Hay quien dice que es la mejor de la historia yo no les voy a llevar la contraria.
Es increíble que habiéndola hecho durante la guerra no saliese un panfleto y sí una obra maestra irrepetible.
Una historia de amor, amistad, elogio al sentido del deber, al patriotismo bien entendido y por encima con toques de humor.
Como se suele decir envidio al que la vea por primera vez.

Sabía cuál era esta película y había oído alguna que otra vez el nombre "Humphrey Bogart".

Soy un chaval que, desgraciadamente, pertenezco a esta generación de personas jóvenes que no aguantan ver ni un corto mudo en blanco y negro o que si ven alguna de las películas actuales que dure más de hora y media se aburren.

A pesar de su corta duración (1h 40m.) no sé porqué se me ha hecho un poco larga en el sentido de que no me he visto muchas películas de esta época (ni tampoco tantas en blanco y negro) y la verdad no sé si será por eso o no. Pero a pesar de eso, he seguido la trama con mucho interés (más del que creía).

No he visto en mi vida una obra de ese célebre actor llamado Humphrey Bogart, y ahora entiendo porque era tan célebre. Su actuación me ha dejado fascinado que, tratando de ser un personaje frío y sereno, se muestra, en realidad, a una persona afligida y sentimental que solo quiere ahogar sus penas.
Pero la mejor actuación, para mí, es la de Ingrid Bergman (está actriz si la había visto más de una vez). Su dramatismo y su rostro afligido llenando toda la pantalla me parece maravilloso.
También los personajes del capitán y de Sam (el pianista del restaurante) son muy llamativos, llenos de carisma.

El guión es una barbaridad. Tiene muchos momentos ingeniosos y muy buen desarrollados. Y su mítica banda sonora también es buenísima.

No sé si calificar esta película como "obra maestra". Entiendo que gente que lo haya visto más de una vez y tenga más criterio que yo, lo considere así. Pero si creo que es una pelicula sobresaliente y que seguramente lo volveré a ver alguna vez.

No vamos a decir que es una película mala, no no, claro, pero admitamos que es del montón. Demasiado edulcorada, las de amores que no pueden ser siempre enganchan y la frase "el mundo se desmorona ...y nosotros nos enamoramos" la verdad que es de lo más tierna y cándida. Y ese pianito acompaña bastante bien a todas las miraditas que se prodigan los protagonistas. Pero lo que nunca terminé de soportar es que el gran machote Bogart la cambie a Ingrid... por un señor. A mí eso me huele muy raro...

Una peliculita resultona, entretenida sin más. Lo que ocurre es que, al ir precedida por su fama de mito indiscutible de la historia del cine, la decepción es enorme. Los cinéfilos pecamos a veces de ingenuos. Nos conmovemos con las mayores memeces. "Siempre nos quedará París" nada tiene de conmovedor. Todos a una cantando La Marsellesa para tapar las voces de los alemanes, tampoco. El gesto de arrojar la botella de agua de Vichy a la papelera, otra estupidez. Y, finalmente, que Humphrey se consuele por su fracasado amor con el comienzo de una nueva amistad, no es creíble en absoluto. La historia no tiene mayor interés.

La cinta tiene sus méritos, especialmente en lo que concierne al personaje que interpreta Bogart, lleno de atractivo, por ser un perdedor con estilo, que suelta frases lapidarias de antología. También debería destacar su ritmo, que hace que no perdamos interés por el rumbo que toman los acontecimientos, y en general esa mezcla de intriga política y melodrama de triángulo amoroso, que para mí fue la clave de su éxito. Ahora que no nos engañemos: todo, incluso ese triángulo, está puesto al servicio de la propaganda aliada, de ahí que parezca que por momentos el argumento pierde sentido, o que se sale del paso con improvisaciones constantes. Me resulta chocante que, como siempre, los nacional-socialistas, además de ser los malos, seamos tan torpes. Y también que se trate de pintar de una manera simpática a gente tan despreciable como el francés al que da vida Claude Rains, que se acuesta con mujeres a cambio de un pasaporte. Es decir, a un cínico sin honor y sin respeto por lo poco de sagrado que hay en este mundo. No entiendo cómo un caballeroso Rick puede trabar amistad con un canalla así, pero supongo que son cosas de Hollywood, que los americanos siempre han añadido grandes dosis de frivolidad a su cine, por naturaleza, machista, dada la etnia de los amos de los estudios. Creo, en definitiva, que a pesar de que su heroísmo es nulo y su tono es más bien picaresco, a pesar de que se trata de una película sobrevalorada, atesora algunas virtudes, y se puede pasar el rato con ella.