Haz click aquí para copiar la URL

Entre dos aguas

Drama Isra y Cheíto son dos hermanos que han tomado caminos muy diferentes en la vida. Cuando Isra sale de la cárcel y Cheíto termina una larga misión enrolado en la Marina, ambos regresan a la Isla de San Fernando. El reencuentro de los hermanos renovará el recuerdo de la muerte violenta de su padre cuando eran niños; la necesidad de retomar sus vidas y reconciliarse con ellos mismos les unirá de nuevo. Doce años después de “La Leyenda del ... [+]
Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
4
23 de mayo de 2024 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin ánimo de desautorizar a nadie a rodar de lo que le dé la gana nazca donde nazca, creo que aquí hay un problema. Para empezar, solo hay que leer las críticas de esta web para darte cuenta de que Isaki ha llevado a error a toda la audiencia incluso con el nombre de la ciudad. Señores, es San Fernando. No La Isla de San Fernando. O San Fernando o La Isla de León. De nada.

Y es que el hombre se ha esforzado por sacar toda la mugre posible que hay en mi ciudad. Que sí, que la película va de lo que va. Pero cualquiera que no haya estado allí pensará que San Fernando son 800 chabolas, 17 descampaos y 3 torres de pisos. Pensará que el 90% de los cañaillas no sabemos completar una frase sin atragantarnos, no tenemos todas las piezas dentales y, por supuesto, que pasamos mandanga porque no queremos trabajar. Pensará que en Cádiz solo hay ese camino o el ejército. Vamos, yo soy Puigdemont y pido que esta película se proyecte en todos los colegios catalanes para fomentar el independentismo.

Y no, lo que se ve aquí, representa a la etnia que representa, que también la tienes en Girona, y en un porcentaje global pequeño. ¿Que tú aún así quieres contar esta historia? Muy bien, pero nen, por respeto, te podrías haber ahorrado 30 minutos de primeros planos onanistas inservibles y usar ese metraje para contextualizar mejor la zona, ya que tanto te has esforzado por recalcar que es ahí donde transcurre la acción.

Me recordó a Nomadland. Poco guion, nada de trama. Simplemente seguir a su protagonista, creértelo porque sí y maldito seas si no empatizas con el pobre, un criminal que en lo único en lo que destaca es en hacerse la víctima y en ser más flojo que el fango. Yo lo siento, pero no puedo empatizar con criminales victimistas y me da arcadas que encima se les romantice. Porque por descontado, la película no cierra con ninguna conclusión. Nos quedamos como al principio, pero al menos ya sabes lo chungos que somos en la Bahía de Cádiz, pero es porque la vida nos ha hecho así. Compadécenos desde tu caballo.

Lo mejor, los actores que no lo son y la primera escena. Me gusta esa naturalidad tan real ante la cámara. Y el formato semidocumental tampoco está mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Isaki, si quieres conocer al único isleño de la Historia con carrera universitaria y que cotiza, dame un toque. Me falta una muela eso sí.
2
30 de diciembre de 2018
18 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de leer que obtuvo la Concha de Oro en el festival de San Sebastián, me he quedado a cuadros.
Está filmada con abuso de planos medios o primeros planos, cámara en mano, cambiando de interlocutor con movimientos de cámara que a veces desenfocan la imagen y te produce una gran fatiga visual para itnentar acomodar tu mirada. Los diálogos de notan improvisados; frescos, sí, pero vacíos de contenido: se alargan en exceso mensajes que se podrían transmitir con menos metraje. A eso añadidle la dificultad de comprender la vocalización gaditana para los que no tenemos el oído acostumbrado, y tendrás como resultado un terrible dolor de cabeza.
2
16 de mayo de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película interesa a los seguidores del género a quienes les gustó el cine descriptivo con argumentos tan apasionantes como El Lute, El Bola, El Pera, El Torete, los "Deprisa, deprisa" y demás. Para la mayoría de cinéfilos hay poca cosa salvable en toda la ristra de producciones que tratan de la temática. En "Entre dos aguas" la realización no puede ser más inepta, más propia de un "Reality show", destinado a llenar espacios televisivos, que de un largometraje. Nos quedamos en el neorrealismo de los sesenta. El continuo sermón implícito victimista y el presunto discurso "concienciador social" del cine quinqui siempre es más de lo mismo. Poco aliciente para mantener al espectador medio en su butaca, salvo a los estudiosos sociológicos.
6
9 de noviembre de 2018 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenemos poesía en su análisis de una realidad muy verista. Tenemos unas interpretaciones de calidad de unos personajes intensos, sentidos y vehementes. Tenemos una estructura de realismo en cada selección de plano y de formato audiovisual. Tenemos metraje de sobra en una intensa forma de rodar, con causas y efectos sopesados en un guion rico en detalle. Tenemos las dudas de cada protagonista, sus vaivenes diseñados y especificados con tesón y consistencia. Tenemos los referentes claros y un resultado brillante, aunque con sus vicios que trastocan el resultado: ese metraje excesivo, aunque para nada superfluo.
Isaki Lacuesta nos dio una segunda oportunidad con los protagonistas, esa que los personajes aprovechan de forma dispar. Pero que en nuestros referentes vivimos con intensidad. Una oda a las circunstancias y al camino vital. Decisiones y actitudes marcadas para un debate interno en el espectador.
7
11 de diciembre de 2018 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Israel y Cheíto son dos hermanos gitanos. Mientras Israel ha estado en la cárcel por tráfico de drogas, Cheíto se ha enrolado en la Marina como panadero en un buque de guerra. Coincide que cuando Israel sale de la cárcel Cheíto acaba de regresar de una larga misión por Somalia y las islas Seychelles. Ambos se encuentran en la Isla de San Fernando, Cádiz. Este reencuentro hace que ambos rememoren la muerte por disparos de su padre cuando eran niños. Hay en los dos una intrínseca necesidad reemprender sus vidas, reconciliarse con ellos mismos y cuidar de las hijas que ambos tienen. Esto los unirá de nuevo.

El comienzo de la película es más que llamativo. Es la escena de un parto, la madre haciendo fuerza y un joven padre nervioso en un clima que estira las cuerdas de la angustia. Cuando nace la criatura, el joven es esposado y devuelto de nuevo a la prisión Puerto II de donde había venido. Dramático, real también. El joven es Israel Gómez, el protagonista, un gitano que traficó con drogas.

Lacuesta apuesta por recrear de forma efectiva y sin átomo de fantasía, la vida de muchos jóvenes gitanos (o no) del atlántico gaditano que, sumidos en la indigencia y la incultura, se ven metidos de hoz y coz en el sórdido mundo de la delincuencia. Hay en el contexto de estos muchachos una genuina falta de medios para alcanzar objetivos dignos en la vida. En este caso, el pulso que plantea el director de la cinta, la cual rueda sin moralina sino en crudo y tal cual es, es la dicotomía entre la marginalidad de Israel o la integración, precaria pero integración, de su hermano Cheíto, a la sazón reciclado para el ejército. Todo ello cuando han transcurrido doce años desde que se inició el drama del asesinato del padre. Este descorrer un velo y adelantar la trama en el tiempo, Lacuesta lo hace con una naturalidad muy meritoria y un sostenido pulso narrativo sencillo pero elocuente.

Isa Campoy y Fran Araújo como coguionistas junto a Isaki Lacuesta, confeccionan un libreto que acierta a articular un relato que es la vida sin ornamentos ni artificio. Esto provoca en el espectador la convicción de estar visionando un documental, un relato verídico de historias de vida cruzadas muy difíciles. Penosas incluso, pero con un aire flotante de esperanza. Lacuesta realiza un malabar y consigue que el espectador ‘sensible’ quede fijado a la butaca muy atento a cada momento de la historia, que viva pendiente de cada minuto de verdad que aun no siéndolo, lo es, que aun viniendo de la creación de los guionistas, resulta asombrosamente veraz. Entonces ya deja de interesar la diferencia entre cierto o quimera porque al fin es una historia cuyo drama sólo puede provenir de un vero cenagal que fácilmente se reconoce en esa provincia paupérrima, por circunstancias políticas inconfesables, que es Cádiz.

El problema de esta cinta es que no creo que sea una obra para un público amplio. Me parece que hay que tener cierta sensibilidad ante lo social y también una cierta visión de lo que es el cine y de quién es Lacuesta, como un exponente importante dentro de este arte. En tal sentido subrayo algunos aspectos. En primer lugar, esta película, siendo universal en los territorios que analiza, sin embargo se centra fehacientemente en la marginalidad de la juventud gaditana, una de las provincias más atrasadas socioeconómicamente de la realidad española y europea. De otro lado el metraje es excesivo y a los protagonistas no creo que todo el mundo entienda lo que hablan, pues el lenguaje popular ‘gadita’ tiene sus singularidades: se reducen palabras, se habla muy rápido, argot, etc. Estas dos cuestiones pueden colaborar a cierta sensación de tedio para un número no despreciable de público.

Los actores principales, Israel Gómez Romero, Francisco José Gómez Romero (los hermanos Gómez Romero), Rocío Rendón, Yolanda Carmona, Lorrein Galea o Manuel González del Tanago, están estupendos y naturales por demás, es muy probable que sean actores no profesionales sacados de la misma ciudad de San Fernando. Esto tiene su parte positiva pues probablemente sean personas que interpretan sus propios personajes, su vida personal o la que ven de manera próxima; todo ello dejados a su albedrío, a decir y hacer, a rellenar vacíos, a repetir diálogos, contando historias dramáticas que surgen desde su interior y su manera de sentir la escena. Participamos de este modo de una especie de documental –aunque en puridad no lo sea- que dibuja con una intención vehemente de verdad, lo que es esta población con sentimientos intensos y con también un intenso desconcierto, personas que viven su realidad precaria con enorme angustia y fatal desesperanza.

En fin, esta cinta ofrece una mirada honesta y cabal de los personajes. E incluso puede que sea esa impronta de documental lo que hace atractivo el film, aunque esa no haya sido inicialmente la intención del director. Incluso los diálogos parecen en muchas escenas improvisados.

Gozamos también de una excelente fotografía Diego Dussuel y buena música a cargo de Raül Refree y Kiko Veneno, no olvidamos que el título tiene una potente referencia musical prestada por Paco ‘el de la Lucía’.

En resolución, obra emotiva, estridente, llena de vida y de prístinos planteamientos. Lacuesta es un realizador de excelencia que innova en las nuevas relaciones y paradigmas entre el documental y la ficción. Como los reflejos que podemos ver sin dificultad en esa tierra milenaria y meridional de España, la de la “salada claridad” batida por el Atlántico.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para