Quienes gusten de la comedia romántica pero no quieran lo de siempre (o quieran lo de siempre pero con más gusto y gracia), disfrutarán con Ex. Es un género que generalmente me asquea y me repugna, porque siempre nos cuenta lo mismo; pero hay que reconocer que el cine europeo está revisitando estos géneros y temas y los está refrescando de manera bastante sana. En Italia ya tuvimos el caso de Manuale d'amore, y ahora nos llega Ex, de estructura muy parecida.
Ex es la típica comedia que entrecruza historias que tienen un tema en común. Aquí, en Ex, se trata de examinar el tema de la ruptura amorosa desde distintos puntos de vista. Muchas situaciones, personajes de todas las edades, motivos varios, pero siempre tienen en común ese problema: a alguien lo han dejado o están a punto de hacerlo.
Que nadie se lleve una idea equivocada. Ex no es un producto sesudo, ni salido de una mente aguda, sino que está hecha para arrasar en taquilla (dentro de lo que los blockbusters americanos le permitan). Por ello recurre a los clásicos topicazos de este tipo de películas. Pero lo hace con gracia, con personajes típicos pero interpretados con mucho sentido del humor y sin ningún afán de trascendencia. Ex es una comedia en general bastante ligera, aunque en algún momento nos sorprende con algún grano de pimienta. Tiene sus buenos momentos y sus situaciones divertidas, sus historias se entrecruzan de manera original, y los actores no se dejan llevar por el histrionismo vacuo de algunas de estas producciones.
Ex es una película que invita a la sonrisa cómplice y te brinda un rato de agradable cine, sin pretensiones más allá de la de divertir. No se corta en tirar de tópicos ni del melodrama barato cuando lo necesita, pero lo hace con gracia. Me quedo con eso.