Dos extraños amantes
8.0
74,605
Romance. Comedia
Alvy Singer, un cuarentón bastante neurótico, trabaja como humorista en clubs nocturnos. Tras romper con Annie, reflexiona sobre su vida, rememorando sus amores, sus matrimonios, pero sobre todo su relación con Annie. Al final, llega a la conclusión de que son sus manías y obsesiones las que siempre acaban arruinando su relación con las mujeres. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2011
6 de diciembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Annie Hall" es, ante todo, la radiografía de la relación amorosa entre Alvy Singer (Woody Allen), un cómico que lleva quince años yendo al psicoanalista, y Annie Hall (Diane Keaton), una aspirante a cantante. A lo largo de la película vemos cómo evoluciona la pareja, desde el inicial partido de tenis hasta los sucesivos vaivenes rupturistas, pasando por su inestable vida sexual y la mutua influencia que ejercen cada uno en la vida del otro. En este proceso, Alvy Singer introduce a Annie Hall en el fascinante mundo de los libros sobre la muerte ("un aspecto esencial en mi vida", le dice), la convence para que acuda al psicoanalista y le ayuda en sus comienzos musicales en tugurios de mala muerte. Allen resume muy bien su postura frente a la vida y el amor con sendos chistes que encabezan y finalizan la película: el de la mala comida y el de los huevos de la "gallina."
La película discurre no de una forma lineal y clásica, sino totalmente innovadora y rupturista. Se intercalan así momentos del presente con súbitos recuerdos de la infancia de Alvyn Singer o de anteriores relaciones sentimentales; en ocasiones, el personaje de Woody Allen se dirige directamente a los espectadores; la pantalla se parte en dos para destacar el antagonismo entre dos situaciones (la cena familiar o la sesión de psicoanálisis); e incluso, el espíritu de Annie Hall se va a pintar mientras su cuerpo hace el amor con Alvyn Singer.
Pero la nota característica que impregna de principio a fin el estupendo guión de Annie Hall es el humor, tratado en relación a los más distintos temas. Así vemos sucesivas escenas hilarantes acerca de la infancia de Alvyn Singer, de su obsesión por creer que todo el que le rodea es antisemita, de sus extravagantes ideas sobre el sexo y la masturbación, sobre lo podrido del ambiente en Los Ángeles...
Merece especial atención el repaso que da a los pseudointelectuales pretenciosos, objeto habitual de sus mordaces críticas. Así, oímos a un hombre decir que "tengo sólo una noción, espero poder convertirla en idea y luego en concepto", o asistimos a la famosa escena de MacLuhan. Esperando en la cola del cine, Alvyn Singer escucha indignado la perorata de otro hombre sobre el cine moderno y las teorías de Marshall MacLuhan, teórico de los medios de comunicación. No pudiendo soportarlo más, le reprocha que no tiene ni idea y, cogiéndolo de la mano, hace que entre en escena el propio MacLuhan para que corrobe que todo lo que está diciendo no son más que estupideces. Aliviado, mira a la cámara y suspira: "¿Verdad que todo sería más fácil si la vida pudiese ser así?"
La película discurre no de una forma lineal y clásica, sino totalmente innovadora y rupturista. Se intercalan así momentos del presente con súbitos recuerdos de la infancia de Alvyn Singer o de anteriores relaciones sentimentales; en ocasiones, el personaje de Woody Allen se dirige directamente a los espectadores; la pantalla se parte en dos para destacar el antagonismo entre dos situaciones (la cena familiar o la sesión de psicoanálisis); e incluso, el espíritu de Annie Hall se va a pintar mientras su cuerpo hace el amor con Alvyn Singer.
Pero la nota característica que impregna de principio a fin el estupendo guión de Annie Hall es el humor, tratado en relación a los más distintos temas. Así vemos sucesivas escenas hilarantes acerca de la infancia de Alvyn Singer, de su obsesión por creer que todo el que le rodea es antisemita, de sus extravagantes ideas sobre el sexo y la masturbación, sobre lo podrido del ambiente en Los Ángeles...
Merece especial atención el repaso que da a los pseudointelectuales pretenciosos, objeto habitual de sus mordaces críticas. Así, oímos a un hombre decir que "tengo sólo una noción, espero poder convertirla en idea y luego en concepto", o asistimos a la famosa escena de MacLuhan. Esperando en la cola del cine, Alvyn Singer escucha indignado la perorata de otro hombre sobre el cine moderno y las teorías de Marshall MacLuhan, teórico de los medios de comunicación. No pudiendo soportarlo más, le reprocha que no tiene ni idea y, cogiéndolo de la mano, hace que entre en escena el propio MacLuhan para que corrobe que todo lo que está diciendo no son más que estupideces. Aliviado, mira a la cámara y suspira: "¿Verdad que todo sería más fácil si la vida pudiese ser así?"
6 de marzo de 2012
6 de marzo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión, la película es buena, está muy bien realizada y se cuenta bien. Te hace reflexionar acerca de aspectos de la vida, que estos personajes neuróticos analizan, pero que cualquier hijo de vecino en su vida cotidiana no se preocuparía por analizar.
En cuanto a los personajes, pienso que ambos son muy buenos individualmente, ese neurotismo y análisis de Alvyn, y el interés de Annie porque Alvyn se preocupe más de ella y de la relación que de insignificancias de sus vidas o de sus conversaciones, son características que los hacen personajes únicos en tramas de relaciones como la misma. Por otro lado, juntos, no se complementan y acaban envolviéndose en un bucle de neurotismo, que no es bueno, ni para ambos ni para el espectador, ya que a veces, ese arduo análisis de todo puede resultar pesado o llegar a cansar. Es por ello por lo que no le he puesto un 10, pero, de resto, considero que la trama está muy bien desarrollada.
En cuanto a los personajes, pienso que ambos son muy buenos individualmente, ese neurotismo y análisis de Alvyn, y el interés de Annie porque Alvyn se preocupe más de ella y de la relación que de insignificancias de sus vidas o de sus conversaciones, son características que los hacen personajes únicos en tramas de relaciones como la misma. Por otro lado, juntos, no se complementan y acaban envolviéndose en un bucle de neurotismo, que no es bueno, ni para ambos ni para el espectador, ya que a veces, ese arduo análisis de todo puede resultar pesado o llegar a cansar. Es por ello por lo que no le he puesto un 10, pero, de resto, considero que la trama está muy bien desarrollada.
20 de mayo de 2012
20 de mayo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si soy sincero, la verdad es que a mí no me gustan mucho las películas del Woody Allen, en general, y mucho menos las de los años 70's: me parecen demasiado intelectuales, demasiado como hechas para una minoría "snob", no sé si me entienden.
Sin embargo, me decidí a ver esta película, básicamente por lo premiada que fue, y, la verdad, es que me parece de una ironía y de un sentido del humor realmente soberbio. Allen se ríe de Allen y consigue meter al espectador en sus manías y tonterías; en su propia cabeza. Son increíblemente geniales las reflexiones realizadas hacia (con) el espectador durante la película.
Es otra manera de hacer cine, que, por su originalidad, merece ser tenida en cuenta, le guste mucho, poco o nada Woody Allen.
Sin embargo, me decidí a ver esta película, básicamente por lo premiada que fue, y, la verdad, es que me parece de una ironía y de un sentido del humor realmente soberbio. Allen se ríe de Allen y consigue meter al espectador en sus manías y tonterías; en su propia cabeza. Son increíblemente geniales las reflexiones realizadas hacia (con) el espectador durante la película.
Es otra manera de hacer cine, que, por su originalidad, merece ser tenida en cuenta, le guste mucho, poco o nada Woody Allen.
7 de agosto de 2012
7 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Annie Hall es una de esas películas entrañables con las que terminas con una sonrisa. Es una película mimosa, entrañable, que nunca te cansas de recordar. Es de esas películas que te dejan una especie de moraleja. Está hecha al más puro estilo Woody Allen. Cómica y en cierto modo romántica. Para pasar un rato agradable y de calidad. No obstante, no es recomendable para personas que busquen un ritmo acelerado o que esperen encontrarse con la típica comedia romántica al estilo "La cosa más dulce", o "Amor ciego", pues en ese caso se decepcionaran.
11 de octubre de 2012
11 de octubre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera película de Woody Allen que veo y me gustó mucho. Nos ofrece una vision del amor muy realista. Comedia y drama relacionado con el sentimiento hacia una persona que nada tiene de fantasía y que te hace reflexionar sobre cómo actúa el amor en la vida de las parejas, cómo nos afecta y el porque somos tan inmunes a él. Lo bueno es que lo refleja con tono humorístico y uno se lo puede tomar a risa, pero señores, ésta es la cruda realidad de la relacion de pareja. Véanla y disfruten.
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