La cabaña del terror
2011 

6.1
35,684
Terror. Ciencia ficción. Fantástico
Cinco estudiantes universitarios se preparan para pasar el fin de semana en una cabaña situada en un remoto bosque y sin medios de comunicación con el exterior. En el sótano encuentran una extraña colección de recuerdos; entre ellos, un diario que habla de la antigua familia que ocupó la casa. Mientras tanto, un par de técnicos en una planta industrial se están preparando para una operación desconocida. Están filmando a los jóvenes con ... [+]
15 de diciembre de 2013
15 de diciembre de 2013
33 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dolor supervivo caro.
Dolor sublimus caro.
Dolor ignio animus.
Llevábamos tanto tiempo aletargados y atrapados en la inmensidad del tiempo que no nos acordamos del ayer. ¿Cuándo fue la última vez que sentimos de verdad el miedo? ¿Cuándo nos engañaron para que nos alzáramos a aplaudir el mayor de los terrores? La película que ha revolucionado el género y marcado un antes y después ha sido objeto de compulsivo culto y polémica, víctima de la indiferencia de la distribución patria y aupada en la Muestra de Cine Fantástico de Syfy de 2013. “Posesión infernal” de Sam Raimi va a ser agarrada por la piel y arrancada brutalmente para que veamos sus entrañas y los mecanismos que maquinaron el género, que sirvió de articulación entre Wes Craven y Tobe Hooper y la comedia de terror ochentera. Joss Whedon y Drew Goddard lo tienen claro: se trata de experimentar y desmitificar, de marcar los hilos que dirigen a los personajes del cine de terror para explosionar la perspectiva bajo el mandato de lo macabro y divertido. Los códigos en la historia del género siempre han sido reformulados pero “La cabaña en el bosque” desea exponerlos en vitrinas y condensar la complicidad del público desde una figura voyeur.
Nos conocemos los trucos, las trampas, los puntos de giro, cada sorpresa y los estereotipos. Nos hemos convertido en títeres de un sistema mayor sobre el que todo orbita. Nos hemos sentido mártires de las hormonas, de tintes de pelo, de juegos de roles impuestos y de accidentes químicos… partícipes de una orquestada y clónica mentira. Hemos sido siempre víctimas de un guión que tenemos presenciar una y otra vez delante de nuestros ojos… Nos hemos convertimos en espectadores de la misma historia y repetición: pedimos sangre y tenemos sangre… para ser contentados… pero sabemos que nos engañan y nos adormilan, nos han conducido a un eterno letargo. Todo es una mentira y falsa, una conjunción de elementos en el que las víctimas son siempre las mismas y simplemente se modifica el verdugo. Los mismos viajes, los mismos fatídicos fines de semana, ¿la misma diversión? La estadística se impone… pero la repetición y las trampas conllevan el perfeccionamiento y también el conocimiento: sabemos todos los oscuros rincones por muchas vueltas que dé el cubo; las mismas caras y soniquetes, los mismos colores y combinaciones…
“La cabaña en el bosque” no sólo es capaz de evocar la más genial sombra de Joe Dante sino que replantea todo el género vivido… Se trata de la invocación de la insolencia, de sentirse como un antepasado que ve todo pero está inmovilizado por un género que se ha convertido en pesadas cadenas. Es momento de manifestarse y emerger, de golpear y destruir. Las marionetas no sólo deben revelarse sino los amos y espectadores... porque los espectadores somos realmente los dioses del séptimo arte y ahora podemos liberarnos de nuestro encierro. Podemos resucitar. Es momento de salir de la oscuridad para alzar nuestras garras y golpear el celuloide, de sobrevivir a la vieja carne cinematográfica y que regrese al encuentro de nuestra alma. Es momento de despertar definitivamente para poner el punto y final a nuestro reclusión y castigo y reinar sobre el mundo del que habíamos sido apartados. ¡Levántate! ¡Rompe la pantalla! ¡Es momento de despertar!
Dolor sublimus caro.
Dolor ignio animus.
Llevábamos tanto tiempo aletargados y atrapados en la inmensidad del tiempo que no nos acordamos del ayer. ¿Cuándo fue la última vez que sentimos de verdad el miedo? ¿Cuándo nos engañaron para que nos alzáramos a aplaudir el mayor de los terrores? La película que ha revolucionado el género y marcado un antes y después ha sido objeto de compulsivo culto y polémica, víctima de la indiferencia de la distribución patria y aupada en la Muestra de Cine Fantástico de Syfy de 2013. “Posesión infernal” de Sam Raimi va a ser agarrada por la piel y arrancada brutalmente para que veamos sus entrañas y los mecanismos que maquinaron el género, que sirvió de articulación entre Wes Craven y Tobe Hooper y la comedia de terror ochentera. Joss Whedon y Drew Goddard lo tienen claro: se trata de experimentar y desmitificar, de marcar los hilos que dirigen a los personajes del cine de terror para explosionar la perspectiva bajo el mandato de lo macabro y divertido. Los códigos en la historia del género siempre han sido reformulados pero “La cabaña en el bosque” desea exponerlos en vitrinas y condensar la complicidad del público desde una figura voyeur.
Nos conocemos los trucos, las trampas, los puntos de giro, cada sorpresa y los estereotipos. Nos hemos convertido en títeres de un sistema mayor sobre el que todo orbita. Nos hemos sentido mártires de las hormonas, de tintes de pelo, de juegos de roles impuestos y de accidentes químicos… partícipes de una orquestada y clónica mentira. Hemos sido siempre víctimas de un guión que tenemos presenciar una y otra vez delante de nuestros ojos… Nos hemos convertimos en espectadores de la misma historia y repetición: pedimos sangre y tenemos sangre… para ser contentados… pero sabemos que nos engañan y nos adormilan, nos han conducido a un eterno letargo. Todo es una mentira y falsa, una conjunción de elementos en el que las víctimas son siempre las mismas y simplemente se modifica el verdugo. Los mismos viajes, los mismos fatídicos fines de semana, ¿la misma diversión? La estadística se impone… pero la repetición y las trampas conllevan el perfeccionamiento y también el conocimiento: sabemos todos los oscuros rincones por muchas vueltas que dé el cubo; las mismas caras y soniquetes, los mismos colores y combinaciones…
“La cabaña en el bosque” no sólo es capaz de evocar la más genial sombra de Joe Dante sino que replantea todo el género vivido… Se trata de la invocación de la insolencia, de sentirse como un antepasado que ve todo pero está inmovilizado por un género que se ha convertido en pesadas cadenas. Es momento de manifestarse y emerger, de golpear y destruir. Las marionetas no sólo deben revelarse sino los amos y espectadores... porque los espectadores somos realmente los dioses del séptimo arte y ahora podemos liberarnos de nuestro encierro. Podemos resucitar. Es momento de salir de la oscuridad para alzar nuestras garras y golpear el celuloide, de sobrevivir a la vieja carne cinematográfica y que regrese al encuentro de nuestra alma. Es momento de despertar definitivamente para poner el punto y final a nuestro reclusión y castigo y reinar sobre el mundo del que habíamos sido apartados. ¡Levántate! ¡Rompe la pantalla! ¡Es momento de despertar!
24 de agosto de 2012
24 de agosto de 2012
46 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me ha parecido original para nada. Mucho menos que le haya dado al género una vuelta de tuerca. Me ha aburrido considerablemente y lo lamento mucho, ya que esperaba de "The cabin in the woods" otra cosa. Como película de horror deja mucho que desear. Sus toques de comedia son mediocres. Los clichés del estilo se desmoronan cuando intentan "sofisticar" la película con giros totalmente absurdos que no aportan ni explican nada, y que sucumben a merced de un fangoso guión que se diluye en una sucesión de escenas ridículas. Desde mi humilde opinión, ser originales no es esto.
26 de diciembre de 2012
26 de diciembre de 2012
24 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy fan de Joss Whedon, de Drew Goddard y del camello que les vendió todo lo que pudo y más para que naciera "The Cabin in the Woods".
Sigo en proceso de asimilación.
¿Sabéis eso que se suele decir de "es tan mala que hasta es buena"? Pues ésta crea un nuevo género. No sabes si es mala, buena o regular. Sólo dices: ¿¡pero qué narices acabo de ver!? y confías en llegar a tener alguna vez la respuesta.
Sigo en proceso de asimilación.
¿Sabéis eso que se suele decir de "es tan mala que hasta es buena"? Pues ésta crea un nuevo género. No sabes si es mala, buena o regular. Sólo dices: ¿¡pero qué narices acabo de ver!? y confías en llegar a tener alguna vez la respuesta.
11 de noviembre de 2013
11 de noviembre de 2013
22 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película que mezcla los más trillados tópicos de la película de terror adolescente con un cierto toque entre irónico y cómico que hace llevadero su visionado y muy disfrutable sus carnicerías y salvajes aquelarres hormonados. Porque el interés de esta peliculilla intrascendente es la vuelta de tuerca al que somete al relato de los adolescentes masacrados sin ton ni son en un sinnúmero de manidos filmes de sobremesa donde abunda la hemoglobina salvaje y caprichosa – reformulando su alcance, redimensionando su contenido y demostrando que siempre hay un recodo para la imaginación y la novedad en los relatos más agotados.
Pero dicho esto, está dicho todo. La idea general es su mayor logro: un guión agudo, no exento de humor y mala leche, de simpática profanación, de ocurrente chascarrillo de borrachera de fin de fiesta. El tono entre jocoso y paródico, entre el homenaje y la subversión, es su máximo – y único – valor. El atractivo reparto apenas concurre con su vigorosa y bien torneada presencia, pero sin escenas atrevidas ni hallazgos de la carne que podrían haber elevado el tono e interés subversivo al que apunta este ejercicio sagaz. A un paso de lo rutinario, más esforzado que genuinamente novedoso.
Los extraños avatares del cine han hecho que la distribución de esta cinta haya tenido problemas y sinsabores de toda índole (fue rodada en 2009 pero no se estrenó hasta 2012 en EEUU), pese a sus ocurrencias y simpática factura. En definitiva, un ejercicio más brillante que inteligente, más aparente que novedoso, se deja ver con agrado y cierta simpatía, pero apenas trasciende el terreno de lo prescindible.
Pero dicho esto, está dicho todo. La idea general es su mayor logro: un guión agudo, no exento de humor y mala leche, de simpática profanación, de ocurrente chascarrillo de borrachera de fin de fiesta. El tono entre jocoso y paródico, entre el homenaje y la subversión, es su máximo – y único – valor. El atractivo reparto apenas concurre con su vigorosa y bien torneada presencia, pero sin escenas atrevidas ni hallazgos de la carne que podrían haber elevado el tono e interés subversivo al que apunta este ejercicio sagaz. A un paso de lo rutinario, más esforzado que genuinamente novedoso.
Los extraños avatares del cine han hecho que la distribución de esta cinta haya tenido problemas y sinsabores de toda índole (fue rodada en 2009 pero no se estrenó hasta 2012 en EEUU), pese a sus ocurrencias y simpática factura. En definitiva, un ejercicio más brillante que inteligente, más aparente que novedoso, se deja ver con agrado y cierta simpatía, pero apenas trasciende el terreno de lo prescindible.
28 de abril de 2012
28 de abril de 2012
37 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los fans del terror siempre hemos albergado la fantasía de volver a ver nuestras pelis favoritas a la espera de que en un momento la trama experimente un giro inesperado. Nos tapamos los ojos con los dedos entreabieros esperando que Jamie Lee Curtis no abra una puerta, o que Gregory Peck clave las dagas en el cuerpo del repugnante hijo del demonio en el altar. Pero siempre pasa lo mismo. La reina del grito abre la puerta y el otrora estupendo Atticus se arrepiente. En plena época de Grandes Hermanos, realidades controladas, Jersey´s Shores desternillantes y demás, lo que hace The Cabin in the Woods era cuando menos, esperable. Un giro de vuelta que hará las delicias de un público facilón que saldrá del cine con una sonrisa de oreja a oreja después de partirse la caja y asustarse en cosa de minutos. Hay algunos que la comparan con Scream. Aún siendo una originalísima vuelta de tuerca al género terror, especialidad casas apartadas, sale perdiendo. Pero fijo que Wes Craven estaría más que encantado de sustituir en su haber My soul to take por la peli que nos ocupa.
Lo mejor: Humor ingenioso, final genial.
Lo peor: Lo que es, es...
Una pena no poder contaros algunas cosillas para no desvelar nada. A verla pero YA.
Lo mejor: Humor ingenioso, final genial.
Lo peor: Lo que es, es...
Una pena no poder contaros algunas cosillas para no desvelar nada. A verla pero YA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momento sexo en el bosque con los "controladores" regulando temperatura, neblina y luz. GENIAL.
Molaría ver qué habría pasado si llegan a "elegir" momia en lugar de zombies campestres.
Casi me muero de risa con la crítica al terror japonés, con fantasma de niña azul y pelo largo flotando en el aula. BRILLANTE.
La aparición estelar de Sigourney es para aplaudir...
Molaría ver qué habría pasado si llegan a "elegir" momia en lugar de zombies campestres.
Casi me muero de risa con la crítica al terror japonés, con fantasma de niña azul y pelo largo flotando en el aula. BRILLANTE.
La aparición estelar de Sigourney es para aplaudir...
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