Amigos intocables
2011 

8.0
113,464
Comedia. Drama
Philippe, un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco ... [+]
26 de marzo de 2012
26 de marzo de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intocable es un ejemplo de comedia dramática desde ya. Y podría empezar por el maravilloso acompañamiento de Einaudi en lo musical, continuar por el ritmo, perfecto en la evolución de los dos protagonistas, en su huida hacia delante del abismo particular en el que habitan;de la fotografía, sobresaliente en las escenas nocturnas o del carisma de sus personajes, con un humor cercano y cálido, no exento de tópicos, pero muy bien jugados, porque si algo son los personajes de Sy y Cluzet, es humanos, y como tales caen en las mismas trampas cotidianas que cualquiera de nosotros. Y es por ello que los tópicos de Intocable no restan sino suman. Pero todo esto no serviría de nada sin la clave de esta película. Mientras ahí fuera se ha puesto de moda en los dramas apuñalarnos, sacarnos las lágrimas a presión y con alicates, Intocable acaricia nuestro estado emocional de pasada, tocando donde tiene que tocar, y si usted llora, lo hará con lágrimas y no con dólares. Y eso, en el panorama dramático habido en 2011, es un logro.
27 de marzo de 2012
27 de marzo de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la espantosa Intruders y de pagar 7 euros en el cine, me prometí que no volvería a arriesgar a la hora de volver a una sala. Por eso, ahora me informo de lo que voy a ver. Es cierto que se pierde "la sorpresa" de encontrarte con una joya que no te esperabas, pero por lo menos vas al cine con la certeza de que puede ser una buena película.
Intocable es una película que te reconcilia con el cine y con la vida. ¿El paro, el desamor, la muerte de un ser querido...? al final, siempre hay razones para salir adelante y luchar.
La película reúne todas las sensaciones que se pueden tener ante un problema y si además esas sensaciones son compartidas con la persona idónea, se puede volver a disfrutar de la vida.
Muchas personas dicen que ésta, es una película triste, porque trata de una persona que usa silla de ruedas y que no siente nada de cuello para abajo. Estoy radicalmente en contra, me parece una película llena de vida, con ganas de seguir adelante, y en absoluto me transmite tristeza. ¿Dónde esta la tristeza en ver que una persona en silla de ruedas disfruta de la vida?
Conclusión: película muy sencilla, pero con una fuerza capaz de llevarse por delante prejuicios.
Intocable es una película que te reconcilia con el cine y con la vida. ¿El paro, el desamor, la muerte de un ser querido...? al final, siempre hay razones para salir adelante y luchar.
La película reúne todas las sensaciones que se pueden tener ante un problema y si además esas sensaciones son compartidas con la persona idónea, se puede volver a disfrutar de la vida.
Muchas personas dicen que ésta, es una película triste, porque trata de una persona que usa silla de ruedas y que no siente nada de cuello para abajo. Estoy radicalmente en contra, me parece una película llena de vida, con ganas de seguir adelante, y en absoluto me transmite tristeza. ¿Dónde esta la tristeza en ver que una persona en silla de ruedas disfruta de la vida?
Conclusión: película muy sencilla, pero con una fuerza capaz de llevarse por delante prejuicios.
31 de marzo de 2012
31 de marzo de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía mucho tiempo que no veía una sala entera de cine riéndose y que yo no me sintiese incomodo por no poder reírme. Seré sincero: soy muy difícil para las comedias. No soy de risa fácil en el cine. Esta película no ha necesitado resacas, ni juergas universitarias, ni peleas de novias, ni bodas desastrosas, ni el tan repetitivo humor al que nos hemos acostumbrado en la última década. “Intocable” ha conseguido durante dos horas mantenerme vivo, despierto, esperando cada comentario sarcástico, burro, salvaje, en definitiva, humano, del personaje genialmente interpretado por Omar Sy, y la respuesta en forma de sonrisa de François Cluzet. La evolución de los dos personajes va despacio, pasa casi sin que te des cuenta, pero cambian y se enseñan mutuamente. Rebosan la química de la amistad. Los guionistas de esta película han hecho una labor estupenda. Han dotado una historia que podría ser dramática de una vida propia que se aleja de lo esperado. No es “Mar adentro” aunque la historia sea igual de real. Esta claro que cada vida es diferente, pero esta película rebosa optimismo a pesar de los problemas, de la vida tan dura que nos toca pasar. Y en ocasiones es muy dura. Hay que quitarle hierro al asunto. Porque cuanto más sonries, más intocable te vuelves.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay muchas escenas para destacar, pero me quedo con los minutos finales, cuando Driss está afeitando a Philippe, y le va dejando distintos looks (en uno el parecido con Dustin Hoffman como el Capitán Garfio me provocó una carcajada idiota). Y el final, contándonos que es de los personajes reales, como han conseguido sobrevivir, a pesar de todo, intocables.
1 de abril de 2012
1 de abril de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La estrategia de la comedia basada en una curiosa pareja protagonista no es nada nuevo. Ni tan siquiera que una de las partes tenga una discapacidad física, o que la otra sea de una condición social mucho más baja. En esta aproximación de la alta sociedad parisina y las banlieues periféricas no hay nada que no hayamos visto ya en mil y un títulos. ¿Pero qué diferencia Intocable del resto? La humanidad y sobre todo la sinceridad de sus mejores momentos.
La primera escena sintetiza el espíritu de la película: por una parte, aunque la pareja tarde en formarse, el espectador sabe que el agua acabará mezclándose con el aceite, así que las intenciones de los directores no van encaminadas en crear expectación o intriga; y por otra, la carrera del inválido Phillippe y el inmigrante Driss por las carreteras de la capital condensan el espíritu de unidad y vitalidad del conjunto, momento que funciona como preludio glorioso de una historia que en esos momentos iniciales todavía desconocemos. Así que aunque la película sea y quiera ser la descripción de dos mundos totalmente dispares, a priori incompatibles, al final no irreconciliables, Intocable brilla cuando se olvida de sus artimañas dramáticas y cede a la comedia elegante.
En resumidas cuentas, el film funciona siempre, pero solo a pleno rendimiento cuando el guión no se anda ni con rodeos ni con segundas: prueba de ello es que las escenas más gloriosas son, paradójicamente, las más intrascendentes, como el baile de Driss en la fiesta de cumpleaños de Phillippe, el juego de peinados o la reacción de Driss ante un conductor que ha aparcado su coche en la entrada de la mansión de Phillippe. Intocable, por lo tanto, está demasiado condicionada por el drama social de trasfondo y el final feliz al que debe sucumbir sí o sí para acontentar a un público amplio, y aún así hay que reconocer que la película tiene gancho, está bien interpretada y cuenta con dos actores de altura. Elementos suficientes para aplaudir el éxito que el film está teniendo entre nosotros después de ser la película francesa más taquillera del año pasado en su país. Un Rain Man galo que no tardará en tener un remake norteamericano.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
La primera escena sintetiza el espíritu de la película: por una parte, aunque la pareja tarde en formarse, el espectador sabe que el agua acabará mezclándose con el aceite, así que las intenciones de los directores no van encaminadas en crear expectación o intriga; y por otra, la carrera del inválido Phillippe y el inmigrante Driss por las carreteras de la capital condensan el espíritu de unidad y vitalidad del conjunto, momento que funciona como preludio glorioso de una historia que en esos momentos iniciales todavía desconocemos. Así que aunque la película sea y quiera ser la descripción de dos mundos totalmente dispares, a priori incompatibles, al final no irreconciliables, Intocable brilla cuando se olvida de sus artimañas dramáticas y cede a la comedia elegante.
En resumidas cuentas, el film funciona siempre, pero solo a pleno rendimiento cuando el guión no se anda ni con rodeos ni con segundas: prueba de ello es que las escenas más gloriosas son, paradójicamente, las más intrascendentes, como el baile de Driss en la fiesta de cumpleaños de Phillippe, el juego de peinados o la reacción de Driss ante un conductor que ha aparcado su coche en la entrada de la mansión de Phillippe. Intocable, por lo tanto, está demasiado condicionada por el drama social de trasfondo y el final feliz al que debe sucumbir sí o sí para acontentar a un público amplio, y aún así hay que reconocer que la película tiene gancho, está bien interpretada y cuenta con dos actores de altura. Elementos suficientes para aplaudir el éxito que el film está teniendo entre nosotros después de ser la película francesa más taquillera del año pasado en su país. Un Rain Man galo que no tardará en tener un remake norteamericano.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
5 de abril de 2012
5 de abril de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace mucho tiempo que no escribía una crítica, nada me lo inspiraba. Veo mucho cine, de muchas épocas, de diversos lugares.
Me atrevo a decir que todavía queda mucho buen cine por el mundo, cine actual, cine para ver.
Lo que me pasó con Intouchables fue que no que no quería que termine. Estaba realmente metido en la historia, en la amistad, en la calidez. Había llegado, en la medida de las posibilidades a entrañar a estos personajes tan diferentes como complementarios. Ya lo dijera aún en mis inmensas diferencias con Osho, un título de uno de sus libros “Los opuestos complementarios”. Quizá aquí, en esta historia, funcionó. Me enternecieron ambos por razones muy distantes pero atadas causalmente.
François Cluzet me ha gustado más aquí que en otro par de películas que he visto y no porque no me hubiera gustado antes sino porque aquí está perfecto. A Omar Sy tendré que seguirlo para tener una opinión más interesante aunque me ha dejado una buena impresión.
A veces no dimensionamos lo difícil que puede ser plasmar sensibilidad sin ser soso, sensiblero o melodramático en exceso. Esta cinta es bella por muchas cosas pero principalmente por su naturalidad y su natural sutileza. La naturalidad nos ha acostumbrado a su ausencia en el cine contemporáneo y la sutileza nos lleva a preguntas como: ¿suti… qué?
Mi aplauso Olivier Nakache y Eric Toledano (directores y guionistas) que desconocía. Mi aplauso para algo que debería ser habitual en el cine humano pero que la irónica deshumanización cotidiana ha vuelto una excepción de la regla.
http://lafiligranadelpensar.blogspot.com.ar/
Me atrevo a decir que todavía queda mucho buen cine por el mundo, cine actual, cine para ver.
Lo que me pasó con Intouchables fue que no que no quería que termine. Estaba realmente metido en la historia, en la amistad, en la calidez. Había llegado, en la medida de las posibilidades a entrañar a estos personajes tan diferentes como complementarios. Ya lo dijera aún en mis inmensas diferencias con Osho, un título de uno de sus libros “Los opuestos complementarios”. Quizá aquí, en esta historia, funcionó. Me enternecieron ambos por razones muy distantes pero atadas causalmente.
François Cluzet me ha gustado más aquí que en otro par de películas que he visto y no porque no me hubiera gustado antes sino porque aquí está perfecto. A Omar Sy tendré que seguirlo para tener una opinión más interesante aunque me ha dejado una buena impresión.
A veces no dimensionamos lo difícil que puede ser plasmar sensibilidad sin ser soso, sensiblero o melodramático en exceso. Esta cinta es bella por muchas cosas pero principalmente por su naturalidad y su natural sutileza. La naturalidad nos ha acostumbrado a su ausencia en el cine contemporáneo y la sutileza nos lleva a preguntas como: ¿suti… qué?
Mi aplauso Olivier Nakache y Eric Toledano (directores y guionistas) que desconocía. Mi aplauso para algo que debería ser habitual en el cine humano pero que la irónica deshumanización cotidiana ha vuelto una excepción de la regla.
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