Una película que trata con notable seriedad el problema del racismo en las sociedades actuales y que hace un inteligente uso de la alternancia entre el color para los momentos que se desarrollan en el presente, y el blanco y negro, que en este caso toma un especial sentido simbólico, para narrar acontecimientos en flash back de la vida de los protagonistas. Quizá en algunos momentos un tanto demagógica, incluye momentos especialmente logrados, como la tensa relación familiar en la casa del protagonista, o la gran recreación del nazi con conflicto interno que hace Edward Norton. Aunque en un papel menos vistoso, también Furlong resulta bastante convincente. Una reflexión sobre la raíz de la intolerancia y la violencia, que apunta a que su origen radica en el propio hogar. Aunque el final resulta un poco tramposo.

Ví esta película cuando tendría... ¿13 años? Con ese título no podía esperar otra cosa que no fuera un film para mayores de 18 años. Y no por el contenido violento precisamente.

Pero cuando descubrí de lo que se trataba mi decepción pasó al asombro, contemplé la primera película que me caló hondo y despertó en mi la pasión por el cine.


Para odos los que les interese: Que no les eche para atrás el tema de nazis y demás. Un peliculón que mejor se tiene que ver sin saber nada de él.

Esta película llegó a mi casa como una completa desconocida, y salió del vídeo como una de las mejores que he visto desde entonces.
El genial trabajo de Edward Norton te hace pensar en por qué no ha recibido un oscar aún. Quizás sea porque la película es demasiado cruda como para recibir algún premio de la academia. El caso es que el mundo neonazi está retratado con una sinceridad y brutalidad excepcionales, así como la vidilla carcelaria, o la reconversión del protagonista. Utilizar el blanco y negro para el pasado, y el color para el presente es otro acierto del film, que además, cuenta con uno de los finales que más me ha hecho pensar. Y es que en la sociedad, no hay malos ni buenos.

Dos tocayos como protagonistas que logran abrir los ojos al público y hacernos dar cuenta de la verdadera realidad que hay en el mundo día a día.

Impresionante película que plasma de manera magistral la ideología neonazi en este caso norteamericana. Excelente fotografía, alternando blanco y negro, y color para distinguir entre el presente y el pasado con absoluta eficacia y gran resultado. Estremecedoras las actuaciones de Norton y Furlong, el primero impecable en sus dos facetas: de líder neonazi frío y terrorífico y de vulnerable y débil arrepentido. Realmente lo borda, consiguiendo una de las mejores y más extremecedoras actuaciones de los últimos años, lástima que se cruzara en el camino con el Roberto Benigni de "La vita è bella". Edward Furlong también completa una gran actuación (como curiosidad decir que en principio el papel principal iba a ser para él y no para Norton). Un guión firme y muy serio pese a lo que dicen algunos sobre que tiene lagunas. La ideología neonazi como ya dije antes perfectamente caracterizada, realmente interesante, cada conversación, sobre todo en las escenas de la mesa de su casa es interesantísima, al igual que el discurso de Derek -el personaje de Norton- antes de asaltar el supermercado.
Tony Kaye, debutante como director en esta película, logra un trabajo muy serio y muy bien realizado, en el que aborda un tema complicado y sale victorioso, algo nada fácil. En definitiva, para mí una de las mejores pelis que el cine americano ha dado en los últimos tiempos, con una de las mejores interpretaciones (Edward Norton)
PD: se me ovidaba comentar el final, verdaderamente desgarrador, a tono con la película. Te rompe el corazón y te hace pensar, pero al fin y al cabo, paradojicamente brillante.