Dreamworks dio en el clavo con el carismático ogro de la ciénaga y su aventura para salvar a una princesa presa en un castillo a cambio de volver a recuperar su tranquilidad en dicha ciénaga. Divertida, con numerosos guiños y parodias de los cuentos clásicos y aunque la animación con los años se ha quedado algo desdibujada (especialmente con los seres humanos), sigue siendo muy entretenida y disfrutable

Este bicho verde, grosero y mal educado, buen degustador de delicias de pantano, viene a romper con los cuentos infantiles, pero; eso es sólo lo que parece, en realidad viene a redimirlos y a traerlos al siglo veintiuno. Pero aun cuando parezca hecha para niños, en realidad es una animación para adultos, aunque como ocurre con todo, actualmente, a éstos se les trate como a infantes.

Independientemente de ser supinamente conductista, en lo que no quiero entrar pues eso es más para la sociología que para una reseña de cine, es una historieta de dibujos animados francamente bien hecha, muy divertida, e inteligentemente realizada; donde se parodian otros cuentos y otras películas, y contiene unos gags hilarantes además de una narración fastuosa y una banda sonora deliciosa. Y entre ustedes y yo, ya quisiera que de niño me hubiesen llevado a ver “Shrek” en vez de “Bambi” o “Dumbo”; me habría traumatizado menos.

Y por ser un cuento, y siempre con ellos me vuelvo travieso, mi sinopsis les doy… en verso:

Érase una vez que se era,
en un país muy lejano,
mas no lejos de la mar,
a un ogro verde y encantado,
de su soltera existencia,
con su ciénaga y su hogar.

Pero, sin venir a cuento,
le cayó de viejos cuentos;
proscritos que así se nombran:

Muñeco El que es de madera,
Bruja La de sin escoba,
Lobita, Caperucita,
La Mayor de "Mujercitas",
yo, Corazón de latón,
El Parir de la abuelita
y Asno El gran bobalicón,
siempre cargante y hablador.

Mas viese la solución,
a su dolo y a su aflicción,
en una alta, muy alta torre,
donde aguarda una princesa,
a barón, duque, o conde,
que con vigor y presteza,
la rescate del dragón.

Así que cogió el ogro,
quien Shrek era su nombre,
a su yelmo y a su corcel,
que éste era el asno aquel,
y a la dama fue a salvar,
por recuperar su lar.

Mas el dragón fue dragona,
y la dama un huracán,
menuda ogra, aunque mona,
torbellino y vendaval.

Y hasta aquí puedo contar,
de este cuento, inusual,
del que ya sea un zagal,
o un guardia municipal,
con él, reirá sin parar,
y si está en su cabal,
su encanto; le encantará.

Ayer volví a ver este mítico clásico del cine de animación. La vi cuando era pequeño, pero ya no me acordaba más que de los personajes.

Tengo que decir que agradezco que no recordase nada. Porque vaya descubrimiento, volver a verla por primera vez ha sido fantástico.
Toda una parodia antológica de los cuentos de hadas que tanto han dado a Disney y al cine. La historia es muy divertida y los personajes inolvidables. Asno, sin duda, mi favorito.

Constituye todo un derroche de genio e ingenio, con una forma completamente novedosa de presentar los cuentos clásicos. Forma que, como he dicho es parodia, pero creo que también homenaje.
El mensaje final de la película es precioso, como cabe esperar de cualquier cuento de hadas de Disney.

Estoy deseando ponerme al día con todas las demás de Shrek.

La empresa distribuidora Dreamworks se coronó con esta entrega a principios de los años 2000 demostrando que podía plantarle cara a Pixar con Toy Story y otras obras.
Quizá lo mejor que tuvo esta película de animación no solo fue el carisma y originalidad de sus personajes principales, sino que en España fue doblado por dos de los mejores comediantes de la última década como José Mota y Juan Muñoz y que esa parodia a las historias de los cuentos y las historias de princesas, dragones y guerreros se puede pasar por una comedia divertida para todos los públicos.
Ahora vas y lo cascas.

Para empezar, debo admitir que esta película no sólo funcionó muy bien (también en taquilla). Es un guión redondo y tiene un sentido del humor gamberro y un tono adulto que contrastaba con las edulcoradas cintas de Disney y la jovencísima Pixar. Qué demonios, fue un puñetazo sobre la mesa y una rotura de las reglas imperantes. ¡Bravo por DreamWorks!

Ahora bien, a su vez, me atrevería a señalar a Shrek como la que abrió la veda a los males que hoy han infestado al cine animado. Hablo de los doblajes de famosos, los gags de la cultura pop metidos con calzador, las canciones del Top10 antes que currarse una banda sonora propia... Si no me equivoco, todo empezó más o menos aquí. Lo que fue novedad, se ha convertido en escarnio.

La deriva de sus innovaciones no le quita nada a la nota, que merece estar entre lo mejorcito de la animación.