La novia del desierto
2017 

6.3
750
29 de agosto de 2018
29 de agosto de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al salir del pase, en fila india por parejas, que es lo máximo que permitía el vestíbulo que daba acceso a la calle, una pareja joven de edad indeterminada -- entre 25 y 30 -- hablaban entre ellos de la película detrás nuestro.
Él, con marcado acento de asombro en la voz, le trasladaba a ella su estupor por la lentitud de la narración.
"La hubieran podido reducir a media hora y lo hubieran contado todo igualmente".
Ella intentaba defenderse; por lo que se ve la elección de la sala había sido suya.
"Que si era muy sensible, que si era muy delicada, que si hablaba de sentimientos".
Él no cesaba en su estupor.
"No entiendo por qué hay tantas escenas tan lentas y paradas. Eran muy aburridas."
Ella intentaba contrarrestar aquellos argumentos en vano con adjetivos sutiles.
Moraleja:
Hay jóvenes que en su vida han visto una película """lenta""".
Hay jóvenes que no sabían ni que existían.
Hay jóvenes que entienden el cine como la comida: fastfood, fastmovie.
Afortunadamente no son todos: lo sé. No dejo de exagerar para marcar mi mensaje. Aún así...
Gracias Hollywood
Él, con marcado acento de asombro en la voz, le trasladaba a ella su estupor por la lentitud de la narración.
"La hubieran podido reducir a media hora y lo hubieran contado todo igualmente".
Ella intentaba defenderse; por lo que se ve la elección de la sala había sido suya.
"Que si era muy sensible, que si era muy delicada, que si hablaba de sentimientos".
Él no cesaba en su estupor.
"No entiendo por qué hay tantas escenas tan lentas y paradas. Eran muy aburridas."
Ella intentaba contrarrestar aquellos argumentos en vano con adjetivos sutiles.
Moraleja:
Hay jóvenes que en su vida han visto una película """lenta""".
Hay jóvenes que no sabían ni que existían.
Hay jóvenes que entienden el cine como la comida: fastfood, fastmovie.
Afortunadamente no son todos: lo sé. No dejo de exagerar para marcar mi mensaje. Aún así...
Gracias Hollywood
4 de septiembre de 2018
4 de septiembre de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene paisajes de western y es una pequeña historia, no exenta de contenido, sobre la relación, paso a paso, mejor dicho a kilómetros, entre una apocada doméstica y un vendedor ambulante, ambos a bordo de una camioneta y en busca de un bolso ‘extraviado’… Ella habla más bien poco, y él lo hace por los dos, pero hay altares ignotos, en medio de los caminos, donde, aunque sea el desierto, puede crecer una flor... (llámese Teresa, Paulina, Gloria, etc.).
14 de septiembre de 2018
14 de septiembre de 2018
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se cuenta con la participación, en el papel protagonista, de una actriz tan fascinante y extraordinaria como la chilena Paulina García, pareciera que todo lo demás fuera engullido por su talento, presencia y magia: es capaz de dotar de sustancia, vida, alma y autenticidad al más vacuo e insignificante de los personajes que encarna. Y esto es lo que ocurre en esta modesta producción argentina, donde encarna a una humilde mucama, que tras más de treinta años sirviendo sin descanso y con devota entrega en una mansión, es despachada a más de mil kilómetros de distancia como un fardo obsoleto e inútil, ya que tienen que prescindir de su asistencia (sin quedar del todo clara la motivación, aunque se infiera que es por la ruina de sus patronos).
Nos encontramos con la perfecta muestra de una película llena de sereno encanto y seductora inocencia, pero cuyos méritos estéticos quedan muy por debajo de su intencionalidad artística y de sus buenos propósitos narrativos. Resulta fácil alabar su escueta factura, su voluntad de mostrarnos el crecimiento personal de una mujer en la cincuentena, expulsada de su hogar de adopción al cual creía pertenecer ya para siempre… pero resulta innegable que todo deviene más en un interesante boceto impresionista al cual no se ha sabido redondear ni ensamblar con eficacia o destreza, quedándose en una insulsa y árida tierra de nadie, donde deambula sin demasiado lustre ni aliciente un personaje que se habría merecido un vehículo más enjundioso y diestro.
La estructura bebe tanto de la road-movie yanqui como del género del ‘Bildungsroman’ (o relato de aprendizaje) teutón y sabe sacar provecho de esa vaporosa armazón donde tiene cabida casi todo y nos ofrece la oportunidad de asistir al crecimiento y toma de conciencia de su heroína a contracorriente. Sin embargo, todo cuanto acontece resulta embotado, carece de mordiente o genuino interés. Las situaciones se suceden con cierta desgana y los saltos en el tiempo – donde se refleja por una parte el edén perdido y, por otra parte, el penoso periplo hacia un destino incierto – apenas añaden contenido o matices a lo que estamos visionando, más con paciente resignación que con auténtico alborozo. La cinta es muy breve, apenas 80 minutos, pero uno tiene la recurrente sensación de presenciar un corto desmedido, que ha sido hinchado en exceso, sin haberse atrevido a someterlo a una necesaria criba o a una sustancial mejora que justifique su fatigante duración.
Concluyo como inicié este comentario: la presencia de Paulina García proporciona un gozo y una admiración que la obra en sí no merece. Está bien arropada por un apto antagonista desorientado, Claudio Rissi, pero el espectador se queda al margen.
Nos encontramos con la perfecta muestra de una película llena de sereno encanto y seductora inocencia, pero cuyos méritos estéticos quedan muy por debajo de su intencionalidad artística y de sus buenos propósitos narrativos. Resulta fácil alabar su escueta factura, su voluntad de mostrarnos el crecimiento personal de una mujer en la cincuentena, expulsada de su hogar de adopción al cual creía pertenecer ya para siempre… pero resulta innegable que todo deviene más en un interesante boceto impresionista al cual no se ha sabido redondear ni ensamblar con eficacia o destreza, quedándose en una insulsa y árida tierra de nadie, donde deambula sin demasiado lustre ni aliciente un personaje que se habría merecido un vehículo más enjundioso y diestro.
La estructura bebe tanto de la road-movie yanqui como del género del ‘Bildungsroman’ (o relato de aprendizaje) teutón y sabe sacar provecho de esa vaporosa armazón donde tiene cabida casi todo y nos ofrece la oportunidad de asistir al crecimiento y toma de conciencia de su heroína a contracorriente. Sin embargo, todo cuanto acontece resulta embotado, carece de mordiente o genuino interés. Las situaciones se suceden con cierta desgana y los saltos en el tiempo – donde se refleja por una parte el edén perdido y, por otra parte, el penoso periplo hacia un destino incierto – apenas añaden contenido o matices a lo que estamos visionando, más con paciente resignación que con auténtico alborozo. La cinta es muy breve, apenas 80 minutos, pero uno tiene la recurrente sensación de presenciar un corto desmedido, que ha sido hinchado en exceso, sin haberse atrevido a someterlo a una necesaria criba o a una sustancial mejora que justifique su fatigante duración.
Concluyo como inicié este comentario: la presencia de Paulina García proporciona un gozo y una admiración que la obra en sí no merece. Está bien arropada por un apto antagonista desorientado, Claudio Rissi, pero el espectador se queda al margen.
22 de mayo de 2018
22 de mayo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ganar el galardón Oso de Berlin por su interpretación en “Gloria” de Sebastián Lelio, la actriz nacional Paulina García retoma a la senda actoral en un protagónico en la opera prima llamada “La Novia del Desierto”, un film muy intimista que te lleva a explorar la vida de una asesora del hogar que vive en Argentina que ve como su vida cumple un ciclo cuando los dueños de casa fallecen y debe emprender otros desafíos que la llevará a la casa de uno de sus hijos de su ex jefa y viajar mil kilómetros de distancia. Es ese periplo desértico por San Juan pierde sus pertenencias personales y pide ayuda a un comerciante del sector quien la acompaña en su camioneta rodante recorriendo diversos lugares para dar con lo extraviado.
La cinta, que fue estrenada en el pasado festival de Cannes, y que estuvo nominada a los premios Platino como mejor opera prima, tiene tras las cámaras dos directoras argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato, que eran asistentes de Juan José Campanella(El Secreto de sus Ojos), convierten a San Juan como en un verdadero paraje propicio para esta road movie. Las realizadoras acertaron con la dupla de actores que tienen todo el peso del film sobre sus hombros, son dos roles muy bien logrados, son el equilibrio perfecto entre lo sutil representado Paulina Garcia dando vida a Teresa y la intensidad y arrojo del protagonista Claudio Rissi que esta fantástico como “El Gringo”. La cinta es una verdadera metáfora entre esa mujer que florece de a poco en el desierto es lo que presentan estas dos sensibles creadoras y usaron toda la capacidad histriónica de García para que el espectador pueda mirar a través de sus ojos su mundo interior y como este se abre a nuevas posibilidades en la última etapa de la vida, nunca es tarde
Esta historia mínima, que podría ocurrir en cualquier poblado pequeño, le da el carácter universal y transversal a cualquier nacionalidad, lo que explica de cierta forma el éxito que tuvo la cinta en festivales, que a pesar de la modestia de recursos sabe imponerse por la calidad de su material y con la honestidad con la cual está contada y construida. San Juan, el lugar donde se rodó esta coproducción Chileno/Argentina, tiene un atractivo turístico por sus parajes desérticos, oasis y por sobre todo por la Difunta Correa donde muchos peregrinan en busca de un milagro que también podría tocar a su protagonista.
Al ver este trabajo me recordé de otras estupenda cinta del mayordomo de la maravillosa “Lo que queda del día”, con Anthony Hopkins que entrego toda su vida a servir a los demás dejando de lado la suya.
La cinta, que fue estrenada en el pasado festival de Cannes, y que estuvo nominada a los premios Platino como mejor opera prima, tiene tras las cámaras dos directoras argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato, que eran asistentes de Juan José Campanella(El Secreto de sus Ojos), convierten a San Juan como en un verdadero paraje propicio para esta road movie. Las realizadoras acertaron con la dupla de actores que tienen todo el peso del film sobre sus hombros, son dos roles muy bien logrados, son el equilibrio perfecto entre lo sutil representado Paulina Garcia dando vida a Teresa y la intensidad y arrojo del protagonista Claudio Rissi que esta fantástico como “El Gringo”. La cinta es una verdadera metáfora entre esa mujer que florece de a poco en el desierto es lo que presentan estas dos sensibles creadoras y usaron toda la capacidad histriónica de García para que el espectador pueda mirar a través de sus ojos su mundo interior y como este se abre a nuevas posibilidades en la última etapa de la vida, nunca es tarde
Esta historia mínima, que podría ocurrir en cualquier poblado pequeño, le da el carácter universal y transversal a cualquier nacionalidad, lo que explica de cierta forma el éxito que tuvo la cinta en festivales, que a pesar de la modestia de recursos sabe imponerse por la calidad de su material y con la honestidad con la cual está contada y construida. San Juan, el lugar donde se rodó esta coproducción Chileno/Argentina, tiene un atractivo turístico por sus parajes desérticos, oasis y por sobre todo por la Difunta Correa donde muchos peregrinan en busca de un milagro que también podría tocar a su protagonista.
Al ver este trabajo me recordé de otras estupenda cinta del mayordomo de la maravillosa “Lo que queda del día”, con Anthony Hopkins que entrego toda su vida a servir a los demás dejando de lado la suya.
2 de septiembre de 2018
2 de septiembre de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato codirigen esta película que tuvo se presentación en el festival de Cannes de 2017 ya que formaba parte de la sección Un Certain Regard y en los meses siguientes se pudo ver en el festival de San Sebastián por estar incluida en la sección Horizontes latinos y siendo la gran triunfadora del festival de cine latinoamericano de Huelva en donde obtuvo 3 premios: los de mejor película, actor y actriz. Sus nominaciones en los Premios Fénix, Platino y Sur confirman la película como una de las películas latinoamericanas del 2017.
Nos encontramos con una notable ópera prima en la dirección de largometrajes que tiene un argumento aparentemente sencillo, pero que cuenta bastantes cosas, eso sí a ritmo pausado, tanto del pasado como del presente de los dos personajes protagonistas, que se conocieron cerca de " El Santuario " en un territorio árido con algunos arbustos en el desierto de Cuyano. En ese lugar Teresa Godoy espera el medio de transporte que la lleva hacia su nuevo destino, después de varias décadas trabajando para una familia de clase alta argentina, desde que ella tenía 20 años y Rodrigo, el hijo de la familia, era un niño pequeño.
Con el paso de los años esa mujer chilena era considerada una más de la familia, pero las circunstancias han cambiado y tras el fallecimiento de la madre de Rodrigo ella tiene que abandonar el que fue su hogar aceptando el trabajo en San Juan, en casa de los suegros del que en su momento era un niño y en la actualidad es un hombre hecho y derecho casado con Diana.
La película nos muestra esos últimos momentos de la protagonista en esa casa, en lo que es una triste despedida, y lo hace mediante unos flashbacks muy bien insertados que tienen relación con lo que sucede en la actualidad cuando Teresa inicia esa nueva vida y se ve envuelta en una aventura en ese lugar desértico por culpa de la pérdida de su bolso ", que en el fondo es un McGuffin, y que desembocará en una segunda mitad con un duelo interpretativo entre Paulina García y Claudio Rissi, que están magníficos en los papeles protagonistas de Teresa y " El Gringo " Miguel en esa road-movie con unos diálogos sinceros, alegres pero también con algo de melancolía, teniendo en cuenta que son dos personas solitarias y que necesitan cariño y tener alguien en el que confiar sus problemas.
La actriz chilena vuelve a regalarnos otra gran interpretación demostrando que es una de las actrices más solventes del panorama latinoamericano actual, mientras que Claudio Rissi al que no conocía está perfecto dando las réplicas y tomando la iniciativa en muchos momentos con esa mujer tan especial. Ambos lo hacen muy bien y junto al guion son la clave del funcionamiento de esta película de corta duración, y que sin tener grandes giros nos ofrece una pequeña historia que mezcla el drama y la comedia, y que puede decepcionar a los que busquen una película más compleja e innovadora a nivel técnico o artístico. Aunque pueda pasar desapercibida también me parece destacable la labor de Sergio Armstrong como director de fotografía, que filma de manera sencilla ese viaje de los protagonistas y de vez en cuando inserta varias imágenes originales utilizando el espejo retrovisor de la furgoneta conducida por " El Gringo ", ese vendedor ambulante tan amable y divertido. El montaje de Andrea Chignoli y la dirección de Atán y Pivato completan los aspectos positivos de esta película fácil de recomendar al público medio que disfruta con las historias sencillas y que nos hacen reflexionar sobre la soledad de los seres humanos.
LO MEJOR: El guion y las interpretaciones.
LO PEOR: Su sencillez puede desesperar a los que buscan un cine más arriesgado.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
Nos encontramos con una notable ópera prima en la dirección de largometrajes que tiene un argumento aparentemente sencillo, pero que cuenta bastantes cosas, eso sí a ritmo pausado, tanto del pasado como del presente de los dos personajes protagonistas, que se conocieron cerca de " El Santuario " en un territorio árido con algunos arbustos en el desierto de Cuyano. En ese lugar Teresa Godoy espera el medio de transporte que la lleva hacia su nuevo destino, después de varias décadas trabajando para una familia de clase alta argentina, desde que ella tenía 20 años y Rodrigo, el hijo de la familia, era un niño pequeño.
Con el paso de los años esa mujer chilena era considerada una más de la familia, pero las circunstancias han cambiado y tras el fallecimiento de la madre de Rodrigo ella tiene que abandonar el que fue su hogar aceptando el trabajo en San Juan, en casa de los suegros del que en su momento era un niño y en la actualidad es un hombre hecho y derecho casado con Diana.
La película nos muestra esos últimos momentos de la protagonista en esa casa, en lo que es una triste despedida, y lo hace mediante unos flashbacks muy bien insertados que tienen relación con lo que sucede en la actualidad cuando Teresa inicia esa nueva vida y se ve envuelta en una aventura en ese lugar desértico por culpa de la pérdida de su bolso ", que en el fondo es un McGuffin, y que desembocará en una segunda mitad con un duelo interpretativo entre Paulina García y Claudio Rissi, que están magníficos en los papeles protagonistas de Teresa y " El Gringo " Miguel en esa road-movie con unos diálogos sinceros, alegres pero también con algo de melancolía, teniendo en cuenta que son dos personas solitarias y que necesitan cariño y tener alguien en el que confiar sus problemas.
La actriz chilena vuelve a regalarnos otra gran interpretación demostrando que es una de las actrices más solventes del panorama latinoamericano actual, mientras que Claudio Rissi al que no conocía está perfecto dando las réplicas y tomando la iniciativa en muchos momentos con esa mujer tan especial. Ambos lo hacen muy bien y junto al guion son la clave del funcionamiento de esta película de corta duración, y que sin tener grandes giros nos ofrece una pequeña historia que mezcla el drama y la comedia, y que puede decepcionar a los que busquen una película más compleja e innovadora a nivel técnico o artístico. Aunque pueda pasar desapercibida también me parece destacable la labor de Sergio Armstrong como director de fotografía, que filma de manera sencilla ese viaje de los protagonistas y de vez en cuando inserta varias imágenes originales utilizando el espejo retrovisor de la furgoneta conducida por " El Gringo ", ese vendedor ambulante tan amable y divertido. El montaje de Andrea Chignoli y la dirección de Atán y Pivato completan los aspectos positivos de esta película fácil de recomendar al público medio que disfruta con las historias sencillas y que nos hacen reflexionar sobre la soledad de los seres humanos.
LO MEJOR: El guion y las interpretaciones.
LO PEOR: Su sencillez puede desesperar a los que buscan un cine más arriesgado.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
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