Una película muy poco realista con historias entrelazadas muy forzadas, y con personajes sobreactuados y simplones

Interesante película sobre las ataduras que se tienen en la vida, la mayoría de las veces las asociamos a factores externos a nosotros mismos, pero que analizándolos detenidamente nos damos cuenta que donde verdaderamente están es en nosotros mismos, buena interpretación de Quim Gutiérrez. La visión carcelaria poco creible.

Destinos fatales, derrotas anunciadas y sueños incumplidos. Un panorama sombrío expresado con cierto talento. Pero las historias cruzadas del guión se terminan enmarañando en golpes de efecto cada vez más difíciles de asumir, hasta deparar en un final absurdo e intrascendente. El claro oscuro habitual del cine español, como si fuera imposible ponerle el lazo final al regalo. Bajo ese mismo patrón las actuaciones son desiguales, y la película bascula a ratos entre la emoción y el aburrimiento.

Esta película no está mal, pero solo eso, es demasiado lenta previsible y no da ninguna sorpresa.
Entretiene con lo bueno que aporta, las actuaciones, el toque cómico y la historia es bonita.
Lo mejor: El amigo.
Lo peor: Demasiado predecible.
Mejor escena: La fiesta de las pijas.
Las frases: ¿Quieres saber qué me gusta de ti?. Que me rechazaste, que eres delicado, que estás asustado, que eres guapo, que estás fuera, que me provocas ternura, que me excitas, que estás igual de atrapado que yo.
Aquí habrá pijas, ¿no? Pijas de esas cachondas que van de finas y luego son mas guarras y mas putas que ninguna.
-¿Qué buscas?
-Algo con lo que seguir engañándome.
¿Y tú nuncas has hecho algo por si acaso?
Soy un yonqui del amor...
- Qué buscas?
- Algo para seguir engañándome igual que tu.

El roce hace el cariño y, lo que podemos empezar a hacer por "obligación", puede ser que acabe siendo por devoción. Buen percal en el que andan liados los integrantes de esta historia, dueños para nada de sus actos, al menos al principio; pero que le van cogiendo el gustillo a la cosa, para acabar sucumbiendo a sus encantos. Entrañable el personaje de Raúl Arévalo, necesario para poner un poco de humor entre tanto drama.

6.5