto poco llamativo y muy lineal.
Estéticamente la película es buena. Todo el diseño artístico, el vestuario y la fotografía está cuidado al detalle. Todo llama la atención; y estos aspectos son los más sobresalientes del film.
En fin, "Monsieur Chocolat" es una película que tira de la estrella Omar Sy para atraer al público; pero esta baza no es suficiente para mantener firme al film. Para ello es necesario una historia más sólida y llamativa que vaya evolucionando de tal forma que haga que el espectador se pegue a la pantalla. Pero este no es el caso.