Historias mínimas
2002 

7.3
8,539
Comedia. Drama
A miles de kilómetros al sur de Buenos Aires, tres personajes viajan por las solitarias rutas de la Patagonia. Don Justo, un anciano de 80 años dueño de un bar de carretera que regenta su hijo, se ha escapado de casa para buscar a su perro desaparecido desde hace tiempo. Roberto, un viajante de comercio de 40 años, lleva una tarta para el cumpleaños del hijo de la joven viuda de uno de sus clientes. Ese mismo día María Flores, una joven ... [+]
18 de agosto de 2007
18 de agosto de 2007
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece un tópico decirlo, pero es verdad: es reconfortante comprobar cómo, con un presupuesto nimio, se puede hacer una gran película. "Historias mínimas" es un película grande llena de cosas pequeñas, de historias que -en principio- no interesan a nadie, pero que Carlos Sorín, con maestría, logra que nos importen. No parece muy reseñable que un anciano vaya en busca de un perro perdido; tampoco lo es que una pobre aldeana haya sido elegida para un concurso televisivo de poca monta; o que un comercial lleve un pastel al hijo de una clienta, porque es muy "detallista". Pero de esas tres historias cruzadas sale la suficiente poesía para captar nuestra atención y acompañar con el corazón a los tres protagonistas en sus viajes. Lo demás, lo pone la Patagonia con sus infinitos paisajes, y una múscia de ésas que se te meten en el alma. Un aviso: salvo Javier Lombardo, todos los demás personajes no son actores profesionales. Eso es, en verdad, lo que más te sorprende de esta bellísima sinfonía de notas menores.
8 de diciembre de 2007
8 de diciembre de 2007
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sábado por la mañana, despejado y con total convencimiento por ver una historia bonita pero convincente o mejor tres aunque sean “mínimas”, veamos el trabajo del argentino Carlos Sorin. Dos hombres una mujer y su bebé en medio de las solitarias llanuras argentinas, cada uno con objetivos a corto plazo dispuestos a conseguirlos tan solo por el hecho de cubrir la soledad que los aguarda en cada momento.
Para los tres personajes será tarea complicada encontrar soluciones para llegar a un pueblo lejano a su localidad, digamos que a más de 300 km. El viejo Don Justo Benedictis (la historia de más importancia) sufre de una vista cansada y problemas de hipertensión, aunado a la falta de dinero tratará de encontrar a su perro al que abandonó tiempo atrás en una carretera, tendrá que hacer el recorrido con o sin ayuda de su hijo. Por otro lado María Flores ha sido ganadora para participar en un programa de concursos transmitido por la TV, ella deberá trasladarse a dicho pueblo con disyuntivas sobre sus decisiones. Por último el personaje de Roberto, hombre dispuesto a quedar bien ante la mujer que desea, en está historia las obsesiones del pretendiente jugarán un papel importante para ubicarse de alguna forma como una comedia de humor negro.
No cabe duda que con el ingenio de cada creativo, los resultados pueden ser convincentes y trascenderán en el tiempo, para Carlos Sorin queda la satisfacción de que al momento hay un reflejo de gusto por sus historias mínimas en donde por lo menos 19 de 21 críticas son positivas.
Bien por el cine argentino, una vez más ha logrado sorprenderme.
Para los tres personajes será tarea complicada encontrar soluciones para llegar a un pueblo lejano a su localidad, digamos que a más de 300 km. El viejo Don Justo Benedictis (la historia de más importancia) sufre de una vista cansada y problemas de hipertensión, aunado a la falta de dinero tratará de encontrar a su perro al que abandonó tiempo atrás en una carretera, tendrá que hacer el recorrido con o sin ayuda de su hijo. Por otro lado María Flores ha sido ganadora para participar en un programa de concursos transmitido por la TV, ella deberá trasladarse a dicho pueblo con disyuntivas sobre sus decisiones. Por último el personaje de Roberto, hombre dispuesto a quedar bien ante la mujer que desea, en está historia las obsesiones del pretendiente jugarán un papel importante para ubicarse de alguna forma como una comedia de humor negro.
No cabe duda que con el ingenio de cada creativo, los resultados pueden ser convincentes y trascenderán en el tiempo, para Carlos Sorin queda la satisfacción de que al momento hay un reflejo de gusto por sus historias mínimas en donde por lo menos 19 de 21 críticas son positivas.
Bien por el cine argentino, una vez más ha logrado sorprenderme.
8 de septiembre de 2009
8 de septiembre de 2009
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer grande el cine con historias pequeñas. Hacer que las cosas mínimas sean las que realmente importan. Convencernos de que la ternura existe detrás de todo el follaje consumista, del miedo y de las nubes de humo que los distintos poderes alimentan. Esto es lo que hace Carlos Sorin cuando se pone tras una cámara de rodaje cinematográfico.
Historias mínimas es el ejemplo de que no hacen falta grandes cantidades de dinero para poner en pie un proyecto inmortal. Con un contar desde dentro, y con mucha cabeza, el director argentino y su entusiasta equipo dan lecciones de varios géneros en una simple película:
Road Movie: porque los atípicos protagonistas van de viaje.
Documental: porque la Patagonia y los patagones se nos muestran inmersos en un vivísimo estudio antropológico.
Aventuras: porque la vida, la de cualquiera, no es otra cosa.
Comedia: porque la sonrisa no se nos desprende de la boca.
Drama: porque una vez conseguido o errado el objetivo, hay que volver a empezar.
Conmovedora y simple, como la propia vida. Historias Mínimas, tan alejada de las pretensiones mundanas, tan humilde, merece que construyamos para ella un palacio en nuestros corazones.
Historias mínimas es el ejemplo de que no hacen falta grandes cantidades de dinero para poner en pie un proyecto inmortal. Con un contar desde dentro, y con mucha cabeza, el director argentino y su entusiasta equipo dan lecciones de varios géneros en una simple película:
Road Movie: porque los atípicos protagonistas van de viaje.
Documental: porque la Patagonia y los patagones se nos muestran inmersos en un vivísimo estudio antropológico.
Aventuras: porque la vida, la de cualquiera, no es otra cosa.
Comedia: porque la sonrisa no se nos desprende de la boca.
Drama: porque una vez conseguido o errado el objetivo, hay que volver a empezar.
Conmovedora y simple, como la propia vida. Historias Mínimas, tan alejada de las pretensiones mundanas, tan humilde, merece que construyamos para ella un palacio en nuestros corazones.
31 de agosto de 2005
31 de agosto de 2005
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustó más ésta que "Bombón, el perro" porque no renuncia al humor directo y cotidiano, mientras que la otra es demasiado triste.
Yo veo la vida con esa perspectiva, siempre hay alguna situación cómica de la que nos reímos por muy duro que sea nuestro drama. Esta película encuentra ese desahogo en la historia de Roberto (Javier Lombardo), obsesionado con la tarta que ha comprado para el hijo, al que ni siquiera conoce, de una clienta a la que ama en secreto. Al contar varias historias de diferente índole consigue reforzar el efecto dramático cuando es necesario en la de Don Justo.
Me reitero: son muy evidentes las similitudes con el cine de Kiarostami, pero esto no le quita ningún mérito a Carlos Sorín.
Yo veo la vida con esa perspectiva, siempre hay alguna situación cómica de la que nos reímos por muy duro que sea nuestro drama. Esta película encuentra ese desahogo en la historia de Roberto (Javier Lombardo), obsesionado con la tarta que ha comprado para el hijo, al que ni siquiera conoce, de una clienta a la que ama en secreto. Al contar varias historias de diferente índole consigue reforzar el efecto dramático cuando es necesario en la de Don Justo.
Me reitero: son muy evidentes las similitudes con el cine de Kiarostami, pero esto no le quita ningún mérito a Carlos Sorín.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here