Bohemian Rhapsody: La historia de Freddie Mercury
7.2
52,596
Drama
'Bohemian Rhapsody' es una celebración del grupo Queen, de su música y de su singular cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo. El film plasma el meteórico ascenso de la banda al olimpo de la música a través de sus icónicas canciones y su revolucionario sonido, su crisis cuando el estilo de vida de Mercury estuvo fuera de control, y su triunfal reunión en la ... [+]
21 de diciembre de 2018
21 de diciembre de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy fanático de Queen, pero también me encanta el cine, por tal motivo he tratado de ver la película aislando dos de mis pasiones. Mi lado cinéfilo me decía una cosa, pero mi lado "fan de Queen" me decía otra. Y es que la película está simplemente entretenida, pero si a eso le adjuntas una banda sonora brutal, pues la percepción de un gran espectáculo es manifiesta. Dicho de otro modo, las canciones de Queen a las que se les ha adjuntado unos "gags" de la historia del grupo dan un resultado que un fan de Queen disfrutará como un niño chico.
Desde el punto de vista cinéfilo, la historia de Queen ha sido demasiado dramatizada, se han omitido ciertos detalles, se han maximizado otros, algunos de ellos han sufrido un ligero movimiento en la línea temporal y todo para conseguir lo que se pretendía, UNA PELÍCULA. No estoy en contra de estas dramatizaciones, de no ser así las películas de cine serían unos meros documentales, pero el fallo está en el tempo de la película. Al final el resultado es un conjunto de viñetas animadas que ilustran momentos importantes de la vida de Queen, carentes de ritmo y pegazón entre ellas. Las interpretaciones son muy buenas, transmiten perfectamente la personalidad de los componentes además del "colegueo" interno de la banda. Los demás aspectos técnicos de la película creo que no son destacables, simplemente correctos.
Desde el punto de vista "fan de Queen", creo que la filosofía de Queen se ha plasmado a la perfección, por un lado su creatividad como artistas y por otro lado la cohesión interna del grupo, que como dice Brian May en la película "eran una familia". Los roles de los personajes han sido muy acertados, John Deacon callado aceptando un rol secundario, pero gestionando magistralmente los egos de sus compañeros en momentos críticos. Un Roger Taylor enérgico, un Brian May inteligente y un Mercury "artista"... Y todos con un gran sentido de compañerismo y amistad, que es algo que hizo de Queen un grupo y no una banda de músicos.
Para acabar, decir que a la película le pongo un cinco y medio, pero al espectáculo artístico (canciones de Queen con una "banda visual") le pongo un SIETE. Muy recomendable para fans de Queen.
Desde el punto de vista cinéfilo, la historia de Queen ha sido demasiado dramatizada, se han omitido ciertos detalles, se han maximizado otros, algunos de ellos han sufrido un ligero movimiento en la línea temporal y todo para conseguir lo que se pretendía, UNA PELÍCULA. No estoy en contra de estas dramatizaciones, de no ser así las películas de cine serían unos meros documentales, pero el fallo está en el tempo de la película. Al final el resultado es un conjunto de viñetas animadas que ilustran momentos importantes de la vida de Queen, carentes de ritmo y pegazón entre ellas. Las interpretaciones son muy buenas, transmiten perfectamente la personalidad de los componentes además del "colegueo" interno de la banda. Los demás aspectos técnicos de la película creo que no son destacables, simplemente correctos.
Desde el punto de vista "fan de Queen", creo que la filosofía de Queen se ha plasmado a la perfección, por un lado su creatividad como artistas y por otro lado la cohesión interna del grupo, que como dice Brian May en la película "eran una familia". Los roles de los personajes han sido muy acertados, John Deacon callado aceptando un rol secundario, pero gestionando magistralmente los egos de sus compañeros en momentos críticos. Un Roger Taylor enérgico, un Brian May inteligente y un Mercury "artista"... Y todos con un gran sentido de compañerismo y amistad, que es algo que hizo de Queen un grupo y no una banda de músicos.
Para acabar, decir que a la película le pongo un cinco y medio, pero al espectáculo artístico (canciones de Queen con una "banda visual") le pongo un SIETE. Muy recomendable para fans de Queen.
20 de enero de 2019
20 de enero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bohemian Rhapsody, la película, es la prueba de que repitiendo una y otra vez que algo es una maravilla la gente acaba creyéndolo. ¿Tributo a Freddy? En absoluto. Es una película comercial producida con ánimo recaudatorio y, aquí sí, con todos los componentes que se presupone que venden: grupo todavía querido con líder carismático, sida, montaje melodramático, que el difunto no sea un genio, sino un ser humano con sus pobrezas y sus miserias. En fin.
Obvio que el verdadero Freddy pertenecía al mundo de los mortales y que sería un saco de defectos como todos los demás, pero también estaba imbuido por algo que la mayoría ni rozaremos: la genialidad. Puedes entrenar al mejor actor para que copie sus gestos e incluso su voz, pero hay algo en la mirada que es inimitable y la personalidad con mayúsculas, no se puede emular. Por momentos hasta se me antoja una parodia. Y para caricaturas produce más satisfacción la de Berto Romero.
A los verdaderos fans de la banda o el artista les aconsejaría que los 134 minutos los empleasen en ver sus actuaciones y entrevistas. Por suerte vivimos en una época en la que no es muy complicado acceder a una buena cantidad de material. No pierdan el tiempo con imitaciones que únicamente pretenden tocar la fibra sensible, facilona y con una historia muy simplista.
Que está todo inventado, incluso la forma más efectiva de provocar sentimentalismo en la gente sin que se active la parte crítica, queda más que probado. Rebaño somos. Quizás por suerte. Balemos juntos la auténtica "Bohemian Rhapsody" versión Wembley 1986, o la que prefieran.
Obvio que el verdadero Freddy pertenecía al mundo de los mortales y que sería un saco de defectos como todos los demás, pero también estaba imbuido por algo que la mayoría ni rozaremos: la genialidad. Puedes entrenar al mejor actor para que copie sus gestos e incluso su voz, pero hay algo en la mirada que es inimitable y la personalidad con mayúsculas, no se puede emular. Por momentos hasta se me antoja una parodia. Y para caricaturas produce más satisfacción la de Berto Romero.
A los verdaderos fans de la banda o el artista les aconsejaría que los 134 minutos los empleasen en ver sus actuaciones y entrevistas. Por suerte vivimos en una época en la que no es muy complicado acceder a una buena cantidad de material. No pierdan el tiempo con imitaciones que únicamente pretenden tocar la fibra sensible, facilona y con una historia muy simplista.
Que está todo inventado, incluso la forma más efectiva de provocar sentimentalismo en la gente sin que se active la parte crítica, queda más que probado. Rebaño somos. Quizás por suerte. Balemos juntos la auténtica "Bohemian Rhapsody" versión Wembley 1986, o la que prefieran.
23 de enero de 2019
23 de enero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una joya. Excelentes caracterizaciones con parecidos físicos idénticos, la voz del protagonista igual a la de Freddie, la conformación de la banda, la creación de algunos de sus éxitos, su popularidad en aumento, la relación del cantante con Mary Austin, su homosexualidad y muy poquito de su enfermedad. Te va a hacer rememorar los hits dentro de una historia que está muy bien contada y llevada y que finaliza con su concierto de Liv Aid en Wembley en 1985. Quizás faltó más de los últimos años y creaciones memorables como "Barcelona" o "Bicycle Race", por nombrar algunas, pero creo que se requeriría más de una serie que de una película para abarcar toda la obra. Notable y emotiva. Recomendadísima.
27 de enero de 2019
27 de enero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Bohemian Rhapsody
Brian May y Roger Taylor pasan las noches tocando en garitos sin mucha fortuna. Después de una de sus actuaciones y tras perder a su vocalista, Freddie Bulsara se ofrece para ocupar su lugar. Juntos darán forma a la mítica banda de rock Queen
El realizador del film es el veterano Bryan Singer, director de la sobresaliente Sospechosos Habituales y de la mayor parte de las películas de la saga X-Men. Debido a los numerosos problemas surgidos durante la realización del film, Bryan Singer fue despedido dos semanas antes de terminar la filmación. El encargado de sustituirlo fue Dexter Fletcher, realizador de films como Eddie el Águila y Amanece en Edimburgo. Quizá por estar rodada a cuatro manos, la película termina siendo un monstruo de Frankenstein errático, convencional y carente de emoción salvo en sus veinte minutos finales, en los que se recrea con minuciosidad la actuación del grupo en el ya mítico Live Aid y donde es imposible no saltar de la butaca si uno es fan del rock o de Queen.
Tampoco ayuda el convencional guion escrito por Anthony McCarten y Peter Morgan, que pasa por los momentos mas glamurosos de la vida de Freddie Mercury sin detenerse mucho en su lado oscuro. Sus problemas con las drogas, su dañina relación con el productor Paul Prenter o su etapa final víctima del Sida están tratados de forma superficial y merecían mayor profundidad.
Donde sí destaca la película es en la actuación de Rami Malek como el malogrado Freddie Mercury. Malek se mueve, habla y da vida a Mercury de forma tan convincente que llegas a creerte que realmente estás viendo al frontman de Queen. El resto de los actores que interpretan a la banda están a buen nivel, pero al igual que ocurría con esta, quedan a la sombra del carismático líder. Mención aparte merece la interpretación de un irreconocible Mike Myer en un papel secundario, interpretando a un ejecutivo de EMI que no existió realmente y que es una mezcla de todos los ejecutivos que rechazaron como single a Bohemian Rhapsody por su excesiva duración.
Hay que decir que la película se hace amena en sus más de dos horas de duración, pero al final lo único que deja poso es la interpretación de su protagonista y las míticas canciones que disparan directamente al corazón de nuestra nostalgia. Queen y Mercury se merecían algo más que esta película carente de alma. Pero teniendo en cuenta como May y Taylor (productores de la película) llevan dos décadas exprimiendo su legado, no es de extrañar que la película termine siendo una superficial campaña de marketing para seguir llenándose sus bolsillos.
Brian May y Roger Taylor pasan las noches tocando en garitos sin mucha fortuna. Después de una de sus actuaciones y tras perder a su vocalista, Freddie Bulsara se ofrece para ocupar su lugar. Juntos darán forma a la mítica banda de rock Queen
El realizador del film es el veterano Bryan Singer, director de la sobresaliente Sospechosos Habituales y de la mayor parte de las películas de la saga X-Men. Debido a los numerosos problemas surgidos durante la realización del film, Bryan Singer fue despedido dos semanas antes de terminar la filmación. El encargado de sustituirlo fue Dexter Fletcher, realizador de films como Eddie el Águila y Amanece en Edimburgo. Quizá por estar rodada a cuatro manos, la película termina siendo un monstruo de Frankenstein errático, convencional y carente de emoción salvo en sus veinte minutos finales, en los que se recrea con minuciosidad la actuación del grupo en el ya mítico Live Aid y donde es imposible no saltar de la butaca si uno es fan del rock o de Queen.
Tampoco ayuda el convencional guion escrito por Anthony McCarten y Peter Morgan, que pasa por los momentos mas glamurosos de la vida de Freddie Mercury sin detenerse mucho en su lado oscuro. Sus problemas con las drogas, su dañina relación con el productor Paul Prenter o su etapa final víctima del Sida están tratados de forma superficial y merecían mayor profundidad.
Donde sí destaca la película es en la actuación de Rami Malek como el malogrado Freddie Mercury. Malek se mueve, habla y da vida a Mercury de forma tan convincente que llegas a creerte que realmente estás viendo al frontman de Queen. El resto de los actores que interpretan a la banda están a buen nivel, pero al igual que ocurría con esta, quedan a la sombra del carismático líder. Mención aparte merece la interpretación de un irreconocible Mike Myer en un papel secundario, interpretando a un ejecutivo de EMI que no existió realmente y que es una mezcla de todos los ejecutivos que rechazaron como single a Bohemian Rhapsody por su excesiva duración.
Hay que decir que la película se hace amena en sus más de dos horas de duración, pero al final lo único que deja poso es la interpretación de su protagonista y las míticas canciones que disparan directamente al corazón de nuestra nostalgia. Queen y Mercury se merecían algo más que esta película carente de alma. Pero teniendo en cuenta como May y Taylor (productores de la película) llevan dos décadas exprimiendo su legado, no es de extrañar que la película termine siendo una superficial campaña de marketing para seguir llenándose sus bolsillos.
19 de febrero de 2019
19 de febrero de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
26/04(09/02/19) Muy sobrevalorado, y muy fallido biopic (27 años después de su muerte) sobre la figura del extravagante Freddie Mercury (resto de la banda Queen queda en acompañamiento), nacido Farrokh Bulsara, solo salvable por la gran interpretación de Rami Malek, y por el repertorio de temas creados por la mítica banda inglesa (puede funcionar para el público en general como un jukebox musical, recreados con buen pulso. Sigue al cantante desde que se unió a la banda en 1970 hasta su actuación su actuación en Live Aid en el Estadio de Wembley en 1985. Dirigida por Bryan Singer (despedido tres semanas antes de que terminara la producción, sustituido por Dexter Fletcher que la terminó) y Anthony McCarten (“La teoría del todo”), producida entre otros por Jim Beach, manager del grupo musical, además los miembros de Queen Brian May y Roger Taylor sirvieron como consultores creativos y musicales, esto último seguro repercute en la poco autocrítica a los hechos reales, el poco énfasis en el lado oscuro del personaje y la banda, cayendo en esta falta de coraje en lo superficial. La cinta me resulta más plana que una mesa en su desarrollo, sin alma, sin profundizar, mirada aséptica, trivial y sin ganas de ahondar en su lado tóxico. Un tributo poco valiente, los temas más escabrosos son tocados con pinzas, cual producto para la Disney que quiere un film para toda la familia, donde la promiscuidad sexual, la homosexualidad, las drogas, el SIDA, y demás excesos son abordados de modo timorato, me queda una hagiografía que no le hace favor alguno al de Zanzibar. Nominada en cinco categorías de los Oscar, entre ellas las importantes de Mejor Film y Mejor Actor.
El film trata el arco de la vida de Freddie cual turista que mira rápido un monumento, sin verlo en profundidad, no tiene tiempo: Vemos la complicada vida de Mercury con su familia parsi, como reniega de sus orígenes, y su padre (correcto Ace Bhatti) sufre por ello, pero esto solo se ve en una escena al principio en que almuerzan con el grupo musical, tras esto la familia es obviada del metraje, hasta el final en que vuelve en una secuencia melosa hasta dar ardores; La relación con sus compañeros de banda (el guitarrista Brian May, el batería Roger Taylor, y el bajista John Deacon) se nos muestra de forma soslayada, no hay apenas interrelación con ellos, nada más allá de los conciertos y ensayos, nada que transmita camaradería, acudiendo a lugares comunes de problemas de egos, de divismo, de hedonismos (drogas y sexo), son un trío sin personalidad, nada sabremos de sus vidas. Se dicen a si mismo son unos inadaptados, pero en la película sus acciones son de lo más inanes (no hay que molestar); No hay apenas nada del proceso creativo de sus míticas canciones que parecen surgir por combustión espontánea; nada de saber de dónde le surgen las dotes musicales a Mercury, simplemente están hay; Se pasa cual tren bala sobre la polémica vida del divo Mercury, se habla de que llega tarde por las drogas, pero nunca lo vemos drogarse o estar drogado (todo fuera de campo y en elipsis), lo más es de fondo ver un poco de coca y un billete enrollado sobre una mesa; Nos hablan de la relación de amor Mercury con Mary Austin (Lucy Boynton), y me quieren hacer tragar un elefante en bocadillo, la chica era tan ingenua que no veía la pluma de Freddie, pero si lo conoce comprando ropa de mujer! Freddie sufre el advenimiento sexual a su verdadera naturaleza, entonces le dice a Mary que es bisexual, pero si eso no es impedimento para seguir con ella! Si Mercury la quiere, ser bisexual es que le gusten también las mujeres, o sea que no hay problema, solo que quiera serle fiel, pero quieren que comulguemos con ruedas de molino, pues lo que el líder Queen era gay, no hay nada malo en ello, pero porque ese recato. Y entonces si es cuando Mary se puede sentir frustrada, no con que sea bi, menuda morcilla; Tampoco su homosexualidad es tratada con libertad, se sabe en sutiles gestos, pero nunca se adentra en ella, no lo vemos besarse hasta el final con ningún hombre, y mucho menos acostado, todo muy esterilizado (fuera de campo y en elipsis), para no molestar. Lo único que parece sugerir cuasi-homofóbicamente, es que ser gay es sinónimo de echarte en brazos de los excesos decadentes morales, pues de hecho el resto de la banda aparece como nada proclive a estos desmanes, incluso en una fiesta-bacanal el trío (May, Taylor, Deacon) hacen acto de presencia y se van, cuando en realidad fueron organizadores del sarao; Por cierto, este sarao está considerado la fiesta más excesiva de todos los tiempos "SODOMA", organizada por toda la banda, donde las drogas y el sexo tomaron formas nunca vistas, y aquí lo vemos como casi un flash inofensivo; Su relación con el gerente personal Paul Prenter (correcto Allen Leech) me queda forzada, como si el guión estuviera obligado a poner un villano y se les ocurriera un Yoko Ono masculino, no me creo como se deja manipular Mercury; Todo acontece apresuradamente, no hay tiempo para fijarse en nada, todo tan lineal como una recta, su ascenso es rápido (narrado con el manido recurso de sucesión de ciudades donde dan conciertos), sin altibajos, cual cohete, apenas hay conflictos, nos quieren colar (algo tan manido) el de que Freddie en su arrogancia egoísta decidió separarse del grupo para hacer discos en solitario, cuando el los primeros en lanzar temas en solitario años antes fueron los miembros de la banda Roger Taylor y Bryan May, pero el sumun es que subrepticiamente dejan caer que este pecado de soberbia le costó su enfermedad letal (puaj!), cuando nunca se separó la banda, es un recurso dramático deux machine tramposo para crear una tensión impostada. Con lo que el supuesto clímax de la reunificación de la banda en Live Aid es más falsa que las tetas de Pamela Anderson; La cinta deviene en un catálogo de anécdotas, relatado con condescendencia y paternalismo, ejemplo notorio es cuando el grupo va a actuar en la tele… (sigue en spoiler)
El film trata el arco de la vida de Freddie cual turista que mira rápido un monumento, sin verlo en profundidad, no tiene tiempo: Vemos la complicada vida de Mercury con su familia parsi, como reniega de sus orígenes, y su padre (correcto Ace Bhatti) sufre por ello, pero esto solo se ve en una escena al principio en que almuerzan con el grupo musical, tras esto la familia es obviada del metraje, hasta el final en que vuelve en una secuencia melosa hasta dar ardores; La relación con sus compañeros de banda (el guitarrista Brian May, el batería Roger Taylor, y el bajista John Deacon) se nos muestra de forma soslayada, no hay apenas interrelación con ellos, nada más allá de los conciertos y ensayos, nada que transmita camaradería, acudiendo a lugares comunes de problemas de egos, de divismo, de hedonismos (drogas y sexo), son un trío sin personalidad, nada sabremos de sus vidas. Se dicen a si mismo son unos inadaptados, pero en la película sus acciones son de lo más inanes (no hay que molestar); No hay apenas nada del proceso creativo de sus míticas canciones que parecen surgir por combustión espontánea; nada de saber de dónde le surgen las dotes musicales a Mercury, simplemente están hay; Se pasa cual tren bala sobre la polémica vida del divo Mercury, se habla de que llega tarde por las drogas, pero nunca lo vemos drogarse o estar drogado (todo fuera de campo y en elipsis), lo más es de fondo ver un poco de coca y un billete enrollado sobre una mesa; Nos hablan de la relación de amor Mercury con Mary Austin (Lucy Boynton), y me quieren hacer tragar un elefante en bocadillo, la chica era tan ingenua que no veía la pluma de Freddie, pero si lo conoce comprando ropa de mujer! Freddie sufre el advenimiento sexual a su verdadera naturaleza, entonces le dice a Mary que es bisexual, pero si eso no es impedimento para seguir con ella! Si Mercury la quiere, ser bisexual es que le gusten también las mujeres, o sea que no hay problema, solo que quiera serle fiel, pero quieren que comulguemos con ruedas de molino, pues lo que el líder Queen era gay, no hay nada malo en ello, pero porque ese recato. Y entonces si es cuando Mary se puede sentir frustrada, no con que sea bi, menuda morcilla; Tampoco su homosexualidad es tratada con libertad, se sabe en sutiles gestos, pero nunca se adentra en ella, no lo vemos besarse hasta el final con ningún hombre, y mucho menos acostado, todo muy esterilizado (fuera de campo y en elipsis), para no molestar. Lo único que parece sugerir cuasi-homofóbicamente, es que ser gay es sinónimo de echarte en brazos de los excesos decadentes morales, pues de hecho el resto de la banda aparece como nada proclive a estos desmanes, incluso en una fiesta-bacanal el trío (May, Taylor, Deacon) hacen acto de presencia y se van, cuando en realidad fueron organizadores del sarao; Por cierto, este sarao está considerado la fiesta más excesiva de todos los tiempos "SODOMA", organizada por toda la banda, donde las drogas y el sexo tomaron formas nunca vistas, y aquí lo vemos como casi un flash inofensivo; Su relación con el gerente personal Paul Prenter (correcto Allen Leech) me queda forzada, como si el guión estuviera obligado a poner un villano y se les ocurriera un Yoko Ono masculino, no me creo como se deja manipular Mercury; Todo acontece apresuradamente, no hay tiempo para fijarse en nada, todo tan lineal como una recta, su ascenso es rápido (narrado con el manido recurso de sucesión de ciudades donde dan conciertos), sin altibajos, cual cohete, apenas hay conflictos, nos quieren colar (algo tan manido) el de que Freddie en su arrogancia egoísta decidió separarse del grupo para hacer discos en solitario, cuando el los primeros en lanzar temas en solitario años antes fueron los miembros de la banda Roger Taylor y Bryan May, pero el sumun es que subrepticiamente dejan caer que este pecado de soberbia le costó su enfermedad letal (puaj!), cuando nunca se separó la banda, es un recurso dramático deux machine tramposo para crear una tensión impostada. Con lo que el supuesto clímax de la reunificación de la banda en Live Aid es más falsa que las tetas de Pamela Anderson; La cinta deviene en un catálogo de anécdotas, relatado con condescendencia y paternalismo, ejemplo notorio es cuando el grupo va a actuar en la tele… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
… y les dicen que tiene que hacerlo en play-back, pensamos se rebelarán, pero nada de esto acontece, obedecen y a la siguiente secuencia (puaj!), como nefando es por pasteloso la secuencia en que Freddie desde su nueva casa telefonea a Mary que vive en otra residencia al lado, para pedirle que se ponga en la ventana para tocarle al piano una canción (puaj!).
El montaje intenta cubrir carencias narrativas salpicando con inteligencia los grandes éxito de la banda cada cierto tiempo, cual karaoke intenta animar al espectador con sus vibrantes y pegadizos himnos, pero estos oasis y remansos de placer melómano no pueden tapora el sol con un dedo, no pueden ocultar lo convencional y ordinario del producto. Siendo en este aspecto lo mejor del film los 20 minutos íntegros de la actuación de Queen en Wembley de Live Aid, donde los temas son interpretados cual si estuviéramos viendo la real (con ayuda de los efectos digitales para el público), aunque este homenaje-plagio no hace más que apuntar en el hecho de que la cinta se convierte en una recreación de momentos ya conocidos, donde la complejidad del protagonista queda deslizada, sin rascar en ella, y deben las bazas importantes ir hacia estos tramos karaoke.
Fuera del escenario la mejor escena es la que se da con el grupo Queen con un ejecutivo de la compañía Emi, el ficticio Ray Foster (Mike Myers, el eterno Austin Powers), intentando la banda convencer al gerifalte para que publique como single el disfuncional y singular tema "Bohemian Rhapsody" (del álbum A Night at the Opera de 1975) como single, canción amalgama de estilos que dura más de seis minutos, lo cual era veneno para las radios, una discusión ágil, llena de réplicas y contra-réplicas llenas de chispa, que sirve como análisis de la trastienda de la industria musical, como importa menos la calidad y más detalles como lo que dura una canción.
Al contrario de lo que leído algunas críticas, me ha gustado que su enfermedad letal no se muestre, que se haga el zenit en un momento álgido de su vida, el gran concierto retransmitido al mundo entero del Live Aid, una celebración de la vida.
Rami Malek, da una gran actuación (ayudado por la prótesis dental), de lo mejor de la cinta como se mimetiza con el mítico cantante Mercury, humaniza con su expresividad al Icono, demuestra una gran gama de emociones, que nos llegan y hacen empatizar con él. Siendo homérico cuando en el escenario deja de ser un actor para ser el pavo real que era Mercury, tan operístico como histriónicamente maravilloso; resto del reparto quedan en simples guiñoles sin carácter reseñable, si acaso destacar la escena en que aparece Mike Myers en la ya mencionada escena, sabe darle mordacidad a su rol.
Spoiler:
Penoso el modo en que asume el resto de la banda que Freddie les cuente que tiene SIDA, el discurso está muy bien (aunque falso cronológicamente), pero la asunción de la letal enfermedad es de una frialdad grimante.
La película sugiere que Queen dudó antes de aceptar Live Aid; no se menciona que su vacilación probablemente se debió a la forma en que acababan de romper un boicot de la ONU en 1984 al dar una serie de conciertos en Sudáfrica, en el Resort Sun City. Queen fue multada por la Unión de Músicos Británicos, y brevemente se convirtió en parias de la prensa musical. Para lavar su imagen hicieron donaciones a organizaciones benéficas locales. Pero la ONU no tragó, y los incluyó en su lista negra de artistas, donde permanecieron hasta que el apartheid fue finalmente desmantelado.
Obra suave y nada a valiente, decepcionante film familiar que se pueda publicar en libros de catequesis (puaj!). Mercury merece algo más, está bien el tributo a la banda, pero creo Freddie no hubiera estado contento con esta representación domesticada de su indómita personalidad. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/02/bohemianrhapsody.html
El montaje intenta cubrir carencias narrativas salpicando con inteligencia los grandes éxito de la banda cada cierto tiempo, cual karaoke intenta animar al espectador con sus vibrantes y pegadizos himnos, pero estos oasis y remansos de placer melómano no pueden tapora el sol con un dedo, no pueden ocultar lo convencional y ordinario del producto. Siendo en este aspecto lo mejor del film los 20 minutos íntegros de la actuación de Queen en Wembley de Live Aid, donde los temas son interpretados cual si estuviéramos viendo la real (con ayuda de los efectos digitales para el público), aunque este homenaje-plagio no hace más que apuntar en el hecho de que la cinta se convierte en una recreación de momentos ya conocidos, donde la complejidad del protagonista queda deslizada, sin rascar en ella, y deben las bazas importantes ir hacia estos tramos karaoke.
Fuera del escenario la mejor escena es la que se da con el grupo Queen con un ejecutivo de la compañía Emi, el ficticio Ray Foster (Mike Myers, el eterno Austin Powers), intentando la banda convencer al gerifalte para que publique como single el disfuncional y singular tema "Bohemian Rhapsody" (del álbum A Night at the Opera de 1975) como single, canción amalgama de estilos que dura más de seis minutos, lo cual era veneno para las radios, una discusión ágil, llena de réplicas y contra-réplicas llenas de chispa, que sirve como análisis de la trastienda de la industria musical, como importa menos la calidad y más detalles como lo que dura una canción.
Al contrario de lo que leído algunas críticas, me ha gustado que su enfermedad letal no se muestre, que se haga el zenit en un momento álgido de su vida, el gran concierto retransmitido al mundo entero del Live Aid, una celebración de la vida.
Rami Malek, da una gran actuación (ayudado por la prótesis dental), de lo mejor de la cinta como se mimetiza con el mítico cantante Mercury, humaniza con su expresividad al Icono, demuestra una gran gama de emociones, que nos llegan y hacen empatizar con él. Siendo homérico cuando en el escenario deja de ser un actor para ser el pavo real que era Mercury, tan operístico como histriónicamente maravilloso; resto del reparto quedan en simples guiñoles sin carácter reseñable, si acaso destacar la escena en que aparece Mike Myers en la ya mencionada escena, sabe darle mordacidad a su rol.
Spoiler:
Penoso el modo en que asume el resto de la banda que Freddie les cuente que tiene SIDA, el discurso está muy bien (aunque falso cronológicamente), pero la asunción de la letal enfermedad es de una frialdad grimante.
La película sugiere que Queen dudó antes de aceptar Live Aid; no se menciona que su vacilación probablemente se debió a la forma en que acababan de romper un boicot de la ONU en 1984 al dar una serie de conciertos en Sudáfrica, en el Resort Sun City. Queen fue multada por la Unión de Músicos Británicos, y brevemente se convirtió en parias de la prensa musical. Para lavar su imagen hicieron donaciones a organizaciones benéficas locales. Pero la ONU no tragó, y los incluyó en su lista negra de artistas, donde permanecieron hasta que el apartheid fue finalmente desmantelado.
Obra suave y nada a valiente, decepcionante film familiar que se pueda publicar en libros de catequesis (puaj!). Mercury merece algo más, está bien el tributo a la banda, pero creo Freddie no hubiera estado contento con esta representación domesticada de su indómita personalidad. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/02/bohemianrhapsody.html
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