El viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki, es un film de animación fantástico y de aventuras considerado por muchos como un film de culto. Llevada a cabo con un ritmo presuroso y con un estilo misterioso, es una obra original con multitud de detalles mágicos que cautivan en su visionado, construyendo una cinta asombrosa que hipnotiza a todos aquellos que se dejen llevar por su historia. Realizada de forma maravillosa, tiene un resultado fantástico que encantará no solo a los seguidores del director, sino a todo aquel que le guste ser cautivado.
La fotografía animada, es vistosa por la cantidad de colorido que tiene, y también por estar repleta de detalles imaginativos y de fantasía que dejarán hechizado a los que se adentren con Chihiro en su viaje. Y la música, es melódica de principio a fin en un variado trabajo que acompaña el film con sonidos intrigantes por un lado y nostálgicos por otro, en un notable trabajo sonoro que seduce al público.
Los personajes, son espléndidos del primero al último. Con Chihiro como principal en un papel inocente y lleno de ternura, y un sinfín de magníficos dibujos construidos con sus propias personalidades y caracterizaciones no desprovistas de ingenio. Los cuales están confeccionados de modo fascinante, mezclando la realidad de algunos con la ficción creativa de otros, dejando tras de sí un trabajo sensacional que dejara a más de uno sorprendido.
El guion, escrito por el mismo director, es insólito y desde luego atrayente. Ya que en él ocurren tantísimas situaciones que cuando llegas al final tienes la sensación de haber vivido toda una aventura junto a la protagonista principal, dejando sugestionado a todo el que se haya adentrado en la historia. Y que es llevado a cabo, con una narrativa intrigante por la cantidad de enigmas que salen al paso, con voz afable por parte de unos e insidiosa por parte de otros, en una oportuna labor.
Para concluir, la considero una obra indispensable y única en la filmografía del director, cuyo fuerte es la ilusión de una aventura que hasta el final no sabes si es real o no, y que encantará y envolverá con su magia a todo el que se deje llevar por su magnetismo. Recomendable por cómo está llevada a cabo, y por su guion, personajes, fotografía animada, música, caracterizaciones y narrativa que hacen de El viaje de Chihiro, un film mágico y de gran talla que dejará hipnotizado a todo el que quiera creer en ella.

Esta es una de esas películas que se consideran joyas. Magia, imaginación...
Todo esto utilizó Miyazaki para crear la mejor película ( al menos de animación) que se haya creado.
Tras la iluminación que provoca esta película, que se considera gloriosa, sólo diré que son una de esas películas que marcan.
Hay gente que decía que la mejor de las películas no podía ser de animación.
Eso que se lo digan a Miyazaki.
Un mensaje sobre el esfuerzo y sobre luchar por lo que quieres, repito:
Miyazaki, gracias por todo.

No vaya por la vida con la imaginación destapada, que se le escapan muchas cosas, sr. Miyazaki.
Todos hemos querido este cuento.

Nunca sabemos por qué, o por cuánto, pero siempre hemos querido otra realidad, una donde jugar, donde hacer los sueños realidad mientras aun sean posibles en la infancia.
Por eso, Miyazaki juega con nosotros y nos trae el anti-cuento: sigue habiendo personajes extravagantes, pero nadie es el elegido que traerá la luz a un mundo dividido; sigue habiendo actos heróicos, pero no nos hacen parecer héroes relucientes; hay enseñanza moral, pero no acabamos de tener claro cuál es (pero... ahí está).

Chihiro. Su viaje.
Aquí habrá que hablar de la naturaleza del viaje: ¿físico o espiritual? Puede que un poco de ambos.
En la casa de baños de los dioses, aprende del trabajo duro y del día a día. No hay maravilla porque está por todas partes, rodeada de formas y seres ancestrales que se comportan como modestos clientes.
No rehuye la cara cruel de la vida, pero no por ello deja de intentar sacarle su lado positivo: al final del día, saber que has hecho lo correcto puede ser la mejor recompensa.

Las caras que la acompañan son versiones exageradas de otras realidades: el obediente atrapado en su obediencia, la ambiciosa tirana, la maestra agradecida, el extraño amable... probablemente todos nos topemos con ellos en algún momento de nuestra vida adulta.
Imaginación y realidad se confunden bajo una gloriosa sensación de "todo vale". Porque todo vale, pero porque es válido para este imaginario.

Tras ello, resulta inevitable hablar del último calor de la infancia.
De la niña que deja atrás los juegos y descubre que el mundo es injusto, frío y cruel, pero que su ingenio y valentía son las principales armas para plantarle cara.
Es triste hablar de esos momentos que se nos acaban, y por eso Miyazaki ha optado por suavizarlos: podemos seguir jugando como antes, solo es un juego diferente que afrontar, pero la honestidad es una medalla que llevar bien alta en él.

Al final, no sabemos qué fue de aquello que nos pasó.
¿Una fantasía, un sueño, el último aliento de lo imaginado?
Quizá sea mejor así, no saber qué fue pero saber qué se vivió. Quizá.

Es una de las películas de animación más admiradas, considerada un clásico moderno por su sensibilidad y creatividad. Y realmente es una obra sorprendente, aunque su primera mitad es bastante mejor, porque luego el ritmo se debilita, llegando a convertirse, por momentos, en excesivamente lenta. Una niña pierde a sus padres tras adentrarse en un parque temático abandonado, entrando a un castillo plagado de extrañas criaturas.

A mi gusto la más fantasiosa y espectacular de las obras de Miyasaki, Chihiro está desarrollado en un nivel increíble, el gran logro radica en la ternura y sinceridad de su inocencia cosa que en disney solo se caricaturiza con personajes melosos hasta el hartazgo, los padres son tal, son esposos que tratan a Chihiro como un niño no como en la empresa occidental donde se trata a los niños como seres perfectos centro del universo... y entrando ya en tema, el mundo maravilloso muestra personajes exquisitos, desde el "fantasmita solitario" el bebe "consentido" o las hermanas "opuestas" sin mencionar las "arañitas" que recogen carbón... estéticamente superan a Totoro y se conjugan en un mundo de dioses, brujas y magia; con todo lo anterior la pregunta es ¿quién necesita a disney? mientras en occidente se busca la "princesa latina" "la princesa gay" y la "princesa bla bla bla" en oriente se producen historias con verdadera MAGIA, sin estereotipos ni pretensiones, tan solo honestas de personajes honestos, aquí no hay princesas, la magia es para los personajes más humildes y no hay príncipes azules aquí hay amigos verdaderos, aquí no hay anhelos de castillos, aquí hay un amor por la familia, aquí no hay musicales, aquí la música está fusionada con lo visual, nadie canta, aquí los personajes VIVEN.