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Yesterday

Comedia. Fantástico. Romance Un músico que lucha por abrirse camino se da cuenta de que es la única persona en el mundo capaz de recordar a los Beatles. (FILMAFFINITY)
Críticas 151
Críticas ordenadas por utilidad
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5
2 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
En esta nueva oleada de películas pseudo tributo a las carreras de diversos artistas, no podía faltar The Beatles y su música.

En este caso, me es difícil escribir en este sentido una crítica sin sacar un puñado de spoilers pero haré mi mejor intento. Fui luego de leer algunas críticas con muy altas expectativas, siendo también gran fan de la banda, sus canciones, su legado.

La película comienza como si fuera una romanticona mas de las de estos años aunque con una idea si bien vaga, distinta. Luego de "el suceso" (lo comento así para no dar mas detalles), la película se va desdibujando y la trama cae en muchísimos agujeros o eventos sin explicación o cuasi absurdos, que permanecen dando vueltas en la cabeza del espectador. Estos cabos sueltos dan al libreto y a la ejecución, un nivel de secundaria al punto de no saber si estoy viendo una película tributo a Ed Sheran o un remake tematizado de 500 días con Summer por The Beatles pero con el final de escuela cineasta.

Las apariciones infantiles con idas y vueltas de Lily James, llegaron a fastidiarme. Como si mirara 4 semanas de una telenovela diaria, pero compactadas en 2 horas. Tan tedioso como el ayudante del protagonista y sus supuestos pases cómicos.

En resumen sincero, el guion me pareció flojísimo. Las escenas supuestamente emocionantes, no me emocionaron ni un pelo. Hasta se usa recursos muy bajos contra los fans, como "volver a la vida a gente muerta" (sin entrar en spoilers), que ni así logran el cometido de llegarle al espectador-fan.

Que me llevo? Solo un puñado de grandes canciones reversionadas que tararé por momentos, pero con una trama inductora al fastidio de una película romántica MUY simplona, que ni The Beatles puede levantar (y eso es mucho decir). El final... de lo mas predecible que "el celuloide puede dar".

Me apiado de quienes no son fans de la banda pero fueron a ver esto.
5
3 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Sin duda, la idea a partir de la cual se forma esta historia es excepcional, original y está incluso bien llevada a la práctica por Boyle. La lástima es que ahí se queda todo el logro del director: un volantazo imprevisible convierte este prometedor inicio en una bobalicona comedia romántica a la que hemos asistido ya muchas veces, con el agravante de que el actor principal no es tan bueno como Hugh Grant ni es capaz, como éste, de soportar el peso de la película y, además, está acompañado de actores que tampoco van mucho más allá, incluido el amateur Ed Sheeran, haciendo de sí mismo. Todo va degenerando, después de ese explosivo comienzo, en una edulcorada hasta el máximo comedia del montón, con un romance telegrafiado y un final de saldo. No hay que negarle a esta película sus excelentes datos de taquilla, lo que demuestra una muy buena conexión con el público, un sello de su director, capaz de crear películas muy taquilleras y no exentas de interés. En este caso, mucho más loprimero que lo segundo. Sin duda, nos quedamos con la idea original primigenia y la excelente sucesión de canciones de los Beatles que, para casi todos, es un poco la banda sonora de nuestras vidas.
6
11 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
No resultan tan comunes las ideas originales, divertidas, irreverentes, Yesterday parte de una de estas escasas rara avis. La base de la película no resulta solo un gran homenaje a los Beatles, a las generaciones a las que acompañó, sino que proporciona además la excusa para el humor, para que se hubiera jugado de manera mucho más potente con el proceso de composición, con las reactualizaciones de aquellos clásicos, jugar con el conocimiento general de sus letras para deformarlas y seguir diciendo, para encontrarlas en nuevas palabras.
Pero no siempre una buena idea sabe ser desarrollada con la misma frescura, sin ligarse a esos clichés que tanto abundan, que la hacen repetitiva, clásica en su desarrollo, común, y ese es su mayor pecado, casi imperdonable para una película con tan buen argumento, me sobra una historia de amor que no me conmueve y todo lo que la rodea.
Un mundo sin los Beatles seria definitivamente un mundo peor, pero quizá un mundo sin esta película seria mejor, no por considerarla catastrófica, al contrario, sino porque permitiría una nueva oportunidad, que una nueva voz le diera un desarrollo acorde a lo que hubiera podido ser.
5
13 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Pasado un primer momento de emotividad, fruto de una comprensible y quizás excesiva "sensibilidad" generada por la música del film en quienes vivimos la era Beatles siendo jóvenes, atiné a preguntarme cuál era el sentido de esta curiosa película, construida a partir de una premisa absurda. A saber:
1) Meramente comercial; al amparo del inmortal atractivo Beatles; 2) Homenaje a los Fab Four como fenómeno artístico y social a 50 años de la disolución de la banda; 3) Reivindicación de los valores humanistas de los años 60' por ellos encarnados; 4) Hacer una comedia romántico-musical "facilista"; 5) Criticar a la industria del espectáculo estadounidense, su codicia empresaria y empresarial; 6) Mostrar que en Inglaterra hay integración y tolerancia con las minorías, contrariando el Brexit; 7) Hacer una comparación entre la obra artística -y forma de producción- de antaño con la actual... O tal vez algún que otro ítem más...
Llama la atención la presencia fundamental de Ed Sheeran, joven superstar contemporáneo inglés que, mediante cierto "sincericidio artístico explícito", parecería querer rendir tributo a la generación de sus padres y abuelos. Como también que Universal Pictures, multinacional multimediática de origen hollywoodense, sea el estudio productor y distribuidor de un filme que satiriza su propio negocio.
Pero quisiera por un momento quedarme en la cuestión que da motivo a mi título: la comparación...: con 64 años y un veinteañero hijo músico profesional, siempre he intentado no contrastar ante sí las preferencias personales que anidan en mi historia de vida con la estética de los artistas de ésta época; que los hay y muy buenos. Por mucho que en The Beatles se haya incubado la matriz estético-musical futura del pop -tanto como un acabado producto "per se"-, tampoco ellos nacieron por generación espontánea, ni clausuraron el devenir musical posterior, abrazado y valorado por las generaciones siguientes.
Nunca hubiéramos tenido un Mozart sin un Bach, o Handel; un Beethoven sin un Mozart o Haydn; un Rossini sin un Monteverdi y Vivaldi; ni un Verdi o Puccini sin el creador de los "canelones al uso nostro". Como tampoco hubiéramos tenido a un Lennon-McCartney Harrison-Starr sin la influencia de la música estadounidense traída a Inglaterra por los soldados desembarcados en la 2ºG.M. en Liverpool; el Rockabilly, Elvis Presley, etc. etc. O a un Marsalis sin Miles Davis; a éste sin Coltrane, Parker, Ellington, Miller y Louis Armstrong. Y ni que hablar de la influencia raigal post renacentista de Shakespeare, Purcell y Dowland en temas de los mismos Beatles. O de Sting. Y de sus arregladores... Ergo, el fenómeno anacrónico que propone el film -formulando un posible revival beatlemaníaco actual con sus temas-, es una absoluta estupidez.
En síntesis: a mi entender ésta "más o menos entretenida y por momentos emotiva cinta", es una especie de ensalada en la que se presentan los ingredientes... sin condimentar; entendido esto como una idea rectora que le dé sentido unificador de aquellas propuestas numeradas al inicio de esta crítica; de por sí bastante más extensa en análisis, que en valoración del filme.
7
14 de septiembre de 2019 Sé el primero en valorar esta crítica
Yesterday es la nueva película, una comedia, del director escoces Danny Boyle, ganador del Oscar 2008 a la Mejor Película y al Mejor Director por Slumdog Millonaire (Quiere Ser Millonario?), autor también de Trainspotting (1996), película que lo dió a conocer, y Steve Jobs (2015), para mí su mejor película, entre otras.
El cine de Boyle se distingue por su velocidad. Su cine arranca y no para. El resultado de ello son películas generalmente entretenidas, con alto poder de síntesis, que generalmente contienen una interesante visión de lo social, aunque a veces, no alcanzan la profundidad deseada.
Su nuevo film, obviamente, tiene todas estas características partiendo esta vez, de una idea bastante original. Un músico, más precisamente un cantautor, buen guitarrista, sufre un accidente y cuando sale del coma que lo ha inducido su internación, le cuesta entender que cuando canta canciones de los Beatles, nadie las reconoce. ¿Acaso todos se han olvidado del cuarteto más famoso del mundo?
El film juega con la idea de una línea de tiempo alternativa, tomando esa idea de la ciencia ficción, y de películas y series de televisión tales como Volver al Futuro (Back to the Future, 1985) o Rumbo a los Desconocido (The Outer Limits), vista en la TV al inicio de los años 60.
Bajo esa idea, Himesh Patel personifica a Jack Malic, un músico cuyo accidente lo ha colocado cerebralmente en una línea de tiempo diferente a la que vivía, y como resultado de ello todo su pasado es diferente al resto de su generación, por lo cual, todo el mudo lo reconoce físicamente pero no comparte su historia. Su pasado deja de ser el mismo que la del resto de sus contemporáneos.
Consecuencia de ello, cuando canta una canción de Los Beatles, nadie la reconoce y comienzan a considerarlo un nuevo genio de la música. Ha llegado la hora de su fama. Todo el mundo lo adora y ama su música. Las compañías discográficas más grandes del mundo lo convocan. Su vida se transforma. Un gran momento del film, por su incuestionable graficación de la realidad, es cuando entra a Internet y descubre que no existe nada de lo que él conocía, incluso algunas grandes marcas. Es también interesante ver cómo tiene que apelar a su memoria, y su memoria falla al estar mediatizada, para recordar una canción como Eleanor Rigby que ya no existe en Internet.
No obstante ello, la idea de Boyle no pasa por contar la historia de Jack Malic sino por rendir tributo a la inmortal música de los Beatles. Y obviamente eso lo hace con creces recorriendo la mayor parte de los grandes éxitos del cuarteto de Liverpool cantados por el propio Patel acompañado de su guitarra.
Pero si bien el film es sobretodo un gran homenaje al conjunto inglés, también es cierto que su estructura responde a una comedia clásica al mejor estilo de las de Doris Day. Detrás de todas las canciones late desde el mismo principio una historia de amor que desea ser consumada. Y Boyle no es ajeno a ello. No por homenajear a los Beatles se olvida que ha elegido narrar una comedia que es básicamente una historia de amor.
El resultado final resulta equilibrado. Aunque reconozcamos que a la música de Los Beatles, 40 años después, no hay con que darle, y si bien Patel, incluso resulte poco agraciado comparándolo vocalmente con Lennon o Mc Cartney, el entusiasmo que pone en sus vocalizaciones no solo se deja escuchar sino también contagia a la película de un gran amor por la vida, haciendo que su final feliz rinda un justo homenaje a la comedia.
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