Sinceramente me esperaba una comedia mas loca y graciosa, la verdad. Tiene algunos puntos bastante cómicos, pero no es tampoco de morirte de risa, y eso que tengo la carcajada bastante facilona. Es más o menos previsible (el más o menos es porque son varias historias, algunas con final esperado, otras no tanto). A rasgos generales, y para no extenderme más, solo agregar que se pasa un buen rato, es muy agradable de ver y por tanto la recomiendo.

Quienes gusten de la comedia romántica pero no quieran lo de siempre (o quieran lo de siempre pero con más gusto y gracia), disfrutarán con Ex. Es un género que generalmente me asquea y me repugna, porque siempre nos cuenta lo mismo; pero hay que reconocer que el cine europeo está revisitando estos géneros y temas y los está refrescando de manera bastante sana. En Italia ya tuvimos el caso de Manuale d'amore, y ahora nos llega Ex, de estructura muy parecida.
Ex es la típica comedia que entrecruza historias que tienen un tema en común. Aquí, en Ex, se trata de examinar el tema de la ruptura amorosa desde distintos puntos de vista. Muchas situaciones, personajes de todas las edades, motivos varios, pero siempre tienen en común ese problema: a alguien lo han dejado o están a punto de hacerlo.
Que nadie se lleve una idea equivocada. Ex no es un producto sesudo, ni salido de una mente aguda, sino que está hecha para arrasar en taquilla (dentro de lo que los blockbusters americanos le permitan). Por ello recurre a los clásicos topicazos de este tipo de películas. Pero lo hace con gracia, con personajes típicos pero interpretados con mucho sentido del humor y sin ningún afán de trascendencia. Ex es una comedia en general bastante ligera, aunque en algún momento nos sorprende con algún grano de pimienta. Tiene sus buenos momentos y sus situaciones divertidas, sus historias se entrecruzan de manera original, y los actores no se dejan llevar por el histrionismo vacuo de algunas de estas producciones.
Ex es una película que invita a la sonrisa cómplice y te brinda un rato de agradable cine, sin pretensiones más allá de la de divertir. No se corta en tirar de tópicos ni del melodrama barato cuando lo necesita, pero lo hace con gracia. Me quedo con eso.

El nuevo formato de comedia romántica lleva el signo de los tiempos que corren y la fórmula de historias cortas con puntito agridulce a lo "Love actually" demuestra funcionar a ambos lados del charco independientemente de cuál sea la bandera de adopción. Como la coca-cola, puede variar el tamaño o el color de la botella, pero su sabor permanece casi intacto ya se venda en Wisconsin que en Aquisgrán.

Y no nos engañemos; a pesar de su nombre, "Ex" es una película de amores de rápido consumo con las dosis de emoción, comedia y romance cuidadosamente escogidas y calibradas para satisfacer espectadores que cada vez consumen cine con más prisas y con menos paciencia. El acto de salir del cine cada vez se parece más a la sensación de salir de un McDonald's.

El producto no es que esté mal: con una fórmula tan estudiada, sería difícil fabricar una coca-cola que no supiese por lo menos a coca-cola. Además hay para todos los gustos y situaciones: tenemos a los ex-novios todavía enamorados que vuelven a encontrarse (para los que se dejaron algún amor en el tintero), la pareja en crisis que todavía se quiere (para los recién dejados por su media naranja), el hombre que descubre que su mujer es el amor de su vida muchos años después de haberse separado de ella (para divorciados nostálgicos), el ex que no sabe de la que se ha librado (para los que se hacen amigos de los novios de sus ex-novias) y como no podía faltar, el chico y la chica separados por una larga distancia (para gente como yo). Todo se desarrolla sin estridencias ni sorpresas hasta el consiguiente caramelito final, nada que no se vea venir a kilómetros.

Garantizada sonrisa tontona y ganas de apretujarse con el/la churri a los títulos de crédito: no es buena, pero cumple con su cometido esencial: visionado fácil y satisfacción rápida. Como diría mi madre, qué monada...

No esperaba ni más ni menos de esta película. Incluso la esperaba mucho peor. Seamos francos, es una comedia romántica para pasar el rato un domingo por la tarde. Una serie de parejas se separan o corren peligro de hacerlo y luego resulta que todas están relacionadas entre sí. Al final le ponemos el punto dulzón para que la gente se vaya contenta a casa y... Guau! Qué bonito es el amor! Porque todos acabaremos felices y comiendo perdices! Me supo mal gastarme 6 euros en una película en la que los gags eran bastante previsibles, pero debo reconocer que algunos tuvieron su gracia.

Mi recomendación: si os gustan las comedias románticas, no dudéis en ir a verla. Si no os apasionan, esperad a que salga en DVD o, simplemente, prescindid de ella.

Lo bueno que tiene el film de Brizzi es su planteamiento sobre el amor y las relaciones de pareja, siendo el principio muy real y comprensible, sin embargo a medida que avanza se puede ver el esfuerzo del director por realizar una comedia con un final feliz. Otro punto en contra es su parecido razonamiento con "Manual de amor", sin embargo sin llegar a superarla creo que se queda a una altura parecida. El guión es la unión de varios personajes por el hecho de haber tenido desencuentros amorosos a lo largo de la vida, en ellos hay casos de todos los colores, los que no pueden olvidar, los que buscaron olvido, los que encuentran a otro, y siempre existe algún nexo de unión entre ellos. Lo dicho, una comedia ligera, que se disfruta y que en algunos puntos llega a hacer reir.