Escondidos en Brujas
6.6
34,985
Thriller. Drama. Comedia
Tras el fracaso de una operación, dos asesinos a sueldo, Ray (Colin Farrell) y Ken (Brendan Gleeson), reciben la orden de su jefe Harry (Ralph Fiennes) de abandonar temporalmente Londres y trasladarse durante algún tiempo hasta que se calmen las cosas a la ciudad de Brujas, en Bélgica. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2008
28 de julio de 2008
31 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es habitual que cada verano la calidad de la cartelera decaiga un tanto y sólo se estrenen las típicas superproducciones estadounidenses plagadas de explosiones, actores taquilleros, superhéroes, pelis de animación y entretenimientos varios. Creo que eso ha beneficiado a esta olvidable película por puro contraste. Fui a verla animado por las excelentes críticas que había cosechado pero me ha producido una enorme decepción. El intento que hace por mezclar el drama-trhiller con la comedia me parece totalmente fallido, de manera que hablar de comedia negra resulta desproporcionado. Y me da la impresión de que los primeros que no se creen el invento son los tres protagonistas; no hay más que fijarse en sus atónitas expresiones. Claro que habrá quien piense que forman parte de una interpretación también surrealista. Puede que tengan razón, pero para mí daban un cante espantoso.
Aparte del bonito entorno que constituye una Brujas sorprendentemente ausente de tupidas nieblas y gélidas temperaturas en plena Navidad, y alguna situación muy concreta, la película gira en torno a un guión bastante mal hilvanado, con unos personajes no paródicos, sino risibles, cuyos diálogos carentes de gracia y a veces molestamente pretenciosos, chirrían en grado sumo con unas situaciones dramáticas bastante mal resueltas (persecuciones, citas, peleas). Su mayor problema es que la vis cómica no actúa en el mismo sentido que la dramática, sino que se contrarrestan. No es lo mínimamente graciosa que debe ser una comedia, ni tiene la tensión dramática suficiente como para hacer creíbles a los personajes, muchos de ellos tan estrambóticos que no se prestan ni a la mofa: el enano, la dueña del hotel, el novio skin... Otra cosa que me ha llamado la atención es su furibundo antiamericanismo; no me parece ni bien ni mal, pero no se da explicación alguna al respecto. O soy tan torpe que ni me enteré.
Aparte del bonito entorno que constituye una Brujas sorprendentemente ausente de tupidas nieblas y gélidas temperaturas en plena Navidad, y alguna situación muy concreta, la película gira en torno a un guión bastante mal hilvanado, con unos personajes no paródicos, sino risibles, cuyos diálogos carentes de gracia y a veces molestamente pretenciosos, chirrían en grado sumo con unas situaciones dramáticas bastante mal resueltas (persecuciones, citas, peleas). Su mayor problema es que la vis cómica no actúa en el mismo sentido que la dramática, sino que se contrarrestan. No es lo mínimamente graciosa que debe ser una comedia, ni tiene la tensión dramática suficiente como para hacer creíbles a los personajes, muchos de ellos tan estrambóticos que no se prestan ni a la mofa: el enano, la dueña del hotel, el novio skin... Otra cosa que me ha llamado la atención es su furibundo antiamericanismo; no me parece ni bien ni mal, pero no se da explicación alguna al respecto. O soy tan torpe que ni me enteré.
14 de mayo de 2009
14 de mayo de 2009
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante esa clase de película que pasa inadvertida pero que, conforme la gente la descubre y difunde, aumenta gradualmente su popularidad.
Esta magníficamente irónica comedia negra cuenta todos sus matices por virtudes; un excelente equilibrio entre la comedia y el drama, una intencionada atmósfera surrealista y un carismático plantel de personajes que entienden y transmiten brillantemente la dualidad de su naturaleza. A destacar Colin Farrell, todos sabemos que es un actor vulgar encasillado como "rompecorazones indomable y fanfarrón" pero hay que reconocer que tanto en esta pelicula como en "El sueño de Cassandra" del maestro Woody, haciendo papeles muy similares, el tío está muy bien interpretando personajes volubes y atormentados en conflicto ético.
No le pongo un 9 o 10 porque no se encuentra entre las peliculas de primer nivel, pero sí a la cabeza de ese segundo grupo de muy buenas películas que es un placer encontrar.
Esta magníficamente irónica comedia negra cuenta todos sus matices por virtudes; un excelente equilibrio entre la comedia y el drama, una intencionada atmósfera surrealista y un carismático plantel de personajes que entienden y transmiten brillantemente la dualidad de su naturaleza. A destacar Colin Farrell, todos sabemos que es un actor vulgar encasillado como "rompecorazones indomable y fanfarrón" pero hay que reconocer que tanto en esta pelicula como en "El sueño de Cassandra" del maestro Woody, haciendo papeles muy similares, el tío está muy bien interpretando personajes volubes y atormentados en conflicto ético.
No le pongo un 9 o 10 porque no se encuentra entre las peliculas de primer nivel, pero sí a la cabeza de ese segundo grupo de muy buenas películas que es un placer encontrar.
28 de mayo de 2012
28 de mayo de 2012
26 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me puse a ver esta película más que nada por volver a Brujas, una de mis ciudades favoritas del mundo mundial. Y sólo por eso volvería a verla una y mil veces porque los exteriores son una maravilla, un verdadero regalo para la vista.
Eso sí, ése es el único mérito de la peli. No recordaba un homenaje peor a una ciudad desde "Vicky-Cristina", aquella perversión sólo apta para degenerados que Woody Allen dedicó a Barcelona, para espanto de los fans tanto de la ciudad como del director.
La acción transcurre en una Brujas navideña en la que la gente permanece sentada tranquilamente en las terracitas por la noche tomando cervezas, sin el menor ápice de frío ni de vaho ni de nada que haga pensar que están a 5 grados bajo cero, que es la temperatura natural de la ciudad en esa época del año.
El leitmotiv puede que os suene un poco: dos asesinos a sueldo bastante tarados y sus surrealistas diálogos sobre la vida y la muerte. Este tipo de cine por supuesto tiene su público y sus fans pero casualmente yo no me encuentro entre ellos, tanto si el director se llama Quentin como si se llama Martin.
Únicamente destacaría la aparición, breve pero agradecida, de Ralph Fiennes en la parte final, en un papel de malo con cara de bueno que sólo él podría hacer así de bien. Fiennes y Brujas, Brujas y Fiennes, dos motivos lo suficientemente potentes como para ver esta película a pesar de lo vacuo de la historia y de la tediosa insipidez del guión.
Un aviso: antes de empezar a verla hay que hacer un ejercicio supremo de credulidad, y admitir que la gente puede seguir andando tranquilamente tras recibir diez o quince balas en el vientre, o que se puede hablar sin problemas después de caer de una torre de 200 metros. Vamos, como si estuviéramos viendo un episodio de Correcaminos y El Coyote
Eso sí, ése es el único mérito de la peli. No recordaba un homenaje peor a una ciudad desde "Vicky-Cristina", aquella perversión sólo apta para degenerados que Woody Allen dedicó a Barcelona, para espanto de los fans tanto de la ciudad como del director.
La acción transcurre en una Brujas navideña en la que la gente permanece sentada tranquilamente en las terracitas por la noche tomando cervezas, sin el menor ápice de frío ni de vaho ni de nada que haga pensar que están a 5 grados bajo cero, que es la temperatura natural de la ciudad en esa época del año.
El leitmotiv puede que os suene un poco: dos asesinos a sueldo bastante tarados y sus surrealistas diálogos sobre la vida y la muerte. Este tipo de cine por supuesto tiene su público y sus fans pero casualmente yo no me encuentro entre ellos, tanto si el director se llama Quentin como si se llama Martin.
Únicamente destacaría la aparición, breve pero agradecida, de Ralph Fiennes en la parte final, en un papel de malo con cara de bueno que sólo él podría hacer así de bien. Fiennes y Brujas, Brujas y Fiennes, dos motivos lo suficientemente potentes como para ver esta película a pesar de lo vacuo de la historia y de la tediosa insipidez del guión.
Un aviso: antes de empezar a verla hay que hacer un ejercicio supremo de credulidad, y admitir que la gente puede seguir andando tranquilamente tras recibir diez o quince balas en el vientre, o que se puede hablar sin problemas después de caer de una torre de 200 metros. Vamos, como si estuviéramos viendo un episodio de Correcaminos y El Coyote
3 de septiembre de 2008
3 de septiembre de 2008
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo perfectamente que fui más a ver esta película por nostalgia que otra cosa. Había estado hace poco tiempo en Brujas, y me había gustado mucho. En realidad no sabía ni de que iba el filme. Sin embargo, me encuentro admirando y disfrutando del humor negro de "Escondidos en Brujas". Se trata de una película muy peculiar que no gustará a todos, de eso no hay duda, pero que enamorará a otros como yo. Pero si hay algo que cualquiera debería hacer, es reconcerle el mérito a esta cinta. Se atreve, con una idea muy original, pero a su vez peligrosa. La mejor manera de describirlo es que me encuentro contándole algunas de las mejores partes a un amigo, y él me mira como si estuviera loco. ¿Qué tiene de gracioso lo que le cuento? No se por qué la vio, pero de lo que estoy seguro es de que me llamó para decirme lo mucho que le había gustado. ¿Como se logra que algo que aparentemente no puede ni debe de ser divertido lo sea? No tengo ni idea, pero lo hace. Esto mezclado con el ambiente tan original que hace de esta película lo que és, te atraprá o te horrorizará. Lo que sé es que no es un filme convencional, ni quiere serlo. Así que yo hago mi advertencia con un poco de vulgaridad: es rarita, pero es una joya rarita, un género en peligro de extinción.
11 de julio de 2008
11 de julio de 2008
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos gangsters de medio pelo discuten sín cesar sobre lo divino y lo humano. Sólo se sabe que son gangsters porque ocasionalmente comentan algunos de sus delitos. Con este planteamiento uno podría facilmente imaginar que se está hablando de Vincent Vega y Jules Winnfield y que la película que estamos viendo es Pulp Fiction.
Y no anda lejos de ello este film. Lo que se plantea no deja de ser uno de los temas recurrentes de la filmografía tarantiniana, la vida privada e inquietudes de personajes a los que sólo puedes imaginar haciendo loq ue mejor saben saben, delinquir, robar y por supuesto asesinar cuando sea necesario. La originalidad del film estriba en pasar todo esto por un filtro de seriedad,y para ello nada mejor que exiliar a sus protagonistas fuera de su contexto habitual, sacarlos de los bajos fondos ingleses y situarlos, como se comenta varias veces a lo largo del metraje, en una pequña ciudad que parece sacada directamente de un cuento de hadas.
Enmarcada en un ambiente gélido y gris la ciudad se convierte una invitación para que los personajes expien sus culpas, y para que divaguen, cierto, pero no sobre temas triviales sino sobre asuntos como la vida y la muerte, la redención y la culpa. Sorprendentemente nada de esto resulta artificial, y es sobre todo, a unas impecables actuaciones de sus protagonistas, especialmente la del cada día mejor actor Colin Farrell, que consigue hacernos notar todo su dolor y su torturado estado anímico durante todo el metraje. En contraposición quizás sea el personaje de Fiennes el peor construido de todos,porque ni cuando es sólo una amenaza invisible inquieta lo suficiente y cuando aparece la interpetración demasiado histriónica nunca consigue hacerlo creible.
La película combina esplendidamente la comedia surrealista con el drama, la sobriedad con el interés argumental, lástima que el desenlace final resulte poco convincente por su explosión de violencia, quizás innecesaria y que se nota que está hecha de cara a la galeria.
A pesar de ello, "In Bruges", es una de las mejores películas que servidor ha visto durante este 2008, porque interesa, porque emociona, y porque definitivamente demuestra que lo original no tiene que estar reñido con la calidad y porque demuestra que la vida de los perdedores puede ser triste, pero tambien conmovedora y hermosa.
Lo mejor: Colin Farrell.
Lo peor: Su perdida de sobriedad final.
Y no anda lejos de ello este film. Lo que se plantea no deja de ser uno de los temas recurrentes de la filmografía tarantiniana, la vida privada e inquietudes de personajes a los que sólo puedes imaginar haciendo loq ue mejor saben saben, delinquir, robar y por supuesto asesinar cuando sea necesario. La originalidad del film estriba en pasar todo esto por un filtro de seriedad,y para ello nada mejor que exiliar a sus protagonistas fuera de su contexto habitual, sacarlos de los bajos fondos ingleses y situarlos, como se comenta varias veces a lo largo del metraje, en una pequña ciudad que parece sacada directamente de un cuento de hadas.
Enmarcada en un ambiente gélido y gris la ciudad se convierte una invitación para que los personajes expien sus culpas, y para que divaguen, cierto, pero no sobre temas triviales sino sobre asuntos como la vida y la muerte, la redención y la culpa. Sorprendentemente nada de esto resulta artificial, y es sobre todo, a unas impecables actuaciones de sus protagonistas, especialmente la del cada día mejor actor Colin Farrell, que consigue hacernos notar todo su dolor y su torturado estado anímico durante todo el metraje. En contraposición quizás sea el personaje de Fiennes el peor construido de todos,porque ni cuando es sólo una amenaza invisible inquieta lo suficiente y cuando aparece la interpetración demasiado histriónica nunca consigue hacerlo creible.
La película combina esplendidamente la comedia surrealista con el drama, la sobriedad con el interés argumental, lástima que el desenlace final resulte poco convincente por su explosión de violencia, quizás innecesaria y que se nota que está hecha de cara a la galeria.
A pesar de ello, "In Bruges", es una de las mejores películas que servidor ha visto durante este 2008, porque interesa, porque emociona, y porque definitivamente demuestra que lo original no tiene que estar reñido con la calidad y porque demuestra que la vida de los perdedores puede ser triste, pero tambien conmovedora y hermosa.
Lo mejor: Colin Farrell.
Lo peor: Su perdida de sobriedad final.
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