Burning
6.9
8,781
Drama. Intriga
Cuando hace una entrega, Jongsu (Yoo), un joven mensajero, se encuentra por casualidad con Haemi (Jun), una chica que vivía en su vecindario. La joven le pide que cuide a su gato durante su viaje a África. A su regreso, Haemi le presenta a Ben (Yeun), un joven misterioso y con dinero que conoció allí. Un día, Ben revela a Jongsu un extraño pasatiempo que tiene... Adaptación de una historia de Haruki Murakami. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2018
20 de octubre de 2018
62 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ande por delante que me gustan las películas y series de temática "lenta", pero una cosa es esa y otra este despropósito de 2 horas y media de las que le sobran fácilmente 1 hora y media de película. Hay escenas que no aportan nada o muy poco. Se podría haber sintetizado la mitad primera de la película en un par de escenas de pocos minutos de duración. Para mi es una pena capital que cuando vea una película me aburra de manera inmensa durante más de una hora, eso es imperdonable.
Y es en la segunda mitad cuando empieza a ponerse interesante y comienza el... "suponemos". Seguiré en spoiler para comentar todo esto.
Y es en la segunda mitad cuando empieza a ponerse interesante y comienza el... "suponemos". Seguiré en spoiler para comentar todo esto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final de la película se supone que Ben es un asesino en serie fetichista que se ha pulido a Haemi ( y su cadáver lo ha ocultado en un lago o en un pozo?), ha guardado su reloj, le ha quitado la gata y suele matar cada par de meses (suponemos que es lo que el llama "quemar invernaderos).
Bueno eso es lo que se supone al final de la película pero... si analizamos el porque pensamos eso puede ser que estemos suponiendo "demasiado" que es lo que al protagonista le ha podido pasar.
- Haemi no coge las llamadas y está desaparecida. Podría haberse fugado o irse a otro país o vete tu a saber con el personaje tan veleta que es podría pasar.
- Ben deja algunas "pistas" de que es el asesino como lo de quemar invernaderos, lo de hacer "sacrificios para comérselos" mientras cocina.... Pero como humanos que somos podemos decir muchas tonterías, lo de los sacrificios puede ser solo comida "normal", y lo de los invernaderos puede ser literal o no, o incluso una metáfora de sus propios pensamientos o vete tu a saber... Pero vuelve a ser suposiciones de las que no se sabe nada.
- El reloj podría haberselo dado Haemi sin más y Ben podría gustarle coleccionar algunos regalos que les hagan sus amantes. Podría ser simplemente eso... en vez de suponer que lo ha guardado por recordar el asesinato de Haemi.
- El gato es muy oportuno, que en un piso de 5 metros cuadrados no se le consiga ver y en un piso de 200 metros cuadrados o más aparezca en el momento oportuno, al igual de oportuno es que reaccione a su "supuesto nombre" y el protagonista "suponga" que es la gata de Haemi, pero podría haber reaccionado por la simple entonación de la voz....
- Se supone que los restos de Haemi podrían estar en un lago, ya que se le ve a Ben subir rápido por un carril de tierra... tras Jongsu... que esa es otra, se consigue ocultar mágicamente sin dejar polvareda alguna, y en lo alto de la colina se le ve a Ben mirando y contemplando un lago de manera un tanto extraña. Así que podríamos suponer que está ahí.
- Pero también suponemos que podría estar en el pozo, ya que el protagonista se tira todo el rato con la chapa del pozo y del pozo... no quedando claro si existe o no. Pero si existe Ju se lo podría haber dicho a Ben y allí arrojarla tras matarla...
En fin un montón de escenas sobran... como las de la masturbaciones en casa de Jun mirando la ventana cual soldado.... Las del padre que no aportan nada, y las del abogado de este con Jongsu igual... la del baile de Haemi con los pijos... Hasta hay una parte de una misa cristiana en una película coreana WTF...
La verdad es que la película flaquea por muchos sitios... aunque algunos oirán aquí cantos de sirena "encantados" por la excelente fotografía yo solo veo un intento de hacer algo interesante y rimbombante pero que fracasa al jugar demasiado con la trampa fácil de la "suposición" (una tras otra), muy típico del cine asiático y con una duración inmensa.
Aburre sobre manera durante una hora y media para volverse más interesante al final, cerrando la película con un asesinato basado en "suponemos" de los que nunca sabremos que habrá pasado realmente.
Un 3.
Bueno eso es lo que se supone al final de la película pero... si analizamos el porque pensamos eso puede ser que estemos suponiendo "demasiado" que es lo que al protagonista le ha podido pasar.
- Haemi no coge las llamadas y está desaparecida. Podría haberse fugado o irse a otro país o vete tu a saber con el personaje tan veleta que es podría pasar.
- Ben deja algunas "pistas" de que es el asesino como lo de quemar invernaderos, lo de hacer "sacrificios para comérselos" mientras cocina.... Pero como humanos que somos podemos decir muchas tonterías, lo de los sacrificios puede ser solo comida "normal", y lo de los invernaderos puede ser literal o no, o incluso una metáfora de sus propios pensamientos o vete tu a saber... Pero vuelve a ser suposiciones de las que no se sabe nada.
- El reloj podría haberselo dado Haemi sin más y Ben podría gustarle coleccionar algunos regalos que les hagan sus amantes. Podría ser simplemente eso... en vez de suponer que lo ha guardado por recordar el asesinato de Haemi.
- El gato es muy oportuno, que en un piso de 5 metros cuadrados no se le consiga ver y en un piso de 200 metros cuadrados o más aparezca en el momento oportuno, al igual de oportuno es que reaccione a su "supuesto nombre" y el protagonista "suponga" que es la gata de Haemi, pero podría haber reaccionado por la simple entonación de la voz....
- Se supone que los restos de Haemi podrían estar en un lago, ya que se le ve a Ben subir rápido por un carril de tierra... tras Jongsu... que esa es otra, se consigue ocultar mágicamente sin dejar polvareda alguna, y en lo alto de la colina se le ve a Ben mirando y contemplando un lago de manera un tanto extraña. Así que podríamos suponer que está ahí.
- Pero también suponemos que podría estar en el pozo, ya que el protagonista se tira todo el rato con la chapa del pozo y del pozo... no quedando claro si existe o no. Pero si existe Ju se lo podría haber dicho a Ben y allí arrojarla tras matarla...
En fin un montón de escenas sobran... como las de la masturbaciones en casa de Jun mirando la ventana cual soldado.... Las del padre que no aportan nada, y las del abogado de este con Jongsu igual... la del baile de Haemi con los pijos... Hasta hay una parte de una misa cristiana en una película coreana WTF...
La verdad es que la película flaquea por muchos sitios... aunque algunos oirán aquí cantos de sirena "encantados" por la excelente fotografía yo solo veo un intento de hacer algo interesante y rimbombante pero que fracasa al jugar demasiado con la trampa fácil de la "suposición" (una tras otra), muy típico del cine asiático y con una duración inmensa.
Aburre sobre manera durante una hora y media para volverse más interesante al final, cerrando la película con un asesinato basado en "suponemos" de los que nunca sabremos que habrá pasado realmente.
Un 3.
16 de junio de 2019
16 de junio de 2019
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno no está muy puesto en Faulkner ( USA / 1897-1949), premio Nobel de literatura y en Murakari ( Japón / 1949) eterno candidato al mismo y ni siquiera en la media docena de títulos que componen la filmografía de Chang-Dong (Corea del Sur / 1954) probablemente se perderá el hilo conductor entre "Barn Burning" (Incendiar establos / 1939) de Faulkner que inspiró a Murakari su relato corto "Quemar graneros" en los 80 del siglo pasado y que a su vez ha servido de inspiración para esta adaptación de Chan-Dong, titulada "Burning". De todas maneras no hay que ser un lumbreras para darse cuenta si uno tiene un mínimo de sensibilidad que este "thriller existencial" es un ejercicio sobresaliente de cine de autor. Tiene el problema de que por muy hipnótico que sea, que lo es, dura 148 m y los culos y las espaldas no entienden de arte. Al respecto sería interesante abrir un debate sobre como la nuevas formas de visionar el cine fuera de un cine, ayudan a administrar los tiempos del espectador que puede/podemos degustar y paladear lo que estamos viendo sin tener que estar anclados perennemente a una butaca. Se pierde rito, magia y el formato original para el que fueron creadas las películas pero se gana "tranquilidad" y comodidad no solo física. Por no hablar de poder en paralelo tener más información sobre lo que nos cuentan, revisionar detalles que pudieran habérsenos escapado y en cualquier caso que la duración del metraje nunca sea un menoscabo para el resultado final.
Dicho esto, Chang-Dong se ha tomado ocho años después de su notable última entrega "Poesía" (2010) para regalarnos esta lección de cine, este puzzle lleno de piezas maravillosas, (tratamiento del color, tempo narrativo, encuadres, movimiento de cámara, poesía, lirismo, tensión mantenida, triangulo amoroso, desigualdad social, traumas familiares, miedos a la vida y la muerte, enigma inquietante, metáforas existenciales...) que el espectador puede y debe intentar descifrar, intercalar e interpretar a su gusto para componer un mosaico acorde a sus inquietudes vitales. Hay que quitarse el sombrero o la peluca ante este director. Irreprochables el trío de actores protagonistas.
Caldero es el nombre de un gato que aparece y desaparece como el de Cheshire, que puede estar o no como el de Schrödinger. Nos recuerda que todo puede ser real o no, que todo depende del punto de vista del que lo mira, que el joven aspirante a escritor Jongsu puede estar viviendo su propia novela al tiempo que la escribe. Novela que no puede menos que ser una tragedia. Ya lo decía Unamuno en "Del sentimiento trágico de la vida" (1912), obra que bien podría también haber sido fuente de inspiración para lo que Faulkner, Murakari y Chang-Dong quieren contarnos.
cineziete.wordpress.com
Dicho esto, Chang-Dong se ha tomado ocho años después de su notable última entrega "Poesía" (2010) para regalarnos esta lección de cine, este puzzle lleno de piezas maravillosas, (tratamiento del color, tempo narrativo, encuadres, movimiento de cámara, poesía, lirismo, tensión mantenida, triangulo amoroso, desigualdad social, traumas familiares, miedos a la vida y la muerte, enigma inquietante, metáforas existenciales...) que el espectador puede y debe intentar descifrar, intercalar e interpretar a su gusto para componer un mosaico acorde a sus inquietudes vitales. Hay que quitarse el sombrero o la peluca ante este director. Irreprochables el trío de actores protagonistas.
Caldero es el nombre de un gato que aparece y desaparece como el de Cheshire, que puede estar o no como el de Schrödinger. Nos recuerda que todo puede ser real o no, que todo depende del punto de vista del que lo mira, que el joven aspirante a escritor Jongsu puede estar viviendo su propia novela al tiempo que la escribe. Novela que no puede menos que ser una tragedia. Ya lo decía Unamuno en "Del sentimiento trágico de la vida" (1912), obra que bien podría también haber sido fuente de inspiración para lo que Faulkner, Murakari y Chang-Dong quieren contarnos.
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21 de noviembre de 2018
21 de noviembre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un thriller que se cocina a fuego muy muy lento en el que casi todo su contenido se basa en el desarrollo llevado al extremo de su tres personajes principales y en las conversaciones y situaciones que tienen entre ellos. Además, de la parsimonia narrativa, que puede poner de los nervios a cierto tipo de público, tenemos la bobalicona actitud de su protagonista masculina, desesperante por momentos pero justificada dentro de la coherencia de la propia película.
Aunque parezca duro aguantar las dos lentas horas y media que dura, recomendamos verla hasta al final, ya que es una de las pocas veces que nos cuentan una historia con la información justa y necesaria, asumiendo que el espectador goza de un mínimo de inteligencia, y que es capaz de sacar sus propias conclusiones.
Más mini críticas en cinedepatio.com
Aunque parezca duro aguantar las dos lentas horas y media que dura, recomendamos verla hasta al final, ya que es una de las pocas veces que nos cuentan una historia con la información justa y necesaria, asumiendo que el espectador goza de un mínimo de inteligencia, y que es capaz de sacar sus propias conclusiones.
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20 de octubre de 2018
20 de octubre de 2018
28 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a ser sincero, no me molesté mucho en informarme sobre Burning antes de verla. Vi su nota en Filmaffinity, su interesante premisa y que era un thriller de Corea del Sur y automáticamente quise verla. Es decir, estamos hablando de corea del sur, los reyes de los thrillers que te mantienen pegado al sillón, con giros sorprendentes, interpretaciones viscerales y ritmo trepidante. Hablamos del país que nos ha dado joyas como Oldboy y I saw the devil o en menor medida otras películas como No mercy o Forgotten.
Esperando un producto de dicha calidad y características abordé Burning, y claro, las comparaciones son odiosas. Estoy seguro de que esta película tendrá sus seguidores, y que habrá quienes la disfruten. Habrá quienes disfruten de su ritmo lento hasta el hartazgo, pero no es mi caso. Burning es la primera película coreana que me aburre y me deja indiferente. Lo único que puedo decir positivo ni tan siquiera podría asegurar que es mérito de la película, sino del cine coreano, y es que me mantuvo intrigado durante el metraje, sin saber muy bien qué estaba pasando, generando hipótesis que explicaran los sucesos de la película. Fueron castillos en el aire porque lo cierto es que la película no tiene prácticamente nada que contar. Es otro de esos ejercicios cinematográficos más preocupados por la forma, que por el fondo.
148 minutos que, con una duración de 70 minutos habrían sido más que suficientes para plasmar lo que la película pretende sin hacer que el espectador se eche una cabezada.
El que avisa no es traidor, si esperáis un thriller trepidante made in Corea que sepáis que esta película no se enmarca en este tipo de cine. No cometáis mi mismo error.
Esperando un producto de dicha calidad y características abordé Burning, y claro, las comparaciones son odiosas. Estoy seguro de que esta película tendrá sus seguidores, y que habrá quienes la disfruten. Habrá quienes disfruten de su ritmo lento hasta el hartazgo, pero no es mi caso. Burning es la primera película coreana que me aburre y me deja indiferente. Lo único que puedo decir positivo ni tan siquiera podría asegurar que es mérito de la película, sino del cine coreano, y es que me mantuvo intrigado durante el metraje, sin saber muy bien qué estaba pasando, generando hipótesis que explicaran los sucesos de la película. Fueron castillos en el aire porque lo cierto es que la película no tiene prácticamente nada que contar. Es otro de esos ejercicios cinematográficos más preocupados por la forma, que por el fondo.
148 minutos que, con una duración de 70 minutos habrían sido más que suficientes para plasmar lo que la película pretende sin hacer que el espectador se eche una cabezada.
El que avisa no es traidor, si esperáis un thriller trepidante made in Corea que sepáis que esta película no se enmarca en este tipo de cine. No cometáis mi mismo error.
25 de octubre de 2018
25 de octubre de 2018
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Director de destacados títulos como “Oasis”, “Secret sunshine” y “Poesía” (estas dos últimas se estrenaron en cines en España), después de ocho años el ex ministro de Cultura de su país Lee Chang-dong ha dirigido su última película, basada en un relato corto llamado “Quemando graneros” de Haruki Murakami. Cuando hace una entrega, Jongsu, un joven mensajero, se encuentra por casualidad con Haemi, una chica que vivía en su vecindario. La joven le pide que cuide a su gato durante un viaje a África. A su regreso, Haemi le presenta a Ben, un joven misterioso y con dinero que conoció allí. Un día, Ben revela a Jongsu un pasatiempo muy extraño. Estamos ante un drama con toques de thriller que en un principio es agradable con el reencuentro entre Jonhgsu y Haemi. A partir de la aparición de Ben, hay una especie de triángulo amoroso que deriva en una desaparición y una venganza. En el fondo, el director hace una crítica a la sociedad capitalista y consumista surcoreana actual y parece querer decirnos que el tiempo pasado agrícola fue mejor que estos tiempos en que los jóvenes están desempleados y desorientados, y se acentúan las diferentes clases sociales. Esta es una película misteriosa, más bien sutil y con bellas imágenes, Chang-dong demuestra tener el control en la realización. Está bien interpretada por los tres actores principales: Yoo Ah In como el humilde y un poco ensimismado Yongsu, Jun Jong-seo como la alegre y fascinante Haemi y Yeun Steven como el rico fanfarrón Ben. Tal y como está realizado, el largometraje de casi dos horas y media que no se hacen pesadas pese al ritmo pausado, deja pensando y dándole vueltas al espectador. Presentando en el pasado festival de Cannes donde ganó con merecimiento el premio FIPRESCI de la crítica internacional (figuraba entre las favoritas de la crítica para ganar la Palma de oro) y en el certamen de Sitges, “Burning” es uno de los más interesantes films al menos de la temporada y demuestra la excelente salud del reciente cine surcoreano que nos llega como por ejemplo “La doncella” o “El extraño”.
Valoración: 8'5
Lo mejor: el film resulta enigmático, se queda en el recuerdo y es de los de ver más de una vez.
Lo peor: que su extenso metraje cause rechazo al espectador.
https://josh-cine.blogspot.com/
Valoración: 8'5
Lo mejor: el film resulta enigmático, se queda en el recuerdo y es de los de ver más de una vez.
Lo peor: que su extenso metraje cause rechazo al espectador.
https://josh-cine.blogspot.com/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película plantea varias preguntas sin respuesta clara como si después de la misteriosa llamada telefónica, Haemi ha desaparecido sin voluntad propia o no tras el desafortunado comentario que le hace Yongsu la última vez que le ve, teniendo en cuenta que ella confiaba en el joven; así como si realmente Ben es el responsable del asunto, con las pistas del gato Caldera y el reloj rosa, y la dudosa existencia anterior de un pozo en el campo. Además, hay que apuntar que al quedarse solo sin la vaca, es posible que el protagonista haya heredado una tendencia agresiva y psicótica de su padre, aspecto que contribuye al asesinato final. Por último, la última escena descoloca un poco todo lo visto anteriormente desde el último encuentro entre los tres personajes pero creo que los hechos le sirven a Yongsu para inspirarse y escribir una novela en la vivienda de Haemi.
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