El bar
5.7
33,457
30 de julio de 2017
30 de julio de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de De la Iglesia tiene un buen número de logros y también un no más pequeño número de desaciertos. Ese difícil equilibrio entre elementos es el que debe encontrar para empezar sus películas de manera loable y crear a la vez un desarrollo y un final acordes con la historia. Es ahí donde el realizador se deja llevar últimamente para crear un cuerpo que se desvía del plan inicial y una conclusión grotesca que desde luego no deja indiferente a nadie.
“El bar” no es la excepción a este planteamiento y vuelve a jugar con elementos comunes pero sorprendentes, con un inicio inteligente lleno de intriga y tensión. Durante bastante tiempo, la película es capaz de encadenar ideas sobre lo que está pasando sin problemas, haciendo que muchos personajes resulten sospechosos casi sin darse cuenta. Esta es la parte que mejor se le da a De la Iglesia, la de crear a partir de una premisa interesante un hábitat único con personajes muy diferentes.
Poco a poco la película se va acomodando, cuando se revelan ciertos detalles que avanzan la historia. Para este momento la película ha captado la complicidad del espectador, que acepta las numerosas licencias que se toma el guion, repleto de detalles imposibles pero necesarios para la historia. Los personajes cambian de escenario y la historia empieza a desvariar, perdiendo bastante fuelle y pareciéndose cada vez más a las soluciones encontradas en anteriores filmes.
Ese reparto heterogéneo que se encuentra en el lugar y el momento inadecuados reúne lo más variopinto: una chica algo pija, un hípster, un representante, un borracho callejero, la dueña y el camarero del bar… Cada personaje está suficientemente trabajado, aunque las circunstancias de su pasado quedan en segundo plano ante la nueva situación. Hace bien la película en no presentar detalles del pasado, a fin de cuentas lo que importa es lo que hacen los personajes por salvarse a ellos mismos.
De la Iglesia vuelve a tener una brillante idea que es capaz de desarrollar durante buena parte de la película, pero al final no puede resistirse a grabar un final caótico lleno de esa violencia que tanto lo gusta en pleno centro de Madrid.
“El bar” no es la excepción a este planteamiento y vuelve a jugar con elementos comunes pero sorprendentes, con un inicio inteligente lleno de intriga y tensión. Durante bastante tiempo, la película es capaz de encadenar ideas sobre lo que está pasando sin problemas, haciendo que muchos personajes resulten sospechosos casi sin darse cuenta. Esta es la parte que mejor se le da a De la Iglesia, la de crear a partir de una premisa interesante un hábitat único con personajes muy diferentes.
Poco a poco la película se va acomodando, cuando se revelan ciertos detalles que avanzan la historia. Para este momento la película ha captado la complicidad del espectador, que acepta las numerosas licencias que se toma el guion, repleto de detalles imposibles pero necesarios para la historia. Los personajes cambian de escenario y la historia empieza a desvariar, perdiendo bastante fuelle y pareciéndose cada vez más a las soluciones encontradas en anteriores filmes.
Ese reparto heterogéneo que se encuentra en el lugar y el momento inadecuados reúne lo más variopinto: una chica algo pija, un hípster, un representante, un borracho callejero, la dueña y el camarero del bar… Cada personaje está suficientemente trabajado, aunque las circunstancias de su pasado quedan en segundo plano ante la nueva situación. Hace bien la película en no presentar detalles del pasado, a fin de cuentas lo que importa es lo que hacen los personajes por salvarse a ellos mismos.
De la Iglesia vuelve a tener una brillante idea que es capaz de desarrollar durante buena parte de la película, pero al final no puede resistirse a grabar un final caótico lleno de esa violencia que tanto lo gusta en pleno centro de Madrid.
14 de octubre de 2017
14 de octubre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo muchas críticas negativas con las cuales no estoy de acuerdo y vengo por aquí a exponer mi humilde opinión. Álex de la Iglesia es sin duda mi director de cine Español favorito, y creo que a quien le guste su cine claramente disfrutará con esta película (como lo he hecho yo). He de reconocer que sus últimos trabajos (por ej. Mi gran noche) no han estado a la altura de sus mejores obras (El día de la bestia, La comunidad, etc), especialmente porque llega un momento en el que el caos se apodera de la pantalla y ahí parece acabar la historia. Sin embargo, en mi opinión esta cinta sube el listón considerablemente respecto a las anteriores. No he tenido esa sensación de caos que ocurría en otras ocasiones, la trama es fluida y no se hace aburrida o densa en ningún momento, sino que logra mantener la intriga. Tiene algunos momentos surrealistas marca de la casa que me resultaron realmente memorables. Los actores están todos muy bien, y especialmente tengo que decir que me ha sorprendido Secun de la Rosa. La historia nos lleva a reflexionar sobre la verdadera (repugnante) naturaleza del ser humano, perfectamente resumida en una frase de la película: "Todos somos ratas. El resto es mentira." Para ello, Álex lleva sus personajes a experimentar situaciones límite.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Literalmente, los personajes acaban llenos de mierda. En alguna crítica se quejan de que no es necesario cubrir de porquería a los personajes para "expresar la metáfora de la miseria humana". Pues vaya, porque a mí me resultó muy divertido. Cuánto cinéfilo suelto.
22 de octubre de 2017
22 de octubre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que a Alex de la Iglesia le gusta hacernoslo pasar mal y envolvernos en sus escenas de sangre, alcantarillas y mugre. El bar es una peli no apta para estómagos sensibles, desagradable, mugrienta y que, entre heces y cadáveres es capaz de sacarnos una carcajada.
En su línea de siempre, de la Iglesia nos pone delante de unos personajes tarados capaces de cualquier cosa en situaciones límites: una ludópata adicta a las tragaperras, un indigente que recita pasajes bíblicos o una Blanca Suárez que, a pesar de sus encantos, es incapaz de encontrar el amor.
Como me pasa siempre con este director, su peli me deja con muy mal cuerpo, pero reconozco que es capaz de mantener el suspense hasta último minuto. De hecho, de la Iglesia remata la cinta con un final extraordinario, que, sin duda, hace que suba la nota que le hubiese dado si hubiese sido otro.
En su línea de siempre, de la Iglesia nos pone delante de unos personajes tarados capaces de cualquier cosa en situaciones límites: una ludópata adicta a las tragaperras, un indigente que recita pasajes bíblicos o una Blanca Suárez que, a pesar de sus encantos, es incapaz de encontrar el amor.
Como me pasa siempre con este director, su peli me deja con muy mal cuerpo, pero reconozco que es capaz de mantener el suspense hasta último minuto. De hecho, de la Iglesia remata la cinta con un final extraordinario, que, sin duda, hace que suba la nota que le hubiese dado si hubiese sido otro.
6 de noviembre de 2017
6 de noviembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película se clasifica en ese tipo de cine que se deja ver por un domingo por la tarde, o incluso un día en el que no hacen nada interesante en los canales televisivos y por azar emiten "El Bar". En ciertos momentos se denota la sobre actuación de los actores pero en general es pasable. Respecto el contenido, podría haberse ejecutado mejor la idea, aunque hay que decir que es original.
31 de enero de 2018
31 de enero de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado. Entretenida. Al principio parece de cachondeo, pero va derivando hacia el thriller, y eso me ha gustado. Actuaciones correctas, sobre todo la de una guapísima Blanca y magistral Jaime Ordoñez. Totalmente recomendable.
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