He de decir que el film me ha gustado, me entretenía bastante. No era muy rápido, pero si contundente, los personajes bien definidos, el sheriff no sabía si era bueno o malo, el malo no sabía como catalogarle... Lo malo es que sobraba en exceso la participación de Renée. Toda su actuación es pésima, se pasa toda la santa película sonriendo sin poner ninguna otra cara. Eso no es una interopretación, señorita, se llama "caradebotox". Parece mentira que una chica que puso unas caras tan increíbles en Chicago, pase una película con la misma cara de topo. Luego, un gran acierto han sido los tiroteos, nada como los antiguos, donde se pegaban en la cantina y uno salía por la ventana o tiroteos de media hora, no señor, han sido cortos, como eran.

Señores, Pocas novedades he podido percibir en este trabajo, elaborado a base de una amalgama de recortes sustraídos de algunas de las cintas cinematográficas de más éxito. En esta fallida receta se combinan ingredientes propios de películas clásicas como Por un puñado de dólares o El hombre que mató a Liberty Valance (Con pueblo atormentado por villano incluido) y otros prestados de la “new age” de películas desmitificadoras de clásicos del western, tipo “Sin Perdón”.

Al mediocre Ed Harris le debió parecer que la salsa le salió desaborida, y decidió aderezarla con alguna que otra especia, añadiendo algunas dosis de comedia, amor, drama y algunos toques de surrealismo. El resultado es la pérdida de la esencia intrínseca del viejo oeste. Ni el correcto Viggo Mortensen logra salvar el plato del más absoluto fracaso.

Señores, mucho me recuerda este trabajo a un gracioso animalillo llamado “Ornitorrinco”, que como todos ustedes bien saben, posee pico de pato, cola de castor, patas de rana y otras características propias de los animales más dispares.

No pidan esta receta señores, pues la indigestión les puede durar durante días. Se lo dice un amante de la buena mesa.