El imperio del sol
1987 

7.3
29,910
Drama. Aventuras. Bélico
Cuando, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghai, la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés de clase alta, toca a su fin. Es separado de sus padres y confinado en un campo de concentración próximo a un aeropuerto militar chino. En un ambiente dominado por la tristeza y la miseria se verá obligado a madurar prematuramente, y eso condicionará su visión del mundo. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2009
15 de marzo de 2009
40 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí la historia de un niño que siempre viste diferente a los demás (que visten todos del mismo color) para que se le vea bien, y que es subnormal por culpa de un guionista que, estereotipando, confundió inocencia con estupidez. De vez en cuando, dicho niño, como si le extirpasen un lápiz insertado por la nariz hasta el cerebro, se vuelve listo.
He aquí una historia que parte de una base interesante (la pérdida de la inocencia de un niño por culpa de la guerra, y la repentina transformación que sufre su modo de vida) pero que se queda en los cimientos. No consigue profundizar. Le sobra tiempo y le faltan muchas cosas por contar. El grueso de la trama es demasiado fino. Algunos simbolismos son patéticos. A parte de la base ya mencionada, sólo hay un desarrollo predecible y tópico que no cuenta nada lo suficientemente interesante.
He aquí una actuación irritante (y hablo de la actuación, no del papel, que también lo es) de Christian Bale, que comparte protagonismo con un estupendo Malkovich.
Spielberg no encuentra el ritmo ni el tono adecuado. No consigue equilibrar la balanza entre fábula y crudeza, lo que da lugar a momentos de cartón piedra, por así decirlo. Aun así, es Spielberg, y hay varios juegos visuales que son casi de aplauso.
He aquí una banda sonora con un tema principal insoportable.
He aquí un servidor que aprovecha la ocasión para cagarse en los redactores de las contraportadas de las cajas de los deuvedés. Cito: "EL IMPERIO DEL SOL, es una superproducción inspiradora y de mucha acción sobre un niño en una gran guerra". Las palabras "superproducción inspiradora", "mucha acción" y "gran guerra" empujarían a cualquier borreguillo de turno a coger la película en el videoclub. Pues a mí me dan ganas de ponerle un cuatro.
He aquí una gran decepción.
He aquí una historia que parte de una base interesante (la pérdida de la inocencia de un niño por culpa de la guerra, y la repentina transformación que sufre su modo de vida) pero que se queda en los cimientos. No consigue profundizar. Le sobra tiempo y le faltan muchas cosas por contar. El grueso de la trama es demasiado fino. Algunos simbolismos son patéticos. A parte de la base ya mencionada, sólo hay un desarrollo predecible y tópico que no cuenta nada lo suficientemente interesante.
He aquí una actuación irritante (y hablo de la actuación, no del papel, que también lo es) de Christian Bale, que comparte protagonismo con un estupendo Malkovich.
Spielberg no encuentra el ritmo ni el tono adecuado. No consigue equilibrar la balanza entre fábula y crudeza, lo que da lugar a momentos de cartón piedra, por así decirlo. Aun así, es Spielberg, y hay varios juegos visuales que son casi de aplauso.
He aquí una banda sonora con un tema principal insoportable.
He aquí un servidor que aprovecha la ocasión para cagarse en los redactores de las contraportadas de las cajas de los deuvedés. Cito: "EL IMPERIO DEL SOL, es una superproducción inspiradora y de mucha acción sobre un niño en una gran guerra". Las palabras "superproducción inspiradora", "mucha acción" y "gran guerra" empujarían a cualquier borreguillo de turno a coger la película en el videoclub. Pues a mí me dan ganas de ponerle un cuatro.
He aquí una gran decepción.
10 de agosto de 2015
10 de agosto de 2015
21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
El imperio del sol fue el segundo intento fallido de Steven Spielberg de congraciarse con la crítica en su empeño por demostrar que era un director maduro que también era capaz de dirigir películas adultas para un público más exigente. Pero de nuevo fracasó como le había ocurrido un par de años antes con El color púrpura. El principal problema que le veo a la cinta es su protagonista. El personaje de Christian Bale me parece poco creíble porque él por sí solo no puede sostener todo el peso dramático de la historia. Se trata de un crío frágil que consigue sobrevivir en condiciones extremas de hambre y enfermedad en un campo de refugiados japonés durante la Segunda Guerra Mundial y en lugar de destilar ternura y que el espectador se solidarice con él, resulta un chaval de lo más irritante. Es un metomentodo sabiondo y repelente que se pasa todo el día gritando y chillando como un loco. El resto de personajes están muy desdibujados incluyendo a John Malcovich y a Joe Pantoliano.
Es una película muy bien hecha desde el punto de vista técnico, en ese sentido nada que reprochar, pero la historia aunque tiene un comienzo prometedor, se va desinflando y termina por hacerse pesada. En su día no me gustó y revisándola ahora con más perspectiva me sigue pareciendo una obra mediocre. Bien realizada pero mediocre al fin y al cabo.
Es una película muy bien hecha desde el punto de vista técnico, en ese sentido nada que reprochar, pero la historia aunque tiene un comienzo prometedor, se va desinflando y termina por hacerse pesada. En su día no me gustó y revisándola ahora con más perspectiva me sigue pareciendo una obra mediocre. Bien realizada pero mediocre al fin y al cabo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final los padres de Bale le encuentran con vida y todos felices. Después de todas las penurias y aventuras que padece el chaval, el final feliz parecía inevitable aunque si de mí dependiera me lo habría cargado a las primeras de cambio.
15 de abril de 2011
15 de abril de 2011
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un generoso guión, una puesta en escena apasionante, una fotografía espléndida, interpretaciones para recordar, ambientación magistral, música repleta de armonía y un desarrollo argumental perfectamente construido. Estas descripciones son parte de los suculentos ingredientes de esta destacada producción ambientada en el período de la II Guerra Mundial y la Segunda Guerra Sino-Japonesa. En ella se mezclan la desesperanza de la guerra, la inocencia de la juventud, la diferencia de clases, la amistad, la confianza, las ganas y la forma de sobrevivir a un conflicto con varios frentes abiertos: el mundo se encontraba ante una de las situaciones más delicadas e importantes de su historia. Steven Spielberg (“La lista de Schindler“, 1993), un director con una más que asegurada capacidad para emocionar, dirige esta bella odisea basada en la auto-biografía homónima del novelista J. G. Ballard, adaptada por Tom Stoppard (“Shakespeare in Love”, 1998). Aunque me decidí a ver esta película por pura casualidad y con un determinado escepticismo, lo cierto es que acabé encantado con el resultado, pudiendo confirmar que “El imperio del sol” es una gran cinta llena de interés, emociones, aventuras y, en definitiva, de muy buen cine.
La trama comienza inmersa en un clima idílico, hermoso, rebosante de paz, manifestado principalmente desde la felicidad de una adinerada familia inglesa asentada en Shanghai. El joven Jim Graham (Christian Bale), apasionado de todo lo relacionado con la aviación e integrante del coro de su escuela, disfruta contemplando el cielo en busca de aviones mientras comenta estos momentos con su padre (Rupert Frazer) o juega alegremente con una bicicleta. La ocupación japonesa en territorio chino romperá la armonía disfrutada hasta el momento, transformándose lo que hasta ahora había sido bienestar, en un caos repleto de confusión, tensión y alboroto que termina salpicando a Jim, quien en compañía de dos extravagantes desconocidos divisará, en el horizonte, la amenaza de la reclusión en un campo de prisioneros bajo mando de los japoneses…
En cualquier película, y más en una ambientada en otra época, es primordial que la dirección artística, de fotografía y de vestuario realicen un buen trabajo para construir definitivamente, junto a la dirección, una atmósfera que te transporte a otro tiempo sin que ningún detalle pueda sacarte de aquel entorno. Aquí, este punto aprueba con una nota muy alta, siendo memorables cualquiera de las escenas rodadas en Shangai, Reino Unido o la mismísima España convertida en China: las marismas del municipio de Trebujena (Cádiz) fueron el escenario escogido por Spielberg (no era la primera vez que el realizador norteamericano usaba nuestro país para rodar sus películas) para filmar parte de la cinta.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
La trama comienza inmersa en un clima idílico, hermoso, rebosante de paz, manifestado principalmente desde la felicidad de una adinerada familia inglesa asentada en Shanghai. El joven Jim Graham (Christian Bale), apasionado de todo lo relacionado con la aviación e integrante del coro de su escuela, disfruta contemplando el cielo en busca de aviones mientras comenta estos momentos con su padre (Rupert Frazer) o juega alegremente con una bicicleta. La ocupación japonesa en territorio chino romperá la armonía disfrutada hasta el momento, transformándose lo que hasta ahora había sido bienestar, en un caos repleto de confusión, tensión y alboroto que termina salpicando a Jim, quien en compañía de dos extravagantes desconocidos divisará, en el horizonte, la amenaza de la reclusión en un campo de prisioneros bajo mando de los japoneses…
En cualquier película, y más en una ambientada en otra época, es primordial que la dirección artística, de fotografía y de vestuario realicen un buen trabajo para construir definitivamente, junto a la dirección, una atmósfera que te transporte a otro tiempo sin que ningún detalle pueda sacarte de aquel entorno. Aquí, este punto aprueba con una nota muy alta, siendo memorables cualquiera de las escenas rodadas en Shangai, Reino Unido o la mismísima España convertida en China: las marismas del municipio de Trebujena (Cádiz) fueron el escenario escogido por Spielberg (no era la primera vez que el realizador norteamericano usaba nuestro país para rodar sus películas) para filmar parte de la cinta.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Christian Bale (“The Figfhter“, 2010), hoy uno de los actores más codiciados de Hollywood, debutaba aquí como protagonista absoluto con tan sólo 13 años, realizando un contundente papel que le sirvió para dirigir su carrera hasta el exitoso punto en el que se encuentra. Gusta mucho su inteligente personaje que, a pesar de su corta edad y acreditada ingenuidad, demuestra con sus actos, entrega y su buen corazón que es mucho más que un niño de papá. Aunque, claro, para abrir los ojos antes tuvo que soportar determinadas situaciones… Otro que se sale es John Malkovich (“En la línea de fuego“, 1993), un actor que siempre interpreta sus papeles con maestría, sin importar del tipo que sean. Su interpretación, como casi todas suyas de las que he podido ser testigo, es brillante, y junto a Bale es lo mejor respecto a interpretaciones, de una película que entusiasma por la buena fusión de todos sus elementos.
El célebre y prolífico compositor neoyorquino John Williams (“JFK: caso abierto“, 1991), colaborador habitual de Spielberg, completa una buena banda sonora muy en la línea de las partituras que suele componer. Las intenciones de sus densos y celestiales compases cumplen con el cometido de regular las sensaciones del espectador en función del momento y la forma en la que van apareciendo, pero es la canción de cuna “Suo Gan”, cantada por James Rainbird y el coro infantil Ambrosiano dirigido por John McCarthy, la que se erige como la mejor pieza de la BSO y la auténtica representante del aroma de la cinta,, gracias a lo poético y relajante de su tono, que contrasta con la cruda realidad de una guerra que en “El imperio del sol” se sigue desde la trastienda, preocupándose en lugar de por la recreación del conflicto bélico, por una de las muchas historias llenas de sentimientos y aventuras vividas durante esa etapa.
El célebre y prolífico compositor neoyorquino John Williams (“JFK: caso abierto“, 1991), colaborador habitual de Spielberg, completa una buena banda sonora muy en la línea de las partituras que suele componer. Las intenciones de sus densos y celestiales compases cumplen con el cometido de regular las sensaciones del espectador en función del momento y la forma en la que van apareciendo, pero es la canción de cuna “Suo Gan”, cantada por James Rainbird y el coro infantil Ambrosiano dirigido por John McCarthy, la que se erige como la mejor pieza de la BSO y la auténtica representante del aroma de la cinta,, gracias a lo poético y relajante de su tono, que contrasta con la cruda realidad de una guerra que en “El imperio del sol” se sigue desde la trastienda, preocupándose en lugar de por la recreación del conflicto bélico, por una de las muchas historias llenas de sentimientos y aventuras vividas durante esa etapa.
14 de enero de 2009
14 de enero de 2009
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de ser una película que tiene más años que yo, no la había visto nunca ni tenía conocimiento de ella hasta hace poco. Cuando por fin tuve el gran placer de verla en la televisón quedé fascinada. He de decir que soy fiel seguidora de las obras de Spielberg y que en pocas ocasiones me ha defraudado. Sin embargo, en esta ocasión me encandiló por completo, elevando aún más mi grado de admiración hacia él.
"El imperio del sol" nos habla de la pérdida de la inocencia, de cómo actúa nuestro instinto superviviente en casos de extrema necesidad y, en mi opinión, te abre los ojos para valorar lo que tienes.
Dejando atrás aspectos como la historia en sí, la ambientación, la música o la fotografía, los cuales hacen de la película la gran obra que es, me quedo con la soberbia interpretación de Christian Bale. En cada gesto, cada mirada o cada movimiento muestra tal expresividad que logra emocionarnos e introducirnos en su piel.
Y es que, aunque es una película injustamente infravalorada, no hay duda de que es maravillosa y, para mí, esto es cine.
"El imperio del sol" nos habla de la pérdida de la inocencia, de cómo actúa nuestro instinto superviviente en casos de extrema necesidad y, en mi opinión, te abre los ojos para valorar lo que tienes.
Dejando atrás aspectos como la historia en sí, la ambientación, la música o la fotografía, los cuales hacen de la película la gran obra que es, me quedo con la soberbia interpretación de Christian Bale. En cada gesto, cada mirada o cada movimiento muestra tal expresividad que logra emocionarnos e introducirnos en su piel.
Y es que, aunque es una película injustamente infravalorada, no hay duda de que es maravillosa y, para mí, esto es cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Increible la escena en que el chico se pone a cantar al ver a los kamikazes, nos arranca las lágrimas.
10 de septiembre de 2007
10 de septiembre de 2007
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spielberg volvió a intentar conquistar los Oscar con esta historia que narra la historia de un niño que tendrá que madurar al verse totalmente solo en un campo de concentración. La historia en sí se parece a la de Oliver Twist solo que enfocándola en un lugar diferente, y esa sensación desaparece totalmente a lo largo del metraje. La película tiene una calidad indudable y empieza realmente bien, con las escenas justas y el metraje de cada una de ellas oportuno; pero a partir de la hora y pico a Steve se le olvidó que tenía permitido ir a la sala de montaje y nos muestra un tramo con poco interés y de escenas totalmente innecesarias. Aún y con esto, la película se hace agradable de ver y nunca llega a aburrir profundamente o a irritar.
Lo peor es la irregular actuación actuación del niño, eso junto a unos momentos excesivamente exagerados en lo referente al sentimentalismo que le pone el director darían la guinda excesiva de la peli. Por lo demás buena fotografía, genial ambientación, acertada banda sonora y un desaprovechado editor que parece que solo curraba en los primeros 70 minutos. Buena. 6.7
Lo peor es la irregular actuación actuación del niño, eso junto a unos momentos excesivamente exagerados en lo referente al sentimentalismo que le pone el director darían la guinda excesiva de la peli. Por lo demás buena fotografía, genial ambientación, acertada banda sonora y un desaprovechado editor que parece que solo curraba en los primeros 70 minutos. Buena. 6.7
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