El fantasma de la libertad
1974 

7.2
3,313
Drama. Comedia
Serie de viñetas entrelazadas por un personaje o una situación que conecta una historia con la siguiente. Unos soldados franceses entran a la catedral de Toledo durante la invasión napoleónica. Un capitán besa la estatua de una mujer y destruye la de un hombre. En la época actual, un matrimonio se escandaliza con unas postales que muestran monumentos de París. Un hombre ve pasar unos animales por su cuarto. En una escuela de policías, ... [+]
14 de noviembre de 2020
14 de noviembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi de lo último de un Buñuel, ya anciano, pero que se sabe muy bien los trucos surrealistas y los utiliza en esta especie de retablo sin sentido.
Las historias son lo de menos. Lo de más es la invención de recursos que están entre lo absurdo y lo divertido.
Lo que pasa -siempre pasa algo- es que la película podría haber durado media hora menos o tres horas más, porque se corta por lo no sano y a por lo siguiente.
Lo que pasa con el surrealismo es que cuando se hace rutinario deja de ser atractivo. Cuando esperas lo inesperado y te lo sirven en bandeja, ya ni lo miras.
A pesar del culto que hay a Buñuel, en FA y en muchos sitios, magnificando hasta lo último que hizo, me quedo con algunas películas de la etapa mexicana, los dos tercios de su cine.
En esta película como en Belle de Jour, Diario de una camarera, etc, Buñuel rodaba para los franceses y la crema de su intelectualidad, que diría el chotis.
Las historias son lo de menos. Lo de más es la invención de recursos que están entre lo absurdo y lo divertido.
Lo que pasa -siempre pasa algo- es que la película podría haber durado media hora menos o tres horas más, porque se corta por lo no sano y a por lo siguiente.
Lo que pasa con el surrealismo es que cuando se hace rutinario deja de ser atractivo. Cuando esperas lo inesperado y te lo sirven en bandeja, ya ni lo miras.
A pesar del culto que hay a Buñuel, en FA y en muchos sitios, magnificando hasta lo último que hizo, me quedo con algunas películas de la etapa mexicana, los dos tercios de su cine.
En esta película como en Belle de Jour, Diario de una camarera, etc, Buñuel rodaba para los franceses y la crema de su intelectualidad, que diría el chotis.
11 de noviembre de 2022
11 de noviembre de 2022
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film responde a las ya conocidas oníricas obsesiones del director aragonés. Podría resumirse como una sucesión de absurdos que pasan por la mente del director como una pesadilla. No hay nada, no dice nada, no tiene nada que contar, ni en atropellada sucesión de absurdos para mentes calenturientas, ni en inquietudes que a través del cine nos muestren la vida. Debió reírse mucho al terminarla.
27 de abril de 2010
27 de abril de 2010
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las últimas películas de Buñuel. ¿Qué se puede decir? Un film loco, que parece sin ton ni son, sobre una serie de hechos encadenados sin un guión de fondo. En una secuencia plantean algo como: ‘al ser diferentes las leyes y costumbres en los distintos lugares, todo es relativo’: de uno remitirse a esta idea, diría que la película desvaría. Algunos aducirán que es el producto de una genialidad del director: en este caso no comparto la opinión. No obstante, la película tomada sólo como comedia es entretenida, divertida y creativa. Aceptable.
31 de enero de 2011
31 de enero de 2011
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso como, en 2011, esta película puede seguir teniendo vigencia. Desde su estreno hasta nuestros días, la película no es que haya envejecido bien, es que no lo ha hecho. Para mi, tres de las útimas películas de Buñuel (esta, "el discreto en canto de la bueguesía" y "ese oscuro objeto de deseo") terminan de soltar las cargas de profundidas que el director siempre tuvo en la cabeza; es decir, la crítica voraz hacia la clase burguesa.
Y qué mejor manera de dar forma a esas cargas de prufundidad que mediante el surrealismo; ese instrumento subversivo que tan hondo caló en el director aragonés y tan bien supomanejar a lo largo de su carrera.
Esta película sigue pervirtiendo la moral actual, las costumbres, los tabúes, en definitiva, lo establecido. Desde el idolatrado fusilamiento de mayo (que la historiografía liberal se ha encabezonado en marcar como el día 1 de este invento al que llaman España) hasta la perversión sexual entre tía y sobrino, pasando por la sin razón de la policía buscando lo que nunca se ha perdido.
Esta película no será superada hasta que matemos al fantasma de la libertad; hasta que matemos la moral burguesa, católica y a todo vestigio de opresión.
Es mi opinión
Y qué mejor manera de dar forma a esas cargas de prufundidad que mediante el surrealismo; ese instrumento subversivo que tan hondo caló en el director aragonés y tan bien supomanejar a lo largo de su carrera.
Esta película sigue pervirtiendo la moral actual, las costumbres, los tabúes, en definitiva, lo establecido. Desde el idolatrado fusilamiento de mayo (que la historiografía liberal se ha encabezonado en marcar como el día 1 de este invento al que llaman España) hasta la perversión sexual entre tía y sobrino, pasando por la sin razón de la policía buscando lo que nunca se ha perdido.
Esta película no será superada hasta que matemos al fantasma de la libertad; hasta que matemos la moral burguesa, católica y a todo vestigio de opresión.
Es mi opinión
1 de enero de 2018
1 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
293/13(19/12/17) Sugestiva aunque irregular penúltima dirección del realizador de Calanda, Luis Buñuel, un relato mosaico donde con una estructura de relatos cortos (de carácter surrealista crítico social) en los que unos personajes van dando el relevo a otros en una idea que plagió años más tarde el cineasta de Texas Richard Linklater en su “Slacker”(1991). Guión escrito por el director junto a al habitual en sus producciones galas, Jean-Claude Carrière (“Bella de día” o “La vía láctea”). Buñuel nos sumerge en 14 microhistorias entrelazadas por un personaje o una situación que conecta una historia con la siguiente. Buñuel ya había probado esta forma de dirigir en La edad de oro, con los amantes como hilo conductor. Aquí se desborda el absurdo cómico, abordando temas como la necrofilia, la pedofilia, el sadomasoquismo, la hipocresía de las religiones, la sexualidad políticamente incorrecta, el sinsentido del militarismo, el fetichismo, las relaciones paterno-filiales, o la incompetencia de las autoridades, conjunto de situaciones que critican las convenciones sociales y a la burguesía, diana mantra en Buñuel. Filmada cuando el cineasta tenía 74 años, éste incluye muchas anécdotas entresacadas de sus propias vivencias. Destaca el episodio de la Guerra de la Independencia, con el recibimiento de los ciudadanos de Toledo a los franceses al grito de "Viva las cadenas", en alusión a que preferían al absolutista Fernando VII a ser invadidos. El título es un homenaje al Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels, se cita frase de apertura: "Un espectro vaga por Europa, el espectro del Comunismo" (en francés, espectro traducido como fantasma), la frase se refiere a la manera despectiva que eran usadas las ideas del Comunismo por las autoridades en el siglo XIX, para atacar a todos los partidos políticos que se opusieron al orden establecido (Iglesia, aristocrática y estatal). El Manifiesto Comunista fue escrito para ofrecer una visión positiva de las vistas, objetivos y tendencias de los comunistas de toda Europa. Buñuel Y los surrealistas estaban vinculados a los comunistas en 1930, pero en 1950 habían desarrollado una gran antipatía hacia el partido. El título también se toma de su película "La Vía Láctea" (1968): "Tu libertad solo es un fantasma". Al principio de la película se puede ver a Buñuel disfrazado de monje, dispuesto a ser fusilado. Aunque yo lo que percibo como concepto de Libertad es la que despliega Buñuel para exhibir su surrealista mundo interior en pantalla.
Un carrusel imaginativo en que el realizador aragonés pone de vuelta y media a nuestra sociedad, sus convencionalismos (la reunión de amigos sentados en retretes para defecar), su hipocresía, su militarismo (ese tanque buscando un zorro, o el final en el zoo), su hedonismo, su culto a las falsas apariencias (ese tipo criticando la simetría de un cuadro colgado), ataca a la familia (burlándose de esta ”santa” institución con esa delirante búsqueda de la niña desaparecida, o esos padres escandalizados por las postales), al amor (necrofilia,…) , al catolicismo (esos monjes en una timba de póker), a su papanatismo, a su moral distraída, a la sexualidad políticamente correcta (el sadomasoquismo, desigualdad notoria de edades, el incesto, el exhibicionismo), a lo que esconde la sociedad en “el trastero”, sobre lo que nuestra sociedad biempensante dicta es lo correcto (la reunión de “caganers”).
Film en el que Buñuel plantea muchas cuestiones, pero no dogmatiza dando respuestas, tratando al espectador de inteligente. Esto queda remarcado por el modo cortante en que terminan sus subtramas: capitán exhuma cadáver de bella dama y el capitán se predispone a acto de necrofilia… entonces, vemos a la mujer que a otra lee la historia y ya no sabremos lo que seguía; o cuando el comisario de policía lee el informe sobre cómo fue encontrada la niña, tras par de frases, pasamos a otro personaje… y así en todos. Comienza en Toledo, tropas Napoleónicas se disponen a ejecutar grupo hombres que gritan "Vivan las cadenas!", alude a acontecimiento histórico: el gobierno francés suponía la implantación en España del Nuevo Régimen, rechazando a la ilustración de la revolución Francesa, para que el pueblo trajera al «deseado» Fernando VII, un tirano déspota, pero español! (cua, cua, cuaaaa…).
Existe la tara, de como en toda recopilación de historias cortas del desequilibrio, de que no todas ellas poseen ese humor corrosivo incisivo de las mejores para mí (el “pedófilo” que regala postales a las niñas; la reunión de “caganers”; la búsqueda de la niña que está presente), las que está faltas de sutilidad (el del hotel donde se mezclan temas de forma anárquica y con mucha sal gorda; la fugaz aparición del tanque), o los que resultan chirriantes (todo lo referente a la necrofilia, presente en dos ocasiones con el oficial napoleónico al principio y al final con el comisario; o el el más que discutible tramo del francotirador que asesina arbitrariamente y termina en juicio loado y ensalzado como una estrella mediática); o pasando por los recursos a los que buscarles el sentido es misión harto complicada (la estatua abofeteando al soldado; la aparición de animales en el sueño del matrimonio al principio, ); y más sensaciones encontradas.
Un carrusel imaginativo en que el realizador aragonés pone de vuelta y media a nuestra sociedad, sus convencionalismos (la reunión de amigos sentados en retretes para defecar), su hipocresía, su militarismo (ese tanque buscando un zorro, o el final en el zoo), su hedonismo, su culto a las falsas apariencias (ese tipo criticando la simetría de un cuadro colgado), ataca a la familia (burlándose de esta ”santa” institución con esa delirante búsqueda de la niña desaparecida, o esos padres escandalizados por las postales), al amor (necrofilia,…) , al catolicismo (esos monjes en una timba de póker), a su papanatismo, a su moral distraída, a la sexualidad políticamente correcta (el sadomasoquismo, desigualdad notoria de edades, el incesto, el exhibicionismo), a lo que esconde la sociedad en “el trastero”, sobre lo que nuestra sociedad biempensante dicta es lo correcto (la reunión de “caganers”).
Film en el que Buñuel plantea muchas cuestiones, pero no dogmatiza dando respuestas, tratando al espectador de inteligente. Esto queda remarcado por el modo cortante en que terminan sus subtramas: capitán exhuma cadáver de bella dama y el capitán se predispone a acto de necrofilia… entonces, vemos a la mujer que a otra lee la historia y ya no sabremos lo que seguía; o cuando el comisario de policía lee el informe sobre cómo fue encontrada la niña, tras par de frases, pasamos a otro personaje… y así en todos. Comienza en Toledo, tropas Napoleónicas se disponen a ejecutar grupo hombres que gritan "Vivan las cadenas!", alude a acontecimiento histórico: el gobierno francés suponía la implantación en España del Nuevo Régimen, rechazando a la ilustración de la revolución Francesa, para que el pueblo trajera al «deseado» Fernando VII, un tirano déspota, pero español! (cua, cua, cuaaaa…).
Existe la tara, de como en toda recopilación de historias cortas del desequilibrio, de que no todas ellas poseen ese humor corrosivo incisivo de las mejores para mí (el “pedófilo” que regala postales a las niñas; la reunión de “caganers”; la búsqueda de la niña que está presente), las que está faltas de sutilidad (el del hotel donde se mezclan temas de forma anárquica y con mucha sal gorda; la fugaz aparición del tanque), o los que resultan chirriantes (todo lo referente a la necrofilia, presente en dos ocasiones con el oficial napoleónico al principio y al final con el comisario; o el el más que discutible tramo del francotirador que asesina arbitrariamente y termina en juicio loado y ensalzado como una estrella mediática); o pasando por los recursos a los que buscarles el sentido es misión harto complicada (la estatua abofeteando al soldado; la aparición de animales en el sueño del matrimonio al principio, ); y más sensaciones encontradas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La puesta en escena resultado académica que en Buñuel es costumbre, con un diseño de producción de Pierre Guffroy (“Tess” o “Valmont”), con escenarios exteriores correctos, destacando el tramo del inicio con las tropas napoleónicas en la iglesia, y el tramo del francotirador desde la torre parisina Montparnasse, aunque en interiores canta que son platós (Paris Cinema Studios-Billancourt, Paris). La fotografía es de Edmond Richard (“El proceso” o “El discreto encanto de la burguesía”), muy lumínica, con preponderancia de planos medios y generales, dejando que los personajes se muevan por la escena, volcando Buñuel en las imágenes parte de su iconografía (zapatos, cuchillos, arañas, animales domésticos [gallo] y salvajes selva [leona, rinoceronte, hipopótamo, avestruz, ...]). La música aporta una canción militar francesa que los soldados cantan en Toledo, un baile por sevillanas de huésped del hostal, canción de los gendarmes mientras esperan al profesor y un breve corte instrumental.
Luis Buñuel Portolés (Calanda, Teruel, 22 de febrero de 1900-Ciudad de México, 29 de julio de 1983), vuelca mucho de su vida en esta cinta: El inicio Buñuel sitúa la acción en Toledo, ciudad de grato recuerdo para Buñuel, en 1923 fundó una parodia de orden eclesiástica, a la que llamó «Orden de Toledo»; Cuando era estudiante en Madrid, había visto cabellos del cadáver de una mujer, "creciendo" desde una tumba a la luz de la luna. La visión provocó impresión fuerte en él, la incluyó en esta película cincuenta años más tarde; En 1940, cuando vivía en Los Ángeles y no tenía perspectiva de trabajo para una película, se le ocurrió la idea de una niña perdida a quien sus padres buscan infructuosamente, mientras ella permanece a su lado, invisible y sin embargo visible; Un monje carmelita dice: "Si todo el mundo rogara cada día a San José, todo estaría bien", cita que había "enganchado" a Buñuel cuando visitaba un monasterio en 1960; La secuencia en que el doctor intenta evitar decir a su paciente que tiene cáncer de hígado, se basó en experiencia de Buñuel, le habían detectado quiste hepático (murió de ese cáncer en 1983).
Spoiler:
"La misma historia que pasa a través de diferentes personajes y que se turnan. Ya había vislumbrado esto en la Edad de Oro, donde comenzamos con escorpiones, perseguimos por los bandidos, la fundación de la ciudad, luego el los amantes y la fiesta en la sala de estar, y terminamos con los personajes de los 120 días de Sodoma. La diferencia es que en el fantasma de la libertad, los episodios están más relacionados, chocan menos: fluyen naturalmente. (...) El fantasma de la Libertad solo imita el azar. Fue escrito en un estado de conciencia, no es un sueño ni un flujo delirante de imágenes".
Frase para el recuerdo (en el contexto): En la habitación de un hotel, se reúnen por azar un matrimonio, cuatro monjes, una mujer con el padre en el hospital, entonces el matrimonio desaparece, vuelven a aparecer (ella vestida de cuero y con un látigo), preparada para la flagelación. Mientras los sorprendidos invitados salen corriendo de la habitación, la presunta víctima dice lastimeramente "Al menos no pueden quedarse los monjes?", descacharrante.
En conjunto queda una muy recomendable cinta, con sus altibajos, pero con unos picos sugestivos y estimables. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/01/el-fantasma-de-la-libertad.html
Luis Buñuel Portolés (Calanda, Teruel, 22 de febrero de 1900-Ciudad de México, 29 de julio de 1983), vuelca mucho de su vida en esta cinta: El inicio Buñuel sitúa la acción en Toledo, ciudad de grato recuerdo para Buñuel, en 1923 fundó una parodia de orden eclesiástica, a la que llamó «Orden de Toledo»; Cuando era estudiante en Madrid, había visto cabellos del cadáver de una mujer, "creciendo" desde una tumba a la luz de la luna. La visión provocó impresión fuerte en él, la incluyó en esta película cincuenta años más tarde; En 1940, cuando vivía en Los Ángeles y no tenía perspectiva de trabajo para una película, se le ocurrió la idea de una niña perdida a quien sus padres buscan infructuosamente, mientras ella permanece a su lado, invisible y sin embargo visible; Un monje carmelita dice: "Si todo el mundo rogara cada día a San José, todo estaría bien", cita que había "enganchado" a Buñuel cuando visitaba un monasterio en 1960; La secuencia en que el doctor intenta evitar decir a su paciente que tiene cáncer de hígado, se basó en experiencia de Buñuel, le habían detectado quiste hepático (murió de ese cáncer en 1983).
Spoiler:
"La misma historia que pasa a través de diferentes personajes y que se turnan. Ya había vislumbrado esto en la Edad de Oro, donde comenzamos con escorpiones, perseguimos por los bandidos, la fundación de la ciudad, luego el los amantes y la fiesta en la sala de estar, y terminamos con los personajes de los 120 días de Sodoma. La diferencia es que en el fantasma de la libertad, los episodios están más relacionados, chocan menos: fluyen naturalmente. (...) El fantasma de la Libertad solo imita el azar. Fue escrito en un estado de conciencia, no es un sueño ni un flujo delirante de imágenes".
Frase para el recuerdo (en el contexto): En la habitación de un hotel, se reúnen por azar un matrimonio, cuatro monjes, una mujer con el padre en el hospital, entonces el matrimonio desaparece, vuelven a aparecer (ella vestida de cuero y con un látigo), preparada para la flagelación. Mientras los sorprendidos invitados salen corriendo de la habitación, la presunta víctima dice lastimeramente "Al menos no pueden quedarse los monjes?", descacharrante.
En conjunto queda una muy recomendable cinta, con sus altibajos, pero con unos picos sugestivos y estimables. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/01/el-fantasma-de-la-libertad.html
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