La casa de papelSerie
2017 

Álex Pina (Creador), Jesús Colmenar ...
6.9
36,843
Serie de TV. Thriller. Intriga. Acción
Serie de TV (2017-2021). 5 temporadas. Un misterioso personaje, que se hace llamar "El Profesor", planea el mayor de los atracos jamás ideado. Para llevar a cabo el ambicioso plan, recluta a una banda formada por personas con ciertas cualidades y algo en común: no tienen nada que perder. El objetivo es atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, con la intención de quedarse encerrados dentro con una misión muy concreta: no robar ... [+]
3 de marzo de 2018
3 de marzo de 2018
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La idea principal de la serie es buena pero el guión es un desastre tal que acaba convirtiéndola en inverosímil e incoherente. Los diálogos son superficiales, las interpretaciones sobreactuadas en general, y los giros de guión excesivamente rebuscados. Los personajes se desarrollan arbitrariamente, no guardan una relación en sus actos, por lo que la serie consigue la difícil misión de que no empatices con prácticamente ninguno, ya que no tienen una personalidad definida.El único personaje que podríamos salvar en su desarrollo es el del profesor, pero afeado a mi gusto por una interpretación excesivamente emocional y condescendiente, teniendo en cuenta el carácter frío y manipulador que se espera de un loco de la planificación milimétrica.
En general se salva con nota la producción, la fotografía y el sonido, gran trabajo en aspectos técnicos, y supongo que por eso al público en general le ha parecido una serie española distinta, porque en cuanto a desarrollo del guión es lo mismo de siempre, mucha improvisación y mucha escena de relleno. Sigo en Spoiler.
En general se salva con nota la producción, la fotografía y el sonido, gran trabajo en aspectos técnicos, y supongo que por eso al público en general le ha parecido una serie española distinta, porque en cuanto a desarrollo del guión es lo mismo de siempre, mucha improvisación y mucha escena de relleno. Sigo en Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Los atracadores solo tienen que ejecutar un plan, no pensar, ya que para eso se lo han dado bien estructurado y masticado durante cinco largos meses...Pues increíblemente no hacen más que improvisar, absolutamente todos. Hasta Berlín, que parece que es el único que no quiere salirse del plan, se quiere cargar a un rehén a la primera de cambio.
- Las escenas de acción como la entrada en prisión en moto esquivando balas, la carga policial del final...al más puro estilo de Steven Seagal, no guardan relación alguna con la esencia general de la serie,que intenta mostrar un atraco desde un punto de vista realista.
- El profesor, el tío más listo del mundo, es capaz de planificar el atraco más complejo de la historia,sin dejarse ni un detalle, pero no se pone unos simples guantes para entrar en un coche de policía a manipular la radio, ni tampoco al entrar en un desguace a borrar unas huellas.
-La voz en off utiliza una lírica narrativa que está en disonancia con el personaje en si. En general el personaje de Tokio, es irritante e incomprensible, cambia de idea cada veinte segundos y esta sobreactuadísimo, no se sabe muy bien que quieren decirnos los guionistas con este personaje, supongo que será alguna disertación sobre la adolescencia que a mi se me escapa.
-En el desenlace final, dos de los atracadores reconocidos por la policía salen andando del hangar, pseudodisfrazados , cuando la policía tiene un radio de dos kms donde sabe que están los secuestradores. De echo ya me parece extraño que no hayan cortado todas las calles teniendo en cuenta las dimensiones del atraco.
- A la inspectora le cuesta elegir entre la custodia de su hija, o encubrir al atracador más buscado de todos los tiempos, sabiendo que le va ceder la custodia a un maltratador.
- Las escenas de acción como la entrada en prisión en moto esquivando balas, la carga policial del final...al más puro estilo de Steven Seagal, no guardan relación alguna con la esencia general de la serie,que intenta mostrar un atraco desde un punto de vista realista.
- El profesor, el tío más listo del mundo, es capaz de planificar el atraco más complejo de la historia,sin dejarse ni un detalle, pero no se pone unos simples guantes para entrar en un coche de policía a manipular la radio, ni tampoco al entrar en un desguace a borrar unas huellas.
-La voz en off utiliza una lírica narrativa que está en disonancia con el personaje en si. En general el personaje de Tokio, es irritante e incomprensible, cambia de idea cada veinte segundos y esta sobreactuadísimo, no se sabe muy bien que quieren decirnos los guionistas con este personaje, supongo que será alguna disertación sobre la adolescencia que a mi se me escapa.
-En el desenlace final, dos de los atracadores reconocidos por la policía salen andando del hangar, pseudodisfrazados , cuando la policía tiene un radio de dos kms donde sabe que están los secuestradores. De echo ya me parece extraño que no hayan cortado todas las calles teniendo en cuenta las dimensiones del atraco.
- A la inspectora le cuesta elegir entre la custodia de su hija, o encubrir al atracador más buscado de todos los tiempos, sabiendo que le va ceder la custodia a un maltratador.
26 de julio de 2019
26 de julio de 2019
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda alguna La Casa de Papel a sido una de las farsas mas grandes del cine, y no tengo nada contra el cine español, he visto grandes series televisivas de este país: Vis a Vis, El Ministerio del Tiempo, Fariña, Paquita Salas, El Orfanato, y podría seguir, en realidad España tiene gran material televisivo y está a la par con EEUU desde hace ya varios años, pero tras ya haber visto las 3 partes hasta ahora de La Casa de Papel me parce un producto con más marketing que nada y muy sobrevalorado.
La serie tiene un guión que da mucho que desear, a los atracadores no se les cree nada, dan mas pena que otra cosa, actuaciones muy falsas y sobre actuadas empezando por Úrsula Coberó, Úrsula no tengo nada en contra tuya pero parece que no has estudiado actuación, tu personaje y siendo protagonista no me inspiro nada ni siquiera una pizca, esas lagrimas no te las creo, si algo le dio un plus en la tercera parte es la aparición de Najwa Nimri pero ni eso le arregla, no quiero ir mucho a los fallos de guión porque me da pereza ir a spoiler y la serie no inspira hacer una critica mas extensa.
En conclusión La Casa de Papel como ya lo mencione y lo repito es un producto de puro marketing y de tendencia millennial, que la verdad ya me tiene harto, que ahora cataloguen como bueno a algo que sea mas tendencia que cine de verdad, empezando por la gran farsa cinematográfica que nos tiene acostumbrado la franquicia de miarda Marvel cómics, espero que el cine comience a tener mas valor, lean la critica y den like si piensan que el cine esta yendo en decadencia por solo valorar a un producto por ser tendencia, sin destacar su verdadero arte, la verdad esto es muy triste. Le pongo un 5 porque algo de entretenimiento barato me dio y he visto sus 3 partes por eso mi critica.
La serie tiene un guión que da mucho que desear, a los atracadores no se les cree nada, dan mas pena que otra cosa, actuaciones muy falsas y sobre actuadas empezando por Úrsula Coberó, Úrsula no tengo nada en contra tuya pero parece que no has estudiado actuación, tu personaje y siendo protagonista no me inspiro nada ni siquiera una pizca, esas lagrimas no te las creo, si algo le dio un plus en la tercera parte es la aparición de Najwa Nimri pero ni eso le arregla, no quiero ir mucho a los fallos de guión porque me da pereza ir a spoiler y la serie no inspira hacer una critica mas extensa.
En conclusión La Casa de Papel como ya lo mencione y lo repito es un producto de puro marketing y de tendencia millennial, que la verdad ya me tiene harto, que ahora cataloguen como bueno a algo que sea mas tendencia que cine de verdad, empezando por la gran farsa cinematográfica que nos tiene acostumbrado la franquicia de miarda Marvel cómics, espero que el cine comience a tener mas valor, lean la critica y den like si piensan que el cine esta yendo en decadencia por solo valorar a un producto por ser tendencia, sin destacar su verdadero arte, la verdad esto es muy triste. Le pongo un 5 porque algo de entretenimiento barato me dio y he visto sus 3 partes por eso mi critica.
29 de septiembre de 2018
29 de septiembre de 2018
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Casa de Papel intenta jugar en la misma liga que las grandes series contemporáneas: aspira a ser narrativamente tan compleja, sintética y uniforme como una película, a unas interpretaciones de primer nivel y a una puesta en escena que no eluda los desafíos técnicos. Precisamente son estas características las que actúan como una lente que amplifica las flaquezas del cine patrio.
Pensemos en las interpretaciones.
Si queremos ser justos, hemos de tener en cuenta que en Estados Unidos o Inglaterra son habituales los grupos de teatro y las escuelas de interpretación. Por eso son los mejores. Porque lo maman, lo practican y además tienen a los mejores maestros. Nada de eso sucede en España. De hecho, aquí se doblan las películas.
Los doblajes, salvo casos puntuales, implican tanto una deformación del sonido como una mutilación de las actuaciones. En este último caso, por la simple razón de que la gesticulación facial no se corresponde ni remotamente con el tono de voz. Con frecuencia, como los rostros van por un lado y las voces por otro, lo que debería ser drama se transforma en comedia.
Aún peor: el doblaje establece un peligroso nivel de referencia, pues hay quienes juzgan las interpretaciones sin tan siquiera haberse molestado en escucharlas. Y aunque obviamente el lenguaje verbal no lo es todo, desde la invención del cine sonoro, sí es jodidamente importante.
El resultado de este círculo vicioso es que en España se pueden hacer series (o películas) en las que ningún actor sobresalga, pocos den la talla y el resto no sepa ni vocalizar; y aún así recibir la ovación de crítica y público. Lo cual a su vez retroalimenta toda la cadena.
Seamos honestos: si el nivel de referencia es el de los infames doblajes, entonces las interpretaciones son cojonudas, porque al menos así la expresión y el tono de voz concuerdan; pero otro gallo cantaría si el nivel de referencia fuera el de Breaking Bad o el de Orange Is The New Black.
Por lo demás, es difícil hacer una buena película con buenos actores; y hacer una buena película con malos actores solo está al alcance de unos pocos; si es una serie, seguramente de nadie.
Especialmente cuando el guión es un cúmulo de despropósitos: ideas sin concluir, casualidades fatídicas, fallos de coherencia, agujeros, giros tramposos… La propia idea central es ridícula tanto en su planteamiento como en su desarrollo. Nada transpira veracidad, autenticidad o rigor.
El montaje es tan incoherente como el propio manejo de los tiempos: los actores se teletransportan, los días tienen 84 horas o no existen. Las escenas de acción no tienen ritmo ni verosimilitud: lamentables trombos a 45 km/h, tiroteos a bocajarro con menos tasa de mortalidad que el Equipo A, planos y velocidades simplemente cutres. Pretende ser muy grande y espectacular, pero en la práctica se sitúa entre el culebrón matinal y el telefilm siestero, con un diseño de producción y unos efectos especiales ya desfasados en el Hollywood de los 70. Su única bondad técnica es una iluminación algo más cuidada de lo habitual.
No he visto nunca una sola gran serie o película que pretendiera parecer lo que no podía ser y saliera airosa del envite. Por lo general, lo mejor del cine español (o italiano, o japonés, o…) ha sido el modo en que sus autores transcribían al lenguaje cinematográfico aquellas características culturales que les hacían diferentes: la idiosincrasia de los personajes y el uso de sus propios estereotipos, su Historia o circunstancias históricas, la manera en la que juegan con los códigos lingüísticos o en la que amoldan los cinematográficos a las peculiaridades de sus culturas, la forma en que se muestran determinadas situaciones y sus posibles respuestas. De hecho, lo más interesante de La Casa de Papel es justo eso y no el traje de Hollywood made in Leganes con el que se pretende disfrazar.
En el fondo la serie no es más que un ajuste de cuentas y la coartada económica no es más que una fantasía para dejarnos satisfechos y justificar a los personajes de la manera más reaccionaria y moralista posible. Eso es lo más importante. Que el espectador quede satisfecho. Que se haga “justicia”. Tener un montón de dinero.
¿Cómo puede ser gamberra o rompedora una serie que busca satisfacer a su público hasta ahogarlo en azúcar mediante sentimentalismo barato?
Es justo al contrario. La serie sostiene que dado que todos roban, el más listo es el que sabe montárselo a lo grande. Y digo, acaso no es una sorprendente coincidencia que esa línea argumental encaje perfectamente con la mentalidad de nuestros empresarios/ultraderecha: robo (de la fábrica) y explotación (de los rehenes) como los principios activos del éxito. Total, todo el mundo lo hace. Incluidos los propios empleados. Pero por si no hubiera quedado claro, la serie también juega a situar el dinero no simplemente como remedio de todos los males, sino como un fin en sí mismo. Lo importante no es tener suficiente, porque siempre hay más; lo importante es tener todo cuanto se pueda. Motivando a sus protagonistas con cantidades obscenas y materializando la clásica fantasía capitalista de la acumulación/producción sin límites: las máquinas sólo deben parar de producir el tiempo necesario para garantizar su adecuado funcionamiento.
A mi juicio, gamberro hubiera sido hacer entrar a saco a los GEO y haberse cargado a unos cuantos adolescentes; prescindir de coartadas sentimentaloides, poner a unos atracadores y no a un grupo de pop-rock; un todos muertos o en la cárcel. En resumen, lo verdaderamente rompedor hubiera sido un poco de honestidad por parte de sus creadores. Especialmente porque tratándose de Antena 3 nadie se lo hubiera esperado.
Pensemos en las interpretaciones.
Si queremos ser justos, hemos de tener en cuenta que en Estados Unidos o Inglaterra son habituales los grupos de teatro y las escuelas de interpretación. Por eso son los mejores. Porque lo maman, lo practican y además tienen a los mejores maestros. Nada de eso sucede en España. De hecho, aquí se doblan las películas.
Los doblajes, salvo casos puntuales, implican tanto una deformación del sonido como una mutilación de las actuaciones. En este último caso, por la simple razón de que la gesticulación facial no se corresponde ni remotamente con el tono de voz. Con frecuencia, como los rostros van por un lado y las voces por otro, lo que debería ser drama se transforma en comedia.
Aún peor: el doblaje establece un peligroso nivel de referencia, pues hay quienes juzgan las interpretaciones sin tan siquiera haberse molestado en escucharlas. Y aunque obviamente el lenguaje verbal no lo es todo, desde la invención del cine sonoro, sí es jodidamente importante.
El resultado de este círculo vicioso es que en España se pueden hacer series (o películas) en las que ningún actor sobresalga, pocos den la talla y el resto no sepa ni vocalizar; y aún así recibir la ovación de crítica y público. Lo cual a su vez retroalimenta toda la cadena.
Seamos honestos: si el nivel de referencia es el de los infames doblajes, entonces las interpretaciones son cojonudas, porque al menos así la expresión y el tono de voz concuerdan; pero otro gallo cantaría si el nivel de referencia fuera el de Breaking Bad o el de Orange Is The New Black.
Por lo demás, es difícil hacer una buena película con buenos actores; y hacer una buena película con malos actores solo está al alcance de unos pocos; si es una serie, seguramente de nadie.
Especialmente cuando el guión es un cúmulo de despropósitos: ideas sin concluir, casualidades fatídicas, fallos de coherencia, agujeros, giros tramposos… La propia idea central es ridícula tanto en su planteamiento como en su desarrollo. Nada transpira veracidad, autenticidad o rigor.
El montaje es tan incoherente como el propio manejo de los tiempos: los actores se teletransportan, los días tienen 84 horas o no existen. Las escenas de acción no tienen ritmo ni verosimilitud: lamentables trombos a 45 km/h, tiroteos a bocajarro con menos tasa de mortalidad que el Equipo A, planos y velocidades simplemente cutres. Pretende ser muy grande y espectacular, pero en la práctica se sitúa entre el culebrón matinal y el telefilm siestero, con un diseño de producción y unos efectos especiales ya desfasados en el Hollywood de los 70. Su única bondad técnica es una iluminación algo más cuidada de lo habitual.
No he visto nunca una sola gran serie o película que pretendiera parecer lo que no podía ser y saliera airosa del envite. Por lo general, lo mejor del cine español (o italiano, o japonés, o…) ha sido el modo en que sus autores transcribían al lenguaje cinematográfico aquellas características culturales que les hacían diferentes: la idiosincrasia de los personajes y el uso de sus propios estereotipos, su Historia o circunstancias históricas, la manera en la que juegan con los códigos lingüísticos o en la que amoldan los cinematográficos a las peculiaridades de sus culturas, la forma en que se muestran determinadas situaciones y sus posibles respuestas. De hecho, lo más interesante de La Casa de Papel es justo eso y no el traje de Hollywood made in Leganes con el que se pretende disfrazar.
En el fondo la serie no es más que un ajuste de cuentas y la coartada económica no es más que una fantasía para dejarnos satisfechos y justificar a los personajes de la manera más reaccionaria y moralista posible. Eso es lo más importante. Que el espectador quede satisfecho. Que se haga “justicia”. Tener un montón de dinero.
¿Cómo puede ser gamberra o rompedora una serie que busca satisfacer a su público hasta ahogarlo en azúcar mediante sentimentalismo barato?
Es justo al contrario. La serie sostiene que dado que todos roban, el más listo es el que sabe montárselo a lo grande. Y digo, acaso no es una sorprendente coincidencia que esa línea argumental encaje perfectamente con la mentalidad de nuestros empresarios/ultraderecha: robo (de la fábrica) y explotación (de los rehenes) como los principios activos del éxito. Total, todo el mundo lo hace. Incluidos los propios empleados. Pero por si no hubiera quedado claro, la serie también juega a situar el dinero no simplemente como remedio de todos los males, sino como un fin en sí mismo. Lo importante no es tener suficiente, porque siempre hay más; lo importante es tener todo cuanto se pueda. Motivando a sus protagonistas con cantidades obscenas y materializando la clásica fantasía capitalista de la acumulación/producción sin límites: las máquinas sólo deben parar de producir el tiempo necesario para garantizar su adecuado funcionamiento.
A mi juicio, gamberro hubiera sido hacer entrar a saco a los GEO y haberse cargado a unos cuantos adolescentes; prescindir de coartadas sentimentaloides, poner a unos atracadores y no a un grupo de pop-rock; un todos muertos o en la cárcel. En resumen, lo verdaderamente rompedor hubiera sido un poco de honestidad por parte de sus creadores. Especialmente porque tratándose de Antena 3 nadie se lo hubiera esperado.
4 de abril de 2020
4 de abril de 2020
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
He puesto un 1 para compensar un poco pero a continuación muestro mis puntuaciones por temporada.
1º Temporada: 7
2º Temporada: 7
3º Temporada: 5
4º Temporada: 1
Si te gustan las series o peliculas de robo te recomiendo La Casa de Papel pero solamente las dos primeras temporadas, dejenlo ahí. Porque la tercera y la cuarta (y futura quinta) es exactamente lo mismo pero con mas personajes, mas absurdeces y mas metraje... No malgasten su tiempo viendo el bodrio de la tercera temporada que es lo mismo.
1º Temporada: 7
2º Temporada: 7
3º Temporada: 5
4º Temporada: 1
Si te gustan las series o peliculas de robo te recomiendo La Casa de Papel pero solamente las dos primeras temporadas, dejenlo ahí. Porque la tercera y la cuarta (y futura quinta) es exactamente lo mismo pero con mas personajes, mas absurdeces y mas metraje... No malgasten su tiempo viendo el bodrio de la tercera temporada que es lo mismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Les voy a resumir en lo que consiste la cuarta temporada para que se ahorren 8 horas de flashback y contenido vacio.
El jefe de seguridad del Banco de España se libera y les hace pasar estragos secuestrando a Tokio y matando a Nairobi y finalmente La mujer del profesor (Lisboa) es rescatada de los tribunales y posteriormente reintroducida en el Banco de España con un helicoptero... Y por supuesto... el atraco no concluye.
Se que es dificil de creer pero es una copia exacta de lo que ocurrió en el primer atraco.
El jefe de seguridad del Banco de España se libera y les hace pasar estragos secuestrando a Tokio y matando a Nairobi y finalmente La mujer del profesor (Lisboa) es rescatada de los tribunales y posteriormente reintroducida en el Banco de España con un helicoptero... Y por supuesto... el atraco no concluye.
Se que es dificil de creer pero es una copia exacta de lo que ocurrió en el primer atraco.
7 de mayo de 2018
7 de mayo de 2018
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La idea no está mal aunque lo que realmente nos.parece increíble es esta temática en una serie española. Pasado este primer trauma te dispones a ver la serie y ohhhh sorpresa te das cuenta muy rápido que los personajes son unos inútiles, poco creíbles, sin sentido ninguno como ver a Carmen de Mairena en la ONU. Y por no hablar del guión que es de lo peor de la historia. Una idea esperanzadora llevada a los tópicos más extenuantes, sin carisma con un único fin intentar despertar al espectador que lleva dormido desde el minuto 5. Os recomiendo que veáis los 5 primeros minutos y los últimos 5 de cada capítulo y con eso os sobraban 8 min de cada capítulo. Una pena.
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