Hotel Ruanda

Durante un genocidio, un hombre perteneciente a la etnia que pretende imponerse, utiliza su negocio para salvar a toda la gente que pueda ...Exacto, el argumento de "Hotel Ruanda" es a priori el mismo que el de la magistral "La lista de Schindler". Las similitudes (¿por desgracia?) acaban ahí.

Como todos los dramas de este estilo, tiene el éxito de público asegurado, pero no estaría de más que la gente dejase de regalar notables a cualquier peli de lágrima fácil. La dureza de la tragedia no es directamente proporcional a la calidad de una película, señores. Y, desengañaos, "El diario de Noa" no es el "Romeo y Julieta" de el siglo XXI.
Dicho esto, podemos afirmar que "Hotel Ruanda" funciona bastante bien a nivel dramático y consigue poner el nudo en la garganta un par de veces. Además Don Cheadle está genial. Peeeero... se nota que cuando Terry George iba a la escuela de cine su asignatura favorita era la de escritura de guiones (el de Hotel Ruanda está muy bien) pero se fugaba las clases de dirección, porque visualmente, la peli que nos ocupa es una mediocridad total. Y no me refiero sólo a la fotografía, sino a todo: movimientos de cámara, recursos del lenguaje... Es un telefilm en ese sentido. Y, además, no consigue reflejar en toda su magnitud el horror de un genocidio.

Por lo demás, nada que objetar. ¡Espera! ¡Sí! Se me olvidaba: El final es una cutrez de la leche. Apuesto a que Terry y su coguionista dejaron ese final tan plano y chapucero por no levantarse de la silla a buscar más folios para escribir un final decente.

Bueno, aunque le he dado bastante caña, "Hotel Ruanda" es una película muy interesante e incluso entretenida, que casi roza el 7, no soy tan cruel y malote, amigos mios. Pero me temo que la olvidaré por completo en pocas semanas, puesto que no tiene ningún momento especialmente destacable. De todos modos la recomiendo. Todo el mundo dice que le ha encantado, a mí no, pero será que tengo un gusto muy especial.

Siempre que veo una película basada en hechos reales me encuentro en el mismo dilema, unas veces son películas tan reales que rozan el documental y otras son tan heróicas que rozan la fantasía, lo ideal como siempre sería un término medio pero sé que es muy complicado, a mí entender Hotel Rwanda se encuadraría en la segunda opción(heróica), siendo la historia del personaje escalofriante y digna de ser contada para que el mundo occidental abra los ojos y sepa lo que ocurre en muchos países, aún así, pienso que el director peca un poco de centrar demasiado la historia en la heroicidad del protagonista dejando un poco de lado la masacre y las grandes injusticias que se produjeron en ese pequeño país africano, aunque igual puedes sacar ideas de lo que ocurrió y a pesar de todo me parece una película recomendable y necesaria.

Película pedagógica que ilustra sin truculencias la traumática experiencia sufrida por el pueblo ruandés a comienzos de los noventa, periodo en el que más de un millón de personas fueron masacradas a machetazo limpio por cuestiones no solo raciales, como muy bien explica Jared Diamond en ‘Colapso’. El caso es que hutus y tutsis se entregaron en cuerpo y alma al genocidio en una espiral de venganza y brutalidad que nada tiene que envidiar a las atrocidades cometidas por nazis y comunistas durante décadas anteriores.

Basada en hechos reales, la trama gira en torno al gerente de un hotel de lujo de Kigali, un hutu casado con una tutsi, se juega su vida y la de toda su familia por cobijar a un grupo de personas, mayoritariamente tutsis, en medio de una situación de caótica guerra civil, sobornos y corrupciones, y también de la inoperancia absoluta de los cascos azules de la ONU y la inhibición más descarada del mundo desarrollado. Cheadle, el gerente, hace un gran papel.

A pesar de tratarse de una tragedia humana en toda su extensión, el principal problema que le encuentro a esta película es que trata el tema casi con benevolencia, porque creo que un episodio tan brutal y vergonzante sí hubiera merecido algo más de irracionalidad y crudeza. Por momentos, parece que en lugar de presenciar una de las mayores catástrofes humanitarias de la historia, estemos ante un pequeño conflicto civil en la siempre sufrida África.

En todo caso ‘Hotel Rwanda’ muestra perfectamente cual es el principal problema al que se enfrenta el mundo subdesarrollado, en particular el africano, a la hora de abandonar su misérrima situación: la corrupción institucionalizada.

Película inglesa, que no deja indiferente a nadie, del director: Terry George, nos narra por desgracia, una vez más, una historia real.

Nos cuenta sin concesiones el genocidio que Ruanda vivio y sufrió entre los años 1990 al 2002.

Hotel Rwanda es una buena película y nos muestra como una parte África intenta resistir a los regímenes más autoritarios y dictatoriales del mundo, donde en las luchas internas por el poder se ponen de manifiesto las guerras entre clanes, la opresión, el derramamiento de sangre, el dolor, la pena, la tristeza de un pueblo al que le dieron la espalda los organismos oficiales que tienen que velar por la seguridad mundial.

Nos genera rabia e impotencia. Es una de esas películas, que nos refleja el horror del ser humano, llegando a límites de lo inimaginable.

Contiene alguna secuencia muy dura.

Hay que destacar al actor Don Cheadle por su buen papel que hace de gerente de un hotel.

Disfruten esta vez con cine comprometido y, por desgracia, basado en hechos reales, esperemos que este tipo de barbaries no sucedan NUNCA MÁS!!

Intensísima película que no da tregua al espectador por la tensión de la trama y, sobre todo, por la barbarie real que describe. Cuando ya ha terminado, no te abandona una profunda sensación de impotencia y de desencanto con el género humano (de cualquiera que sea su procedencia), y a la vez sientes la necesidad de obtener más información sobre lo que cuenta. La película no refleja fielmente toda la complejidad y dureza del conflicto de Ruanda y otras zonas de África, pero tampoco lo pretende; simplemente muestra una situación determinada desde unos personajes concretos, y la desarrolla de forma que resulta cinematográficamente bien realizada e interpretada, trepidante y amena. Y desde luego sirve como excusa perfecta para conocer mejor una de tantas páginas negras de la Historia, que puede servir como base para, a partir de ahí, profundizar en lo que sucedió. Aunque, como se evidencia en la propia película (y contrariamente a lo que cabría suponer), son cuestiones que no parecen interesar a buena parte de la gente. Y es que los africanos siguen siendo los grandes olvidados.