La memoria infinitaDocumental
2023 

Documental, Intervenciones de: Augusto Góngora, Paulina Urrutia
7.4
1,871
Documental
Augusto y Paulina llevan juntos 25 años. A él le diagnosticaron Alzheimer hace ocho años. Ambos temen el día en que deje de reconocerla.
16 de enero de 2024
16 de enero de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo la dirección de Maite Alberdi, "La Memoria Infinita" nos sumerge en la travesía emocional de Augusto y Paulina, una pareja que ha compartido 25 años juntos, pero que enfrenta el desafío abrumador del Alzheimer que aqueja a Augusto desde hace ocho años. Este documental ofrece una mirada íntima a la fragilidad de la memoria y la fortaleza del amor a lo largo del tiempo.
La dirección de Maite Alberdi se presenta como magnífica, capturando con maestría la complejidad de la situación. Acompaña la temática con sensibilidad, permitiendo que los protagonistas cuenten su historia de una manera auténtica y conmovedora. La película se sumerge en las dos perspectivas de la situación, ofreciendo una visión completa y enriquecedora.
Augusto y Paulina, los dos protagonistas, se convierten en narradores excepcionales de su propia historia. El documental permite que sus voces y experiencias brillen, creando una conexión genuina con el público. La película nos enfrenta a la inevitabilidad de la pérdida de la memoria, pero también celebra la belleza de los recuerdos compartidos.
El aspecto técnico, aunque sobrio, es justo y cumple su propósito. La película no se embarca en excesos visuales, ya que la verdadera fuerza radica en la narrativa y las emociones crudas que se despliegan. La simplicidad en la ejecución contribuye a resaltar la autenticidad de la historia que se está contando.
Se erige como el mejor documental del año, y posiblemente uno de los mejores de la historia. Su enfoque emotivo, dirección magnífica y la capacidad de abordar un tema tan complicado con sensibilidad y autenticidad hacen de esta obra una experiencia conmovedora e inolvidable para el espectador. Un testimonio impactante sobre el amor, la memoria y la resiliencia humana.
La dirección de Maite Alberdi se presenta como magnífica, capturando con maestría la complejidad de la situación. Acompaña la temática con sensibilidad, permitiendo que los protagonistas cuenten su historia de una manera auténtica y conmovedora. La película se sumerge en las dos perspectivas de la situación, ofreciendo una visión completa y enriquecedora.
Augusto y Paulina, los dos protagonistas, se convierten en narradores excepcionales de su propia historia. El documental permite que sus voces y experiencias brillen, creando una conexión genuina con el público. La película nos enfrenta a la inevitabilidad de la pérdida de la memoria, pero también celebra la belleza de los recuerdos compartidos.
El aspecto técnico, aunque sobrio, es justo y cumple su propósito. La película no se embarca en excesos visuales, ya que la verdadera fuerza radica en la narrativa y las emociones crudas que se despliegan. La simplicidad en la ejecución contribuye a resaltar la autenticidad de la historia que se está contando.
Se erige como el mejor documental del año, y posiblemente uno de los mejores de la historia. Su enfoque emotivo, dirección magnífica y la capacidad de abordar un tema tan complicado con sensibilidad y autenticidad hacen de esta obra una experiencia conmovedora e inolvidable para el espectador. Un testimonio impactante sobre el amor, la memoria y la resiliencia humana.
9 de octubre de 2023
9 de octubre de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se me ocurre una mejor directora para abordar el día a día de las personas mayores que Maite Alberdi, que en este largometraje documental, nos muestra la lucha de un periodista chileno de prestigio por no perder la memoria, ya que sufre Alzheimer.
El documental, que tuvo una buena acogida en su presentación en Sundance, en donde fue premiado como el mejor largometraje documental internacional, es el nuevo trabajo de una joven cineasta de mucho talento, experta en documentales, y responsable entre otras de "La once" y "El agente topo", nominadas al Goya y Óscar respectivamente. Se pudo ver en el Festival de San Sebastián, dentro de la sección perlas del Zinemaldia 2023.
La cineasta chilena ha conseguido retratar con una gran delicadeza, sin necesidad de forzar el drama, un tema bastante delicado, como es el de la enfermedad del Alzheimer, que sufre uno de los dos protagonistas. Esa pareja, que lleva más de 20 años juntos, aunque poco tiempo casados, son personas conocidas en Chile, ya que se trata del periodista y documentalista Augusto Góngora y la actriz Paulina Urrutia.
Él ha sido una de las personas más importantes a la hora de criticar a la dictadura de Pinochet, incluso poniendo en peligro su integridad o su puesto de trabajo, y este documental sirve en parte como homenaje a este periodista recientemente fallecido (hace unos meses, una vez terminado el largometraje), y como material de archivo videográfico de las noticias de esa época en informativos presentados por Augusto o en reportajes de investigación.
Alberdi centra la historia en el amor, la amistad entre esas dos personas, y la lucha de ambos porque Augusto no pierda la memoria, y de manera acertada va insertando grabaciones en donde les vemos en su puesto de trabajo, a él siendo reportero y periodista de un telediario de máxima audiencia y a ella actuando en obras de teatro y películas, para mostrarnos cómo eran ellos cuando eran jóvenes, y al mismo tiempo hacer un retrato de la evolución política y social, poniendo su punto de mira en la lucha del presentador por las víctimas de la dictadura de Pinochet, y sin miedo a denunciar lo que estaba sucediendo. En el fondo Maite Alberdi lo que ha querido es hacer un largometraje sobre el recuerdo, no sobre el olvido.
Un documento imprescindible, que es fácil de recomendar para los que buscan un cine sencillo, que sirva para dar a conocer algo, y mostrar ese espíritu de superación como el que tiene el protagonista (recientemente fallecido, una vez que el documental ya había sido estrenado en los festivales citados anteriormente).
LO MEJOR: La sensibilidad de Maite Alberdi a la hora de mostrar este tipo de historias. El material de archivo que muestra.
LO PEOR: No es un documental apto para todo tipo de público, por el tema que aborda.
El documental, que tuvo una buena acogida en su presentación en Sundance, en donde fue premiado como el mejor largometraje documental internacional, es el nuevo trabajo de una joven cineasta de mucho talento, experta en documentales, y responsable entre otras de "La once" y "El agente topo", nominadas al Goya y Óscar respectivamente. Se pudo ver en el Festival de San Sebastián, dentro de la sección perlas del Zinemaldia 2023.
La cineasta chilena ha conseguido retratar con una gran delicadeza, sin necesidad de forzar el drama, un tema bastante delicado, como es el de la enfermedad del Alzheimer, que sufre uno de los dos protagonistas. Esa pareja, que lleva más de 20 años juntos, aunque poco tiempo casados, son personas conocidas en Chile, ya que se trata del periodista y documentalista Augusto Góngora y la actriz Paulina Urrutia.
Él ha sido una de las personas más importantes a la hora de criticar a la dictadura de Pinochet, incluso poniendo en peligro su integridad o su puesto de trabajo, y este documental sirve en parte como homenaje a este periodista recientemente fallecido (hace unos meses, una vez terminado el largometraje), y como material de archivo videográfico de las noticias de esa época en informativos presentados por Augusto o en reportajes de investigación.
Alberdi centra la historia en el amor, la amistad entre esas dos personas, y la lucha de ambos porque Augusto no pierda la memoria, y de manera acertada va insertando grabaciones en donde les vemos en su puesto de trabajo, a él siendo reportero y periodista de un telediario de máxima audiencia y a ella actuando en obras de teatro y películas, para mostrarnos cómo eran ellos cuando eran jóvenes, y al mismo tiempo hacer un retrato de la evolución política y social, poniendo su punto de mira en la lucha del presentador por las víctimas de la dictadura de Pinochet, y sin miedo a denunciar lo que estaba sucediendo. En el fondo Maite Alberdi lo que ha querido es hacer un largometraje sobre el recuerdo, no sobre el olvido.
Un documento imprescindible, que es fácil de recomendar para los que buscan un cine sencillo, que sirva para dar a conocer algo, y mostrar ese espíritu de superación como el que tiene el protagonista (recientemente fallecido, una vez que el documental ya había sido estrenado en los festivales citados anteriormente).
LO MEJOR: La sensibilidad de Maite Alberdi a la hora de mostrar este tipo de historias. El material de archivo que muestra.
LO PEOR: No es un documental apto para todo tipo de público, por el tema que aborda.
12 de enero de 2024
12 de enero de 2024
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del éxito de 'El agente topo', Maite Alberdi regresa con un documental que, esta vez, rehuye cualquier trazo de ficción. El foco de atención se encuentra en Augusto Góngora y Paulina Urrutia, una pareja que lleva más de veinte años unida y, recientemente, otros pocos conviviendo con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto. Para atender a la afectación de esta enfermedad, la directora plantea una sumersión en la preciosa intimidad que ambos comparten y cuya evidente conexión demuestra una pureza y un amor inefables.
'La memoria infinita' es un ejemplo de cine de la palabra, donde seguimos a los personajes en su mundo, pero sobre todo mediante aquello que dicen: esas conversaciones personales y ese intercambio de recuerdos. El espectador vive con ellos en el presente y viaja a su pasado, para ver cómo era todo antes. Y en ese doble juego Alberdi logra momentos que sacan sonrisas y otros que conmueven profundamente.
En ese retorno al pretérito para responder a la pregunta de ‘¿Quién es Augusto Góngora?’, se establece una reivindicación dual de la memoria individual y la colectiva. El acercamiento al protagonista desde grabaciones caseras, que aportan gran naturalismo, y materiales de archivo de la vida en pareja y la trayectoria profesional de él como periodista acaban elaborando también una crónica social de la época. Se abre un espacio para recordar los años de dictadura militar, las barbaries cometidas y a los que perecieron en esos acontecimientos, muchos de ellos amigos. Sin embargo, este paralelismo no acaba de culminar, por lo que se cae por momentos en un estancamiento y una sensación de no haber llegado a la meta.
A pesar de ello, 'La memoria infinita' es, como se cita del libro de Augusto, una reconstrucción para confrontar lo que vendrá y, sobre todo, no únicamente una restitución de la memoria histórica y factual, sino también de la emocional. Es por esto que la película, en toda su crudeza y el deterioro que va capturando, se mantiene en una línea sumamente vitalista que consigue hacer apreciar aquellas buenas cosas, por pequeños detalles que sean, por encima de todo.
www.contraste.info
'La memoria infinita' es un ejemplo de cine de la palabra, donde seguimos a los personajes en su mundo, pero sobre todo mediante aquello que dicen: esas conversaciones personales y ese intercambio de recuerdos. El espectador vive con ellos en el presente y viaja a su pasado, para ver cómo era todo antes. Y en ese doble juego Alberdi logra momentos que sacan sonrisas y otros que conmueven profundamente.
En ese retorno al pretérito para responder a la pregunta de ‘¿Quién es Augusto Góngora?’, se establece una reivindicación dual de la memoria individual y la colectiva. El acercamiento al protagonista desde grabaciones caseras, que aportan gran naturalismo, y materiales de archivo de la vida en pareja y la trayectoria profesional de él como periodista acaban elaborando también una crónica social de la época. Se abre un espacio para recordar los años de dictadura militar, las barbaries cometidas y a los que perecieron en esos acontecimientos, muchos de ellos amigos. Sin embargo, este paralelismo no acaba de culminar, por lo que se cae por momentos en un estancamiento y una sensación de no haber llegado a la meta.
A pesar de ello, 'La memoria infinita' es, como se cita del libro de Augusto, una reconstrucción para confrontar lo que vendrá y, sobre todo, no únicamente una restitución de la memoria histórica y factual, sino también de la emocional. Es por esto que la película, en toda su crudeza y el deterioro que va capturando, se mantiene en una línea sumamente vitalista que consigue hacer apreciar aquellas buenas cosas, por pequeños detalles que sean, por encima de todo.
www.contraste.info
30 de enero de 2024
30 de enero de 2024
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me empuja a ver el documental "La memoria infinita" el buen recuerdo de "El agente topo" (2020) de la misma directora, la chilena Maite Alberdi, para comprobar su experiencia a la hora de tratar una temática yendo más allá de una exposición lineal. Estamos ante un testigo perturbador y una crónica en tiempo real del amor frente al alzheimer, aunque también encontraremos una muy interesante disertación entre memoria e identidad, ya sea la colectiva de Chile o la individual de Augusto Góngora.
Góngora, periodista y documentalista, y Urrutia, actriz y exministra de Cultura, son los protagonistas de esta crónica que revela cómo el amor resiste a pesar del alzhéimer que afecta a Góngora. La directora, con el permiso inicial de Urrutia, graba durante cinco años sus vidas, ofreciendo al público una visión íntima del constante declive de la mente y el imprescindible apoyo que el amor proporciona en estos momentos.
El documental comienza con la vitalidad y la dulzura de su relación de pareja, con vídeos domésticos del pasado y momentos capturados desde 1999. La segunda mitad, sin embargo, revela las tinieblas de la enfermedad, mostrando la desesperación y la demencia que resulta inevitable. Las escenas conmovedoras y las palabras estremecedoras muestran el horror con una valentía que nos desafía a confrontar esta dura realidad. El confinamiento global por la pandemia añade una capa adicional al documental. A través de una intimidad sobrecogedora, Alberdi explora la vida privada de dos personajes públicos, reforzando su reputación como creadora de historias íntimas.
"La Memoria Infinita" no es sólo un conmovedor viaje del amor a la muerte, sino también una llamada apasionada para preservar la memoria de un pueblo para culminar, todo ello, reforzando la estrecha relación entre memoria e identidad y acabar convirtiéndose en una experiencia reflexiva intensa y sobrecogedora. Una experiencia que cautiva e ilumina, y nos recuerda que, a pesar de la implacable progresión de la enfermedad, el amor puede aliviarla y, en definitiva, humanizarla. (6,5)
Góngora, periodista y documentalista, y Urrutia, actriz y exministra de Cultura, son los protagonistas de esta crónica que revela cómo el amor resiste a pesar del alzhéimer que afecta a Góngora. La directora, con el permiso inicial de Urrutia, graba durante cinco años sus vidas, ofreciendo al público una visión íntima del constante declive de la mente y el imprescindible apoyo que el amor proporciona en estos momentos.
El documental comienza con la vitalidad y la dulzura de su relación de pareja, con vídeos domésticos del pasado y momentos capturados desde 1999. La segunda mitad, sin embargo, revela las tinieblas de la enfermedad, mostrando la desesperación y la demencia que resulta inevitable. Las escenas conmovedoras y las palabras estremecedoras muestran el horror con una valentía que nos desafía a confrontar esta dura realidad. El confinamiento global por la pandemia añade una capa adicional al documental. A través de una intimidad sobrecogedora, Alberdi explora la vida privada de dos personajes públicos, reforzando su reputación como creadora de historias íntimas.
"La Memoria Infinita" no es sólo un conmovedor viaje del amor a la muerte, sino también una llamada apasionada para preservar la memoria de un pueblo para culminar, todo ello, reforzando la estrecha relación entre memoria e identidad y acabar convirtiéndose en una experiencia reflexiva intensa y sobrecogedora. Una experiencia que cautiva e ilumina, y nos recuerda que, a pesar de la implacable progresión de la enfermedad, el amor puede aliviarla y, en definitiva, humanizarla. (6,5)
4 de septiembre de 2023
4 de septiembre de 2023
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la “Memoria Infinita” puedes emocionarte de diferentes formas. Puedes llorar, reir o recordar la historia reciente de Chile. Pero todo en el fondo se trata de una historia de amor entre la actriz Paulina Urrutia y el periodista Augusto Góngora que registraron un proceso complejo convirtiéndose en un gran testimonio
En lo personal admiraba mucho al periodista Augusto Góngora por su programa Cine Video en TVN, con sus especiales de diferentes géneros cinematográficos lo que me acercaba aún más al cine lo que era una delicia que no me perdía una vez por semana. Así que ver este documental ya tenía en si una carga emocional extra a cargo de la realizadora Maite Alberdi, recordada por “El Agente Topo”, nominada al premio Oscar. Se ha convertido en el documental nacional más visto en las salas de cine, es sin duda un testimonio potente, valiente acerca de la fortaleza del amor en un momento cuando Góngora comienza a perder la memoria de todo y lo cual se ve acentuado con la soledad de la pandemia.
En “La Memoria Infinita”, es una la profunda y conmovedora historia de amor de más de dos décadas pero que en los últimos ocho años cambiaron para siempre con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto.
En un relato sobre el recuerdo individual y colectivo, Augusto, quien fuera un destacado periodista cultural de la televisión chilena, recordado reportero clandestino en la dictadura de Pinochet, temática que también es rescatada y Paulina, reconocida actriz y ex ministra de cultura, donde se confrontan y unen estos dos mundos que dialogan entre la reconstrucción de la memoria e identidad. Todo ello editado con un sentido afán de mostrar los afectos de la pareja, sus inicios, desarrollo y por momentos con muy buen humor de ambos plasmado en pantalla y que a pesar de todo trasciende a pesar de la dificultad.
El documental esta estructurado con diverso material de la propia pareja poseía de antes de la enfermedad y de grabaciones que fueron haciéndose en pandemia donde tengo entendido que propio Góngora había autorizado con su familia. El resto es el trabajo de Alberdi dejando correr su cámara en momentos de gran intimidad registrado con primeros planos esa emocionalidad desbordada que sin duda no te deja indiferente y el que ha tenido un ser querido enfermo recordara esa entrega. A algunos les podría causar cierto pudor filmar a alguien en su deterioro pero creo que es una enorme oportunidad de un material que puede virarnos por completo si entiende es significado del amor implícito en él.
Este trabajo de Alberdi sin duda es nuevo logro de una obra que debutó internacionalmente en Sundance y obtuvo el Gran Premio del Jurado como Mejor Documental. Ha sido presentado en más de 50 festivales acumulando nominaciones, galardones y buenas críticas. "La memoria infinita" está producida por Micromundo, casa productora de Maite Alberdi y en coproducción con la productora Fabula de los hermanos Larraín. Vaya a disfrutar de este cine íntimo y realizado de buena fé y que al mirar en la sala tiene su nicho etáreo bien definido.
En lo personal admiraba mucho al periodista Augusto Góngora por su programa Cine Video en TVN, con sus especiales de diferentes géneros cinematográficos lo que me acercaba aún más al cine lo que era una delicia que no me perdía una vez por semana. Así que ver este documental ya tenía en si una carga emocional extra a cargo de la realizadora Maite Alberdi, recordada por “El Agente Topo”, nominada al premio Oscar. Se ha convertido en el documental nacional más visto en las salas de cine, es sin duda un testimonio potente, valiente acerca de la fortaleza del amor en un momento cuando Góngora comienza a perder la memoria de todo y lo cual se ve acentuado con la soledad de la pandemia.
En “La Memoria Infinita”, es una la profunda y conmovedora historia de amor de más de dos décadas pero que en los últimos ocho años cambiaron para siempre con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto.
En un relato sobre el recuerdo individual y colectivo, Augusto, quien fuera un destacado periodista cultural de la televisión chilena, recordado reportero clandestino en la dictadura de Pinochet, temática que también es rescatada y Paulina, reconocida actriz y ex ministra de cultura, donde se confrontan y unen estos dos mundos que dialogan entre la reconstrucción de la memoria e identidad. Todo ello editado con un sentido afán de mostrar los afectos de la pareja, sus inicios, desarrollo y por momentos con muy buen humor de ambos plasmado en pantalla y que a pesar de todo trasciende a pesar de la dificultad.
El documental esta estructurado con diverso material de la propia pareja poseía de antes de la enfermedad y de grabaciones que fueron haciéndose en pandemia donde tengo entendido que propio Góngora había autorizado con su familia. El resto es el trabajo de Alberdi dejando correr su cámara en momentos de gran intimidad registrado con primeros planos esa emocionalidad desbordada que sin duda no te deja indiferente y el que ha tenido un ser querido enfermo recordara esa entrega. A algunos les podría causar cierto pudor filmar a alguien en su deterioro pero creo que es una enorme oportunidad de un material que puede virarnos por completo si entiende es significado del amor implícito en él.
Este trabajo de Alberdi sin duda es nuevo logro de una obra que debutó internacionalmente en Sundance y obtuvo el Gran Premio del Jurado como Mejor Documental. Ha sido presentado en más de 50 festivales acumulando nominaciones, galardones y buenas críticas. "La memoria infinita" está producida por Micromundo, casa productora de Maite Alberdi y en coproducción con la productora Fabula de los hermanos Larraín. Vaya a disfrutar de este cine íntimo y realizado de buena fé y que al mirar en la sala tiene su nicho etáreo bien definido.
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