En solitario

El habitual director de fotografía de las películas dirigidas por Guillaume Canet (aquí se presta como actor), debuta en la dirección con esta película marítima en la que acompañamos al personaje interpretado por François Cluzet.

La cinta es correcta en todos sus términos y se disfruta de manera pasiva aunque no hay ningún momento en el que sintamos verdadera tensión o peligro. El resto de personajes además están francamente bastante desdibujados, des del inesperado acompañante hasta la breve aparición de José Coronado, solo el carisma de François Cluzet salva el apartado interpretativo creando un personaje con el que es fácil simpatizar e identificarse des del primer momento, como casi cualquier papel que interpreta este actor.

Un debut sin riesgos sustentado en un gran protagonista y poco más, además de valorizar la figura de las personas que se dedican al mundo de la vela queriendo representarlo desde dentro; el resto es claramente funcional y no permite destacar nada sobre el resto. Una cinta correcta y que llena el año cinematográfico sin destacar sobre otras propuestas.

En Solitario es un film para irnos con buen sabor a casa, para enseñarnos la épica y el afán de superación que puede tener un hombre, más la ración de drama social que quieren poner con el personaje que acompaña al competidor aunque no llega a funcionar ni a aportar realmente. Nos cuenta el viaje en forma casi de epopeya de la vuelta al mundo
en vela. Después de varios días de competición descubre a bordo a un niño marroquí que se metió en su velero cuando paró en las islas Canarias por una avería para poder ir a Francia para que le curen una supuesta enfermedad rara. Para evitar ser descalificado, decide esconder al muchacho y se mezcla los sucesos que van ocurriendo durante la travesía con la relación entre los dos personajes. Si hay algo que se le pueda criticar a la película, es que no hay una trama realmente que te atrape a la película, habiendo varios frentes no hay ningún catalizador que nos deje angustiados o expectantes esperando como se vaya a resolver, ni ningún desenlace de la trama que nos aclare que ha pasado y la mayoría de las minitramas quedan abiertas. El poco interés que podía tener a parte del final del resultado de la carrera se lo saltan como si no pasara nada. En definitiva, es una película alegre para pasar un buen rato pero que no tiene más profundiad ni ningún mensaje que nos pueda aportar más la épica que pueden tener estos deportes.

Buena película, donde no se nota para nada los efectos especiales (si los hay). Todo transcurre en el mar y todo muy real y muy cercano.

Me ha gustado el humor tosco de François Cluzet que le da muhca fuerza a la película. Aunque ya sabes como va acabar, el final te deja un poco de: ¿hola? Pero el transcurso de la película me ha gustado como así todo lo que le envuelve.

Si te gusta la vela y el mar hay que verla. Tiene imágenes impresionantes de navegación, velocidad, rociones, olas. Pero el argumento quizá es un poco flojo. Para ser una película que se basa en situaciones bastante reales de navegación la trama flojea en cuanto a verosimilitud. Con todo no deja de ser un historia aprovechable de aventura en el mar.

Peli para ver un domingo de tallarines y vino tinto, Con poco se puede dar mucho, es lo que ha logrado el director. Me hizo sentir libre aunque mas no sea por un rato, he percibido las sensaciones del actor que lo "borda".