Haz click aquí para copiar la URL

Todos a la cárcel

Comedia En la cárcel Modelo de Valencia se va a celebrar el Día Internacional del Preso de Conciencia. Gentes de la política, la cultura y la farándula asistirán al acto y aprovecharán la ocasión para hacer lucrativos negocios. (FILMAFFINITY)
Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
4
26 de diciembre de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta comedia resulta ser una malísima copia de "Patrimonio Nacional". Con el mismo protagonista (Saza), muchos de los diálogos y situaciones recuerdan a aquella buenísima película. Pero, a diferencia de aquella, "Todos a la cárcel" ha envejecido muy mal.

Por otro lado, el tema que usa como eje resulta tan disparatado que ya es difícil meterte en la película.

Los actores son muy buenos y conocidos, pero están en el ocaso de sus carreras y algunos tienen papeles testimoniales, como López Vázquez. Resalta la curiosa aparición de Santiago Segura.
7
22 de noviembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película del recientemente malogrado Luis García Berlanga, uno de los mejores directores de siempre. Debido a que la rueda en una fase mucho más escatológica que en sus refinadas etapas anteriores (casi siempre contando con los irónicos guiones de Rafael Azcona), en ocasiones la crítica no ha prestado la atención debida a esta pieza cómica, con mucha más profundidad de la que indica su tono desenfadado.

Jugando como siempre con un Plácido (en este caso encarnado por un gran "Saza") incomprendido en un acto supuestamente solidario (conmemorar a los presos políticos y a la gente condenada por sus ideologías), Berlanga se aprovechó de las noticias más actuales para jugar a ser profeta en su tierra valenciana. Sorprende de hecho, como muchas de las bromas de la cinta acerca de la administración y el miedo a la crisis, encajan perfectamente en nuestros propios días.

Dotada de un reparto de una profundidad y talento increíble (Agustín González, el actor que mejor se ha enfadado en la historia del cine español, el gran José Sacristán, un divertidísimo Juan Luis Galiardo, Manuel Alexandre, Rafael Alonso, Luis Ciges y un amplio etceterá), es una producción que bien merece cuantos revisionados sean menester.

Como es costumbre en el maestro, hay una sucesión de diálogos brillantes, que incluyen citas muy celebradas: "¡Como si el ministro no tuviera cosas más importantes en las que preocuparse que en que la gente cobre!" o "Quintanilla, de paz y libertad" (afirmado esto por José Sacristán mientras empuña un cuchillo de carnicero). Todo ello aderezado con un humor negro carcelario a lo IVA y trompicones estilo Ibáñez que son muy jugosos.

Desafortunadamente, todo hay que decirlo, también hay alguna broma más chusquera e innecesaria que me impide poner a esta interesante idea a la altura de otros trabajos del genial cineasta español.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A los amantes del quién es quién les gustará ver a unos jóvenes Antonio Resines, Santiago Segura y Guillermo Montesinos. En verdad, sorprenden los lujos que se permite "Todos a la cárcel", como "matar" a un personaje interpretado por el mismísimo José Luis López Vázquez apenas iniciados los actos de conmemoración.

Atención también al "vaticanizado" final de Torrebruno y es que, desde siempre, el creador de "La Vaquilla" ha sabido donde poner la banderilla.
7
29 de noviembre de 2015
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quién nos iba decir que cuando se realizó esta película que critica la corrupción, donde se dan cita una galería de personajes grotescos de todo tipo de clase social, la política, la cultura, la farándula, banqueros y empresarios, que trae consigo, la picaresca, el tráfico de influencias, la fuga de capitales, el trapicheo y la comisión. Todo ello familiar y reconocible por el público español, aún se quedaba corta si lo comparamos con los casos recientes, ampliamente superada, pues cuando Berlanga realizó esta cinta que según el propio cineasta, la idea le vino obligado por las circunstancias. Los productores le dijeron que tenía que rodar la película en un solo escenario y no se le ocurrió nada mejor que decir que en una cárcel, pero sin tener aún esbozada la historia, que la escribiría junto a su hijo Jorge, también crítico de cine. Luego la casualidad quiso que pudiera rodar en la Modelo de Valencia, donde su propio padre estuvo preso en dos ocasiones tras la Guerra Civil.

“Todos a la cárcel” supuso para los aficionados al cine una agradable sorpresa, ya que si no nos devuelve al Berlanga de “Plácido” y “El verdugo” – dos obras maestras – al menos está en un tono divertidamente crítico, sarcástico y corrosivo. Una vez más “Todos a la cárcel” es una hilarante comedia coral, caótica y disparatada, cine de enredo vertiginoso que tan bien se le dio siempre al director valenciano, contando con los mejores actores del cine español. Berlanga demuestra una vez más que su cine, pese a su afilado humor, es absolutamente pesimista en su visión mezquina del ser humano y su insolidaridad social.

Asistimos entre unas situaciones delirantes a las peripecias esperpénticas de Artemio Bermejo “de sanitarios Bermejo, para servirle”, aprovechando la presencia del Director General de Cultura Sanitaria en la celebración del día del preso de conciencia, el ínclito Bermejo (José Sazatornil) aconsejado por su cuñado y esposa, pretende que dicho político que le es esquivo, le firme un papel para cobrar una elevada deuda por la instalación de retretes en centros de la tercera edad. Por supuesto, todo se complicará debido a factores rocambolescos ajenos al industrial. Si en “La escopeta nacional” satirizaba el “Tardofranquismo” aquí lo hace con las fuerzas democráticas y los partidos políticos que sucedieron a la dictadura.

El único “pero” que le pondría al film es, su falta de mesura, la acumulación de personajes en escena, acumulación de episodios que se entrecruzan, acumulación de diálogos que impiden algunas veces que los personajes se entiendan, incluidos los espectadores que necesitan un respiro para asimilar esa catarata de chistes y gags, bastante atinados, aunque alguno de dudoso gusto. Esa acumulación de historias no permite desarrollarlas en su medida, incluyendo la detención de ese banquero de Dios, Tornicelli (Torrebruno) y las diferentes noticias con que abre el film, ni la Iglesia Católica se salva del látigo de Berlanga.
6
3 de mayo de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro más de los retablos hispánicos que nos regaló Berlanga a modo de foto fija de un momento histórico concreto con vocación atemporal. En este caso, la película fue forjada en plena crisis económica y política, tras la resaca de las olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla, el escándalo del GAL y el tremendo ocaso socialista.

Los elementos propios del análisis de Berlanga son ya de sobras conocidos: el sinsentido absurdo vital, el chanchulleo, el amiguismo y la corrupción como pieza esencial del engranaje económico y social español, y, por supuesto, la miseria moral. La verdad es que a pesar de los excesos, el retrato final no solo es verosímil sino también punzate y políticamente incorrecto, arremetiendo salvajemente contra una izquierda enquistada en tópicos buenistas y mentiras, y una derecha simplista, simple y desvergonzadamente egoísta. Catetos todos, aunque poniendo más el dedo en la herida siniestra, ciertamente.

Libertad editorial total, vaya, para una cinta con más toque político concreto que el habitual en el cineasta, centrado hasta ese momento en críticas devastadoras generales, más ambiciosas. Quizá por ello el film se antoja más pequeño en sus resultados respecto a obras maestras anteriores.

Aún así, tiene bromas muy buenas, un elenco memorable y consigue crear la ficción de estar mirando un lamentable espejo.
6
16 de diciembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se me ocurre otra manera de empezar que aludir a la funesta censura franquista, en este caso por omisión. Si los grandes títulos de Luis García Berlanga nacen y se hacen grandes ahogados por la censura, en este caso "Todos a la cárcel" es un título que no llega a alcanzar la maestría de otros que quedaron atrás y sí regatearon a los funcionarios del gobierno autocrático. No me posiciono tan en contra como otros hacen de este Berlanga que además, y seguramente es el factor más explicativo, no contó con el trabajo del guionista Rafael Azcona. La reflexión acerca de la censura ahí queda, y el caso es que un Berlanga desatado es el que vemos aquí, un no parar de entrar y salir de personajes que no se cortan en hacer lo que tengan que hacer y dicen las cosas tal cual son.

El mensaje de "Todos a la cárcel" es el que es, tan actual a día de hoy que da la risa. Estamos rodeados de mangantes y aprovechados. Evidentemente, lo mejor es reírse, y es por ello que confieso sentirme satisfecho, porque me he reído con casi todos, desde Torrebruno a Agustín González pasando, por supuesto, por el inmenso Saza, que tristemente nos dejó este año y al cual quisiera rendirle mi pequeño homenaje en forma de estas pocas palabras. Ya van quedando menos, ya apenas queda nadie...

Es cierto que existe un abuso del chiste escatológico, los pedos del cura y los presos enseñando el culo, la verdad, a mí ni me hacen sonreír. Sí apruebo el resto, todos ponen su granito, todo son caras conocidas en una farsa que a mí me ha gustado más que a la mayoría.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para