Dogville
7.5
69,629
Drama. Thriller
Grace llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gángsters. Persuadidos por las palabras de Tom, que se ha erigido en portavoz de la comunidad, los vecinos se avienen a ocultarla. Grace, a cambio, trabaja para ellos. Sin embargo, cuando Dogville sea sometido a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo. ... [+]
6 de marzo de 2010
6 de marzo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera de la trilogía "USA: Land of opportunities" (irónico título) de Lars Von Trier... yo no sabía ni que existía dicha trilogía xD Contada en forma de fábula, la peli es bastante cruda, no tanto por escenas desagradables (que las hay... aunque no son gráficas, hay algunas que se las traen, como "1"-mirar zona spoiler), sino por el argumento en sí. Grace, una fugitiva, llega al pueblo de Dogville en la época de la Gran Depresión. Sus habitantes, sin mucho dinero, humildes y hospitalarios, acuerdan que la protegerán, aunque poco a poco empezarán a pedirle cosas a cambio... cosas que irán desde "¿me echas una mano con la tienda?" a "¿me dejas meterte la mano en la falda?".
Desde luego que cumple con esa visión cruda y pesimista de la naturaleza del ser humano, aunque la verdad es que uno prefiere pensar que no somos tan horribles :S Las interpretaciones están bastante bien, sobre todo la Kidman y el breve papel de James "Corleone" Caan. La estética es tremendamente original: no hay decorados construidos, los nombres de las calles, casas y hasta "el viejo banco para sentarse" están pintados en el suelo con tiza, y a destacar también la escena de la "manta en la camioneta" (el que la haya visto me entenderá). Pero hay varias cosas que no me han gustado. Las reacciones de los personajes a veces no hay por dónde cogerlas, como el estoicismo exagerado de Grace tras ser violada constantemente (con una concepción del ser humano como si de un Mesías se tratara), y su posterior (y radical) cambio de parecer en el final (repito, a no ser que Von Trier quiera representar a una especie de Dios, no se entiende que... lo cuento en la zona spoiler mejor)
El original decorado por un lado me gusta, pero por otro, no entiendo qué significado tiene, e impide que te metas de lleno en la historia. Pero, sin duda, lo que más estropea, en mi opinión, la peli, es ese mareante montaje... hay escenas que podrían ser muy buenas si no tuviesen esos cambios de tiempo y de perspectiva constantes.
De todos modos, ya digo que es altamente recomendable.
Desde luego que cumple con esa visión cruda y pesimista de la naturaleza del ser humano, aunque la verdad es que uno prefiere pensar que no somos tan horribles :S Las interpretaciones están bastante bien, sobre todo la Kidman y el breve papel de James "Corleone" Caan. La estética es tremendamente original: no hay decorados construidos, los nombres de las calles, casas y hasta "el viejo banco para sentarse" están pintados en el suelo con tiza, y a destacar también la escena de la "manta en la camioneta" (el que la haya visto me entenderá). Pero hay varias cosas que no me han gustado. Las reacciones de los personajes a veces no hay por dónde cogerlas, como el estoicismo exagerado de Grace tras ser violada constantemente (con una concepción del ser humano como si de un Mesías se tratara), y su posterior (y radical) cambio de parecer en el final (repito, a no ser que Von Trier quiera representar a una especie de Dios, no se entiende que... lo cuento en la zona spoiler mejor)
El original decorado por un lado me gusta, pero por otro, no entiendo qué significado tiene, e impide que te metas de lleno en la historia. Pero, sin duda, lo que más estropea, en mi opinión, la peli, es ese mareante montaje... hay escenas que podrían ser muy buenas si no tuviesen esos cambios de tiempo y de perspectiva constantes.
De todos modos, ya digo que es altamente recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(A no ser que Von Trier quiera representar a una especie de Dios, no se entiende que
Grace sea taaaaan ingenua y compasiva y, de repente, mande asesinar a niños y bebés delante de su madre)
1. Cuando el niño le pide a Grace que le azote el culo con una cara de lascivia que no puede con ella.
Grace sea taaaaan ingenua y compasiva y, de repente, mande asesinar a niños y bebés delante de su madre)
1. Cuando el niño le pide a Grace que le azote el culo con una cara de lascivia que no puede con ella.
17 de agosto de 2010
17 de agosto de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me decidí a ver esta película porque me la recomendó de un amigo y quise darle una oportunidad. Durante casi la primera hora estuve a punto de arrepentirme, el hecho de arriesgarse con un tipo de cine experimental y minimalista no me parecía suficiente.
Pero a partir de ese momento todo cambió, al igual que los cuadros de Miró quebadan reducidos a su mera esencia, esta película quedó reducida a lo que toda película debería ser, una historia, no había escenario, no había decorados, no había nada y ya daba igual, porque aunque los hubiera habido ni siquiera los habría visto, solo podía ver la historia.
A medida que la película avanzaba veía cada vez mas innecesario el uso de elementos superfluos, y de hecho entendí que no era solo el espectador el que podía ver todo lo que pasaba en Dogville, todos los habitantes podían, no había muros en Dogville, todo el mundo podía ver todo lo que sucedía, pero al igual que se supone que debe hacer el espectador preferían levantar muros imaginarios y hacer que no veían tras ellos .
Todas las personalidades de los habitantes de Dogville se iban desnudando, los muros iban cayendo, las máscaras desaparecían. Todos y cada uno de ellos quedaban expuestos y cada momento que pasaba más se veía y menos quería ver yo. Lo que los habitantes de Dogville dejaban expuesto era la esencia misma del ser humano.
Maldad. Maldad como deseo, maldad como rencor, maldad como necesidad, maldad como venganza, maldad como diversión, maldad como escudo ante uno mismo, maldad por maldad.
No hay muros en Dogville, pero eso no significa que no se puede levantar una prisión de indiferencia y rencor alrededor de una persona. No cabe extrañar pues que en Dogville el unico ser que finalmente queda libre de maldad no tenga capacidad de elección, solo instinto, pues si pudiera elegir visto lo visto, elegiría hacer el mal e intentar justificarse después.
No puedo si no recomendar esta película a quien como yo fuera reticente ante la idea de ver algo muy fuera de lo común y que venza también el rechazo que le pueda causar la primera impresión, pues finalmente se verá recompensado por algo tan común y tan simple como es una historia sobre la vida misma y aquellos que la viven.
Pero a partir de ese momento todo cambió, al igual que los cuadros de Miró quebadan reducidos a su mera esencia, esta película quedó reducida a lo que toda película debería ser, una historia, no había escenario, no había decorados, no había nada y ya daba igual, porque aunque los hubiera habido ni siquiera los habría visto, solo podía ver la historia.
A medida que la película avanzaba veía cada vez mas innecesario el uso de elementos superfluos, y de hecho entendí que no era solo el espectador el que podía ver todo lo que pasaba en Dogville, todos los habitantes podían, no había muros en Dogville, todo el mundo podía ver todo lo que sucedía, pero al igual que se supone que debe hacer el espectador preferían levantar muros imaginarios y hacer que no veían tras ellos .
Todas las personalidades de los habitantes de Dogville se iban desnudando, los muros iban cayendo, las máscaras desaparecían. Todos y cada uno de ellos quedaban expuestos y cada momento que pasaba más se veía y menos quería ver yo. Lo que los habitantes de Dogville dejaban expuesto era la esencia misma del ser humano.
Maldad. Maldad como deseo, maldad como rencor, maldad como necesidad, maldad como venganza, maldad como diversión, maldad como escudo ante uno mismo, maldad por maldad.
No hay muros en Dogville, pero eso no significa que no se puede levantar una prisión de indiferencia y rencor alrededor de una persona. No cabe extrañar pues que en Dogville el unico ser que finalmente queda libre de maldad no tenga capacidad de elección, solo instinto, pues si pudiera elegir visto lo visto, elegiría hacer el mal e intentar justificarse después.
No puedo si no recomendar esta película a quien como yo fuera reticente ante la idea de ver algo muy fuera de lo común y que venza también el rechazo que le pueda causar la primera impresión, pues finalmente se verá recompensado por algo tan común y tan simple como es una historia sobre la vida misma y aquellos que la viven.
22 de marzo de 2011
22 de marzo de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguien dijo una vez: Líbrame de los mansos, que de los bravos ya me cuido yo. ¿Dogville? ¡Ja! Ciudad de perros, más bien; o de lobos con piel de corderos. Qué buenos somos, cómo acogemos al extraño, sin saber quien es, qué bien nos portamos con él (ella) pero ojo: prometo hasta meter y, una vez metido, ni hablar de lo prometido. Los favores se pagan, y con intereses; y muy altos; y me quedo tu pasaporte hasta que me devuelvas el 500% de lo que he invertido en ti. Pero, la venganza se sirve fría, aunque a veces, quema; y quema hasta borrar todo lo que se ha sufrido y, mientras no se aguanten las lágrimas, sigue quemando.
Los créditos fianles, con David Bowie cantando "Young americans" mientras vemos los "supuestos" habitantes reales de Dogville, extraidos de fotografías de la América más profunda (viva Puerto Hurraco) es impagable; para lo demás, está el armarito del comedor.
Moraleja: No hay nada como tener amigos influyentes.
Los créditos fianles, con David Bowie cantando "Young americans" mientras vemos los "supuestos" habitantes reales de Dogville, extraidos de fotografías de la América más profunda (viva Puerto Hurraco) es impagable; para lo demás, está el armarito del comedor.
Moraleja: No hay nada como tener amigos influyentes.
3 de agosto de 2011
3 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la Gran Depresión, Grace (Nicole Kidman) es una chica que huye de unos gángsters y se esconde en el recóndito pueblo de Dogville, escondido en las Rocosas. Allí Tom Edison (Paul Bettany), un aspirante a escritor siente compasión por ella y la convence para que se quede. Pero el resto de habitantes del pueblo se la mira con cierta resignación. Entre ellos el padre de Tom (Philip Baker Hall); el matrimonio compuesto por Chuck y Vera (Stellan Skarsgard y Patricia Tallman), la señora Ginger (Lauren Bacall) o el camionero Ben (Zeljko Ivanek). Pero a poco Grace se irá integrando a los favores de la pequeña comunidad y acabará prisionera de su buena fe, y más cuando los habitantes de Dogville empiezan a husmear en su pasado oscuro.
Primera parte de una incompleta trilogía que Lars Von Trier quiso radiografiar de Estados Unidos con el título: “Tierra de Oportunidades”, que tuvo su segunda escala en “Manderlay” (2005) y que con el tercer proyecto que lo cerraba, “Whasington”, nunca llegaría a su destino.
El gran danès del cine europeo utiliza curiosamente el nombre “Dogville” como aforismo d´una sociedad moldeada a la sentencia de sus designios. Y en el marco ideal de un adormecido, para no decir inerte, pueblucho de la Amèrica Profunda en que se marcan unas pautas en un falso despertar frente a la llegada de la ajena y metropolitana Grace. Su personaje, crucial, huye de un mundo violento que la pone fuera de si (el de los matones de frac, los que trabajan por su duro pero permisivo padre, soberbio James Caan). Sin darse cuenta que salta de la sarten para caer en las brasas de un distinto paisaje (pacífico en su apariencia) pero perfectamente limitado en el gran y semioscuro escenario vacío donde no existen los secretos ni las paredes.
Es en el pueblucho de Dogville donde rige la regla endogámica de que todos se conocen entre sí. Ideal para el gran escenario claustrofóbico diseñado por Trier para mostrarnos las interioridades (de allí las líneas divisorias de los edificios con presencia escasa de decorados y fondos). Otra posibilidad que sugiere es la violación del cine por el teatro en la búsqueda del séptimo arte para hallar la escena. Se presiente aborrecimiento pero la paradoja del conjunto visibiliza claramente la intención de director y actores de desnudar y exhibir la falsedad del tema a proponer; la hipocresía de un país cerrado y el despojo por parte de una pobre víctima que acaba siendo consumada por esa sociedad arropada en sus propias tradiciones; aquí inexistentes ya que nos situamos en una Gran Depresión ocupada por una oscuridad intemporal.
La película se estrenó en los EEUU en una versión reducida de dos horas de las de prácticamente tres, tal y como la conocemos aquí.
Primera parte de una incompleta trilogía que Lars Von Trier quiso radiografiar de Estados Unidos con el título: “Tierra de Oportunidades”, que tuvo su segunda escala en “Manderlay” (2005) y que con el tercer proyecto que lo cerraba, “Whasington”, nunca llegaría a su destino.
El gran danès del cine europeo utiliza curiosamente el nombre “Dogville” como aforismo d´una sociedad moldeada a la sentencia de sus designios. Y en el marco ideal de un adormecido, para no decir inerte, pueblucho de la Amèrica Profunda en que se marcan unas pautas en un falso despertar frente a la llegada de la ajena y metropolitana Grace. Su personaje, crucial, huye de un mundo violento que la pone fuera de si (el de los matones de frac, los que trabajan por su duro pero permisivo padre, soberbio James Caan). Sin darse cuenta que salta de la sarten para caer en las brasas de un distinto paisaje (pacífico en su apariencia) pero perfectamente limitado en el gran y semioscuro escenario vacío donde no existen los secretos ni las paredes.
Es en el pueblucho de Dogville donde rige la regla endogámica de que todos se conocen entre sí. Ideal para el gran escenario claustrofóbico diseñado por Trier para mostrarnos las interioridades (de allí las líneas divisorias de los edificios con presencia escasa de decorados y fondos). Otra posibilidad que sugiere es la violación del cine por el teatro en la búsqueda del séptimo arte para hallar la escena. Se presiente aborrecimiento pero la paradoja del conjunto visibiliza claramente la intención de director y actores de desnudar y exhibir la falsedad del tema a proponer; la hipocresía de un país cerrado y el despojo por parte de una pobre víctima que acaba siendo consumada por esa sociedad arropada en sus propias tradiciones; aquí inexistentes ya que nos situamos en una Gran Depresión ocupada por una oscuridad intemporal.
La película se estrenó en los EEUU en una versión reducida de dos horas de las de prácticamente tres, tal y como la conocemos aquí.
18 de agosto de 2011
18 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que se tarda y es un poco difícil entrar en la película porque muy seguramente sea un nuevo formato para la mayoría de los espectadores que se acerquen a la película.
Sobre un escenario de teatro se articula todo el poderío visual del largometraje, en el que los actores viven en casas unicamente existintes por las lineas que delimitan el terreno, como si fuera un plano, con algunos elementos de mobiliario, lo justo para no perdernos.
Utilizan todo tipo de planos con un acusado interés por la cámara en mano, que nos introduce en la escena y nos hace formar parte de él. (6'5/10)
Las interpretaciones son muy interesantes y en consonancia con el marco de creación de la película. A mi no me agradaba demasiado Nicole Kidman pero he de reconocer que está muy bien en la película. (6'5/10)
El argumento está bien labrado, con trasfondo y personalidades bien formadas como es el caso del personaje de Nicole Kidman, que crea en el espectador una empatía importantísima. Existe uno de esos entramados que hacen que por mucho que la veas no dejes de extraer sino conocimiento de la personalidad humana. (7'5/10)
---
En general una película quizás un poco larga pero de gran poder y originalidad, de las pocas que hay pero, claro está, esto es sólo una opinión.
Sobre un escenario de teatro se articula todo el poderío visual del largometraje, en el que los actores viven en casas unicamente existintes por las lineas que delimitan el terreno, como si fuera un plano, con algunos elementos de mobiliario, lo justo para no perdernos.
Utilizan todo tipo de planos con un acusado interés por la cámara en mano, que nos introduce en la escena y nos hace formar parte de él. (6'5/10)
Las interpretaciones son muy interesantes y en consonancia con el marco de creación de la película. A mi no me agradaba demasiado Nicole Kidman pero he de reconocer que está muy bien en la película. (6'5/10)
El argumento está bien labrado, con trasfondo y personalidades bien formadas como es el caso del personaje de Nicole Kidman, que crea en el espectador una empatía importantísima. Existe uno de esos entramados que hacen que por mucho que la veas no dejes de extraer sino conocimiento de la personalidad humana. (7'5/10)
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En general una película quizás un poco larga pero de gran poder y originalidad, de las pocas que hay pero, claro está, esto es sólo una opinión.
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