La gran apuesta
6.8
36,532
Drama. Comedia
Tres años antes de la crisis mundial del 2008 originada por las hipotecas subprime que hundió prácticamente el sistema financiero global, cuatro tipos fuera del sistema fueron los únicos que vislumbraron que todo el mercado hipotecario iba a quebrar. Decidieron entonces hacer algo insólito: apostar contra el mercado de la vivienda a la baja, en contra de cualquier criterio lógico en aquella época... Adaptación del libro “La gran ... [+]
9 de octubre de 2016
9 de octubre de 2016
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Surgida a rebufo de la enloquecida y —pese a todo, pese a muchos— divertidísima “The Wolf of Wall Street” (El lobo de Wall Street, 2013), “The Big Short” es una cinta francamente interesante, a caballo entre la desoladora realidad sacada a la luz por “Inside Job” (ídem, 2010) —óscar al mejor documental— y la corrosiva denuncia que de las corruptelas inmobiliarias hacía “American Hustle” (La gran estafa americana, 2013).
Farragosa —imposible no serlo, siquiera parecerlo— en la recreación de los abracadabrantes tejemanejes especulativos consentidos a raíz de la desregulación financiera, “The Big Short” trata de contrapesar la —insisto que ineludible— espesura expositiva con un ritmo alto y, lo que es más complicado, constante. A la pericia narrativa de su director y guionista Adam McKay, “The Big Short” suma salpicaduras de un humor más y más negro, un reparto rebosante de carisma —juntar en una misma película a Christian Bale, Ryan Gosling y Brad Pitt es apostar sobre seguro—, y sorprendentes apariciones estelares —Margot Robbie (vista, precisamente, en “The Wolf of Wall Street”), o el prestigioso economista Richard Thaler acompañado de ¡Selena Gómez!— con la misión, única e impagable, de clarificar aquellos conceptos —CDOs, hipotecas “subprime”— que pudieran hacérsele más opacos tanto al lego como al que no lo sea ya tanto.
El resultado es una lección muy didáctica, en absoluto amena, y más que de economía, de las aberraciones en que es capaz de incurrir el ser humano con tal de lograr el beneficio propio. “The Big Short” es el relato de cómo la voracidad de un puñado de indeseables supuso la ruina de millones de personas en todo el mundo. Es también la confirmación de una sospecha: la Gran Recesión en que vivimos instalados desde 2008 no fue ningún accidente. Se sabía que ocurriría y más o menos cuándo. Lo que resulta especialmente flagrante es que quienes la vieron venir no hicieron nada por evitarla; al contrario, se enriquecieron a su costa. Sólo el talento de actores como los arriba citados permite empatizar con cáfila semejante de malhechores, hasta el punto de, por momentos, desear que les salga bien tamaña jugada contra la economía mundial. La reflexión final de ese maravilloso Mark Baum —nombre ficticio bajo el que ocultar el del bróker Steven Eisman— que compone Steve Carell —“se acabará culpando de todo a los pobres y a los inmigrantes”, cito de memoria— constituye el último clavo en el ataúd de la conciencia occidental. Donald Trump, el UKIP, el Frente Nacional y un largo etcétera de tarados hacen cola para remacharlo.
Farragosa —imposible no serlo, siquiera parecerlo— en la recreación de los abracadabrantes tejemanejes especulativos consentidos a raíz de la desregulación financiera, “The Big Short” trata de contrapesar la —insisto que ineludible— espesura expositiva con un ritmo alto y, lo que es más complicado, constante. A la pericia narrativa de su director y guionista Adam McKay, “The Big Short” suma salpicaduras de un humor más y más negro, un reparto rebosante de carisma —juntar en una misma película a Christian Bale, Ryan Gosling y Brad Pitt es apostar sobre seguro—, y sorprendentes apariciones estelares —Margot Robbie (vista, precisamente, en “The Wolf of Wall Street”), o el prestigioso economista Richard Thaler acompañado de ¡Selena Gómez!— con la misión, única e impagable, de clarificar aquellos conceptos —CDOs, hipotecas “subprime”— que pudieran hacérsele más opacos tanto al lego como al que no lo sea ya tanto.
El resultado es una lección muy didáctica, en absoluto amena, y más que de economía, de las aberraciones en que es capaz de incurrir el ser humano con tal de lograr el beneficio propio. “The Big Short” es el relato de cómo la voracidad de un puñado de indeseables supuso la ruina de millones de personas en todo el mundo. Es también la confirmación de una sospecha: la Gran Recesión en que vivimos instalados desde 2008 no fue ningún accidente. Se sabía que ocurriría y más o menos cuándo. Lo que resulta especialmente flagrante es que quienes la vieron venir no hicieron nada por evitarla; al contrario, se enriquecieron a su costa. Sólo el talento de actores como los arriba citados permite empatizar con cáfila semejante de malhechores, hasta el punto de, por momentos, desear que les salga bien tamaña jugada contra la economía mundial. La reflexión final de ese maravilloso Mark Baum —nombre ficticio bajo el que ocultar el del bróker Steven Eisman— que compone Steve Carell —“se acabará culpando de todo a los pobres y a los inmigrantes”, cito de memoria— constituye el último clavo en el ataúd de la conciencia occidental. Donald Trump, el UKIP, el Frente Nacional y un largo etcétera de tarados hacen cola para remacharlo.
12 de octubre de 2016
12 de octubre de 2016
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Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta este tipo de filmes es que el público no entienda su lenguaje financiero. The Big Short intenta solucionar esto introduciendo curiosas clases de economía, dadas por diferentes personalidades para explicar a los espectadores a ver de que leches hablan en Wall Street.
Aunque es una forma curiosa de explicarlo, siguen quedando un montón de vocablos de los cuales se desconoce su significado y hace que no te enteres de que está pasando en muchas ocasiones; este hecho hará que los espectadores que buscan en el cine un mero entretenimiento encuentren esta producción aburrida.
En cuanto al desarrollo del filme, creo que la película llega hacerse larga en ocasiones (debido en parte al no saber de que están hablando) pero no llega a ser aburrida gracias a las situaciones de comedia y un gran Steve Carell que, junto a Brad Pitt, creo que son los mejores.
Esto no quiere decir que el resto sean malos, ojo, el gran fuerte de esta película es su reparto, y todos están a un gran nivel.
En resumen: Película no apta para todos los públicos debido a su gran cantidad de diálogos financieros que puede hacer que muchos espectadores se acaben aburriendo. Pero si te gusta le economía, o quieres ver una explicación de la crisis mundial que comenzó en 2008, este filme puede resultar una gran idea.
Además, cabe apuntar que esta es una película mucho más densa y técnica que "The Wolf of Wall Street", dado que en muchos lugares las están comparando.
Aunque es una forma curiosa de explicarlo, siguen quedando un montón de vocablos de los cuales se desconoce su significado y hace que no te enteres de que está pasando en muchas ocasiones; este hecho hará que los espectadores que buscan en el cine un mero entretenimiento encuentren esta producción aburrida.
En cuanto al desarrollo del filme, creo que la película llega hacerse larga en ocasiones (debido en parte al no saber de que están hablando) pero no llega a ser aburrida gracias a las situaciones de comedia y un gran Steve Carell que, junto a Brad Pitt, creo que son los mejores.
Esto no quiere decir que el resto sean malos, ojo, el gran fuerte de esta película es su reparto, y todos están a un gran nivel.
En resumen: Película no apta para todos los públicos debido a su gran cantidad de diálogos financieros que puede hacer que muchos espectadores se acaben aburriendo. Pero si te gusta le economía, o quieres ver una explicación de la crisis mundial que comenzó en 2008, este filme puede resultar una gran idea.
Además, cabe apuntar que esta es una película mucho más densa y técnica que "The Wolf of Wall Street", dado que en muchos lugares las están comparando.
22 de diciembre de 2016
22 de diciembre de 2016
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Esta película es como aquel profesora o profesora guay que conseguía que te gustara la asignatura más soporífera. La temática es el crack financiero del 2008 y se centra en cuatro grupos de personas que observaron la futura debacle y decidieron invertir dinero en consecuencia.
El film tiene un objetivo didáctico y explica con analogías varias y simples los distintos conceptos financieros que surgen en el film. Además, su gran logro es que realmente consigue hacerlo divertido.
El gran éxito del film es saber cuáles pueden ser sus puntos débiles (ser inentendible y pesada), y desde el principio luchan contra ello con explicaciones didácticas, una dirección muy dinámica y un inteligente sentido del humor. Eso sí, en una pequeña parte del film baja el ritmo pero es la excepción que confirma la regla.
Gosling y Bale están soberbios, y sus personajes están bien definidos y clara su motivación. En general todos los personajes son coherentes y bien llevados a cabo, puede que el que menos sea el de Steve Carell. Además este actor nunca me ha llenado del todo.
Por último, consigue realizar una crítica bastante objetiva, no plantea soluciones sino que muestra un hecho bastante silenciado y realmente interesante.
En resumen, es una película con una historia interesante, bien contada, con buenos personajes, de temática contemporánea y visión crítica. Y todo esto mientras habla sobre conceptos como derivados, CDO o SWAP. Para mi es incluso mejor película que El Lobo de Wall Street.
El film tiene un objetivo didáctico y explica con analogías varias y simples los distintos conceptos financieros que surgen en el film. Además, su gran logro es que realmente consigue hacerlo divertido.
El gran éxito del film es saber cuáles pueden ser sus puntos débiles (ser inentendible y pesada), y desde el principio luchan contra ello con explicaciones didácticas, una dirección muy dinámica y un inteligente sentido del humor. Eso sí, en una pequeña parte del film baja el ritmo pero es la excepción que confirma la regla.
Gosling y Bale están soberbios, y sus personajes están bien definidos y clara su motivación. En general todos los personajes son coherentes y bien llevados a cabo, puede que el que menos sea el de Steve Carell. Además este actor nunca me ha llenado del todo.
Por último, consigue realizar una crítica bastante objetiva, no plantea soluciones sino que muestra un hecho bastante silenciado y realmente interesante.
En resumen, es una película con una historia interesante, bien contada, con buenos personajes, de temática contemporánea y visión crítica. Y todo esto mientras habla sobre conceptos como derivados, CDO o SWAP. Para mi es incluso mejor película que El Lobo de Wall Street.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me encantaron los diferentes cameos que surgen en la película XD
¿Por qué se dio cuenta Bale de la burbuja? En parte por su déficit de habilidades sociales, ahí muestra la importancia de las emociones en los mercados bursátiles. Un personaje muy interesante.
¿Por qué se dio cuenta Bale de la burbuja? En parte por su déficit de habilidades sociales, ahí muestra la importancia de las emociones en los mercados bursátiles. Un personaje muy interesante.
30 de diciembre de 2016
30 de diciembre de 2016
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Hay directores que empiezan con mal pie pero que, de repente, consiguen meterse a los espectadores y a la crítica en el bolsillo con una sola película, olvidando lo anteriormente dirigido. Ese es Adam McKay, director de las cuestionables “Hermanos Por Pelotas” o “Los Otros Dos”, que con “La Gran Apuesta” ha hecho un borrón y cuenta nueva.
“La Gran Apuesta” es una de las mayores sorpresas de la temporada. La cinta en cuestión narra, a modo casi documental, la crisis financiera a partir del año 2007 desde el punto de vista de cuatro personajes cuyas vidas se centran en la inversión en bolsa. Muchos diréis que puede parecer un aburrimiento pero, sorprendentemente, no lo es. ¿Por qué? Porque está narrada para “dummies”, siendo el mayor acierto del metraje. Además, con el fin de atraer a todo tipo de espectadores al cine, la cinta está protagonizada por Christian Bale, Steve Carrell y Ryan Gosling. Y sí, sé que Brad Pitt también aparece en el póster de la película, pero considerarlo un personaje protagonista o incluso importante en el desarrollo de la película me parece una ofensa.
La última obra de McKay narra, de manera bastante sarcástica, la explosión de la burbuja inmobiliaria, con todos los tecnicismo que esta conlleva. ¿Qué hacen para que no te pierdas entre tanto término específico? Parar la película y explicarte en pocos segundos qué significa cada vocablo, a qué se debe y qué conlleva, tirando de inesperados cameos y ejemplificando de la manera más cotidiana posible. Todo esto es llevado a cabo de una manera quizás excesivamente documental, aunque sin llegar a ser perteneciente del género, permitiendo aprovechar al máximo multitud de elementos propios de un largometraje. Además, para poder conocer mejor cómo funciona todo el tema de la burbuja inmobiliaria, se narra la historia desde cuatro puntos de vista diferentes, viendo cuales son las estrategias de cada uno de ellos, sus consecuencias o cómo afecta a cada una de las empresas para las cuales trabajan. Además, con el fin de que el espectador consiga adentrarse de lleno, tenemos diversos personajes secundarios relacionados con los protagonistas, desconocedores de lo que está pasando y de lo que podría llegar a pasar si la burbuja estalla. Todo un acierto.
Otro de los grandes aciertos es su edición. Sobresaturación de imágenes desde Ali G hasta Obama con el fin de ubicar en el tiempo al espectador. Imágenes que se consumen en menos de un segundo y que sirven de transición entre diferentes escenas que dan saltos en el tiempo. Un acierto mostrarlo de ese modo ya que, en películas como “Boyhood”, que transcurre en 12 años, podrían ser consideradas metidas con calzador (la hermana del protagonista viendo el videoclip de “Telephone” en el coche). Además, el personaje encarnado por Ryan Gosling sirve de narrador para la cinta, hablando y coqueteando con la cámara cual capítulo de Modern Family.
Su guión es acertado, aunque no perfecto. Si bien me parece correcta la idea de parar la película con la aparición de tecnicismo o acciones que no sabemos lo que conllevan, por muy pocos segundos que tarden en explicar su significado, se acaba rompiendo el clima de la película. Eso sí, es preferible romper el clima a perder el hilo de la película.
La interpretaciones, tal y como nos tienen acostumbrados, son magníficas, destacando a Steve Carrell y a Christian Bale. Es increíble cómo este último es capaz de adentrarse en el personaje de manera tan sublime, dotándolo de una relevancia increíble a pesar ser tan solo de un personaje correctamente escrito. Steve Carrell está cada día más y más cerca de ser reconocido como uno de los mejores actores del momento. Si bien el año pasado calló bocas gracias a “Foxcatcher”, este año no se queda atrás, a pesar de haber sido ignorado pro los BAFTA y los Oscars. Habrá que seguirlo de cerca.
Alan McKay se dispone a convertirse en uno de los directores más cotizados por Hollywood y “La Gran Apuesta” supone el pasaporte perfecto para ello. Una película que encantará a los economistas y que despertará el interés en la bolsa en aquellos no tan cercanos al tema. Todo un acierto haberse quedado a tan solo un paso del documental.
Nota: 7,5 / 10
“La Gran Apuesta” es una de las mayores sorpresas de la temporada. La cinta en cuestión narra, a modo casi documental, la crisis financiera a partir del año 2007 desde el punto de vista de cuatro personajes cuyas vidas se centran en la inversión en bolsa. Muchos diréis que puede parecer un aburrimiento pero, sorprendentemente, no lo es. ¿Por qué? Porque está narrada para “dummies”, siendo el mayor acierto del metraje. Además, con el fin de atraer a todo tipo de espectadores al cine, la cinta está protagonizada por Christian Bale, Steve Carrell y Ryan Gosling. Y sí, sé que Brad Pitt también aparece en el póster de la película, pero considerarlo un personaje protagonista o incluso importante en el desarrollo de la película me parece una ofensa.
La última obra de McKay narra, de manera bastante sarcástica, la explosión de la burbuja inmobiliaria, con todos los tecnicismo que esta conlleva. ¿Qué hacen para que no te pierdas entre tanto término específico? Parar la película y explicarte en pocos segundos qué significa cada vocablo, a qué se debe y qué conlleva, tirando de inesperados cameos y ejemplificando de la manera más cotidiana posible. Todo esto es llevado a cabo de una manera quizás excesivamente documental, aunque sin llegar a ser perteneciente del género, permitiendo aprovechar al máximo multitud de elementos propios de un largometraje. Además, para poder conocer mejor cómo funciona todo el tema de la burbuja inmobiliaria, se narra la historia desde cuatro puntos de vista diferentes, viendo cuales son las estrategias de cada uno de ellos, sus consecuencias o cómo afecta a cada una de las empresas para las cuales trabajan. Además, con el fin de que el espectador consiga adentrarse de lleno, tenemos diversos personajes secundarios relacionados con los protagonistas, desconocedores de lo que está pasando y de lo que podría llegar a pasar si la burbuja estalla. Todo un acierto.
Otro de los grandes aciertos es su edición. Sobresaturación de imágenes desde Ali G hasta Obama con el fin de ubicar en el tiempo al espectador. Imágenes que se consumen en menos de un segundo y que sirven de transición entre diferentes escenas que dan saltos en el tiempo. Un acierto mostrarlo de ese modo ya que, en películas como “Boyhood”, que transcurre en 12 años, podrían ser consideradas metidas con calzador (la hermana del protagonista viendo el videoclip de “Telephone” en el coche). Además, el personaje encarnado por Ryan Gosling sirve de narrador para la cinta, hablando y coqueteando con la cámara cual capítulo de Modern Family.
Su guión es acertado, aunque no perfecto. Si bien me parece correcta la idea de parar la película con la aparición de tecnicismo o acciones que no sabemos lo que conllevan, por muy pocos segundos que tarden en explicar su significado, se acaba rompiendo el clima de la película. Eso sí, es preferible romper el clima a perder el hilo de la película.
La interpretaciones, tal y como nos tienen acostumbrados, son magníficas, destacando a Steve Carrell y a Christian Bale. Es increíble cómo este último es capaz de adentrarse en el personaje de manera tan sublime, dotándolo de una relevancia increíble a pesar ser tan solo de un personaje correctamente escrito. Steve Carrell está cada día más y más cerca de ser reconocido como uno de los mejores actores del momento. Si bien el año pasado calló bocas gracias a “Foxcatcher”, este año no se queda atrás, a pesar de haber sido ignorado pro los BAFTA y los Oscars. Habrá que seguirlo de cerca.
Alan McKay se dispone a convertirse en uno de los directores más cotizados por Hollywood y “La Gran Apuesta” supone el pasaporte perfecto para ello. Una película que encantará a los economistas y que despertará el interés en la bolsa en aquellos no tan cercanos al tema. Todo un acierto haberse quedado a tan solo un paso del documental.
Nota: 7,5 / 10
8 de enero de 2017
8 de enero de 2017
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Estamos sin duda ante uno de los grandes bluff de los últimos años. Una peli densa, intensa, compleja y caótica. Como he leido "pensada para engañarte y hacerte ir al cine para que unos tipos ten cuenten como le han engañado otros tipos".
Sin embargo a pesar de su caos y confusión, de su jerga casi incomprensible, de su pretenciosidad, me quedo con lo que me gusta y le doy un 7. Se trata de un film muy trabajado con buenas mezclas de imágenes de archivo, frases geniales y actores brillantes (mención especial a Steve Carell). Muchos conceptos financieros quedan aclarados (me encantan esos parones explicativos) y la historia de esos locos que supieron predecir que algo totalmente impensable, el crash financiero provocado por las hipotecas subprime y la ingeniería financiera, iba a suceder resulta bastante interesante.
Como siempre "quédate con lo bueno de las cosas.
Saludos @juanjesang
Sin embargo a pesar de su caos y confusión, de su jerga casi incomprensible, de su pretenciosidad, me quedo con lo que me gusta y le doy un 7. Se trata de un film muy trabajado con buenas mezclas de imágenes de archivo, frases geniales y actores brillantes (mención especial a Steve Carell). Muchos conceptos financieros quedan aclarados (me encantan esos parones explicativos) y la historia de esos locos que supieron predecir que algo totalmente impensable, el crash financiero provocado por las hipotecas subprime y la ingeniería financiera, iba a suceder resulta bastante interesante.
Como siempre "quédate con lo bueno de las cosas.
Saludos @juanjesang
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