Educación siberiana
Drama
Rodada en inglés y basada en un libro de Nicolai Lilin, narra la adolescencia y formación del escritor dentro de la comunidad de los Urka, irreductibles criminales siberianos que fueron deportados a Transnitria (entre Moldavia y Ucrania) por orden de Stalin en los años 30. La historia se desarrolla poco antes de la caída de la Unión Soviética. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2014
5 de enero de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de admitir que este es uno de los mejores libros que he leído; de ahí que al descubrir la existencia de una película me lancé rápido a por ella eso sí, siempre con el temor no de que no llegara a mis expectativas, cosa que nunca ocurrirá en una adaptación, sino de que no cumpliera un mínimo aceptable.
Desafortunadamente, ese mínimo no llegó. Para los que habéis leído el libro va a ser una decepción. No por la forma en que está narrada, que ya deja mucho que desear; sino por su carencia de sucesos, y la libre creación e interpretación y distorsión del resto = ya casi no es el libro.
Lamento la (excesiva) falta de secuencias, descripciones e historias, y si bien la violencia es demasiada en el libro, en la película es casi inexistente, los chicos de mi antiguo barrio daban más miedo. Pero lo que más se hecha en falta es sentimiento.
Parece cómo si esta adaptación hubiese sido un encargo en el que apenas se le a puesto interés. Ni económico por parte de los productores, ni emocional por parte del director. Si lo hay, no se nota; sólo aprecio la consecución de planos sin el mayor sentimiento, y si algo destacaba el libro es por envolverte en él, hacerte sentir, ya de rabia, impotencia o admiración, hasta el punto de no poder abandonarlo en ningún momento.
Al menos tenemos la presencia de Malkovich y una decente descripción de Xenja.
Valoración, como película: 6, como adaptación 4.
Desafortunadamente, ese mínimo no llegó. Para los que habéis leído el libro va a ser una decepción. No por la forma en que está narrada, que ya deja mucho que desear; sino por su carencia de sucesos, y la libre creación e interpretación y distorsión del resto = ya casi no es el libro.
Lamento la (excesiva) falta de secuencias, descripciones e historias, y si bien la violencia es demasiada en el libro, en la película es casi inexistente, los chicos de mi antiguo barrio daban más miedo. Pero lo que más se hecha en falta es sentimiento.
Parece cómo si esta adaptación hubiese sido un encargo en el que apenas se le a puesto interés. Ni económico por parte de los productores, ni emocional por parte del director. Si lo hay, no se nota; sólo aprecio la consecución de planos sin el mayor sentimiento, y si algo destacaba el libro es por envolverte en él, hacerte sentir, ya de rabia, impotencia o admiración, hasta el punto de no poder abandonarlo en ningún momento.
Al menos tenemos la presencia de Malkovich y una decente descripción de Xenja.
Valoración, como película: 6, como adaptación 4.
4 de noviembre de 2015
4 de noviembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable, seria y sólida película. Solo contemplar la actuación de Malkovich ya merecería la pena, aunque eso no constituya sorpresa. Sorprende la factura italo-lituana para una producción tan redonda. Sí se palpa cierta desconexión entre el guión y el libro original, la música está traída por los pelos y no se explotan los escenarios.
Volvemos en esta película a esa peligrosa filosofía tan en boga que postula que cualquier grupo de delincuentes o etnia al borde del derecho es correcto, honorable y distinguido gracias a unos códigos, tradiciones y educación que lo justifica perfectamente. Aunque pueda resultar cinematográficamente interesante, se hace ya un poco cansino y merodea un cercano ridículo. Malkovich sostiene ese pabellón tan impecablemente que todo esto apenas se nota. Stormare, a cambio, agota un poco. El resto, ni fu ni fa.
Siempre digo que el empleo del flash-back perjudica el ritmo de una película, sobre todo si este es demasiado repetitivo. En este film no sucede porque en lugar de un abrumador exceso de flash-backs, que es lo que parece, las secuencias se suceden en tres tiempos diferentes, aunque no muy felizmente en ocasiones. El director también intenta a veces cierta innovación, pero muy tímidamente.
Es interesante la identificación de un cierto nacionalismo siberiano, de conciencia de pueblo, y de pueblo pobre siempre enfrentado con el poder, pero esta aportación se va diluyendo a lo largo de la película, quedando al final en una mera conciencia de barrio bajo.
Es una película que se aguanta muy bien, no se disfruta mucho, no es una gran película, pero cumple sobradamente. Quizá resulta la mezcla entre el apasionamiento latino-italiano y la contención nórdico-lituana.
Volvemos en esta película a esa peligrosa filosofía tan en boga que postula que cualquier grupo de delincuentes o etnia al borde del derecho es correcto, honorable y distinguido gracias a unos códigos, tradiciones y educación que lo justifica perfectamente. Aunque pueda resultar cinematográficamente interesante, se hace ya un poco cansino y merodea un cercano ridículo. Malkovich sostiene ese pabellón tan impecablemente que todo esto apenas se nota. Stormare, a cambio, agota un poco. El resto, ni fu ni fa.
Siempre digo que el empleo del flash-back perjudica el ritmo de una película, sobre todo si este es demasiado repetitivo. En este film no sucede porque en lugar de un abrumador exceso de flash-backs, que es lo que parece, las secuencias se suceden en tres tiempos diferentes, aunque no muy felizmente en ocasiones. El director también intenta a veces cierta innovación, pero muy tímidamente.
Es interesante la identificación de un cierto nacionalismo siberiano, de conciencia de pueblo, y de pueblo pobre siempre enfrentado con el poder, pero esta aportación se va diluyendo a lo largo de la película, quedando al final en una mera conciencia de barrio bajo.
Es una película que se aguanta muy bien, no se disfruta mucho, no es una gran película, pero cumple sobradamente. Quizá resulta la mezcla entre el apasionamiento latino-italiano y la contención nórdico-lituana.
12 de noviembre de 2015
12 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ya veterano cineasta italiano Gabriele Salvatores firma una impostada y poco brillante filme sobre un clan mafioso siberiano en los últimos tiempos de la Rusia soviética y sus primeros años de apertura capitalista y occidental.
El filme se mueve en terrenos casi telefilmescos, siendo poco destacable en el terreno técnico más allá que en una eficiente fotografía. Un filme que toma como base la amistad entre los dos líderes del grupo, su historia de venganza entre ellos y de perdón; una base del cine negro que hemos visto en otras ocasiones y con resultados excelentes (Érase una vez en América es el caso paradigmático).
Ni el carisma de un buen John Malkovich como padre del clan siberiano ayuda, y el juego temporal entre pasado y presente del protagonista no llega a insuflarle la vida o el interés que sería necesario.
Un guión impostado, personajes bastante arquetípicos y poco originales no ayudan a un thriller formalmente aceptable pero que no aporta grandes cosas en unos últimos años donde el thriller a sabido encontrar terrenos fecundos.
El Crítico Inquilino
El filme se mueve en terrenos casi telefilmescos, siendo poco destacable en el terreno técnico más allá que en una eficiente fotografía. Un filme que toma como base la amistad entre los dos líderes del grupo, su historia de venganza entre ellos y de perdón; una base del cine negro que hemos visto en otras ocasiones y con resultados excelentes (Érase una vez en América es el caso paradigmático).
Ni el carisma de un buen John Malkovich como padre del clan siberiano ayuda, y el juego temporal entre pasado y presente del protagonista no llega a insuflarle la vida o el interés que sería necesario.
Un guión impostado, personajes bastante arquetípicos y poco originales no ayudan a un thriller formalmente aceptable pero que no aporta grandes cosas en unos últimos años donde el thriller a sabido encontrar terrenos fecundos.
El Crítico Inquilino
12 de mayo de 2016
12 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Youtube ha hecho mucho daño a Rusia. Este país lo relacionamos con el pechito gorrión de Putin y gente haciendo locuras para subirlos a esta plataforma.
La realidad es que la madre patria tiene un pasado que actualmente no se ha olvidado para los que viven allí. En esta película nos muestran como son algunas de las gentes curtidas por el frío con un Malkovich haciendo un papel que le queda como un guante.
El problema es que va de más a menos, creando un enorme interés que con el pasar de los minutos llenan de subtramas aburridas además de no explicar ciertas cosas sobre los personajes.
El final, avisados quedan amigos y amigas, es abierto. Lo digo porque personalmente no soporto este tipo de finales en los que parece no se ha sabido cerrar una historia.
Se deja ver, es entretenida y nos muestra como son los siberianos entre ellos y con los rusos. Sus fobias contra los otros grupos olvidando que ellos también son rusos lo que me recuerda a Los Simpsons.
"Como las peleas entre los escoceses y los irlandeses, o los escoceses contra los ingleses o los escoceses contra otros escoceses... Malditos escoceses han destrozado Escocia".
-Willy el de mantenimiento-
La realidad es que la madre patria tiene un pasado que actualmente no se ha olvidado para los que viven allí. En esta película nos muestran como son algunas de las gentes curtidas por el frío con un Malkovich haciendo un papel que le queda como un guante.
El problema es que va de más a menos, creando un enorme interés que con el pasar de los minutos llenan de subtramas aburridas además de no explicar ciertas cosas sobre los personajes.
El final, avisados quedan amigos y amigas, es abierto. Lo digo porque personalmente no soporto este tipo de finales en los que parece no se ha sabido cerrar una historia.
Se deja ver, es entretenida y nos muestra como son los siberianos entre ellos y con los rusos. Sus fobias contra los otros grupos olvidando que ellos también son rusos lo que me recuerda a Los Simpsons.
"Como las peleas entre los escoceses y los irlandeses, o los escoceses contra los ingleses o los escoceses contra otros escoceses... Malditos escoceses han destrozado Escocia".
-Willy el de mantenimiento-
15 de mayo de 2016
15 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el 2009 se publicó la novela homónima, primera de su autor Nicolai Lilin, que inmediatamente fue avalada por Roberto Saviano autor de la exitosa "Gomorra". En ella Nicolai, nacido en Moldavia, aunque su región Transnistria se considera independiente, nos narra sus propias experiencias como miembro de los "Urka", un clan siberiano de "criminales honestos" con sus particulares códigos de honor y conducta que fueron represaliados por el ejercito ruso y se trasladaron a la fuerza a Transnistria. El éxito inmediato ha dado para dos novelas más de las andanzas del alter ego de Nicolai y dos más en la misma órbita. Todas en apenas 7 años.
Independientemente de que se ha cuestionado que lo narrado haya sido vivido por el autor e incluso que sea cierto, la trama es lo suficientemente poderosa para enganchar al lector. Su paso a la gran pantalla en una coproducción italo-norteamericana la ha dotado de una factura notable con la excelente fotografía de ITalo Preticcione y unas interpretaciones ajustadas en las que destaca, como no, el gran John Malkovich. Sin embargo el guión escrito a tres bandas se ha quedado escaso con una hora cincuenta minutos, convirtiéndose en una sucesión de hechos que no acaban de tener el poso suficiente que se merecen. El formato de una serie televisiva de diez o doce capítulos se intuye más apropiado.
El veterano y oscarizado Gabriele Salvatores lo narra con eficacia pero sin pasión.
Independientemente de que se ha cuestionado que lo narrado haya sido vivido por el autor e incluso que sea cierto, la trama es lo suficientemente poderosa para enganchar al lector. Su paso a la gran pantalla en una coproducción italo-norteamericana la ha dotado de una factura notable con la excelente fotografía de ITalo Preticcione y unas interpretaciones ajustadas en las que destaca, como no, el gran John Malkovich. Sin embargo el guión escrito a tres bandas se ha quedado escaso con una hora cincuenta minutos, convirtiéndose en una sucesión de hechos que no acaban de tener el poso suficiente que se merecen. El formato de una serie televisiva de diez o doce capítulos se intuye más apropiado.
El veterano y oscarizado Gabriele Salvatores lo narra con eficacia pero sin pasión.
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