La novia del desierto
2017 

6.3
750
1 de agosto de 2018
1 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película pequeña contada con mucha delicadeza que recuerda mucho a las películas de Carlos Sorín. Con un escenario simple pero que rápidamente se convierte en una pequeña road movie con unos paisajes impresionantes del desierto argentino.
Nuestra entrañable protagonista tiene que viajar en autobús casi mil kilómetros para trabajar en San Juan, pero tras perder el bus y su maleta hará otro viaje "diferente" al que tenía planeado. La inolvidable "Gloria" de Sebastián Lelio, Paulina Garcia interpreta a Teresa, una mujer madura, anodina y con poco mundo recorrido, que conocerá a "El gringo"un vendedor ambulante solitario y pintoresco interpretado por Claudio Rissi, juntos emprenden un viaje en busca de la maleta extraviada con todas las pertenencias de Teresa. Mediante algún pequeño flashback vamos conociendo mejor la historia de esta sencilla mujer.
El retrato de los dos personajes es muy bueno y se nota la experiencia de las dos directoras Cecilia Atán y Valeria Pivato porque ya habian trabajado como ayudantes de dirección en películas de Pablo Trapero o Juan José Campanella siendo esta su opera prima.
Sergio Armstrong, un colaborador habitual de Pablo Larraín se encarga de la fotografía algo indispensable para contar esta bonita historia. Durante hora y cuarto que dura el film todo podría traducirse a una pequeña anécdota pero el despertar gradual como persona de Teresa te atrapa desde el principio hasta el final.
Destino Arrakis.com
Nuestra entrañable protagonista tiene que viajar en autobús casi mil kilómetros para trabajar en San Juan, pero tras perder el bus y su maleta hará otro viaje "diferente" al que tenía planeado. La inolvidable "Gloria" de Sebastián Lelio, Paulina Garcia interpreta a Teresa, una mujer madura, anodina y con poco mundo recorrido, que conocerá a "El gringo"un vendedor ambulante solitario y pintoresco interpretado por Claudio Rissi, juntos emprenden un viaje en busca de la maleta extraviada con todas las pertenencias de Teresa. Mediante algún pequeño flashback vamos conociendo mejor la historia de esta sencilla mujer.
El retrato de los dos personajes es muy bueno y se nota la experiencia de las dos directoras Cecilia Atán y Valeria Pivato porque ya habian trabajado como ayudantes de dirección en películas de Pablo Trapero o Juan José Campanella siendo esta su opera prima.
Sergio Armstrong, un colaborador habitual de Pablo Larraín se encarga de la fotografía algo indispensable para contar esta bonita historia. Durante hora y cuarto que dura el film todo podría traducirse a una pequeña anécdota pero el despertar gradual como persona de Teresa te atrapa desde el principio hasta el final.
Destino Arrakis.com
24 de diciembre de 2018
24 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novia del desierto
Existe algo tan infrecuente y poco común como el talento. Y cuando éste aflora, ni un bajo presupuesto, ni la escasez de medios, ni todos los inconvenientes que ello conlleva son suficientes para esconder la genialidad que algunas personas atesoran. Dicen que la estrechez agudiza el ingenio. Puede ser, aunque a mi no me conste tal certeza. Pero, coincidentemente, el cine italiano brilló como nunca una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando la penuria en ese país era casi insoportable. Esos siete u ocho años irrepetibles que -desde el 45- se conocen como “neorrealismo”.
Viene a cuento este prólogo después de ver “La novia del desierto”, una película argentina que, en muchos aspectos, me retrotrae a esa época. Una pequeña joya, una exquisita pieza de orfebrería, austera, breve, de una sencillez y delicadeza conmovedoras. Transmite la intensa y dolorosa sensación de la pérdida, el obligado abandono de tus propias raíces, la incertidumbre ante un futuro incierto a más de mil kilómetros de tu antiguo hogar en un accidentado viaje a través de la inmensidad de un desierto que te devora al tiempo que te sumerge en la desesperanza.
Y el milagro es obra de dos atrevidas mujeres porteñas, Cecilia Atán y Valeria Pivato, que se estrenan -doble mérito- en el proceloso mundo del cine. Ellas escriben y dirigen a dos manos esta su primera película que ha supuesto para mí un dichoso descubrimiento. Una excelente y contenida Paulina García, interpreta a la desorientada, tímida y recatada Teresa, mientras Claudio Rissi, vital, poderoso y exultante, encarna a Miguel “El Gringo”, un trashumante y humilde vendedor de mercadillos, honesto, amable, servicial y rebosante de entrañable bonhomía.
Y créanme, para aquellos que huyen de la grandilocuente mediocridad que impera en las salas, aman el buen cine y aprecian la delicada grandeza que se oculta tras la sencillez, estos escasos 77 minutos le sabrán a gloria bendita.
Emilio Castelló Barreneche
Existe algo tan infrecuente y poco común como el talento. Y cuando éste aflora, ni un bajo presupuesto, ni la escasez de medios, ni todos los inconvenientes que ello conlleva son suficientes para esconder la genialidad que algunas personas atesoran. Dicen que la estrechez agudiza el ingenio. Puede ser, aunque a mi no me conste tal certeza. Pero, coincidentemente, el cine italiano brilló como nunca una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando la penuria en ese país era casi insoportable. Esos siete u ocho años irrepetibles que -desde el 45- se conocen como “neorrealismo”.
Viene a cuento este prólogo después de ver “La novia del desierto”, una película argentina que, en muchos aspectos, me retrotrae a esa época. Una pequeña joya, una exquisita pieza de orfebrería, austera, breve, de una sencillez y delicadeza conmovedoras. Transmite la intensa y dolorosa sensación de la pérdida, el obligado abandono de tus propias raíces, la incertidumbre ante un futuro incierto a más de mil kilómetros de tu antiguo hogar en un accidentado viaje a través de la inmensidad de un desierto que te devora al tiempo que te sumerge en la desesperanza.
Y el milagro es obra de dos atrevidas mujeres porteñas, Cecilia Atán y Valeria Pivato, que se estrenan -doble mérito- en el proceloso mundo del cine. Ellas escriben y dirigen a dos manos esta su primera película que ha supuesto para mí un dichoso descubrimiento. Una excelente y contenida Paulina García, interpreta a la desorientada, tímida y recatada Teresa, mientras Claudio Rissi, vital, poderoso y exultante, encarna a Miguel “El Gringo”, un trashumante y humilde vendedor de mercadillos, honesto, amable, servicial y rebosante de entrañable bonhomía.
Y créanme, para aquellos que huyen de la grandilocuente mediocridad que impera en las salas, aman el buen cine y aprecian la delicada grandeza que se oculta tras la sencillez, estos escasos 77 minutos le sabrán a gloria bendita.
Emilio Castelló Barreneche
8 de mayo de 2019
8 de mayo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de meterse entre pecho y espalda un mega blockbuster como "Vengadores: Endgame", es bueno desengrasar el cuerpo y el alma con esta delicada y exquisita pieza cuya complejidad es directamente proporcional a su sencillez. Dos personajes en un entorno inmenso, bello, desolador bastan para que se produzca el milagro (con o sin mediación de la Santa) y choquen, se encuentren mágicamente como esas partículas subatómicas que corren desbocadas por sus kilométricos aceleradores y en un ínfimo instante liberen algo nuevo, efímero pero que siempre estuvo ahí y abra la puerta a otros mundos, a otras realidades.
"El gringo" anda siempre moviéndose de un lado para otro, como un electrón inquieto. La Chilena, siempre fue el núcleo que dio peso a una familia que tomo como suya. Ambos van a vivirse y ya nada será igual. Garcia y Rissi saben de que va su oficio, son maestros en él y nos regalan su desnudez, su piel, y su talento para dar vida a sus personajes. Hay que seguirle la pista a este par de jóvenes directoras argentinas que debutan con esta gran "historia mínima", heredera de aquellas otras "Historias mínimas" a las que otro argentino, Carlos Sorín abrió la puerta hace ya 17 años.
cineziete.wordpress.com
"El gringo" anda siempre moviéndose de un lado para otro, como un electrón inquieto. La Chilena, siempre fue el núcleo que dio peso a una familia que tomo como suya. Ambos van a vivirse y ya nada será igual. Garcia y Rissi saben de que va su oficio, son maestros en él y nos regalan su desnudez, su piel, y su talento para dar vida a sus personajes. Hay que seguirle la pista a este par de jóvenes directoras argentinas que debutan con esta gran "historia mínima", heredera de aquellas otras "Historias mínimas" a las que otro argentino, Carlos Sorín abrió la puerta hace ya 17 años.
cineziete.wordpress.com
6 de septiembre de 2018
6 de septiembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado esta película de las que llamamos de “historias mínimas”, narrada de forma sencilla con sensibilidad.
Dos personajes, aparentemente opuestos, consiguen conectar. Todo a través de miradas y gestos, con una gran interpretación de Paulina García y Claudio Rissi.
Dos personajes, aparentemente opuestos, consiguen conectar. Todo a través de miradas y gestos, con una gran interpretación de Paulina García y Claudio Rissi.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here