Uno, dos, tres
8.2
28,202
Comedia
Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, hace tiempo que proyecta introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, que está a punto de llegar a Berlín. Se trata de una díscola y alocada joven de dieciocho años, que ya ha estado prometida cuatro veces. Pero lo peor es que, eludiendo la ... [+]
13 de enero de 2023
13 de enero de 2023
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LO BUENO: El pack Wilder*. Los símbolos, las implantaciones, el ritmo y el contexto. Diálogos afilados. Uso magistral de la exageración como elemento cómico y verosímil. Los personajes, sobre todo el señor MacNamara, un personaje que mueve montañas. El elemento tiempo siempre presente. Ninguna película ha destrozado tanto a la URSS, usando o sin usar un tono cómico y desenfadado.
LO MAGISTRAL: Crea una música interna con acciones y frases recurrentes que va in crescendo con una regularidad implacable, una ópera cinematográfica. El plano final da para tatoo.
LO QUE PUEDE MOLESTAR: Contexto caduco, ya que al menos el 30% de los chistes hacen referencia a personajes y sucesos que el espectador puede desconocer.
*El pack Wilder: Economía, subtexto y dinamismo mediante el uso de diálogos y elementos recurrentes que construyen un universo particular, y que no solo dota de más sabor, sino que facilita su digestión.
PUNTUACIÓN 8.6
LO MAGISTRAL: Crea una música interna con acciones y frases recurrentes que va in crescendo con una regularidad implacable, una ópera cinematográfica. El plano final da para tatoo.
LO QUE PUEDE MOLESTAR: Contexto caduco, ya que al menos el 30% de los chistes hacen referencia a personajes y sucesos que el espectador puede desconocer.
*El pack Wilder: Economía, subtexto y dinamismo mediante el uso de diálogos y elementos recurrentes que construyen un universo particular, y que no solo dota de más sabor, sino que facilita su digestión.
PUNTUACIÓN 8.6
6 de agosto de 2023
6 de agosto de 2023
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Una obra ingeniosa, con ingeniosos (y numerosos) chistes, no me cabe duda. Pero tanto grito, aspaviento y astracanada (dejando a Cagney a un lado, pues a pesar de ser el más excesivo de los personajes no es ni de lejos el más cargante), un pulso por momentos demasiado nervioso (que a veces impide el espectador digerir lo que tiene antes sus narices) y un cierto tufillo a propaganda no me permitió disfrutar de la película como esperaba.
A destacar los exterioriores, rodados en un Berlín de postguerra aún en proceso de reconstrucción.
A destacar los exterioriores, rodados en un Berlín de postguerra aún en proceso de reconstrucción.
6 de noviembre de 2023
6 de noviembre de 2023
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Reconozco que no me he reído a carcajadas, como esperaba a partir de los comentarios de otros usuarios en FA. Probablemente, porque usa un tipo de comedia más de la época y que quizás ya ha sido muy explotado. Pero, aunque no me haya reído a carcajadas, sí que he sonreído en muchas ocasiones y he de reconocer que me el guion está muy bien hecho, con muy buenas ocurrencias y la crítica satírica tanto hacia el capitalismo como hacia el comunismo me han parecido muy acertadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia es muy original, y trata del directivo MacNamara de la sucursal de Coca Cola en Berlín Occidental que tiene que cuidar durante dos semanas, que después se convertirán en más de dos meses, de Scarlett, la hija adolescente de unos de los directivos de la empresa cómo un favor a este. Y a lo que accede, entre otros motivos, con la esperanza de, en agradecimiento, le trasladen por fin a la sucursal de Londres. Algo con lo que lleva soñando desde hace muchos años.
Se mezclan en esta trama principal, la subtrama en las que MacNamara intenta exportar la Coca Cola a la URSS, pero tiene que cancelar la operación porque no es aprobada en las altas esferas. Y el romance de MacNamara con su secretaria y sus problemas conyugales a consecuencia de ese romance.
La trama principal empieza cuándo los padres de Scarlett comienzan una gira por Europa con la intención de acabar en Berlín y recoger a su hija. Desafortunadamente para MacNamara, cuándo le llaman para decirle que llegarán a Berlín en menos de 48 horas, éste descubre que Scarlett ha estado escapándose por las noches a Berlín Oriental y acaba casada con Otto, un joven comunista. Por lo que teme que no sólo no conseguirá el ascenso y traslado a Londres que esperaba, sino que incluso es posible que le despidan de la empresa. Y emprende una serie de alocados planes para encontrar a Scarlett y hace desaparecer a Otto.
Su primer plan para deshacerse de Otto y evitar que los jóvenes huyan a Moscú, es regalarle a este un reloj cuco que toca una melodía americana, y poner un globo en el tubo de escape de su sidecar que ponga 'Rusos, Volved a Casa', para que le detenga la policía alemana. Y, una vez que consigue que la policía le detenga, pide a su abogado que anule el matrimonio de estos. Sin embargo, Scarlett se desmaya y el doctor le dice que está embarazada. Por lo que ahora tiene que deshacer todo el plan: Rescatar al joven Otto de la cárcel alemana, y volver a incluir el matrimonio en el registro. Para ello usará como cebo a su secretaria con la delegación rusa con la que estuvo negociando la exportación de la Coca Cola y la ayuda también de su asistente Alemán. Se internarán en un plan totalmente loco en la Alemania Oriental dando lugar a momentos realmente divertidos. Como el baile de Scarlett en el hotel ruso o la persecución de los coches.
Una vez que consiguen rescatar a Otto, hará todo lo posible por convertirle en sólo unas horas, en un joven de la aristocracia europea, comprándole la ropa y joyas necesarias, enseñándole modales e, incluso, comprando un certificado de adopción.
Finalmente, el joven Otto, que rechaza en todo momento el convertirse en un capitalista, pero accede por amor a Scarlett, simula tan bien su papel de aristócrata, que le dan a él la plaza de Londres, y a MacNamara la de Atlanta, contentando de ese modo este a su mujer. Y, la secretaria, acaba trabajando para uno de los representantes rusos.
La película tiene muy buenos gags. Prácticamente todos los diálogos son una sátira del capitalismo, el comunismo y algunas de las costumbres de la época. Y están elaborados de forma inteligente y con mucho humor. Además hay secuencias de tipo humor absurdo que han inspirado muchísimas de las películas posteriores.
Es cierto que la película, dada la época en la que fue rodada, tiene también bastantes momentos de humor machista, y muestra a las mujeres como meras mujeres floreros (la esposa de MacNamara), poco inteligentes (Scarlett) o interesadas únicamente en la moda (la secretaria). Pero eso se puede tomar también como parte de la sátira y crítica, y perdonar por ser algo histórico del momento.
El final es buenísimo, cuándo en el aeropuerto, MacNamara saca unos refrescos de una máquina expendedora y resultan ser de Pepsi.
Se mezclan en esta trama principal, la subtrama en las que MacNamara intenta exportar la Coca Cola a la URSS, pero tiene que cancelar la operación porque no es aprobada en las altas esferas. Y el romance de MacNamara con su secretaria y sus problemas conyugales a consecuencia de ese romance.
La trama principal empieza cuándo los padres de Scarlett comienzan una gira por Europa con la intención de acabar en Berlín y recoger a su hija. Desafortunadamente para MacNamara, cuándo le llaman para decirle que llegarán a Berlín en menos de 48 horas, éste descubre que Scarlett ha estado escapándose por las noches a Berlín Oriental y acaba casada con Otto, un joven comunista. Por lo que teme que no sólo no conseguirá el ascenso y traslado a Londres que esperaba, sino que incluso es posible que le despidan de la empresa. Y emprende una serie de alocados planes para encontrar a Scarlett y hace desaparecer a Otto.
Su primer plan para deshacerse de Otto y evitar que los jóvenes huyan a Moscú, es regalarle a este un reloj cuco que toca una melodía americana, y poner un globo en el tubo de escape de su sidecar que ponga 'Rusos, Volved a Casa', para que le detenga la policía alemana. Y, una vez que consigue que la policía le detenga, pide a su abogado que anule el matrimonio de estos. Sin embargo, Scarlett se desmaya y el doctor le dice que está embarazada. Por lo que ahora tiene que deshacer todo el plan: Rescatar al joven Otto de la cárcel alemana, y volver a incluir el matrimonio en el registro. Para ello usará como cebo a su secretaria con la delegación rusa con la que estuvo negociando la exportación de la Coca Cola y la ayuda también de su asistente Alemán. Se internarán en un plan totalmente loco en la Alemania Oriental dando lugar a momentos realmente divertidos. Como el baile de Scarlett en el hotel ruso o la persecución de los coches.
Una vez que consiguen rescatar a Otto, hará todo lo posible por convertirle en sólo unas horas, en un joven de la aristocracia europea, comprándole la ropa y joyas necesarias, enseñándole modales e, incluso, comprando un certificado de adopción.
Finalmente, el joven Otto, que rechaza en todo momento el convertirse en un capitalista, pero accede por amor a Scarlett, simula tan bien su papel de aristócrata, que le dan a él la plaza de Londres, y a MacNamara la de Atlanta, contentando de ese modo este a su mujer. Y, la secretaria, acaba trabajando para uno de los representantes rusos.
La película tiene muy buenos gags. Prácticamente todos los diálogos son una sátira del capitalismo, el comunismo y algunas de las costumbres de la época. Y están elaborados de forma inteligente y con mucho humor. Además hay secuencias de tipo humor absurdo que han inspirado muchísimas de las películas posteriores.
Es cierto que la película, dada la época en la que fue rodada, tiene también bastantes momentos de humor machista, y muestra a las mujeres como meras mujeres floreros (la esposa de MacNamara), poco inteligentes (Scarlett) o interesadas únicamente en la moda (la secretaria). Pero eso se puede tomar también como parte de la sátira y crítica, y perdonar por ser algo histórico del momento.
El final es buenísimo, cuándo en el aeropuerto, MacNamara saca unos refrescos de una máquina expendedora y resultan ser de Pepsi.
13 de mayo de 2014
13 de mayo de 2014
20 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confieso, para vergüenza mía, que cuando la vi, tiempo ha, pongamos 14 años, me hizo gracia, no excesiva pero si la suficiente como para que la tuviera como una comedia clásica que merecía la pena. Menudo decepción. Se ve que el transcurrir del tiempo le ha sentado como si le pasara por encima un ferrocarril de mercancías. Si es sosa la primera parte, igual pero más acelerada es la segunda, en la que había puesto todas mis esperanzas de ligera mejoría, según mi pobre recuerdo. Adaptación de la obra de teatro homónima de 1929 del escritor húngaro Ferenc Molnár ahora se tiene como una obra maestra pero en su momento fue un enorme fracaso en taquilla, de los tres millones de dólares invertidos, ni siquiera llegó a recaudar la mitad de lo gastado.
¿Por qué? Pues porque la gente no es tonta y "Un, dos, tres" es una torpe comedia, anticuada, histriónica y sin gracia. A duras penas te esboza una sonrisa algunos de tantos chistes fáciles. En mi caso, sólo me he reído una vez cuando la chica dice... (SPOILER). Lo raro es que si uno repasa el guión, hasta tiene cierto ingenio pero hay algo que falla en esta película. Tal vez el tono o la ausencia de vis cómica de todos, incluido un James Cagney que se encuentra como un elefante en un cacharrería. Sí, sátira política pero completamente obvia y llena de estereotipos, algunos muy injustos (alemanes =nazis). Claro que más hiriente aún son las figuras femeninas. Las hay frívolas, calentorras o cornudas; bobas, floreros o tragasables. O las tres cosas.
¿Por qué? Pues porque la gente no es tonta y "Un, dos, tres" es una torpe comedia, anticuada, histriónica y sin gracia. A duras penas te esboza una sonrisa algunos de tantos chistes fáciles. En mi caso, sólo me he reído una vez cuando la chica dice... (SPOILER). Lo raro es que si uno repasa el guión, hasta tiene cierto ingenio pero hay algo que falla en esta película. Tal vez el tono o la ausencia de vis cómica de todos, incluido un James Cagney que se encuentra como un elefante en un cacharrería. Sí, sátira política pero completamente obvia y llena de estereotipos, algunos muy injustos (alemanes =nazis). Claro que más hiriente aún son las figuras femeninas. Las hay frívolas, calentorras o cornudas; bobas, floreros o tragasables. O las tres cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... algo así como "cuando sea mayor que escoja si quiere ser un capitalista o comunista rico".
9 de junio de 2012
9 de junio de 2012
12 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una buena comedia, pero a veces parecía que estaba viendo un anuncio grande de Coca-Cola, debió alegrarse mucho el refresco de la propaganda probablemente no gratuita, pero filmada por el mismísimo Wilder, y eso no tiene precio, ya que es un anuncio que queda para la historia y los anales del cine. Aparte del tema del gran anuncio parece también una gran propaganda del capitalismo, que aunque al principio se ríe de todos los sistemas de gobierno deja bien clarito que al final todos se venden y se dejan llevar por el gran sistema que aún impera hoy en día, y que el capitalismo es el menos malo de todos claro, solo le faltó acabar con la gran bandera yanqui ondeando.
Una simple comedia, con buenas actuaciones y situaciones inconcebibles que complican aún más la trama. Un poco sobrevalorada para mi gusto.
Una simple comedia, con buenas actuaciones y situaciones inconcebibles que complican aún más la trama. Un poco sobrevalorada para mi gusto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No sé para que escribo esto en el spoiler porque todas las comedias que he visto de Wilder acaban igual, un final feliz y que todas las personas son la mar de buenas. El final está claro que no me gusto, lo normal es que el protagonista se fuese con su secretaría o que no la despidiese y no con su familia tan feliz de la vida, antes solo pensaba en tirársela y ahora piensa, "huy que mal me porte". Para pasar un buen rato pero moralmente es para que las neuronas se ahorquen todas a la vez.
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