La película es muy fiel a la novela de Hemingway. La narración de la voz en off revela el origen literario. Esta virtud es al propio tiempo, el principal defecto de la película. El lenguaje escrito funciona mal en la pantalla porque es muy distinto. Los tiempos y la dinámica son muy diferentes El rigor en la adaptación del texto novelesco es muy poco cinematográfico. Un guion para el cine obedece a otras necesidades, aun siendo respetuoso al máximo con la obra original. En el film, las mejores escenas son las submarinas, imposibles de plasmar en un libro con la plástica visual del lenguaje de la imagen. Sin contar, naturalmente, con la memorable actuación de Spencer Tracy.

La vejez y la experiencia es un binomio inseparable, bajo una piel arrugada y un cuerpo cargado de años se encierran infinitos recuerdos de tiempos mejores en los que las cosas eran diferentes pero el aprecio y el gusto por la vida era el mismo.

John Sturges nos muestra en detalle la semblanza de un hombre de mar, de un pescador acostumbrado al esfuerzo diario sin mas objetivo que alcanzar un nuevo día para volver a hacerse a la mar.

Esta adaptación de la novela de Hemingway nos presenta un incombustible Spencer Tracy que siempre brilla en los papeles muy humanos como es el caso, pese a todo su papel protagonista es el único aliciente un film plano y previsible.

No recuerdo exactamente a que edad me hicieron leer el libro El viejo y el mar en el instituto y la verdad es que no era muy exigente con el resultado, ya que no me despertaba mucho interés a priori. Pero reconozco que el libro está muy bien escrito, una historia perfectamente contada y despierta tu entusiasmo por el viejo y su obsesión con cada nueva página que lees. El libro me encantó.

¿La peli? No mucho, me ha decepcionado y creo que va en la línea de haberla realizado con un fiel reflejo del libro. Allí el narrador contando la historia es de lo más normal y natural, como la mayoría de los libros. Pero en la película hace exactamente lo mismo que en el libro, a través de una voz en off, el narrador resta protagonismo al viejo y de paso trata al espectador como si fuese tonto, narrando lo que perfectamente estamos viendo en pantalla y sobra comentarlo. Me hubiese encantado más una actuación libre, sin narración, que fuésemos viendo y adivinando lo que pasa, sin que alguien nos lo narre absurdamente.

La historia en si en simplista, apenas despierta un interés como para hacer una película, pero la enseñanza que nos quiere enviar el director/narrador es la negación a envejecer, a reconocer que llega el momento de colgar las botas y pasar a otra cosa y el viejo se resiste a ello, esperando en todo momento cazar el gran pez, que demuestre que aún en aquel cuerpo, permanece un gran pescador y sobre todo, un ser útil.

No me convenció mucho la actuación de Tracy, particularmente por lo mencionado anteriormente, una interpretación atada de pies y manos.

Qué gran diferencia entre leer el libro y que lo lleven tal cual a la pantalla.

Ernest Hemingway es como lo fue hace ya unas década Paulo Coelho, cualquier libro que hiciese era famoso o al menos ya tenía la reputación y no podía ser malo.

Supongo que aquí pasaba lo mismo con Ernest. Esta película es una poesía, donde el viejo se enfrenta al mar. El mar que siempre ha estado en su vida y ha sido su vida, parece ser la última pelea con él. Una película minimalista, aunque costara 5 millones (algo desorbitado para su época, la idea inicial era de 2 millones)... y todo fue por buscar los mejores sitios donde rodar en el mar.

Como poesía está muy bien, como película se hace algo lenta... y tanto pensamiento (en voz en off) llega a cansar un poco.

Leí la novela de Ernest Hemingway hace muchos años, más de cuarenta. Le leería con 10 ó 12 años. Y me gustó mucho, claro. La derrota, el triunfo, los impostores del éxito y el fracaso, el engaño, el autoengaño, la posición que ocupas en la sociedad, en tu lugar, en el que vives... de todo eso trata esta película, relatando una metáfora de la vida,
Es una oda a la novela, incluso en algunos momentos -muchos, quizá demasiados- la voz en off narra, probablemente con fidelidad, determinados párrafos de la novela, del cuento largo.
Gran trabajo de Spencer Tracy, actor impresionante, cabal, sereno, fiable y maestro de maestros. Seguramente le motivaba la idea de hacer una película con él como actor único.
El montaje de la película es su éxito. Sin lugar a dudas. Curiosamente, en Wikipedia la autoría de la película se la atribuyen ademas de a Sturges, a Henry King y Fred Zinnemann, a los tres. Desconozco por qué, pero no es esa la atribución que hace Filmaffinity, pues sólo se la atribuye a Sturges. Como Letterboxd, que también considera autor único a Sturges.
Sin embargo IMDb sí considera como coautor a Zinnemann, pero no a King.
No sé. No creo que estos tres monstruos codirigieran una cinta como esta. No es una de gran presupuesto, una cinta epopéyica. Es una cinta 'pequeña' de bajo presupuesto, debida, probablemente, al empeño personal de director o incluso del actor.
El guión es de Peter Viertel, que además de notable guionista fue, creo no equivocarme, marido de Deborah Kerr.