Sin retorno
6.6
3,526
Thriller. Drama
Un joven ciclista muere atropellado por un automóvil. El culpable huye sin dejar rastro. Pero el padre de la víctima, con el apoyo de los medios de comunicación, exige que se encuentre al responsable y se haga justicia. Una serie de hechos fortuitos y unos magistrados contaminados por la opinión pública harán que un hombre inocente se siente en el banquillo de los acusados. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2011
25 de julio de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film SOBERBIAMENTE interpretado por Leonardo Sbaraglia deja claro que frente a un acto punitivo siempre hay un RESPONSABLE.
La cuestión es que la sociedad no siempre logra que el castigo recaiga sobre el verdadero responsable; en esta película tenemos un claro ejemplo.
Yo voy a más. ¿Quién es más responsable: un adolescente que comete un atropello, o unos padres que le ayudan a encubrirlo?
El asunto de los padres no ha querido tratarlo Miguel Cohan, pero desde luego merece una guión aparte.
GRAN PELICULA
La cuestión es que la sociedad no siempre logra que el castigo recaiga sobre el verdadero responsable; en esta película tenemos un claro ejemplo.
Yo voy a más. ¿Quién es más responsable: un adolescente que comete un atropello, o unos padres que le ayudan a encubrirlo?
El asunto de los padres no ha querido tratarlo Miguel Cohan, pero desde luego merece una guión aparte.
GRAN PELICULA
12 de abril de 2011
12 de abril de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Opera prima de Miguel Cohan, otra muestra del buen hacer del cine argentino, esta vez con un thriller sobre el peso de la culpabilidad, los remordimientos, la conciencia. Las interpretaciones de Leonardo Sbaraglia (Las viudas de los jueves, El corredor nocturno) y Federico Luppi (Un lugar en el mundo, Lugares comunes) más que correctas.
Una revisión de la teoría del caos, o efecto mariposa, que dice que cualquier pequeña variación en un punto del planeta, genera en los próximos días o semanas un efecto considerable en el otro extremo de la tierra, donde la pequeña variación puede ser el accidente, y el efecto considerable el cambio que se produce en las vidas y familias de los tres protagonistas, pues a partir de ahí ya nada volverá a ser como antes, y cada uno tendrá que ir cargado con su cruz.
Con un final que te deja esperando una respuesta, la cual no existe.
Como curiosidad diré que a pesar de ser una producción argentina, ambientada en dicho país fue rodada en la Ciudad de la luz (Comunidad Valenciana).
Una revisión de la teoría del caos, o efecto mariposa, que dice que cualquier pequeña variación en un punto del planeta, genera en los próximos días o semanas un efecto considerable en el otro extremo de la tierra, donde la pequeña variación puede ser el accidente, y el efecto considerable el cambio que se produce en las vidas y familias de los tres protagonistas, pues a partir de ahí ya nada volverá a ser como antes, y cada uno tendrá que ir cargado con su cruz.
Con un final que te deja esperando una respuesta, la cual no existe.
Como curiosidad diré que a pesar de ser una producción argentina, ambientada en dicho país fue rodada en la Ciudad de la luz (Comunidad Valenciana).
26 de agosto de 2011
26 de agosto de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película me recuerda a la pieza de un cazador, se aprovecha la sangre, la piel, la carne, los huesos y hasta las pezuñas. Con el trabajo de Miguel Cohan ocurre lo mismo, tenemos tantas partes donde indagar, que necesitaría tres páginas para comentarlas. Solo mencionaré algunas.
Es una realidad en la sociedad en la cual vivimos, la cantidad de caprichos que se les conceden a los jóvenes, ir a fiestas a horas inoportunas, beber alcohol como si fuera agua, y lo más dramático, conducir un auto con el consentimiento de los padres, sabiendo el riesgo que esto conlleva. Todo esto siempre acaba tarde o temprano en un drama, como ocurre en el fin que nos trae al caso.
Por otro lado tenemos al padre de familia que quiere hacer mil cosas a la vez, trabajar, conducir y hablar por teléfono, señores, hay que poner un poco de pausa a la vida para disfrutarla y evitar problemas venideros.
La justicia es muy populista, si los medios de comunicación presionan demasiado, en la mayoría de las ocasiones se cometen errores policiales, deteniendo al falso culpable, originando esto un cambio radical en la vida de dicha persona y en todos aquellos que lo rodean. Lo sabio de Cohan, es que a la vez de forma paralela nos muestra la vida del verdadero culpable, el cual en ningún momento muestra arrepentimiento, ni nada por estilo, solo lo veremos preocupado en salvar su culo de manos de la justicia. Unos padres preocupados a tal punto de omitir pruebas, falsear declaraciones y enturbiar el trabajo policial para esclarecer el caso. Un hijo es un hijo, eso lo sabemos todos.
Se agradece que no haya utilizado el morbo de la vida carcelaria, y que el espectador no se haga una idea de lo que fueron esos tres años y medio en prisión.
Si algo flojea el fin, es precisamente el desenlace, algo simple y rápido y donde todos nos quedamos esperando una explicación, porque tres personas han sido afectadas por la pérdida de una vida, y parece que allí nadie tiene nada que contar.
Buen drama, muy recomendable.
Es una realidad en la sociedad en la cual vivimos, la cantidad de caprichos que se les conceden a los jóvenes, ir a fiestas a horas inoportunas, beber alcohol como si fuera agua, y lo más dramático, conducir un auto con el consentimiento de los padres, sabiendo el riesgo que esto conlleva. Todo esto siempre acaba tarde o temprano en un drama, como ocurre en el fin que nos trae al caso.
Por otro lado tenemos al padre de familia que quiere hacer mil cosas a la vez, trabajar, conducir y hablar por teléfono, señores, hay que poner un poco de pausa a la vida para disfrutarla y evitar problemas venideros.
La justicia es muy populista, si los medios de comunicación presionan demasiado, en la mayoría de las ocasiones se cometen errores policiales, deteniendo al falso culpable, originando esto un cambio radical en la vida de dicha persona y en todos aquellos que lo rodean. Lo sabio de Cohan, es que a la vez de forma paralela nos muestra la vida del verdadero culpable, el cual en ningún momento muestra arrepentimiento, ni nada por estilo, solo lo veremos preocupado en salvar su culo de manos de la justicia. Unos padres preocupados a tal punto de omitir pruebas, falsear declaraciones y enturbiar el trabajo policial para esclarecer el caso. Un hijo es un hijo, eso lo sabemos todos.
Se agradece que no haya utilizado el morbo de la vida carcelaria, y que el espectador no se haga una idea de lo que fueron esos tres años y medio en prisión.
Si algo flojea el fin, es precisamente el desenlace, algo simple y rápido y donde todos nos quedamos esperando una explicación, porque tres personas han sido afectadas por la pérdida de una vida, y parece que allí nadie tiene nada que contar.
Buen drama, muy recomendable.
8 de marzo de 2011
8 de marzo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente debut en la dirección de Miguel Cohan, quien fuera asistente de dirección en "El método" (2005), "Kamchatka" (2002) y "Plata quemada" (2002). Un film inteligente, sensorial y, sobre todo, al que no le falta un gramo de suspenso. Sobre la base de una historia potente y, aunque es moneda corriente en los noticieros, es a la vez muy particular. Tal vez sea la interpretación de uno de miles de casos donde la verdad nunca se conocerá. Ante el asedio del poder de los medios, los responsables de la justicia tratan de calmar el estallido de bronca de una sociedad tan cansada de metiras e inseguridad, a cualquier precio. Si hay una gran característica para destacar del film, es el suspenso ya mencionado, pero un suspenso distinto, uno al que no le hace falta ocultarle nada al espectador, el que conoce los hechos desde el inicio pero aún así permanece impaciente a la espera de la resolución de las consecuencias, impaciente a la respuesta de la pregunta oportunamente escrita en la cartelera del film: ¿cuál es el precio de ocultar una verdad?
5 de junio de 2011
5 de junio de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El conflicto de bueno preso y criminal libre en esta oportunidad, es el quid de la cuestión, para hablar de un buen film argentino dirigido por Miguel Cohen. Además, sobran los calificativos para enfatizar la buena selección de los actores (Leonardo Sbaraglia, Martín Slipak, Bárbara Goenaga) para sus respectivos papeles, un brillante y ágil sentido del ritmo narrativo, una sobria fotografía y una dirección atractiva por su sencillez.
En este thriller, más allá de las consideraciones morales que plantea y de escasos errores en el guión típicos del género, el cineasta Cohen si bien se mete de lleno en los clichés del thriller, aunque sin diálogos ácidos y ocultos planes, prioriza las elipsis para adentrarnos en las sinuosidades de la vida y los personajes.
Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic, Barranquilla, Colombia)
En este thriller, más allá de las consideraciones morales que plantea y de escasos errores en el guión típicos del género, el cineasta Cohen si bien se mete de lleno en los clichés del thriller, aunque sin diálogos ácidos y ocultos planes, prioriza las elipsis para adentrarnos en las sinuosidades de la vida y los personajes.
Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic, Barranquilla, Colombia)
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