En 80 días
2010 

7.2
1,379
Drama
Axun es una mujer de 70 años que acude al hospital para cuidar al ex-marido de su hija. Su sorpresa será mayúscula al darse cuenta que la mujer que cuida al enfermo de al lado es Maite, su gran amiga de la adolescencia. Pronto serán conscientes de que la química entre ellas sigue intacta. Las dos se divierten y disfrutan del reencuentro hasta que Axun descubre que Maite es lesbiana. Axun tendrá que lidiar con sus sentimientos ... [+]
9 de noviembre de 2015
9 de noviembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aún, y a pesar de vivir en el S. XXI, es toda una sorpresa descubrir una película en la que la homosexualidad entre mujeres en la edad madura, se trata con toda la naturalidad del mundo y con una sensibilidad que te eriza la piel sin necesidad de caer en la sensiblería ni en la ñoñez.
Las protagonistas hacen un trabajo de lujo. Mayte clava el papel de mujer alegre, jovial, moderna y un poco de vuelta de todo y Axun, que podría ser tu madre, la vecina del quinto, o cualquier mujer de 70 años, hace un papel maravilloso que hay que descubrir viendo la peli.
No entiendo por qué ésta película no ha salido de sus fronteras, no se ha traducido al castellano ni por qué se sigue diciendo que en España no se hace buen cine.
Mi enhorabuena al director por esta apuesta arriesgada.
Las protagonistas hacen un trabajo de lujo. Mayte clava el papel de mujer alegre, jovial, moderna y un poco de vuelta de todo y Axun, que podría ser tu madre, la vecina del quinto, o cualquier mujer de 70 años, hace un papel maravilloso que hay que descubrir viendo la peli.
No entiendo por qué ésta película no ha salido de sus fronteras, no se ha traducido al castellano ni por qué se sigue diciendo que en España no se hace buen cine.
Mi enhorabuena al director por esta apuesta arriesgada.
3 de octubre de 2019
3 de octubre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante drama intimista, por los autores de " Loreak", que explora los descubrimientos amorosos en la tercera edad.
Axun, tiene 70 años. Ha vivido toda su vida con su marido en un baserri. Una vida dedicada a su familia y a las faenas del caserío, que no le han dejado espacio para nada más.
Cuando el exmarido de su hija sufre un accidente de coche, se cree en la obligación de ir a cuidarle al hospital ya que no tiene a nadie más.
Y se llevará una gran sorpresa cuando allí coincida con Maite, su gran amiga de la adolescencia, ahora una mujer que representa lo contrario de ella.
En esas reuniones de hospital, irán reencontrándose poco a poco y Axun sobre todo, irá despertando de su letargo existencial.
La película transcurre suave, contenida y con hondura emocional.
Que nos cuenten o no, una historia de amor homosexual, es totalmente secundario.
Lo relevante, en mi opinión, lo que todos identificaremos como muy común, al margen de que te enamores o de quién te enamores, es lo que les sucede a muchas personas que después de una vida entregada a unas ocupaciones absorbentes, empiezan a descubrir en sí mismas, un anhelo de volver a sentir y revivir ilusiones o emociones latentes o dormidas.
A mí por lo menos, eso me ha parecido al ver este film.
Los directores han hecho mucho más hincapié en relatarnos la historia de Axun y la crisis que se abre en su matrimonio cuando descubre lo que le hace sentir Maite.
En cambio, apenas desarrollan el personaje de Maite, es decir, no vemos ninguna transformación en ella.
Maite, hace tiempo que asumió su homosexualidad y ha vivido conforme a ella.
Yo no he visto claro qué emociones le despierta Axun ni cómo. Maite es una mujer de mundo, moderna y con muchas vivencias a sus espaldas.
Así como sí vemos que Axun " despierta" a la vida de la mano de Maite, no vemos qué le aporta Axun a Maite. ¿ Dulzura?. No lo sé.
A mí lo que más me ha gustado ha sido el personaje del marido de Axun. Su desconcierto, su impotencia, su dificultad para preguntar y para expresar sus emociones. Su dolor al comprender que la mujer con la que llevas toda tu vida, se va volando cuando más la necesitas.
¿ Me ha gustado la película?. Bueno sí, la he seguido con interés desde luego. Me ha parecido honesta y sincera.
Película modesta pero eficaz.
Axun, tiene 70 años. Ha vivido toda su vida con su marido en un baserri. Una vida dedicada a su familia y a las faenas del caserío, que no le han dejado espacio para nada más.
Cuando el exmarido de su hija sufre un accidente de coche, se cree en la obligación de ir a cuidarle al hospital ya que no tiene a nadie más.
Y se llevará una gran sorpresa cuando allí coincida con Maite, su gran amiga de la adolescencia, ahora una mujer que representa lo contrario de ella.
En esas reuniones de hospital, irán reencontrándose poco a poco y Axun sobre todo, irá despertando de su letargo existencial.
La película transcurre suave, contenida y con hondura emocional.
Que nos cuenten o no, una historia de amor homosexual, es totalmente secundario.
Lo relevante, en mi opinión, lo que todos identificaremos como muy común, al margen de que te enamores o de quién te enamores, es lo que les sucede a muchas personas que después de una vida entregada a unas ocupaciones absorbentes, empiezan a descubrir en sí mismas, un anhelo de volver a sentir y revivir ilusiones o emociones latentes o dormidas.
A mí por lo menos, eso me ha parecido al ver este film.
Los directores han hecho mucho más hincapié en relatarnos la historia de Axun y la crisis que se abre en su matrimonio cuando descubre lo que le hace sentir Maite.
En cambio, apenas desarrollan el personaje de Maite, es decir, no vemos ninguna transformación en ella.
Maite, hace tiempo que asumió su homosexualidad y ha vivido conforme a ella.
Yo no he visto claro qué emociones le despierta Axun ni cómo. Maite es una mujer de mundo, moderna y con muchas vivencias a sus espaldas.
Así como sí vemos que Axun " despierta" a la vida de la mano de Maite, no vemos qué le aporta Axun a Maite. ¿ Dulzura?. No lo sé.
A mí lo que más me ha gustado ha sido el personaje del marido de Axun. Su desconcierto, su impotencia, su dificultad para preguntar y para expresar sus emociones. Su dolor al comprender que la mujer con la que llevas toda tu vida, se va volando cuando más la necesitas.
¿ Me ha gustado la película?. Bueno sí, la he seguido con interés desde luego. Me ha parecido honesta y sincera.
Película modesta pero eficaz.
18 de junio de 2020
18 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermoso y sincero film que llega con naturalidad al espectador gracias a un original guion que es llevado a cabo con sencillez, y sin la más mínima intención de superficialidad o tópico. Su trama, que se va generando a un ritmo que no se toma prisas, atrapa al espectador y lo hace comprender desde el principio que el amor no tiene edad, ni sexo, y que este puede surgir en cualquier momento, o mejor dicho, resurgir, muchos años después.
La historia de estas dos mujeres, que coinciden en un hospital y que se reconocen después de más de 50 años desde que se conocieron, en una época atrás donde las relaciones entre mujeres sencillamente no existían, pues no era su momento, queda en suspenso sin ellas saberlo para retornar todos estos años después, con sus vidas ya hechas.
Las interpretaciones, de caras no conocidas son creíbles gracias al excelente trabajo de Itziar Aizpuru y Mariasun Papoaga, las cuales, a través de una buena conexión hilan con un romanticismo natural pero profundo un trabajo digno de elogio y de ser recordado. Su narrativa, en Euskera, y por tanto subtitulada, es evocadora al lugar en cuestión y transporta eficazmente al espectador.
Concluyendo, la considero una maravillosa historia de amor prohibida, no prohibida, sino desarrollada a destiempo, con unos personajes de los más reales y desde luego verosímiles que llenan la trama de amor, pero también de amargura, de ilusión, pero también de altas dosis de realidad que hace volver a sus personajes a su día a día para no abandonar a los suyos, aunque su corazón esté ya en otra parte, y con otra persona, pero manteniendo la lealtad hasta el final hacia los que han compartido con ella sus vidas.
La historia de estas dos mujeres, que coinciden en un hospital y que se reconocen después de más de 50 años desde que se conocieron, en una época atrás donde las relaciones entre mujeres sencillamente no existían, pues no era su momento, queda en suspenso sin ellas saberlo para retornar todos estos años después, con sus vidas ya hechas.
Las interpretaciones, de caras no conocidas son creíbles gracias al excelente trabajo de Itziar Aizpuru y Mariasun Papoaga, las cuales, a través de una buena conexión hilan con un romanticismo natural pero profundo un trabajo digno de elogio y de ser recordado. Su narrativa, en Euskera, y por tanto subtitulada, es evocadora al lugar en cuestión y transporta eficazmente al espectador.
Concluyendo, la considero una maravillosa historia de amor prohibida, no prohibida, sino desarrollada a destiempo, con unos personajes de los más reales y desde luego verosímiles que llenan la trama de amor, pero también de amargura, de ilusión, pero también de altas dosis de realidad que hace volver a sus personajes a su día a día para no abandonar a los suyos, aunque su corazón esté ya en otra parte, y con otra persona, pero manteniendo la lealtad hasta el final hacia los que han compartido con ella sus vidas.
2 de julio de 2019
2 de julio de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Axun y Maite, alrededor de 70 años ambas, coinciden en una habitación del Hospital de Donostia. Axun acude a visitar a Mikel, exmarido de su hija Josune, quien reside en California y no quiere saber nada de su 'ex'. Mikel se encuentra en coma a consecuencia de un accidente de tráfico. Por su parte, Maite acompaña a su hermano, en coma al igual que Mikel, en este caso debido a un derrame cerebral. En un principio ambas mujeres no se reconocen, pero a los pocos días, sí. Fueron, aunque solo durante un año, hasta que la familia de Maite se marchó con ella, amigas inseparables de la adolescencia. Volverán a retomar su vieja amistad y Maite no olvidará que estuvo enamorada de Axun.
Primera película juntos del tándem de directores formado por José Mari Goenaga y Juan Garaño, quienes también son autores del guion.
Estamos ante una historia sencilla, rodada y narrada con absoluta sobriedad (mismo estilo que repetirían posteriormente con 'Loreak'). Se puede afirmar que no falta, ni sobra, un solo plano en esta cinta dirigida al público de manera directa, exponiendo todo lo que lleva la historia principal y sus paralelas, sin ningún tipo de artificio, sin ninguna concesión literaria ni visual para la galería; todo en '80 egunean' (su título original en vascuence, idioma en que está rodada) es certero y despojado de accesorios. Una dirección al servicio de un gran guion.
Y no nos encontramos tan solo ante la narración de un amor naciente entre dos septuagenarias, con la dificultades de todo tipo que tiene este para salir adelante (sociedad, miedo e inseguridad de las propias mujeres, sobre todo de Axun, casada y nunca puesta ante una tesitura parecida), sino que asistimos, además, al dolor por el que pasa Maite, con su hermano en una situación que se puede ver como irreversible, aún afectada por una ausencia sentimental, y ante la incógnita que le supone su eminente jubilación como profesora de piano. Presenciamos también la angustia de Juan Mari, el marido de Axun, quien no entiende el porqué del alejamiento de su mujer cada vez mayor; podemos ver en él a un hombre anciano, que se siente al final de su existencia, y su miedo formado en su mente por que su mujer pueda llegar a dejarle solo. La desesperación de Josune, que ve cómo, de alguna manera, por medio de su madre, Mikel, de quien no hubiese querido ni volver a oír hablar, ha vuelto a su vida. Y finalmente la personalidad de Axun, ama de casa y soporte de su hogar, con su hija muy lejos de ella, con una situación que se le ha presentado inesperadamente y que la supera. Y todo ello contado con la crudeza que las realidades que se dan aquí cita requieren, y, al tiempo, con lirismo y hasta con un fino sentido del humor. Podemos decir que estamos ante una obra intimista, una pieza de cámara, presentada y concluida de forma perfecta.
Por último, destacar las interpretaciones del elenco protagonista: Itziar Aizpuru (Axun), Mariasun Pagoaga (Maite), ambas, hasta entonces, actrices aficionadas de teatro, en el caso de Itziar Aizpuru había trabajado en dos series televisivas también; y José Ramón Argoitia (Juan Mari), actor de alguna serie de televisión; por tanto, sin experiencia cinematográfica ninguno de ellos.
Primera película juntos del tándem de directores formado por José Mari Goenaga y Juan Garaño, quienes también son autores del guion.
Estamos ante una historia sencilla, rodada y narrada con absoluta sobriedad (mismo estilo que repetirían posteriormente con 'Loreak'). Se puede afirmar que no falta, ni sobra, un solo plano en esta cinta dirigida al público de manera directa, exponiendo todo lo que lleva la historia principal y sus paralelas, sin ningún tipo de artificio, sin ninguna concesión literaria ni visual para la galería; todo en '80 egunean' (su título original en vascuence, idioma en que está rodada) es certero y despojado de accesorios. Una dirección al servicio de un gran guion.
Y no nos encontramos tan solo ante la narración de un amor naciente entre dos septuagenarias, con la dificultades de todo tipo que tiene este para salir adelante (sociedad, miedo e inseguridad de las propias mujeres, sobre todo de Axun, casada y nunca puesta ante una tesitura parecida), sino que asistimos, además, al dolor por el que pasa Maite, con su hermano en una situación que se puede ver como irreversible, aún afectada por una ausencia sentimental, y ante la incógnita que le supone su eminente jubilación como profesora de piano. Presenciamos también la angustia de Juan Mari, el marido de Axun, quien no entiende el porqué del alejamiento de su mujer cada vez mayor; podemos ver en él a un hombre anciano, que se siente al final de su existencia, y su miedo formado en su mente por que su mujer pueda llegar a dejarle solo. La desesperación de Josune, que ve cómo, de alguna manera, por medio de su madre, Mikel, de quien no hubiese querido ni volver a oír hablar, ha vuelto a su vida. Y finalmente la personalidad de Axun, ama de casa y soporte de su hogar, con su hija muy lejos de ella, con una situación que se le ha presentado inesperadamente y que la supera. Y todo ello contado con la crudeza que las realidades que se dan aquí cita requieren, y, al tiempo, con lirismo y hasta con un fino sentido del humor. Podemos decir que estamos ante una obra intimista, una pieza de cámara, presentada y concluida de forma perfecta.
Por último, destacar las interpretaciones del elenco protagonista: Itziar Aizpuru (Axun), Mariasun Pagoaga (Maite), ambas, hasta entonces, actrices aficionadas de teatro, en el caso de Itziar Aizpuru había trabajado en dos series televisivas también; y José Ramón Argoitia (Juan Mari), actor de alguna serie de televisión; por tanto, sin experiencia cinematográfica ninguno de ellos.
23 de abril de 2024
23 de abril de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Es habitual leer o escuchar en los medios de comunicación especializados críticas y lamentos de la baja calidad del cine español, y aunque según mi opinión hay proyectos realmente sonrojantes que reciben un fuerte apoyo tanto económico como promocional, el verdadero problema radica en la respetable cantidad de películas interesantes que cada año pasan de puntillas por la cartelera, o ni siquiera entran en el circuito comercial de salas. Una mejor distribución de ese cine casi anónimo, hecho con pocos medios, y un mayor apoyo mediático de los que tanto se quejan de la falta de buenas películas, seguramente harán que películas como "80 Egunean" hubiesen tenido en su día toda la repercusión que merecen.
Pero la otra parte importante del cine, y sin duda la más esencial, son los espectadores. Así que, si vosotros lectores de esta publicación pensáis que os vais a ir de rositas, estáis muy equivocados. Nosotros los espectadores deberíamos entonar el mea culpa, empezando por esa costumbre que tenemos de dar más valor a una película sólo por el hecho de que venga de fuera de nuestras fronteras. En el caso de la película que nos ocupa hoy también hay que añadir que "80 Egunean" tuvo el hándicap de no ser doblada del euskera al castellano y sólo se proyectó con subtítulos (cosa que me parece un gran acierto). Personalmente, no entiendo ese reparo que tenemos a ver las películas en versión original con subtítulos. En este aspecto comparto la misma opinión que el desmesurado y excéntrico crítico de cine Carlos Pumares, quien habitualmente apostilla con acierto: «Por muy bueno que sea el doblaje, si no ves una película en versión original te pierdes más de media película».
El caso es que, entre unas cosas y otras, "80 Egunean" pasó totalmente desapercibida en su día, y ni siquiera recibió ningún premio de los medios especializados. Craso error, porque para mi gusto este debut en el mundo del largometraje de sus directores José Mari Goenaga y Jon Garaño está a un gran nivel. Los descubrí con su siguiente película, "Loreak", que ya recomendé con anterioridad. Pensaba de manera errónea que esa era su primera película, y que "80 Egunean" era un cortometraje, hasta que hace unos días, mirando en la filmografía de los directores para ver si habían estrenado algún nuevo proyecto, me di cuenta de que no sólo no debutaron con "Loreak", si no que "80 Egunean" está al mismo nivel, e incluso os gustará más.
La película se adentra en terrenos difíciles, trata temas como la vejez y el amor, vistos desde el prisma de una sociedad como la vasca, que no es precisamente la más dada a mostrar sus sentimientos. Y lo bueno es que estas cuestiones que a priori no casan muy bien en el mundo del cine, son manejadas por esta dupla de directores con una soltura y una frescura envidiables.
El desencadenante indirecto de toda esta historia es, al igual que en "Loreak", un accidente de tráfico. Este hecho va a tener repercusión en mayor o menor medida en todos los protagonistas de la película. Sin duda alguna, la película se centra en los dos personajes femeninos, Axun y Maite. Igualmente nos deja una profunda huella el personaje de Juan Mari, el marido de Axun, que tan bien representa la figura del patriarca vasco. Es un anciano de caserío, hosco, trabajador, al que le es casi imposible demostrar sus emociones. Está interpretado magistralmente por el actor José Ramón Argoitia. Más merito si cabe tienen las dos actrices principales, Itziar Aizpuru y Mariasun Pagoaga, que, llegando desde el teatro amateur, dotan a sus personajes de una ternura y una belleza interior increíble.
La película, como su propio título indica, nos cuenta 80 días en la vida de sus protagonistas. Cada día es un pequeño capítulo en el que con sutil delicadeza los directores nos ponen en situación, y al poco de empezar conoceremos bastante bien la personalidad de sus personajes principales. Aunque la película no sea una comedia, el humor va apareciendo en pequeñas y certeras pinceladas, que nos ayudan a entrellevar esta historia que se va a ir complicando más y más.
Hacía tiempo que una película no me revolvía tanto por dentro. "80 Egunean" te atrapa sin que te des cuenta y te aseguro que algún día tendrá el reconocimiento que se merece. Atrevida pero sencilla, inaudita pero creíble, vasca pero universal. Y con un final lógico. ¿Qué más se puede pedir?
Accattone
www.abretedeorejas.com
Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura
Pero la otra parte importante del cine, y sin duda la más esencial, son los espectadores. Así que, si vosotros lectores de esta publicación pensáis que os vais a ir de rositas, estáis muy equivocados. Nosotros los espectadores deberíamos entonar el mea culpa, empezando por esa costumbre que tenemos de dar más valor a una película sólo por el hecho de que venga de fuera de nuestras fronteras. En el caso de la película que nos ocupa hoy también hay que añadir que "80 Egunean" tuvo el hándicap de no ser doblada del euskera al castellano y sólo se proyectó con subtítulos (cosa que me parece un gran acierto). Personalmente, no entiendo ese reparo que tenemos a ver las películas en versión original con subtítulos. En este aspecto comparto la misma opinión que el desmesurado y excéntrico crítico de cine Carlos Pumares, quien habitualmente apostilla con acierto: «Por muy bueno que sea el doblaje, si no ves una película en versión original te pierdes más de media película».
El caso es que, entre unas cosas y otras, "80 Egunean" pasó totalmente desapercibida en su día, y ni siquiera recibió ningún premio de los medios especializados. Craso error, porque para mi gusto este debut en el mundo del largometraje de sus directores José Mari Goenaga y Jon Garaño está a un gran nivel. Los descubrí con su siguiente película, "Loreak", que ya recomendé con anterioridad. Pensaba de manera errónea que esa era su primera película, y que "80 Egunean" era un cortometraje, hasta que hace unos días, mirando en la filmografía de los directores para ver si habían estrenado algún nuevo proyecto, me di cuenta de que no sólo no debutaron con "Loreak", si no que "80 Egunean" está al mismo nivel, e incluso os gustará más.
La película se adentra en terrenos difíciles, trata temas como la vejez y el amor, vistos desde el prisma de una sociedad como la vasca, que no es precisamente la más dada a mostrar sus sentimientos. Y lo bueno es que estas cuestiones que a priori no casan muy bien en el mundo del cine, son manejadas por esta dupla de directores con una soltura y una frescura envidiables.
El desencadenante indirecto de toda esta historia es, al igual que en "Loreak", un accidente de tráfico. Este hecho va a tener repercusión en mayor o menor medida en todos los protagonistas de la película. Sin duda alguna, la película se centra en los dos personajes femeninos, Axun y Maite. Igualmente nos deja una profunda huella el personaje de Juan Mari, el marido de Axun, que tan bien representa la figura del patriarca vasco. Es un anciano de caserío, hosco, trabajador, al que le es casi imposible demostrar sus emociones. Está interpretado magistralmente por el actor José Ramón Argoitia. Más merito si cabe tienen las dos actrices principales, Itziar Aizpuru y Mariasun Pagoaga, que, llegando desde el teatro amateur, dotan a sus personajes de una ternura y una belleza interior increíble.
La película, como su propio título indica, nos cuenta 80 días en la vida de sus protagonistas. Cada día es un pequeño capítulo en el que con sutil delicadeza los directores nos ponen en situación, y al poco de empezar conoceremos bastante bien la personalidad de sus personajes principales. Aunque la película no sea una comedia, el humor va apareciendo en pequeñas y certeras pinceladas, que nos ayudan a entrellevar esta historia que se va a ir complicando más y más.
Hacía tiempo que una película no me revolvía tanto por dentro. "80 Egunean" te atrapa sin que te des cuenta y te aseguro que algún día tendrá el reconocimiento que se merece. Atrevida pero sencilla, inaudita pero creíble, vasca pero universal. Y con un final lógico. ¿Qué más se puede pedir?
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