El jardinero fiel
2005 

7.3
52,749
Thriller. Intriga. Drama
Justin Quayle (Fiennes) es un diplomático británico destinado en Kenya cuya mujer es asesinada junto a un hombre sospechoso de ser su amante, un activista defensor de los derechos humanos de la región. Quayle decide entonces investigar los asesinatos, y comienza a descubrir mucho más de lo que esperaba... (FILMAFFINITY)
31 de mayo de 2014
31 de mayo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ninguna duda, es una muy buena película, muy bien dirigida y muy bien narrada, una película muy compleja, pero todo funciona muy bien.
La direción es muy buena pues se centra en muchos aspectos, pero todos ellos acaban funcionando de una manera increíblemente bien, y no es nada fácil.
Una historia de amor, de celos o de infidelidad, la pobreza en el continente africano, la realidad de las empresas farmaceúticas, la miseria del hombre y de la falta de moral de estas personas aunque para ello se mate a miles de personas.
La película es muy buena y muy compleja ya que trata varios géneros y todos ellos están muy bien entrelazados aunque no es una película fácil de seguir, hay que estar muy concentrados para poder seguir la película y no perderse nada de lo que en esta historia se cuece.
Entre el thriller y el documental, el director de “Ciudad de Dios” vuelve a hacer lo mismo, una obra genial que retratará aquello que mejor conoce, la pobreza, el tercer mundo.
Hay dos cosas principales en la película, la pobreza y las empresas farmaceúticas, entre medio hay una historia de amor que te despista en muchos momentos pero que se acaba resolviendo todo muy bien.
La película te atrapa desde casi el comienzo pues tienes la curiosidad de lo que está pasando y lo que se cuece en esta historia que va tomando forma a medida que avanza la historia y para ello se necesita una gran dirección y Fernando Meirelles no ha fallado, ha demostrado que es un gran director.
La direción es muy buena pues se centra en muchos aspectos, pero todos ellos acaban funcionando de una manera increíblemente bien, y no es nada fácil.
Una historia de amor, de celos o de infidelidad, la pobreza en el continente africano, la realidad de las empresas farmaceúticas, la miseria del hombre y de la falta de moral de estas personas aunque para ello se mate a miles de personas.
La película es muy buena y muy compleja ya que trata varios géneros y todos ellos están muy bien entrelazados aunque no es una película fácil de seguir, hay que estar muy concentrados para poder seguir la película y no perderse nada de lo que en esta historia se cuece.
Entre el thriller y el documental, el director de “Ciudad de Dios” vuelve a hacer lo mismo, una obra genial que retratará aquello que mejor conoce, la pobreza, el tercer mundo.
Hay dos cosas principales en la película, la pobreza y las empresas farmaceúticas, entre medio hay una historia de amor que te despista en muchos momentos pero que se acaba resolviendo todo muy bien.
La película te atrapa desde casi el comienzo pues tienes la curiosidad de lo que está pasando y lo que se cuece en esta historia que va tomando forma a medida que avanza la historia y para ello se necesita una gran dirección y Fernando Meirelles no ha fallado, ha demostrado que es un gran director.
1 de octubre de 2014
1 de octubre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El género romántico está en auge últimamente y vemos cómo se enamoran policías, estudiantes, vaqueros, vampiros, vampiras con hombres lobo, terrestres con alienígenas, robots, enfermos polipatológicos, super héroes... todavía falta que se enamore un bocadillo de mortadela con una dentadura postiza.
Podríamos decir que El Jardinero Fiel ha sucumbido a la moda del cine romántico, pero sólo es una excusa. Meirelles [que ya nos disfrazó su historia romántica en Ciudad de Dios (el amor por la violencia, por las drogas, por la vida de uno mismo...)], vuelve a pintarnos un cuadro amoroso: el amor por los que menos tienen, el amor por la verdad, el amor por señalar a los que no aman y que mueven los hilos de las diferentes industrias (en este caso, farmacéuticas).
Si vas con una quinceañera al cine, dirá que es una película netamente romántica, pero conoczo el cine de Fernando M. y sé qué nos quiere contar.
Si aún no la has visto, no sé a qué esperas.
Podríamos decir que El Jardinero Fiel ha sucumbido a la moda del cine romántico, pero sólo es una excusa. Meirelles [que ya nos disfrazó su historia romántica en Ciudad de Dios (el amor por la violencia, por las drogas, por la vida de uno mismo...)], vuelve a pintarnos un cuadro amoroso: el amor por los que menos tienen, el amor por la verdad, el amor por señalar a los que no aman y que mueven los hilos de las diferentes industrias (en este caso, farmacéuticas).
Si vas con una quinceañera al cine, dirá que es una película netamente romántica, pero conoczo el cine de Fernando M. y sé qué nos quiere contar.
Si aún no la has visto, no sé a qué esperas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El tono un tanto bobalicón de Fiennes al principio, sobre todo en su relación con Weisz llega a desconcertar un poco. Parece la típica tocapelotas progre que quiere sacar petróleo de donde no lo hay. Realmente, la conspiración farmacéutica que destapa Tessa Quayle y que la lleva a la muerte, produce en Justin Quayle una catarsis bien argumentada, bien dirigida y bien actuada. La labor detectivesca (lo del sobrino pitagorín de los ordenadores es lo único que me ha chirriado un poco), es lo que nos da el tono de thriller. La venganza servida en plato frío (¿qué hay más frío que un funeral?) y la muerte de Justin que no vemos, pero que nos imaginamos perfectamente (apuntando con la pistola descargada a sus asesinos), hace que la película te deje un tono amargote, pero con la satisfacción de haber visto un buen film.
8 de diciembre de 2014
8 de diciembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El jardinero fiel de Fernando Meirelles es un thriller de intriga y drama sobre un diplomático británico a cuya mujer asesinan en Kenia junto a su supuesto amante, comenzando entonces una investigación por parte de su marido que saca a la luz asuntos bastante delicados. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo técnico propio y personal en la trama, es una obra incitadora que pone en evidencia a la industria farmacéutica y a las altas esferas sociales que ocultan sus engaños para llenarse los bolsillos, logrando realizar un gran film que está muy bien completado aunque sea de difícil seguimiento, cautivando con ello a todos los amantes del género. Realizada de forma admirable y algo embrollada tiene un resultado provocador que merece la pena descubrir.
La fotografía es lumínica y evocadora de África, mostrando algunas imágenes desconcertantes pero siendo en general bastante vistosa en un bello trabajo repleto de matices que tiene un resultado sensacional. La música de Alberto Iglesias es melódica e intrigante según el momento de la acción, con algunos sonidos rítmicos y autóctonos y otros sentimentales y nostálgicos que acompañan el film de modo inspirador. Los planos y movimientos de cámara completan una informal tarea mediante el uso de los subjetivos, panorámicos, detalles, grúas, seguimiento, steadycam, generales, reconocimiento, travellings y cámara en mano continua que da el toque personal que el director quiere trasmitir.
Las actuaciones son íntegras e impecables. Como protagonistas Ralph Fiennes trabaja en un remarcable papel lleno de ingenuidad y constancia y Rachel Weisz hila una interpretación con carácter y profundidad, siendo contundentes las interpretaciones de Danny Huston, Hubert Koundé, Sidede Onyulo, Bill Night y Pete Postlethwaite entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios elegantes y alusivos a las altas esferas por un lado y humildes y característicos de africanos por otro en una buena labor que, junto con los humildes decorados, te transportan in situ.
El guion, escrito por Jeffrey Caine y basado en la novela de John Le Carré, es interesante pero algo intrincado y de difícil seguimiento, ya que saca a relucir una historia que pone en jaque a la industria farmacéutica y a las altas esferas del gobierno de ciertos países, sacando a la luz un secreto a voces que concluye un film que tiene todos los componentes necesarios para cautivar a todos los cinéfilos ávidos de este buen cine que abre los ojos a temas que no todo el mundo conoce o quiere conocer. Esto se lleva a cabo con una narrativa insinuante y amable por un lado e indagatoria y equilibrada por otro, cumpliendo con una buena labor variada según el personaje. Cabe destacar también, el montaje creativo y original que usa el flash-back para situar al espectador en la trama.
Para finalizar, la considero una obra imprescindible en el género y en la filmografía del director, por su historia penetrante que machaca al público al descubrir los pocos escrúpulos que tienen las grandes industrias, en este caso la farmacéutica, para ganar millones a costa de la vida o la salud de los inocentes. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de El jardinero fiel, un film provocador en su mensaje y espléndido en definición que gustará a toda clase de públicos.
La fotografía es lumínica y evocadora de África, mostrando algunas imágenes desconcertantes pero siendo en general bastante vistosa en un bello trabajo repleto de matices que tiene un resultado sensacional. La música de Alberto Iglesias es melódica e intrigante según el momento de la acción, con algunos sonidos rítmicos y autóctonos y otros sentimentales y nostálgicos que acompañan el film de modo inspirador. Los planos y movimientos de cámara completan una informal tarea mediante el uso de los subjetivos, panorámicos, detalles, grúas, seguimiento, steadycam, generales, reconocimiento, travellings y cámara en mano continua que da el toque personal que el director quiere trasmitir.
Las actuaciones son íntegras e impecables. Como protagonistas Ralph Fiennes trabaja en un remarcable papel lleno de ingenuidad y constancia y Rachel Weisz hila una interpretación con carácter y profundidad, siendo contundentes las interpretaciones de Danny Huston, Hubert Koundé, Sidede Onyulo, Bill Night y Pete Postlethwaite entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios elegantes y alusivos a las altas esferas por un lado y humildes y característicos de africanos por otro en una buena labor que, junto con los humildes decorados, te transportan in situ.
El guion, escrito por Jeffrey Caine y basado en la novela de John Le Carré, es interesante pero algo intrincado y de difícil seguimiento, ya que saca a relucir una historia que pone en jaque a la industria farmacéutica y a las altas esferas del gobierno de ciertos países, sacando a la luz un secreto a voces que concluye un film que tiene todos los componentes necesarios para cautivar a todos los cinéfilos ávidos de este buen cine que abre los ojos a temas que no todo el mundo conoce o quiere conocer. Esto se lleva a cabo con una narrativa insinuante y amable por un lado e indagatoria y equilibrada por otro, cumpliendo con una buena labor variada según el personaje. Cabe destacar también, el montaje creativo y original que usa el flash-back para situar al espectador en la trama.
Para finalizar, la considero una obra imprescindible en el género y en la filmografía del director, por su historia penetrante que machaca al público al descubrir los pocos escrúpulos que tienen las grandes industrias, en este caso la farmacéutica, para ganar millones a costa de la vida o la salud de los inocentes. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de El jardinero fiel, un film provocador en su mensaje y espléndido en definición que gustará a toda clase de públicos.
20 de noviembre de 2015
20 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El brasileño Fernando Meirelles se puso al mando para llevar a cabo la adaptación de una novela de John Le Carré en que narra las pesquisas de un diplomático que tras la muerte de su esposa investiga por su cuenta lo que podría ser un entramado de intereses de las todopoderosas empresa farmacéuticas para hacerse con el control de la distribución, dudosa y no siempre al alcance de los que realmente lo necesitan, de los medicamentos en la mayoría de zonas más devastadas en ese caso por el SIDA o la tuberculosis de un país como Kenya.
Ralph Fiennes se pone en la piel del buen hombre destinado como funcionario a la Embajada Británica de dicho estado africano cuya mujer activista (interpretada por Rachel Weisz) es dada por muerta al poco tiempo de denunciar la irregular situación que se da en algunos por la mala distribución de medicamentos y hasta qué punto los tentáculos del Poder pueden llegar a ser capaces para que nadie pueda desvelar una verdad comprometedora que puede salpicar incluso al colonial gobierno de Su Majestad. El director de “Ciudad de Dios” (Cidade de Deus, 2002) cumple con el objetivo de darle a la película una realidad inquietante.
Ralph Fiennes se pone en la piel del buen hombre destinado como funcionario a la Embajada Británica de dicho estado africano cuya mujer activista (interpretada por Rachel Weisz) es dada por muerta al poco tiempo de denunciar la irregular situación que se da en algunos por la mala distribución de medicamentos y hasta qué punto los tentáculos del Poder pueden llegar a ser capaces para que nadie pueda desvelar una verdad comprometedora que puede salpicar incluso al colonial gobierno de Su Majestad. El director de “Ciudad de Dios” (Cidade de Deus, 2002) cumple con el objetivo de darle a la película una realidad inquietante.
7 de mayo de 2019
7 de mayo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
The constant gardener, o El jardinero fiel, como fue traducida al español, fue una de las películas más populares y sin duda una de las más importantes del año 2005. Dentro de la corta filmografía de su director (al menos en cuanto a largometrajes), su éxito entre tanto el público como la crítica es solo comparable a la de la también aclamada Ciudad de Dios. Ambas cintas recibieron varias nominaciones en los Premios Oscar de sus respectivos años, de los cuales solo ganó el de Mejor Actriz Rachel Weisz por El jardinero fiel. Indiscutiblemente, su interpretación es lo suficientemente poderosa como para captar la atención de los espectadores, pero la que no fue tan premiada, pero a su vez merece especial consideración es la sutil y diestra actuación de Ralph Fiennes, como el personaje titular de la película.
La química que desprenden los dos actores principales no pasa inadvertida en una primera parte en la que les conocemos paulatinamente, a la vez que lo hacen entre ellos, a partir de un primer y agitado encuentro en el que se nos muestra cual es la personalidad de cada uno. Ella es una activista de grandes convicciones morales, sin miedo a alzar la voz en el nombre de sus creencias; él un pasivo pero bienintencionado diplomático que pronto se enamora de ella, dedicando desde ese momento toda su devoción y cariño de la única manera que le permite su gentil naturaleza. El reparto principal lo completan otros actores como Danny Huston, Hubert Koundé y Bill Nighy. Todos ellos aportan calidad a la película, pero Huston en particular sobresale, principalmente por su interesante papel como un amigo de la pareja, que poco a poco va mostrando su dudosa moralidad, y finalmente resultando un personaje patético. Pete Postlethwaite aparece en un pequeño pero significativo papel.
Crítica de Jack Rabbit Slim: https://jackrabbitslim-cine.blogspot.com/2019/04/el-jardinero-fiel-2005-de-fernando.html
La química que desprenden los dos actores principales no pasa inadvertida en una primera parte en la que les conocemos paulatinamente, a la vez que lo hacen entre ellos, a partir de un primer y agitado encuentro en el que se nos muestra cual es la personalidad de cada uno. Ella es una activista de grandes convicciones morales, sin miedo a alzar la voz en el nombre de sus creencias; él un pasivo pero bienintencionado diplomático que pronto se enamora de ella, dedicando desde ese momento toda su devoción y cariño de la única manera que le permite su gentil naturaleza. El reparto principal lo completan otros actores como Danny Huston, Hubert Koundé y Bill Nighy. Todos ellos aportan calidad a la película, pero Huston en particular sobresale, principalmente por su interesante papel como un amigo de la pareja, que poco a poco va mostrando su dudosa moralidad, y finalmente resultando un personaje patético. Pete Postlethwaite aparece en un pequeño pero significativo papel.
Crítica de Jack Rabbit Slim: https://jackrabbitslim-cine.blogspot.com/2019/04/el-jardinero-fiel-2005-de-fernando.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La obra es además de un romance bien construido, una crítica al mundo de las grandes empresas, en este caso las farmacéuticas, y su mentalidad imperialista que acaba usando a las personas y los países más desfavorecidos como sustento económico a través de prácticas cuestionables, y en ocasiones denunciables. Lo que se nos muestra, una vez que se retira el gran telón, es que la empresa que se investigaba está realizando unas fraudulentas pruebas médicas en la población keniata, con el objetivo de desarrollar una droga, cura para la tuberculosis. Realmente, la trama es bastante simple, pero debido a la manera en la que se dispone la historia, se consigue mantener la atención y el interés del espectador en todo momento. Sin embargo, lo verdaderamente importante de la obra es la denuncia que supone, que quizás en el momento de su estreno resultaría más impactante, ya que con el tiempo se han ido realizando películas parecidas, pero que igualmente mantiene fuerza en la actualidad como declaración sobre la en ocasiones brutal política que siguen las corporaciones multinacionales con tal de conseguir los beneficios deseados. La grabación de estilo más cercano al documental, con la cámara en mano y los movimientos más rápidos de lo habitual, ayuda a reforzar la sensación de estar viendo algo verídico en su totalidad, lo que hace que la historia funcione bien como representación de varios casos. Cabe destacar que pese a este estilo visual más naturalista, la cinta no se aleja de imágenes puramente bellas, las cuales abundan.
A mi parecer lo único que impide que esta se convierta en una cinta completamente redonda es que la historia no se distancia lo suficiente de otras cintas parecidas. Por ello hay momentos en los que da la impresión de haber visto escenas demasiado similares anteriormente. Aún así, en su conjunto El jardinero fiel es un thriller efectivo e impactante.
Justin (Fiennes) acaba descubriendo que su mujer Tessa fue brutalmente asesinada (algo que descubrimos al principio de la película), por intentar destapar la trama criminal a la que incluso estaba vinculado el gobierno británico. Una vez asegurado su objetivo de descubrir la verdad y que la información llegue a buenas manos, Justin decide ir al lugar en el que ella fue asesinada y entregarse a una muerte segura por parte de otros mercenarios de la compañía. No podría haber sido de otro modo. Como él mismo explica, su hogar era su mujer, y al ya no estar ella no tiene a donde ir ni razón por la que vivir. Siempre le fue fiel en vida; tras su muerte lo fue también a sus ideales y en un último momento a su memoria, por lo que escoge un destino cruel, en el que en cierto modo se reencontrará con ella. Es un acto final de amor y fidelidad absolutos que lo convierten en un auténtico héroe moral, un hombre constante.
A mi parecer lo único que impide que esta se convierta en una cinta completamente redonda es que la historia no se distancia lo suficiente de otras cintas parecidas. Por ello hay momentos en los que da la impresión de haber visto escenas demasiado similares anteriormente. Aún así, en su conjunto El jardinero fiel es un thriller efectivo e impactante.
Justin (Fiennes) acaba descubriendo que su mujer Tessa fue brutalmente asesinada (algo que descubrimos al principio de la película), por intentar destapar la trama criminal a la que incluso estaba vinculado el gobierno británico. Una vez asegurado su objetivo de descubrir la verdad y que la información llegue a buenas manos, Justin decide ir al lugar en el que ella fue asesinada y entregarse a una muerte segura por parte de otros mercenarios de la compañía. No podría haber sido de otro modo. Como él mismo explica, su hogar era su mujer, y al ya no estar ella no tiene a donde ir ni razón por la que vivir. Siempre le fue fiel en vida; tras su muerte lo fue también a sus ideales y en un último momento a su memoria, por lo que escoge un destino cruel, en el que en cierto modo se reencontrará con ella. Es un acto final de amor y fidelidad absolutos que lo convierten en un auténtico héroe moral, un hombre constante.
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