El capitán Blood
1935 

7.3
8,570
Aventuras
Inglaterra, siglo XVII. Bajo el reinado de Jacobo I, primer monarca de la dinastía de los Estuardo, son constantes los enfrentamientos entre la Corona y el Parlamento. El doctor Peter Blood, un hombre entregado por entero a sus pacientes, vive al margen de los problemas políticos, pero su actitud cambia cuando, injustamente acusado de traición, es enviado como esclavo a las Indias Occidentales. Dotado de una gran habilidad y astucia, ... [+]
12 de octubre de 2009
12 de octubre de 2009
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en la popular novela que escribiera, en 1922, Rafael Sabatini, y con un presupuesto que rebasaba el millón de dólares (una altísima cifra, en 1935), la Warner Bros., dio al director, Michael Curtiz, este gran proyecto, al tiempo que se aventuraba con dos actores que, para entonces, aún no tenían el rango de estrellas: Errol Flynn y Olivia de Havilland. Era un gran riesgo, pero el virtuosismo y la larga experiencia del director húngaro, aunado al excelente guion que escribiera, Casey Robinson, y complementado con el enorme carisma que consiguen plantar sus protagonistas, <<EL CAPITÁN BLOOD>>, fue un gran éxito de taquilla; se convirtió en uno de las más altas notas para Curtiz y, hoy día, se merece un justo lugar entre los grandes clásicos del cine.
¿Razones para ello? El filme cuenta con una historia sólida, políticamente coherente, y además, honesta en las debilidades de sus héroes. Entremezcla, calculadamente, la aventura, las escenas de excelente acción, y el humor atinado y pícaro, con un romanticismo dulce y arrobador en la relación que se entreteje entre dos seres a los que, sus condiciones sociales y las situaciones adversas que a diario se entrecruzan, parecen separar definitivamente. Cada distanciamiento que se da entre ellos, lo sentimos como propio cuando leemos, en aquellos primeros planos de sus rostros lo que, Peter y Arabella, sienten en sus corazones. Esta es la parte que más me gusta del filme y la siento como una de las más bellas historias de amor que haya visto en mi vida.
Los personajes están finamente delineados: lucen inteligentes, con carácter, y ubicados en el momento histórico con perfecta claridad sobre lo que sienten y viven. Peter Blood, es un experimentado hombre de luchas políticas que ha decidido dedicarse a salvar vidas con su profesión de médico, tras trasegar en medio de la guerra y de la muerte en diferentes escenarios. Pero, la tiranía del rey James II, en la Inglaterra de 1685, lo lleva a convertirse en prisionero, viéndose obligado a tomar partido de nuevo, en una lucha frente a la que pretendía mirar de manera indiferente.
Arabella (una bellísima, Olivia de Havilland, a sus 19 años), es la joven que vive con su tío -el coronel Bishop- un hombre déspota e intolerante, al que ella (valiéndose del cariño que éste le tiene) se impone en sus decisiones que, para bien de Blood, lo favorecen constantemente. La chica denota firmeza, valor y aguante, mientras lucha con ahínco, pero inútilmente, contra ese sentimiento que nace en la sombra por ese bucanero al que no le es permitido amar.
<<EL CAPITÁN BLOOD>>, me atrae en todos los niveles: edición, puesta en escena, vestuario… son impecables. El debut, en Hollywood, de ese gigante compositor que fuera, Erich Wolfgang Korngold, impone una partitura de gran realce a cada situación; y la fotografía de, Hal Mohr y Ernest Haller, consigue impecables logros visuales entre los que no faltan las atractivas siluetas que tanto agradaban al director húngaro.
Estamos ante un filme grandioso que se merece todos los honores.
¿Razones para ello? El filme cuenta con una historia sólida, políticamente coherente, y además, honesta en las debilidades de sus héroes. Entremezcla, calculadamente, la aventura, las escenas de excelente acción, y el humor atinado y pícaro, con un romanticismo dulce y arrobador en la relación que se entreteje entre dos seres a los que, sus condiciones sociales y las situaciones adversas que a diario se entrecruzan, parecen separar definitivamente. Cada distanciamiento que se da entre ellos, lo sentimos como propio cuando leemos, en aquellos primeros planos de sus rostros lo que, Peter y Arabella, sienten en sus corazones. Esta es la parte que más me gusta del filme y la siento como una de las más bellas historias de amor que haya visto en mi vida.
Los personajes están finamente delineados: lucen inteligentes, con carácter, y ubicados en el momento histórico con perfecta claridad sobre lo que sienten y viven. Peter Blood, es un experimentado hombre de luchas políticas que ha decidido dedicarse a salvar vidas con su profesión de médico, tras trasegar en medio de la guerra y de la muerte en diferentes escenarios. Pero, la tiranía del rey James II, en la Inglaterra de 1685, lo lleva a convertirse en prisionero, viéndose obligado a tomar partido de nuevo, en una lucha frente a la que pretendía mirar de manera indiferente.
Arabella (una bellísima, Olivia de Havilland, a sus 19 años), es la joven que vive con su tío -el coronel Bishop- un hombre déspota e intolerante, al que ella (valiéndose del cariño que éste le tiene) se impone en sus decisiones que, para bien de Blood, lo favorecen constantemente. La chica denota firmeza, valor y aguante, mientras lucha con ahínco, pero inútilmente, contra ese sentimiento que nace en la sombra por ese bucanero al que no le es permitido amar.
<<EL CAPITÁN BLOOD>>, me atrae en todos los niveles: edición, puesta en escena, vestuario… son impecables. El debut, en Hollywood, de ese gigante compositor que fuera, Erich Wolfgang Korngold, impone una partitura de gran realce a cada situación; y la fotografía de, Hal Mohr y Ernest Haller, consigue impecables logros visuales entre los que no faltan las atractivas siluetas que tanto agradaban al director húngaro.
Estamos ante un filme grandioso que se merece todos los honores.
24 de enero de 2016
24 de enero de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría el año 1934 cuando dos emblemáticas películas se alzaban como estandartes del resurgimiento del cine de aventuras: “El conde de Montecristo” de Rowland V. Lee y “La isla del tesoro” de Victor Flemming. La Warner Bros animada por estos éxitos decidió contratacar con una superproducción basada en la novela de piratas de Rafael Sabatini: “Captain Blood: His Odyssey” (1922), el escritor italiano se inspiró para crear su personaje el Capitán Blood en un personaje real, el del pirata Henry Morgan, que llegó a convertirse en gobernador de la isla de Jamaica en recompensa por sus actos de piratería en el mar Caribe contra la flota y las colonias españolas. Empezó entonces la búsqueda de los protagonistas en la que se barajaron nombres como Fredric March, Clark Gable o Brian Aherne para el protagonista masculino y para el femenino Bette Davis, Anita Louise o Jean Muir. Minna Wallis, la hermana del productor de la Warner Hall B. Wallis, era entonces la representante del bisoño actor Errol Flynn, un juerguista encantador y apuesto al que Jack Warner había descubierto en Londres, gracias a la simpatía que Warner sentía por el actor, Minna convenció a su hermano Hal para que Flynn pudiese hacer las pruebas para interpretar al pirata Peter Blood, tras lo cual, aunque no muy convencidos le dieron el papel, al final acertaron de pleno, Errol Flynn está perfecto en su papel de galán pirata, pendenciero y caballeroso a la vez. La protagonista femenina acabó recayendo sobre una jovencísima Olivia de Havilland y se convirtió en la heroína perfecta, cómplice y atrevida, a la altura del héroe.
La dirección recayó en Michael Curtiz que construyó un relato impecable, donde el ritmo no decae en ningún momento y con unas escenas de acción rebosantes de entusiasmo y poderío, especialmente el duelo a espada final entre Blood y Levasseur. Curtiz maneja la cámara con delicadeza, con armonía y sin brusquedades, buscando el ángulo perfecto, la toma correcta y lo combina todo con unos juegos de luces y sombras tan interesantes como expresivos. La iluminación de Hal Mohr y Ernest Haller merece una mención especial, capaz de crear unas sorprendentes sombras a las que Curtiz concede parte del protagonismo en un buen número de secuencias nocturnas y de interiores iluminados por velas.
Una historia magníficamente contada, de esas que hacen soñar a grandes y pequeños; y no es de extrañar ya que dispone de todos los ingredientes necesarios para obtener un excelente guiso cinematográfico, aromático y virtuoso. A esta suculenta receta debemos añadirle el elemento fundamental que no es otro que la mano experta del cocinero, un Michael Curtiz que con sapiencia y maestría nos transporta a ese mundo de aventuras románticas con el que el niño que todos llevamos dentro alguna vez soñó. “El capitán Blood”, una de las cintas más hermosas y modélicas del cine de piratas de todos los tiempos.
La dirección recayó en Michael Curtiz que construyó un relato impecable, donde el ritmo no decae en ningún momento y con unas escenas de acción rebosantes de entusiasmo y poderío, especialmente el duelo a espada final entre Blood y Levasseur. Curtiz maneja la cámara con delicadeza, con armonía y sin brusquedades, buscando el ángulo perfecto, la toma correcta y lo combina todo con unos juegos de luces y sombras tan interesantes como expresivos. La iluminación de Hal Mohr y Ernest Haller merece una mención especial, capaz de crear unas sorprendentes sombras a las que Curtiz concede parte del protagonismo en un buen número de secuencias nocturnas y de interiores iluminados por velas.
Una historia magníficamente contada, de esas que hacen soñar a grandes y pequeños; y no es de extrañar ya que dispone de todos los ingredientes necesarios para obtener un excelente guiso cinematográfico, aromático y virtuoso. A esta suculenta receta debemos añadirle el elemento fundamental que no es otro que la mano experta del cocinero, un Michael Curtiz que con sapiencia y maestría nos transporta a ese mundo de aventuras románticas con el que el niño que todos llevamos dentro alguna vez soñó. “El capitán Blood”, una de las cintas más hermosas y modélicas del cine de piratas de todos los tiempos.
30 de agosto de 2012
30 de agosto de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente si hubiese que elegir un director "medio" que reflejara el arte cinematográfico, sería Michael Curtiz. Es impresionante su oficio y buen hacer en todo tipo de géneros.
En esta adaptación (hubo una anterior en el 24) para la Warner de la novela de aventuras de Rafael Sabatini, basada a su vez en la vida del pirata y posterior caballero Henry Morgan, poco hay que reprochar.
Modelo a imitar del cine de aventuras en general y de corsarios en particular sigue funcionando hoy día como un entretenimiento ejemplar arquetipico de situaciones y personajes del genero.
Es cierto que peca de algo discursiva, pasada de metraje y que recicla y utiliza sin pudor escenas de películas anteriores como "Sea Hawk" rodada una década antes, pero en los primeros años esta practica no era tan inusual y el resultado acabó por definir el genero.
Pero independientemente de que disfrutemos de la historia, y sus magnificas escenas de combate naval, "Capitan Blood" pasa a la historia con letras destacadas al reunir varios hechos significativos en el futuro del celuloide.
Gracias a su sorpresivo éxito comercial dado que sus protagonistas eran desconocidos para el gran público en ese momento, inició una colaboración que daría otros muchos éxitos profesionales al trió Curtiz, Flynn y Havilland. Lanzo al estrellato a Flynn como el sucesor de Fairbanks, convirtiéndose en el prototipo universal del héroe aventurero, galante y arrogante que nunca le abandonaría y puso de relieve que Havilland no solo era su complemento ideal sino una gran actriz que fue capaz de quitarse el yugo de ser "la chica de Flynn". Ambos actores recién comenzaban sus carreras, Flynn accedió al papel de rebote y probablemente por influencia de su mujer de entonces, que también lo había sido del director. Como quiera que fuese y a pesar de su tosquedad e inexperiencia inicial comenzó a forjarse la leyenda....pero eso es otra historia.
En esta adaptación (hubo una anterior en el 24) para la Warner de la novela de aventuras de Rafael Sabatini, basada a su vez en la vida del pirata y posterior caballero Henry Morgan, poco hay que reprochar.
Modelo a imitar del cine de aventuras en general y de corsarios en particular sigue funcionando hoy día como un entretenimiento ejemplar arquetipico de situaciones y personajes del genero.
Es cierto que peca de algo discursiva, pasada de metraje y que recicla y utiliza sin pudor escenas de películas anteriores como "Sea Hawk" rodada una década antes, pero en los primeros años esta practica no era tan inusual y el resultado acabó por definir el genero.
Pero independientemente de que disfrutemos de la historia, y sus magnificas escenas de combate naval, "Capitan Blood" pasa a la historia con letras destacadas al reunir varios hechos significativos en el futuro del celuloide.
Gracias a su sorpresivo éxito comercial dado que sus protagonistas eran desconocidos para el gran público en ese momento, inició una colaboración que daría otros muchos éxitos profesionales al trió Curtiz, Flynn y Havilland. Lanzo al estrellato a Flynn como el sucesor de Fairbanks, convirtiéndose en el prototipo universal del héroe aventurero, galante y arrogante que nunca le abandonaría y puso de relieve que Havilland no solo era su complemento ideal sino una gran actriz que fue capaz de quitarse el yugo de ser "la chica de Flynn". Ambos actores recién comenzaban sus carreras, Flynn accedió al papel de rebote y probablemente por influencia de su mujer de entonces, que también lo había sido del director. Como quiera que fuese y a pesar de su tosquedad e inexperiencia inicial comenzó a forjarse la leyenda....pero eso es otra historia.
30 de noviembre de 2019
30 de noviembre de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deliciosa aventura de piratas, esos que todos los niños queríamos ser cuando veíamos una de estas películas que alimentaban nuestra imaginación, donde éramos los héroes y no nos podía pasar nada, aunque veíamos como perdían ojos, piernas y brazos aquellos piratas a los que pretendíamos emular.
Creo que en esta película, por primera vez, se dictan las leyes y normas de la piratería, pero la película va más allá, donde un médico irlandés pierde arbitrariamente la libertad y de acuerdo con el sistema penitenciario inglés de aquel momento, era condenado a la esclavitud por una serie de años en los nuevos territorios conquistados de América, y donde tras cumplir su condena, se quedaban como colonos y artesanos, siendo estos esclavos más que los traían apresados del continente africano la población de la nación más fuerte del mundo.
Gran trabajo de Errol Flynn, al que todos recordamos de esta película y de la de Robin Hood, el héroe aventurero por antonomasia, con la bella Olivia de Havilland, con la que coincidió en muchas películas, dirigidos por todo un maestro cineasta como Michael Curtiz con una legión de grandes secundarios donde destaca entre otros muchos Basil Rathbone.
Sobresaliente, 9, y a favoritas.
Creo que en esta película, por primera vez, se dictan las leyes y normas de la piratería, pero la película va más allá, donde un médico irlandés pierde arbitrariamente la libertad y de acuerdo con el sistema penitenciario inglés de aquel momento, era condenado a la esclavitud por una serie de años en los nuevos territorios conquistados de América, y donde tras cumplir su condena, se quedaban como colonos y artesanos, siendo estos esclavos más que los traían apresados del continente africano la población de la nación más fuerte del mundo.
Gran trabajo de Errol Flynn, al que todos recordamos de esta película y de la de Robin Hood, el héroe aventurero por antonomasia, con la bella Olivia de Havilland, con la que coincidió en muchas películas, dirigidos por todo un maestro cineasta como Michael Curtiz con una legión de grandes secundarios donde destaca entre otros muchos Basil Rathbone.
Sobresaliente, 9, y a favoritas.
14 de noviembre de 2009
14 de noviembre de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevaba un tiempo con ganas de ver una peli de aventuras y en concreto, del tipo de piratas. Y como hace años que la meca del cine patina en estos asuntos, he tenido que tirar mano de los clásicos y me he encontrado con esta magnífica película.
Antes que nada comentar sobre su pareja principal, el " guaperas " Errol Flynn y la guapísima Olivia de Havilland, los cuales hicieron una pareja perfecta, incluso en caracteres e hicieron muchas películas juntos. Esta en especial pone de manifiesto las cualidades artísticas y físicas de su protagonista, el cual explotaba junto con su personalidad rebelde a la causa del film. Siempre en continuos problemas con miembros del reparto.
En cuanto al film, destacar muchísimas cosas, teniendo en cuenta que se hizo hace más de 74 años. Los efectos especiales de la época están muy logrados, en especial los conseguidos en las batallas entre barcos, los cañonazos, las explosiones, el fuego, los derribos... todo está a un nivel supremo. La banda sonora, en su inmensa mayoría melodías compuestas para las escenas más importantes del film... muy buenas. El blanco y negro no le resta interés, ni tan siquiera en las batallas en las cuales no vemos el rojo de la sangre.
Las actuaciones están correctas, nunca Flynn me ha parecido un gran actor y no por esto lo considero malo, simplemente que aprovechó sus cualidades con la cámara y supo sacarle partido. Es increible que en todas las escenas, hiciera lo que hiciera... siempre tuviese una risa en la boca. En cuanto a los combates con espada, se notan mucho los errores, nunca se ve una espada clavándose o cortando. Y los esclavos en cuanto al maquillaje dejan mucho que desear, porque siempre estaban iguales, daba igual que no se lavaran o que llevaran semanas sin afeitarse. Olivia de Havilland es su media naranja y la parte femenina en un mundo de y para hombres, y su actuación está en la línea de lo que se esperaba de ella, poner el atractivo y poco más.
Por último comentar que Errol Flynn se convirtió en el actor más importante de su época en este tipo de pelis, pero por su mala cabeza y su personalidad, corrompido por los excesos con las drogas, el sexo y el alcohol, se retiró prácticamente en la ruina y acuciado por el fisco.
Como curiosidades:
El director cinematográfico Irving Rapper, dijo de él: «Tuvo el mundo entero en la palma de sus manos y no supo aprovecharlo».
Según Marilyn Monroe, Flynn tocaba el piano con el pene en sus fiestas privadas.
Errol Flynn falleció de un infarto cardíaco prematuramente, el 14 de octubre de 1959 en Vancouver, Canadá, con 50 años.
Antes que nada comentar sobre su pareja principal, el " guaperas " Errol Flynn y la guapísima Olivia de Havilland, los cuales hicieron una pareja perfecta, incluso en caracteres e hicieron muchas películas juntos. Esta en especial pone de manifiesto las cualidades artísticas y físicas de su protagonista, el cual explotaba junto con su personalidad rebelde a la causa del film. Siempre en continuos problemas con miembros del reparto.
En cuanto al film, destacar muchísimas cosas, teniendo en cuenta que se hizo hace más de 74 años. Los efectos especiales de la época están muy logrados, en especial los conseguidos en las batallas entre barcos, los cañonazos, las explosiones, el fuego, los derribos... todo está a un nivel supremo. La banda sonora, en su inmensa mayoría melodías compuestas para las escenas más importantes del film... muy buenas. El blanco y negro no le resta interés, ni tan siquiera en las batallas en las cuales no vemos el rojo de la sangre.
Las actuaciones están correctas, nunca Flynn me ha parecido un gran actor y no por esto lo considero malo, simplemente que aprovechó sus cualidades con la cámara y supo sacarle partido. Es increible que en todas las escenas, hiciera lo que hiciera... siempre tuviese una risa en la boca. En cuanto a los combates con espada, se notan mucho los errores, nunca se ve una espada clavándose o cortando. Y los esclavos en cuanto al maquillaje dejan mucho que desear, porque siempre estaban iguales, daba igual que no se lavaran o que llevaran semanas sin afeitarse. Olivia de Havilland es su media naranja y la parte femenina en un mundo de y para hombres, y su actuación está en la línea de lo que se esperaba de ella, poner el atractivo y poco más.
Por último comentar que Errol Flynn se convirtió en el actor más importante de su época en este tipo de pelis, pero por su mala cabeza y su personalidad, corrompido por los excesos con las drogas, el sexo y el alcohol, se retiró prácticamente en la ruina y acuciado por el fisco.
Como curiosidades:
El director cinematográfico Irving Rapper, dijo de él: «Tuvo el mundo entero en la palma de sus manos y no supo aprovecharlo».
Según Marilyn Monroe, Flynn tocaba el piano con el pene en sus fiestas privadas.
Errol Flynn falleció de un infarto cardíaco prematuramente, el 14 de octubre de 1959 en Vancouver, Canadá, con 50 años.
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