Starship Troopers: Las brigadas del espacio

"Las Tropas del Espacio" es una apreciable novela de ciencia ficción del autor Robert A. Heinlem, novela de cariz abiertamente fascista y xenófobo, pero al estilo norteamericano, con la justicia y la "democracia" como banderas (v. spoiler).
Décadas más tarde, cierto gamberro apellidado Verhoeven decidió emprenderla con este clásico y parodiarlo de la manera más feroz, poniendo en solfa de paso varios de los vicios del que fue su país de acogida. Así la adaptación admite una doble lectura, primero como simple ejercicio de entretenimiento y segundo como crítica del militarismo más cerril. Y ahí está el problema: como entretenimiento la película es aceptable, pero como crítica fracasa.
"Starship Troopers" opera por pura exageración. Se toman elementos del original literario, se simplifican, se descontextualizan y se inflan hasta lo imposible: uniformes con reminiscencias nazis, planas interpretaciones, diálogos de parvulario y un incesante llamamiento a la alienación total a través de simpáticos anuncios caen en avalancha sobre el espectador. Pero eso no basta. Una crítica hay que argumentarla, con hechos o palabras, como ya hiciera Lubischt en su magistral diatriba antifascista "Ser o no ser".
Por desgracia Verhoeven piensa que con la hipérbole es suficiente, y se equivoca. Si exageras algo para evidenciar sus contradiciones, pero no argumentas tu crítica, te arriesgas a que te tomen por aquéllo que criticas, no en vano varios usuarios de Film Affinnity tildan a esta película de fascista, o el pobre de Casper van Dien se empeñó en considerar en una entrevista que el suyo era un papel trascendente en una película seria. Además, cuando una sociedad entra en una dinámica ideológica degenerativa su propaganda se vuelve cada vez más burda, con lo que acaba absorbiendo a su propia imagen distorsionada: cualquiera que haya visto los anuncios reales de reclutamiento del ejército norteamericano encontrará calcos de los anuncios que salpican esta película. Así, lo que era exagerado pierde su causticidad y pasa a formar parte de la "normalidad". Una normalidad que da miedo.
Un ejemplo: si decimos que la grotesca "Independence Day" ha sido dirigida por Verhoeven y "Starship Troopers" por Emmerich no faltaría quien dijera que la primera era una parodia genial del ramplón patriotismo yanqui y la segunda pura propaganda fascista, ¡pero las películas seguirían siendo las mismas!
La reiteración de escenas de una violencia brutal y sanguinaria y el "final feliz" contribuyen a que a Verhoeven le pase lo que en su más lograda Robocop: acaba participando de aquello a lo que critica. Lástima de ocasión desaprovechada.
¿Como entretenimiento?: buena partitura de Poledouris, excelentes efectos especiales de naves (menos afortunados los de los insectos) y unas escenas de acción algo ramplonas pero con el ritmo preciso. De ahí (y de las buenas intenciones del director) lo del aprobado raso.
Si no se le pide demasiado, hasta se puede recomendar.

Ah! Starship Troopers. Filias y fobias. En realidad la película es una broma doble o un gran chiste con forma de dos esferas concéntricas. O coges el chiste o te quedas fuera. O disfrutas de la complicidad que te ofrece Paul Verhoeven o blasfemas contra su film.
La primera etapa de la broma consiste lógicamente en que todo es mentira. Es una gran sátira. Verhoeven nos dice: “Voy a hacer un gran bodrio pero de forma consciente, una parodia de las películas del espacio y del cine bélico con el aroma de “God bless America”; quiero que nos sentemos todos juntos y nos riamos de esta mierda de argumento y de esta caca de personajes” Si no escuchas eso en los primeros minutos de proyección te parecerá un mierda de película y una caca de personajes.
La segunda parte de la broma consiste en que la película es una falsa película antimilitarista o antifascista. La crítica es tan obvia y tan burda que resulta inerme. No puedes denunciar los peligros del fascismo y del militarismo con algo como “Los pijos guapos de Beverly Hills luchan contra las orugas mutantes de Tijuana” porque parecerás lerdo. No hay ninguna crítica, la estructura de película con mensaje demasiado evidente en un entorno de retraso mental es lo que resulta divertido.
¿Y cómo rueda Verhoeven esta cosa tan extraña? Pues de forma magistral. Con la ayuda de una banda sonora memorable de Basil Poledouris y unos efectos especiales tremendos y sabiamente utilizados el holandés da una lección de cómo se fabrica una épica Space-Opera. Como tal es perfecta.
Y, Paul, ¿cómo conseguiste que te dieran el dinero para hacer esto? Porque es mucho. Qué mundo más raro…

En mi opinión nos encontramos ante una de las críticas más ácidas e irónicas que se han hecho al totalitarismo y al patriotismo exacerbado típico de los Estados Unidos. Sarcástica, cruel, y al mismo tiempo divertida, trepidante y con un sentido del humor desenfadado y basado en los excesos.
Habré visto esta película más de cincuenta veces, y a reconozco como una de las películas más entretenidas, hilarantes, trepidantes y a la vez críticas y llenas de humor inteligente que he visto.
A los adictos a la adrenalina y la acción descerebrada, no les decepcionará, pero si buscas algo más, sólo tienes que rascar un poco la superficie y ves que esta película lo tiene de sobra.
No es la mejor película que he visto, pero probablemente sea una de las que más he disfrutado.
Simplemente genial.

Esta película ha sido duramente criticada hasta la saciedad por gente que en realidad, nunca ha entendido el mensaje que trata de transmitir. Pero ya se ha escrito tanto sobre la perspectiva de "película que se rie de la cultura militar y americanizada", que yo voy a centrarme en otro aspecto que aunque es mucho más subjetivo a la hora de valorarlo, sin duda también es muy muy importante. Quizá lo más importante en una película. LA DIVERSIÓN. Esta película pecara de argumento simplista, guión absurdo, actuaciones paupérrimas (si es que Denise Richard está paupérrima alguna vez.....), litros de sangre gratuita, todo lo que ustedes quieran...... pero nunca podrán negar que se encuentran ante un producto TREMENDAMENTE ENTRETENIDO Y TÉCNICAMENTE, MAGISTRALMENTE HECHO.
Sin duda esta película es lo que todo aficionado al buen cine de aventuras/acción soñaba cuando dejaba volar su imaginación pensando como sería una película bélica firmada por el maestro Verhoeven: PURO ESPECTÁCULO. Cuando fuí a verla con mis padres y mi hermano al cine (yo tenía 11 años y el 4... locura quizás, puede...) para mi se convirtió en algo especial porque sin duda, ha sido uno de los momentos en mi vida en que más he disfrutado en una sala de cine. Que seguro que no me enteré de nada, pues seguro. Pero conforme me he ido haciendo mayor, he vuelto a revivir la conquista de Klendafu 200 veces más, y siempre acabo igual: EXTASIADO. Iré más allá diciendo que pocas películas pueden presumir más que esta de no buscar dejar ningún tipo de "huella seria" en el espectador, y al mismo tiempo conseguir mantenerte con la boca abierta durante 2 horas, simplemente dejándote llevar por el espectáculo atroz que se muestra en pantalla. Un espectáculo que no busca hacer llorar a nadie, ni que salgamos del cine con un dilema moral, ni siquiera que su historia de amor nos pueda sensibilizar lo mas mínimo. NO. El cometido de esta película es entretener a la gente. Y entretenerla con buenas escenas de acción rebosantes de calidad. Y sin duda lo consigue.

Excelente y corrosiva película bélica de ciencia-ficción, que retoma el espíritu de los films de marcianos de los años 50, donde los malos, eran malos de verdad, y no eran ET, Starman o el de Ultimatum a la Tierra. Son alienígenas malos que quieren tu sangre y los buenos y valerosos soldados se hinchan a disparar y matar bichos. Asi de sencillo.

Pero esto es Verhoeven. Al igual que en Robocop, donde ya metía secuencias irónicas de TV, aquí introduce secuencias "informativas" satíricas y corrosivas con una sociedad militarista, donde para tener derechos los has de ganar a riesgo de tu vida. Estos interludios dan un ritmo muy rápido y vivaz al filme, pero también informa al espectador de la realidad en la que vive y resultan muy divertidos, siendo todo un acierto. También el montaje, en general es magnífico, desde el largo flashback inicial, hasta las vigorososas escenas de acción, rodadas con gran maestría.

Verhoeven se luce en esta fábula militarista. Acción sin complejos, bien rodada, escenas sanguiñolentas y brutales de unos enemigos sin piedad, secundarios que caen en batalla uno detrás de otro, sin tiempo a que el espectador reaccione, buenos efectos especiales, magníficos los del espacio, al igual que el sorprendente diseño de los bichos, en ocasiones repugnante, pero resultón.Y los actores, en especial los secundarios, se salen.

Es un clásico de los años 90. Sin complejos.